Una fuerte desaceleración desde el repunte alcanzado en 2021 es lo que proyectan los gremios empresariales para sus respectivos sectores este año. Cuando el primer trimestre está por concluir, y ad portas de que el Banco Central presente mañana un nuevo Informe de Política Monetaria (IPoM) -que ahora prevé un alza del PIB entre 1,5% y 2,5% este año- los departamentos de estudio prevén un crecimiento más o menos similar que a comienzos de año, pero suman luces de alerta para tener en cuenta: el conflicto entre Rusia y Ucrania y una inflación que no cede, entre otros factores.
Minería prevé mayor
producción de cobre en 2022
Luego de una caída de 0,6% de la actividad minera en 2021 -explicada principalmente por la menor extracción de cobre-, este año el sector experimentaría un alza de entre 2% y 3%, según las proyecciones de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami). Esta cifra iría en línea con el 2% que la entidad anticipa para la economía nacional en el mismo período.
El gerente de Estudios del gremio, Álvaro Merino, explica que la producción del metal rojo llegaría a más o menos 5,8 millones de toneladas este ejercicio, superando por cerca de 150.000 toneladas lo obtenido en 2021.
Además, la entidad contempla un aumento de la producción de los elementos no metálicos, sobre todo del litio, y considerando las actuales condiciones del mercado, el precio del cobre oscilaría en un rango entre US$ 4,1 y US$ 4,3 la libra, explica el gerente de Estudios.
El representante de Sonami anticipa que hay factores de riesgo que pueden hacer variar estas proyecciones, como la persistencia de la inflación, la mantención y profundización de los problemas que ha generado la cadena de suministros, o la propagación de nuevos brotes de Covid-19, a lo que se suman aspectos geopolíticos, particularmente la invasión rusa a Ucrania. Todos estos elementos podrían, según Merino, repercutir sobre el mercado del cobre.
Construcción profundiza
caída estimada para la inversión
A fines del año pasado, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) proyectaba que este 2022 la inversión en el sector se contraería hasta 2%, en la comparación a 2021.
Pero ahora, dado el «alto nivel de incertidumbre política y económica que existe en el país y la postergación sobre todo de proyectos mineros, lo más probable es que finalmente la caída de la inversión sectorial sea aún más profunda», alerta el presidente del gremio, Antonio Errázuriz.
El empresario señala que la mayoría de los indicadores de actividad sectorial han mostrado signos de deterioro respecto de lo que se estaba contemplando a comienzos de este año. A modo de ejemplo, plantea que «si ya el aumento del precio de los materiales e insumos de construcción era un tema crítico, ahora con la invasión de Rusia a Ucrania se ha vuelto todavía más incierto y preocupante por el impacto que puede tener en la cadena logística».
Al mirar el panorama general del país, la CChC prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) nacional logrará crecer en un rango entre 0,5% y 1,5%.
El pasado 2021 el sector de la construcción alcanzó un crecimiento de 13,6% en la comparación con el año de la irrupción de la pandemia, según las cuentas nacionales publicadas a mediados de mes por el Banco Central.
Industria alerta heterogéneo
crecimiento entre subsectores
Un crecimiento de la industria manufacturera entre 1,5% y 2,5% es lo que prevé para este año la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa). Su director de Políticas Públicas, Rodrigo Mujica, recalca que la estimación evidencia una «significativa desaceleración» respecto de 2021 -cuando el alza fue de 8,3%-, lo que responde principalmente a la menor actividad económica agregada, a una caída de la inversión en respuesta a la «elevada incertidumbre» y a las mayores tasas de interés.
El experto detalla que esperan que la expansión de la industria sea heterogéneo para los diferentes subsectores. El impulso llegaría desde los rubros más ligados a la inversión pública y al consumo de bienes no durables, que contrastarían con otros sectores más ligados a la inversión y el consumo durable.
«Un rol importante en este escenario de menor actividad lo jugará el contexto económico internacional y un potencial menor dinamismo de la demanda externa por nuestros productos de exportación», apunta Mujica.
