La iniciativa busca contribuir a la conservación de una zona única en el país, como las cercanías del Parque Nacional Hornopirén, apoyando a municipios en el retiro de residuos sólidos en forma segura y sostenible.
Desde lavadoras hasta bicicletas, pasando por refrigeradores y automóviles, son parte de los cerca de 40 mil kilos de chatarra que serán reciclados desde la localidad de Hualaihué, en la Región de Los Lagos. Esto, gracias a una alianza público-privada entre AZA, Karün, el municipio y la empresa local J y V, además de la colaboración de Salmones Camanchaca.
La campaña comenzó en enero y finaliza este martes con el retiro definitivo de los artículos en desuso de la zona, evitando que terminen en basurales clandestinos en un lugar que cuenta con una diversidad y una riqueza natural únicas en Chile, como es el Parque Nacional Hornopirén.
“Para nosotros esta iniciativa ha sido un éxito enorme, ha ayudado mucho a la comuna, partiendo por las empresas que han hecho realidad la recopilación y el traslado de la chatarra. También quiero felicitar a los vecinos, porque ayudaron a sacar todo lo que no les servía y se logró recolectar gran cantidad de artículos en desuso”, afirmó la alcaldesa de Hualaihué, Cristina Espinoza.
Al respecto, la jefa de Sostenibilidad de AZA, Daniela González, dijo que “esta chatarra que se recolectó en Hualaihué será procesada para ser transformada en uno de los aceros con la huella de carbono más baja a nivel mundial”. Junto a ello señaló que AZA ha realizado más de 20 iniciativas similares en lugares como Antártica, Cochamo, Juan Fernández e Isla de Pascua. “Estamos orgullosos de estar presentes en una campaña que, además de apoyar el cuidado del ecosistema local, fomenta el reciclaje de la comunidad, algo central para nosotros”, indicó.
Tanto AZA como Karün elaboran sus productos bajo un modelo de economía circular, en el cual el reciclaje es una pieza fundamental y apunta a lograr una producción tanto de acero, en el caso de AZA, como de anteojos, en el caso de Karün, que sea ambiental y socialmente sostenible.
“Estamos muy agradecidos del apoyo de las empresas en estas campañas, sobre todo para llegar a lugares tan aislados, donde la gestión de estos residuos es prácticamente imposible. Así que con este trabajo, en alianza con emprendedores locales como J y V, podemos asegurar que todos estos residuos, que salen de distintos rincones de la comuna, puedan tener una segunda vida”, dijo el Head of Impact de Karün, Carlos Aubert.
Es el tercer año consecutivo en que AZA y Karün impulsan esta campaña, la que se realizó por primera vez en 2021 en Cochamó, localidad desde la que se retiraron 20 toneladas de residuos. AZA es el mayor reciclador de Chile, con centros de procesamiento en Temuco, Concepción y Antofagasta, además de contar con una red de más de 10 mil recicladores de base. Esto, junto a los altos estándares industriales de la compañía, en sus plantas en Colina y Renca, permiten a AZA producir el acero con la menor huella de carbono del país.
Un total de 98 paneles solares de 560 Watts de potencia permiten abastecer con energía limpia todas las necesidades de la compañía ubicada en Til Til. “Las emisiones que se estimaron como reducción de nuestra huella es de 45.000 kgCO2/año”, señala Matías Contreras, gerente general de la filial del Grupo AZA que valoriza coproductos de la elaboración de acero verde.
Las instalaciones de EcoAZA, ubicadas en la comuna de Til Til, acaban de sumar una planta fotovoltaica que les permitirá satisfacer el 100% de sus necesidades de energía al tiempo que reducen considerablemente las emisiones de CO2.
La planta de generación eléctrica, que cuenta con 98 paneles de 560 Watts de potencia, se encuentra en marcha blanca durante febrero, para ser inaugurada oficialmente en marzo.
“Nuestro objetivo principal es independizar las necesidades energéticas aprovechando la energía solar de esta zona, al tiempo que bajamos las emisiones de CO2. Las emisiones que se estimaron como reducción de nuestra huella es de 45.000 kgCO2/año”, señala el gerente general de EcoAZA, Matías Contreras Uribe.
Esa cantidad de emisiones, añade Contreras, son equivalentes a las del consumo eléctrico de 8,8 casas durante un año, o a las de 9,7 autos bencineros en el mismo periodo, de acuerdo a la guía EPA de conversión.
La empresa EcoAZA es una filial del grupo AZA que fue inaugurada hace dos años (enero de 2021), para valorizar los productos secundarios originados en la producción de acero de alta calidad a partir de chatarra ferrosa, actividad que Aceros AZA viene desarrollando hace casi 70 años.
“El grupo AZA tiene en el ADN la sostenibilidad, por tal motivo EcoAZA busca desarrollar iniciativas que sean amigables con el medioambiente, generando un impacto social positivo y creando valor económico”, comenta el gerente general en relación a las razones que los motivaron a introducir el uso de energía solar en sus instalaciones.
La empresa tiene actualmente tres grandes líneas de productos: ecoáridos; prefabricados de hormigón, fabricados con ecoáridos; y metales ferrosos que son integrados a la cadena circular de AZA. La operación de EcoAZA, comenta su gerente general, extiende el modelo de economía circular de Aceros AZA considerando sus productos secundarios -o mal llamados residuos-, que aún tienen valor económico y que, al ser tratados y acondicionados, pueden agregar valor a sectores como la construcción con un enfoque sostenible.
La política de sustentabilidad del grupo AZA incluye una serie de compromisos ambientales, donde destaca el de reducir en un 50% las emisiones de CO2 para 2030, en relación a 2019 (año base) -meta que alcanzaron el año pasado-, y ser carbono neutral para 2050. Asimismo, tiene la meta de valorizar el 100% de los residuos para 2025, reciclando las escorias siderúrgicas y elaborando ecomateriales para la construcción, tarea que está en manos de EcoAZA.
Medidas como la instalación de la planta de energía fotovoltaica en las instalaciones de Til Til forman parte de las acciones que permiten a la compañía cumplir con sus compromisos ambientales.
Entre las características de la nueva instalación, el ejecutivo de EcoAZA señala que es una planta de escala pequeña, que genera aproximadamente 90.000 kWh/año y 55kW de potencia, con paneles solares fotovoltaicos bifaciales. En total, la planta solar ocupa 270 metros cuadrados y su operación permite abastecer con energía limpia todas las necesidades de la empresa en Til Til. “Desde el punto de vista económico también significara un ahorro en la cuenta de energía eléctrica mensual”, sostiene Contreras.
La construcción demoró aproximadamente cuatro meses, incluyendo la preparación del terreno, instalación de paneles y una serie de pruebas; luego vino un proceso de habilitación con la empresa de distribución que culminó en enero pasado, y paralelamente se hicieron capacitaciones de operación y mantenimiento para garantizar un correcto funcionamiento a futuro.