La industria se recupera pero esta distante de las condiciones operativas y financieras estables
La recuperación económica en los países de América Latina, ha sido muy variada entre sí, pero algo que es común es la resiliencia de los sectores consumidores de acero que, al ser un material esencial, no sólo está presente en la recuperación sino es uno de sus motores de crecimiento. En este contexto, la producción de acero llegó a niveles pre-pandemia acompañando una fuerte recuperación del consumo en todos los sectores, como lo es la construcción civil y automotriz, particularmente en Argentina y México
Si bien el resultado de la producción de acero crudo en septiembre, 4,686 millones de toneladas (Mt), representa una caída del 2,5% respecto a agosto, la disminución fue de sólo el 0,2% respecto a la cifra registrada en el mismo mes de 2019. En este período, la producción de altos hornos disminuyó 7,1% a 2,408 Mt con relación a agosto, mientras que la producción de hornos eléctricos alcanzó 2,278 Mt, un total 2,9% superior.
En cuanto a productos laminados, la producción en septiembre alcanzó un incremento del 4,6% en comparación al resultado de agosto, debido en gran parte al desempeño positivo en Brasil, México y Perú. El avance, sin embargo, no fue suficiente para contener el descenso interanual del 6,5%. La producción de tubos sin costura creció 7,3%, seguida por un incremento de 6,7% en la de planos y de 2,8% en los largos.
En agosto, el consumo de acero latinoamericano creció un 5,3% con relación a julio principalmente por el desempeño de México, Chile y Argentina, que registraron crecimientos de un 10,9%, 19,8% y 9,5%, respectivamente. Los productos planos explicaron el 47,3% de la recuperación, los productos largos 43,2% y tubos sin costura 9,5%. A causa de la pandemia, la reducción de inventarios para la preservación del flujo de caja fue una consecuencia directa de muchos productores de acero debido a la falta de un horizonte para que el mercado se reactivara.
Sin embargo, con el repentino aumento de la demanda, es necesario que las cadenas de valor se normalicen, se reorganicen y tengan tiempo para ajustarse. “La recuperación en los países de la región ha sido muy variada, lo que puede conducir a un retorno desigual a la normalidad y se requiere previsibilidad, sin pánico, por parte de los sectores consumidores para que las acerías puedan restablecer sus niveles operativos”, dijo Francisco Leal, Director General de Alacero.
En agosto, las 37 mil toneladas importadas respecto al mes anterior y las 58 mil toneladas de exportaciones menos hicieron que el déficit aumentara de 746 mil toneladas en julio a 841 mil toneladas en agosto. Sin embargo, en el año, tras una caída acumulada del déficit comercial de 15,7% hasta el momento, las importaciones cayeron en 2,710 Mt y las exportaciones en 1,068 Mt. Aunque sea una caída moderada, la baja en las exportaciones indica el reenfoque de la industria al consumo local y normalización de stocks.
A pesar de la mejoría relativa del mercado del acero, la industria se encuentra trabajando al 60% de su capacidad instalada, por arriba del 45% registrada en abril, pero distante de 80-85% necesario para trabajar en mejores condiciones operativas y financieras.
La situación actual de coyuntura nos indica que debemos estar atentos a la posible oleada de importaciones que pudieran llegar en condiciones de comercio desleal y causar distorsiones en la recuperación gradual de la demanda
El reto de corto plazo es espera mejores condiciones para que toda la cadena de valor pueda retomar sus actividades plenas. “Esta recuperación indica que tenemos más cerca que nunca la oportunidad de reindustrializar la región, integrando nuevas cadenas de valor basadas geográficamente más cerca de las materias primas y de los mercados”, añadió Leal.
Fuente: Alacero, noviembre 19 de 2020