El representante de la Sofofa indica que para los próximos meses se suma una nueva fuente de incertidumbre proveniente de la invasión rusa a Ucrania y sus posibles impactos en la economía global, y plantea que para la economía nacional en su conjunto contemplan un alza del PIB entre 0,5% y 1,5%, sin descartar variaciones negativas.
Agro se mantiene en alerta
por situación climática y lluvias
Sin cambios mantiene la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) su panorama para el sector este año, el cual podría crecer entre 3% y 4%, según el gremio. El jefe del Departamento de Estudios de la entidad, Francisco Gana, detalla que este cuadro dependerá «en gran parte de la situación climática», con particular énfasis en lo que ocurra con el régimen de lluvias, ya sea porque estas últimas sean extemporáneas o por escasez.
El analista anticipa que el subsector frutícola crecería sobre 3% este 2022, con la mayor incidencia en el PIB del agro. Para la horticultura la SNA proyecta un alza entre el 2% y el 3% -con un grado de mayor incertidumbre por los efectos de la sequía-, y para el mundo pecuario contempla una expansión menor a 1%.
Los cultivos subirían en torno al 2%, y los demás subsectores estarían en línea con el panorama general del agro. Gana advierte que el sector «deberá enfrentar aumentos de costos y un financiamiento más caro, que no siempre se pueden transferir a los precios».
El año pasado la actividad agropecuario-silvícola aumentó un 1,9% anual, liderada por la fruticultura, y en menor medida, por la silvicultura. La agricultura y ganadería, en tanto, prácticamente no registraron variación durante 2021.
Para la economía nacional, la SNA anticipa un crecimiento de solo 2%, detalla el jefe de Estudios.
Banca mira atentamente
el curso de la inflación
Una actividad crediticia creciendo en torno a 1,3% es lo que estima para este año la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF), algo que «está en línea con una economía que seguirá su proceso de ajustes y se desacelerará especialmente durante la segunda mitad del año, con una inflación más persistente y una política monetaria contractiva», detalla el gerente de Estudios de la entidad Matías Bernier.
El experto plantea que el panorama «ha cambiado bastante» desde comienzos de enero. Explica que 2021 cerró con una actividad mayor a la prevista anteriormente, lo que junto a la aprobación de la Pensión Garantizada Universal (PGU) «hacía proyectar un 2022 más dinámico».
En este escenario, el representante de la ABIF plantea que también la inflación se ha tornado «más persistente», a lo que se suma el escenario internacional totalmente centrado en el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. «El balance de riesgos se ha vuelto decididamente más negativo, con mayor inflación, aunque con un crecimiento similar al proyectado previamente», dice Bernier. En enero, el escenario base de la Asociación era una baja en el PIB sectorial de 2,6% para este 2022.
Para la economía nacional, el pronóstico del gremio es de un alza en torno a 2% en el año en curso, en línea con el consenso de mercado, dice el gerente.
Comercio difiere sobre la
profundidad de la ralentización
Luego de un año de crecimiento histórico del comercio minorista -impulsado por el levantamiento de las cuarentenas, apertura del comercio presencial, retiros desde las AFP y ayudas fiscales- la Cámara Nacional de Comercio (CNC) estima que el consumo irá «de más a menos» este año.
Esta desaceleración estaría influida por la desaparición de dichas variables transitorias, así como por un mercado laboral todavía en recuperación, y por las altas bases de comparación desde el próximo trimestre, explica Bernardita Silva, gerenta de Estudios de la CNC.
El gremio prevé que el PIB del sector se contraiga entre 2% y 8% este año, un rango amplio ya que «el escenario de incertidumbre tanto externo como interno es alto», detalla Silva.
Su par de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), George Lever, estima que este año el crecimiento de las ventas del comercio será cercano a cero, explicado por la caída en los ingresos de las personas luego de dos años de alta liquidez en los hogares, y en medio de una mayor inflación y tasas de interés del Banco Central que «desincentivan el gasto».
Agrega que la mayor movilidad «desviará parte del gasto de consumo hacia servicios presenciales -como turismo o recreación, etc- afectando la demanda por bienes», y suma el conflicto geopolítico en Europa del Este como factor de riesgo.
Fuente: Diario Financiero, marzo 29 de 2022