Son diversas las industrias en las que la ocupación femenina ha ido al alza y que, hasta algunos años, solían estar ocupadas mayoritariamente por hombres. Es el caso de la construcción y, específicamente, de la soldadura, oficio en que la participación femenina se incrementó el 2,3% durante 2017, de acuerdo a estimaciones de la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas (Asimet).
Una de las instituciones que ha venido formando mujeres para trabajar en este oficio es El Centro Técnico Indura (CETI), entregando cursos específicos para el público femenino. La entidad ha realizado cursos de soldadura exclusivos para mujeres en diversas zonas de Chile, a través de programas de becas sociales del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence) y del Organismo Técnico Intermedio de Capacitación (Otic) de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC). Asimismo, CETI ha llevado a cabo cursos dirigidos a mujeres privadas de libertad en Antofagasta, quienes cumplen medidas alternativas de condena, con el propósito de que puedan reinsertarse en el ámbito social y laboral.
Mauricio Ibarra, gerente del CETI, señala que las mujeres son altamente valoradas en procesos de terminaciones y trabajo con materiales delicados, ya que logran desarrollar una cadena de soldadura en aplicaciones muy específicas y apreciadas por distintas empresas.
Otro mercado donde se ha incrementado la presencia femenina es la tabiquería, donde la preocupación por una construcción sostenible está impulsando la migración hacia materiales ecoamigables, como la volcanita.
«Hemos notado un aumento de la participación femenina en las solicitudes para acceder a cursos de tabiquería. El 20% de las postulantes son mujeres, algo que no habíamos visto antes», asegura Alejandro Violic, subgerente de Productividad, Clientes e Instaladores de Volcán.
LA EXPERIENCIA HACE A LA MAESTRA
Yesenia Cisternas decidió desenvolverse profesionalmente en el rubro de la soldadura antes de cumplir los 25 años. Señala que, si bien a lo largo de su carrera como soldadora ha debido enfrentar diversos prejuicios, «con paciencia, prolijidad y constancia», ha demostrado que no es necesario ser hombre para poder hacer bien este trabajo.
«De hecho, hace un año pude crear oficialmente mi empresa de mantenciones industriales», señala.
Otro caso es el de Manuela Heredia, quien, tras notar la demanda en el área de la construcción, creó hace un tiempo una página de Facebook llamada «Maestras, Soluciones para el Hogar».
«Hoy trabajo con ocho mujeres que realizamos no solo trabajos de tabiquería, sino también de gasfitería, electricidad y mueblería», detalla.
Fuente: Economía y Negocios