Rodrigo Briceño, gerente general de la CSH dijo que esto significa para la usina de Talcahuano un proceso ya más de transformación y no solo de mejora continua como han venido trabajando.
La Compañía Siderúrgica Huachipato (CSH) trazó su ruta al futuro y decidió hacerlo a través de tres vías; mejoras en su huella económica, social y ambiental.
Así, en el contexto de su estrategia de sostenibilidad hace unos días suscribieron un contrato con Paul Wurth/SMS, empresa alemana con 150 años de historia en el desarrollo de tecnologías en el mundo siderúrgico, con el objetivo de avanzar a procesos de producción con baja huella de carbono o aceros verdes; aunque la compañía ha estado avanzando ya desde hace un par de años en materias comerciales, de inversiones y logística entre otros.
“Empezamos a trabajar en temas de siderúrgica de bajo carbono ya desde el año pasado, y con algunas consultorías a involucrarnos en temas de hidrógeno. Mientras en el camino vamos buscando alternativas que permitan avanzar con inversiones acotadas o adecuadas para los desafíos que se tienen”, detalló Rodrigo Briceño, gerente general de la compañía.
En esa línea, la compañía firmó también el año pasado un contrato de suministro de energía 100% renovable con Engie, que comenzó a regir este año y estará plenamente operativo hacia 2022, lo que permite también ir desarrollando otras tecnologías.
ESTUDIOS Y CONCEPTUALIZACIÓN
El gerente general precisa que una vez que estén los estudios y la conceptualización con Paul Wurth/SMS se podrá pasar a la ingeniería. “Luego habrá que ver cómo lo hacemos; si lo hacemos dentro del mismo grupo CAP o con un partner por ejemplo europeo interesado en comprar aceros verdes. Esa es una etapa que viene después. Ellos (Paul Wurth/SMS) pensaban justamente en hacer aceros para la exportación principalmente a Europa, porque son otros clientes que valoran mucho más lo verde”.
Paul Wurth tiene hoy dos grandes estudios en desarrollo; uno en Canadá, con hierro verde donde trabajan con Río Tinto usando hidrógeno producido con energía eléctrica hidráulica y otro que están haciendo en Francia para hacer acero con hidrógeno ya más de especialidad, de varios millones de toneladas.
Esto significa para la siderúrgica de Talcahuano un proceso ya más de transformación y no solo de mejora continua como han venido trabajando. “Ellos lo que quieren es desarrollar este plan para ojalá buscar un mercado que pueda pagarlo. Ese puede perfectamente ser Chile en sectores como la minería o la construcción que tenga otra mirada de huella de carbono”.
–Al llegar a producir con esta nueva tecnología basada en hidrógeno el acero de Huachipato va a adquirir un mayor valor, obviamente.
Exactamente. Esta es una primera etapa de tres meses de estudios bien intensivos. Ellos pusieron un grupo grande ingenieros entre Europa y Brasil y nosotros tenemos a nuestro propio equipo de ingeniería y estrategia trabajando también el tema y auscultando aquí también los mercados de biomasa, de energía y otras cosas e ir fijando las medidas adecuadas para el desarrollo. Ello lo que harán es probar luego la tecnología en el desarrollo de una siderúrgica de “pequeña”, escala y pensando en Chile que es lo más cercano a lo que ellos tienen en Europa dentro de Latinoamérica. Ellos tienen tecnologías desarrolladas en Brasil con biomasa y recién con hidrógeno. La idea es conversar sobre alguna estrategia que combine estas cosas con los recursos naturales que posee el país y la zona.
-¿Esto situaría a la siderúrgica local en un nivel claramente superior desde el punto de vista de la sustentabilidad en el corto plazo. Entonces, ¿ya que los estudios tomarán tres meses y luego ya se podrá tener más claro cómo se abordará esta transformación?
Hay que verlo. Yo prefiero hasta terminar los tres meses revisar bien los alcances, las inversiones y cuáles son los pasos a seguir, pero tenemos mucha confianza en esta empresa, que tiene tecnologías muy probadas. Hemos trabajado con ellas en el pasado, son potentísimos en la industria del acero, así es que el poder sentarnos juntos a mirar el futuro, con quienes miran siempre al futuro es algo muy alentador.
-¿Durante este primer semestre debería estar clara la decisión de avanzar con Paul Wurth/SMS?
Exactamente, al término del semestre, hacia fines de junio ya deberíamos saber cuáles son los pasos a seguir.
– ¿También estaban trabajando con una firma austríaca?
Si. Con ellos estamos viendo cosas de mejora continua así es que estamos con agendas paralelas. Hay que trabajar para el corto plazo con medidas de mejoras continuas, para el mediano plazo con algunos proyectos transformacionales y mirar hacia el largo plazo como está mirando Chile con el hidrógeno verde y tecnologías que son ya definitivamente revolucionarias en cuanto al desarrollo de la industria siderúrgica. Hay que tener una mirada bien abierta a las nuevas tecnologías y a las tendencias. A lo mejor hoy día no hacemos nada, pero estamos preparando las bases para cuando estas tecnologías estén maduras y económicas estar ya en ello. En ese sentido, la innovación y el desarrollo tienen que estar permanente en las organizaciones porque las tecnologías van evolucionando día a día.
-¿Es muy prematuro aún para hacer un balance respecto del contrato de suministro de energía firmado con Engie el año pasado?
En términos de precios fue un ahorro importante, ya estamos viendo los beneficios, aunque todavía no entra 100% el contrato a operar. En la planta está operando al 70%, porque nos quedan dos contratos vigentes suscritos en años anteriores con proveedores distintos, uno de ellos venció y ese ya se reemplazó full con energías renovables que provee Engie y el otro termina este año, por lo tanto, a contar del 2022 ya estamos con energía 100% renovable.
-¿Cómo ha sido el comportamiento de la demanda de acero en estos últimos meses en los mercados externos?
Este ha sido un año súper demandante. Hay escasez de acero a nivel global como de muchos materiales y materias primas en general. Pero estamos full producción focalizando nuestras ventas en el mercado interno. Tenemos algunos compromisos con clientes en el exterior, pero nuestro foco es el mercado interno y si bien los precios de estos productos han subido mucho incluido el acero, por lo tanto, tuvimos un buen inicio de año y estamos muy focalizados hoy día en el mercado y nuestros clientes principalmente para asegurarles el abastecimiento que se requiere. Y a pesar de la pandemia y tomando todas las medidas de resguardo hemos podido mantener una operación estable que habría sido imposible sin el compromiso de la gente y eso ha permitido tener una operación acorde a los desafíos que el mercado nos exige y que son muy grandes. Nos están llegando cotizaciones de Corea, de Europa, de Argentina. Hay mucha escasez de acero y aquí el que logre operar bien va a capturar posiciones de mercado importantes.
-¿Esto implica un aumento en la capacidad de producción este año?
Estamos full. No tenemos cómo producir un kilo más.
-¿A full significa sobre 800 mil toneladas/año?
Estamos en torno a las 850 mil toneladas año en el ritmo actual. El año pasado terminamos vendiendo 750 mil toneladas/año, es decir, poco más de 100 mil toneladas anuales. Esa es la demanda que tenemos y que se va a afirmar.
-¿Esta mejor situación de la industria, diluye un poco esta necesidad de que el Estado imponga salvaguardas al acero chino?
Hoy vivimos una coyuntura mejor, sin embargo, creemos que los problemas estructurales de China en cuanto a subsidios se mantienen y esa pelea la vamos a seguir dando en forma permanente.
Fuente: Trade Digital News, marzo 22 de 2021