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EDI T ORI AL
Estimados socios, socias y amigos:
Agradezco la oportunidad que se me otorga
de presentarles la última edición de nuestra
revista Metal & Industria, porque me permite
despedirme de ustedes y de todos los
colaboradores de nuestro gremio, luego de
haber ejercido durante los últimos 5 años como
presidente de ASIMET.
Mi principal mensaje para esta verdadera familia
que es nuestra asociación es que luego de este
periodo me complace constatar que somos
un gremio que no solo cuenta con un sólido
prestigio, sino que es capaz de concretar sus
metas, gracias a que contamos con una materia
prima que nos permite proyectarnos y seguir
aportando al país desde nuestro quehacer
empresarial.
Para mí ha sido un honor y un privilegio haber
liderado esta asociación. Sin duda que fue un
periodo muy complejo en lo social, con fracturas
a la estabilidad institucional y con el desafío de
hacer frente a la peor pandemia en cien años,
que nos obligó a replantearnos nuestra forma
de trabajar y de desarrollarnos en el diario
vivir, a lo que se sumó una guerra internacional
que generó un fuerte impacto en la economía
mundial. Si bien nos tocó vivir momentos de
angustia e incertidumbre, visto en retrospectiva,
fueron acontecimientos que nos hicieron crecer
en experiencia, y de los cuales debemos sacar
lecciones.
En lo personal, comprobé que el mayor activo que
tenemos como empresarios manufactureros es
que estamos acostumbrados a desempeñarnos
en escenarios adversos, por lo tanto, tenemos
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una capacidad de resiliencia a la cual echar
mano en contextos de crisis.
Hoy el país vive un momento histórico
de cambios políticos y sociales que sin
duda nos generan temor e incertidumbre
respecto del futuro. En periodos como el
actual surgen sentimientos de desazón,
pero mi invitación es a que, una vez
más, demostremos nuestra resiliencia y
miremos este nuevo escenario como una
oportunidad de generar un cambio positivo
para Chile.
Estoy convencido que esta nueva
realidad es la oportunidad para que
nuestros esfuerzos por generar políticas
de desarrollo productivo para Chile
encuentren al fin tierra fértil, apostando
por caminos que logren compatibilizar
las nuevas visiones con aquellos ideales y
principios que guían nuestro actuar como
emprendedores, y que, no tengan duda,
sabremos como siempre defender con
fuerza y convicción.
Durante este tiempo he aprendido que
ejercer un buen liderazgo no se consigue a
través de virtudes o esfuerzos personales.
Muy por el contrario, es un trabajo en equipo
que se alimenta con diálogo, empatía y
visión, y cuyos logros se alcanzan gracias
a la colaboración y el esfuerzo conjunto.
Es por ello que quiero agradecer hoy
especialmente a la excepcional mesa que
me acompañó durante este periodo, a los
directores y colaboradores de ASIMET
por su dedicación y compromiso con
nuestra misión gremial. También a las
corporaciones, los comités, círculos, a sus