En su Informe de Cuentas Nacionales, el Banco Central explicó que «el resultado se vio incidido por la emergencia sanitaria asociada al covid-19».
En su Informe de Cuentas Nacionales, el Banco Central informó que durante el segundo trimestre de 2020, la economía chilena cayó 14,1% respecto a igual periodo del año anterior.
Se trata de un desplome que oficialmente no se veía desde 1986, año desde el cual el Banco Central tiene registros, aunque distintos analistas adelantaron que se trata del peor dato trimestral desde la crisis de 1982. De todas formas, el mismo ministro de Hacienda, Ignacio Briones, ya había dicho que sería «un segundo trimestre para el olvido«.
«Este resultado se vio incidido por la emergencia sanitaria asociada al Covid-19, que influyó en la movilidad de las personas y el normal funcionamiento de establecimientos productivos», explicó el ente rector en su informe.
En esa línea, comentó que las actividades mayormente afectadas fueron servicios personales, comercio, transporte, construcción, restaurantes y hoteles, industria manufacturera y servicios empresariales. Mientras que desde la perspectiva del gasto, estos efectos se reflejaron en un menor consumo de los hogares y en la inversión.
«Acorde con cifras ajustadas por estacionalidad, el PIB se redujo 13,2% respecto del trimestre anterior, resultado que fue explicado por contracciones en la mayoría de las actividades, siendo servicios personales, construcción, comercio y transporte las de mayor incidencia». En contraste, minería fue la única actividad con cifras positivas, aunque con un dinamismo menor que el del trimestre anterior.
Asimismo, el informe apuntó que el trimestre analizado presentó un día hábil menos que el mismo periodo del año anterior, resultando en un efecto calendario igual a -0,1 puntos porcentuales.
-15,1% cayó la inversión en el segundo trimestre, muy por debajo del +0,4% anotado en el primer cuarto del año
Desde la perspectiva del gasto, la demanda interna determinó el resultado del PIB, anotando una caída de 19,1% (-2,8% en el primer trimestre). En tanto, compensaron en parte este resultado las exportaciones netas, donde las importaciones registraron una mayor disminución que las exportaciones.
De acuerdo al Central, el resultado de la demanda interna «fue explicado por el menor consumo, en particular de hogares, y en menos medida, por la caída en la formación bruta de capital fijo (inversión)». Así, el consumo de los hogares presentó una disminución de 22,4%, mientras que la inversión se redujo 15,1%.
Revisión cifras primer trimestre
En su informe, el instituto emisor revisó las cifras de las cuentas nacionales del primer trimestre y determinó una nueva estimación para el PIB de dicho periodo, pasando de 0,4% a 0,2%.
Desde la perspectiva del origen, las revisiones de mayor incidencia negativa se registraron en las actividades agropecuario-silvícola (de -1,3% a -3,5%), servicios personales (-5,3% a -6%) e industria manufacturera (1,1% a 0,8%), expuso el BC.
Por su parte, la demanda interna corrigió su tasa de crecimiento anual para el primer trimestre de -2,6% a -2,8%, debido principalmente a la revisión en la variación de existencias. Asimismo, el comercio exterior tuvo un ajuste generalizado a la baja, con una mayor revisión en términos de incidencia de las improtaciones, con lo que el efecto neto en el PIB fue positivo.
Fuente: Emol economía, agosto 18 de 2020