El dirigente empresarial se reunió esta mañana con el Ministro de Economía a quién planteó la inquietud del gremio considerando que los niveles de productividad en Chile son muy bajos en relación a los países desarrollados OCDE donde se trabaja 40 horas, y con los cuales competimos.
El presidente de ASIMET, Dante Arrigoni expresó esta mañana su preocupación al Ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine en relación al proyecto que se discute en el Congreso y que busca reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales, señalando que podría ser “lapidario” considerando los bajos niveles de productividad y competitividad con los cuales trabaja la industria chilena.
Arrigoni se reunió esta mañana con el secretario de Estado a quien le representó las inquietudes del sector metalúrgico metalmecánico, y que dicen relación con la necesidad de consensuar políticas públicas, que permitan la reindustrialización del país y volver a generar riqueza y nuevas fuentes de trabajo. En las últimas dos décadas se han perdido 250 mil empleos calificados por el cierre de las industrias.
“Ahora –señaló el dirigente empresarial- se pretende dar un duro golpe a este sector industrial si se reduce la jornada laboral. Lo acaba de decir un ex ministro de Hacienda a fin a las ideas de quienes promueven esta legislación que bajar la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales representará un mayor incremento del 11%. En resumen eso significará menos empleo porque habrá industrias que no podrán asumir esos mayores costos, con iguales estándares productivos”.
Dante Arrigoni planteó al ministro de Economía que la jornada laboral será un costo fijo que sumado al proyecto de la reforma previsional de un 4% para el empleador, puede poner a este sector industrial que representa el 10% del PIB en una condición crítica. “Quienes promueven estas ideas probablemente no han considerado los factores determinantes en la producción industrial que es la productividad. Chile en nuestra área tiene una productividad menor en un 50% a los países desarrollados de la OCDE y de un 40% de la industria de Estados Unidos”.
Agregó que “las leyes no se pueden aplicar en forma mecánica si no se conoce la realidad y el contexto de cada uno de los países que es muy diferente. Una jornada laboral de 40 horas significará mayor desempleo y probablemente muchas industrias medianas y pequeñas no van a poder resistir”.
Finalmente el presidente de ASIMET, propuso una mesa de trabajo con el gobierno que desarrolle políticas públicas que permitan que Chile pueda incorporarse a la industria 4.0 y a la automatización, como lo han hecho la mayoría de los países que tenemos tratados, que comprendieron que el futuro de la industria del siglo XXI y su competitividad pasa por un trabajo conjunto de las autoridades y el sector privado.