Una de las principales preocupaciones de los hogares donde viven personas de la tercera edad es no tener alimentos suficientes durante el mes.
En medio de la discusión de la reforma previsional, un estudio elaborado por el Centro de Conocimiento e Investigación en Personas Mayores (Cipem) de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo y Caja Los Héroes reveló que un 27% de los adultos mayores que trabaja lo hace porque recibe pensiones muy bajas.
El documento también señala que un 17% de los encuestados declara trabajar ante el escenario próximo de recibir pensiones muy bajas. Eso sí, un 29% aseguró que está en el mercado laboral porque le agrada la idea de hacerlo, independiente de las pensiones que reciba.
El investigador de Cipem y académico de la Universidad del Desarrollo, Mauricio Apablaza, sostiene que la proporción de individuos que trabajan por razones financieras, como primera opción, son casi iguales a los que aducen razones de bienestar psicológico.
“Un 49% de la población adulta mayor trabaja principalmente porque le agrada el trabajo o por mantenerse activo. Los resultados no son sólo una muestra de la heterogeneidad de la población, sino que también del cambio demográfico acelerado que ha experimentado el país en las últimas décadas”, afirma.
Miedo a no tener alimentos
Otra cifras relevantes del documento fue que uno de cada tres adultos mayores (840 mil) declaró que sus ingresos no le permiten satisfacer sus necesidades básicas y un 19% de los hogares compuestos por personas mayores tiene una preocupación por no tener suficientes alimentos.
Según Apablaza, “el hecho de que un porcentaje importante de las personas mayores tenga miedo a no contar con suficientes alimentos refleja no sólo la inseguridad alimentaria, sino también y de manera más general un problema nutricional más extendido. De acuerdo a cifras oficiales y estudios previos, aproximadamente un 10% de la población adulto mayor tiene problemas de desnutrición”.
Con lo anterior, el 36% de las personas mayores encuestadas declaró que sus ingresos mensuales son menores a $ 200 mil y un 46% indica percibir un ingreso entre $ 200 mil y $ 499 mil al mes.
Según el sondeo, los encuestados indicaron que su gasto mensual promedio es de $289 mil, con una mediana de $ 200 mil. A nivel de género, un hombre de tercera edad tiene un gasto de $358 mil mensuales promedio, mientras que una mujer presenta un gasto de $ 230 mil.
El gasto de los hogares de personas mayores se encuentra fuertemente caracterizado por el consumo en salud. Los encuestados declararon un gasto per cápita en salud de $ 62 mil mensuales, mientras que un hogar integrado por menores de 60 años presenta un gasto de $30 mil.
Fuente: Diario Financiero, junio 19 de 2019