El economista jefe del Fondo para la región, Alejandro Werner, espera que el proceso constituyente abra la puerta al crecimiento inclusivo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) apuntó ayer que la economía de América Latina se estancó en 2019, por efecto de la incertidumbre mundial, la guerra comercial y las consecuencias de las tensiones sociales que sorprendieron a varios de los países de la región.
Entre estos destacó a Chile, cuyas perspectivas de expansión están marcadas por el estallido de octubre y «las respuestas de política económica ante las demandas sociales».
«Tras un marcado descenso a finales de 2019, la actividad económica debería recuperarse gradualmente, respaldada por una importante expansión fiscal y una política monetaria más laxa, con lo cual el crecimiento debería situarse en alrededor de 1% en 2020», apuntó en un reporte el economista jefe de la entidad para la región, Alejandro Werner.
Con esto, la entidad queda en el rango bajo de las proyecciones de los agentes económicos para este año. El Banco Central de Chile espera un PIB entre 0,5% y 1,5%; el Ministerio de Hacienda estima 1,3% y la encuesta de expectativas económicas del emisor en 1,2%.
Tras el reporte, el ministro de Economía, Lucas Palacios, consideró que «más que una gran caída en las proyecciones, lo que está haciendo el FMI es ajustarse a las estimaciones que ya había asumido el mercado». El funcionario recordó que la institución no había hecho actualización de proyecciones luego del 18 de octubre.
Chile y la Constitución
En esta oportunidad, las proyecciones fueron revisadas a la baja tanto para el año que ya cerró, como para el que está en curso y para el siguiente. Comparando con la actualización de octubre, Chile perdió 2 puntos porcentuales de su PIB al cerrar 2019 en 1%. En tanto, para 2020, el dato fue revisado a la baja en 2,1 puntos a 0,9%; y para 2021 le rebajó 0,5 unidades para ubicarlo en 2,7% anual.
En conferencia de prensa, Werner explicó que esto es «respuesta a la incertidumbre sobre la inversión, el consumo de bienes durables, la demanda de bienes raíces, entre otros».
Pero destacó que la situación «también abre espacios para que la sociedad debata sobre temas como el crecimiento inclusivo y para que se enfoque en esto el crecimiento más de lo que se ha hecho hasta ahora».
El FMI espera que «el proceso constituyente sea una inversión» en la que se «incurre a un costo de incertidumbre y menor crecimiento, para que al final se alcance un crecimiento más inclusivo».
«Ese es el gran desafío: que este proceso rediseñe el modelo económico y político chileno, en una dirección donde se preserven las virtudes del modelo y que fortalezca el modelo en los pilares más débiles», agregó.
Aun así, aclaró que existen riesgos y que, en este caso, apuntan a la pérdida de las fortalezas de los últimos años y a que la incertidumbre no sea transitoria.
Panorama de la región
La región tampoco está exenta de desafíos que ahora son más internos que en otras ocasiones. Entre ellos, el FMI destacó «la escasez de inversión, el lento aumento de la productividad, un clima poco propicio para los negocios y la baja calidad de la infraestructura y la educación».
Este año, el PIB de América Latina y el Caribe crecería 1,6% y el próximo, 2,3%; ambos datos por debajo de lo estimado en octubre.
En el detalle por país, para este año el Fondo proyecta una expansión de 3,2% para Perú y de 3,5% para Colombia; este último impulsado por «el continuo apoyo monetario, la migración de Venezuela, las remesas, las obras civiles y el aumento de la inversión a raíz de modificaciones recientes de la política tributaria».
En tanto, Brasil crecería 2,5% por el «repunte de la confianza tras la aprobación de la reforma de las pensiones y las menores tasas de interés de política monetaria en el contexto de una inflación baja».
Para Argentina no hubo cambio frente a octubre «por el poco tiempo del nuevo gobierno» y quedaría con una caída de 1,7% de su PIB este año.
Sin modificaciones también se mantuvo a Venezuela que se contraería 10% en 2020 en medio de su «profunda crisis económica y humanitaria».
Por su parte, México se recuperaría a 1% en 2020 por el nuevo tratado comercial y la reciente distensión de la política monetaria.
Fuente: Diario Financiero, enero 30 de 2020