Ha dicho que tiene la convicción de que el futuro de Chile depende, en gran parte, de que las empresas logren adaptarse a los nuevos desafíos. Entre sus cercanos está Andrés Santa Cruz, Evelyn Matthei, Fernán Gazmuri y Pablo Guillisasti.
Andrea Repetto y Fernando Larraín, comparten algo más aparte de ser economistas respetados en sus áreas de expertise. Ambos fueron reclutados por Paz Ovalle (62 años), a través de Hochschild & Ovalle Partners para el directorio de Echeverría Izquierdo y la gerencia general de la Asociación de AFP, respectivamente.
Esta ingeniera comercial de la Universidad Católica tiene una larga trayectoria profesional en el ámbito de la búsqueda de talentos, que ha desarrollado en paralelo a su vida familiar en la que crió cinco hijos, que le han dado ocho nietos hasta ahora.
En 1994 ingresó como profesional asociada a Seminarium Head Hunting, permaneciendo en este cargo hasta julio de 1998, tras lo cual pasó a ser socia fundadora de la empresa IO Head Hunters, que a partir de 2015 se convierte en HO Partners.
La también directora de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) el miércoles salió electa consejera de la Sofofa con 112 votos. La tercera con mejor votación de todos los candidatos. Sin embargo, quienes la conocen de cerca no se sorprenden por un evento que hizo historia, en una entidad que es percibida casi como un Club de Tobi.
A la ACHS llegó en representación de la Sonami, de la que su fallecido esposo -Hernán Hochschild Alessadri (2014)- fue presidente durante tres períodos, y resultó electa con la primera mayoría.
Estricta y rigurosa
Todo el mundo coincide en que Paz Ovalle hará “un muy buen trabajo en la Sofofa”. El jefe del segundo piso de La Moneda, Cristián Larroulet, la conoció en la universidad -“ella estaba un par de cursos más abajo”-, y la describe como una mujer “capaz, con sentido público y social”. “Le auguro mucho éxito en su nuevo rol de dirigente gremial. Un siete”.
Pero no es el único que destaca las cualidades de la empresaria en el aspecto laboral. Quienes han trabajado con ella en distintos ámbitos o aún lo hacen no dudan en describirla como una profesional que “hace muy bien las cosas, es estricta y rigurosa. Que muestra resultados en su trabajo”.
No es, comentan, de las que observa desde fuera; sino por el contrario, “se arremanga las mangas y se involucra mucho y directamente”. Es trabajólica y cree por sobre todas las cosas en la complementariedad entre el hombre y la mujer. En su entorno familiar cuentan que Paz “tuvo la suerte de contar con un papá y una mamá que no hacían distinciones, que creían mucho en ella y de construir familia con un marido que siempre celebró su ímpetu empresarial”. Aunque ha dicho que no se considera feminista, ha mencionado que entiende “que hay mujeres que fueron estigmatizadas u hombres que han minimizado lo que puedan hacer las mujeres”.
Desde muy joven se le inculcaron los valores del trabajo y de hacer las cosas bien. Siendo adolescente, los fines de semana se levantaba muy temprano y salía desde su casa en El Bosque a vender dulces de La Ligua para juntar plata. Lo que retrata parte importante de su personalidad y su empuje.
Un millón de amigos
Sus cercanos y amigos la describen como una persona muy sociable. “Tiene más amigos que Roberto Carlos”, es como lo grafica un amigo cercano a la nueva consejera de la Sofofa. “Es una mujer optimista y muy apegada a su familia”, dicen.
La muerte de su marido la golpeó fuerte, sin embargo, se recuperó y se concentró en sus hijos y nietos. Siempre ha sido muy deportista, relatan desde su entorno. Le gusta salir a pasear en bicicleta los fines de semana y estar al aire libre. Pero también disfruta de la compañía de sus amigos, algunos del colegio, la universidad y de la vida. Otros que heredó de su marido. Todos conforman una larga lista que integran Pablo Guillisasti, José Pablo Ureta, Fernando Larrañaga y Gonzalo Serrano con sus respectivas esposas; también Andrés Santa Cruz, Evelyn Matthei, Fernán Gazmuri y Rafael Guillisasti, entre muchos otros.
Respecto de su llegada a la Sofofa ha transmitido que tiene la convicción de que el futuro de Chile depende en gran parte de que las empresas logren adaptarse a los nuevos desafíos; por lo que todo lo que se pueda hacer desde el gremio para aportar a esta adaptación será fundamental.
Fuente: Diario Financiero, mayo 31 de 2019