José Ramón Valente, Manuel Marfán, Máximo Pacheco y Andrea Tokman junto a los directivos de Asimet.
Expertos abordaron el impacto que podría tener la discusión constitucional en los próximos meses.
Tan alta es la incertidumbre que impera en medio de la pandemia, que no es claro si lo peor de la crisis ya pasó. Teniendo en cuenta que mayo ha sido el peor mes en términos económicos, a juicio de la economista jefa de Quiñenco, Andrea Tokman, «proyectar esto hoy día como un piso es ciencia ficción», mientras que para el exministro de Hacienda, Manuel Marfán, «es muy posible que ese sea el tope de fondo».
Los comentarios se dieron en un panel junto al exministro de Economía, José Ramón Valente, y el extitular de Energía, Máximo Pacheco, en el Foro de la Industria 2020 de Asimet, que antes contó con una exposición del exministro de Hacienda, Andrés Velasco.
Los expertos se centraron en lo que viene para la economía chilena, y Valente explicó que los países que van saliendo del confinamiento han experimentado «rebotes importantes en sus economías», algo que a su juicio «en Chile no debería ser distinto».
El extitular de Economía proyecta que este año el PIB se contraiga alrededor de 6%, para crecer en 2021 entre 3% y 5%, impulsado por el consumo. El país, sin embargo, recuperaría los niveles de ingreso previos a la pandemia recién a fines de 2022.
«Ese rebote va a ser con poco empleo, poca inversión, y dado eso, con una perspectiva bastante mala hacia futuro. El post-rebote es bastante malo, a menos que hagamos algo y nos hagamos cargo de eso», sinceró.
Tokman, en tanto, coincidió en que en el mundo se está produciendo una reapertura que «inicialmente es muy veloz», pero a su juicio «esa recuperación podría ser con altos y bajos», ya que ante posibles alzas en contagios se podrían producir nuevos cierres. Pero, a su juicio, «los retrocesos van a ser muchísimo más inteligentes en ese sentido y menos dolorosos en términos de la economía».
La experta, sin embargo, hizo un llamado: «Hay que ser súper conscientes de que este dejó de ser un shock transitorio, es un shock permanente, va a haber un impacto significativo en sectores que contratan a muchas personas, de contacto personal donde hay mayor riesgo de contagio». «Una vez que reconocemos que hay una divergencia (…) tenemos una forma accionable de cómo empezar a producir los programas de recuperación», propuso.
Una visión similar expresó Marfán, quien advirtió que «falta bastante» para la recuperación, la cual, a su juicio, se ve determinada por las restricciones sanitarias. De producirse rebrotes, advierte que «Chile terminaría el año con una tasa de crecimiento de entre -9 y -10%, lo cual no es poco».
Pese a que ve que el desconfinamiento será gradual, sinceró que «el ritmo de recuperación va a tener esa lentitud y va a tener idas y venidas», a lo que agregó que «las cicatrices que van a quedar después van a depender de cuánto dure este proceso. Mientras más corto, obviamente las heridas que provoquen esas cicatrices son menos profundas, mientras más largo, las cicatrices pueden ser graves».
Y Pacheco, en tanto, planteó que «si algo hemos aprendido en esta pandemia es que los seres humanos tenemos que no solo aprender a vivir con esta incertidumbre sino que asumir con humildad que no sabemos todo», agregando que «tenemos que ser humildes, tenemos que estar preparados para convivir con esta incertidumbre».
Proceso constituyente
A la incertidumbre que genera la pandemia en todo el mundo, a nivel nacional se suma la provocada por el calendario electoral para el próximo año y medio, donde un elemento clave será el plebiscito constituyente y el posterior proceso.
En este escenario, Valente insistió en que «ese nivel de incertidumbre hace que esa recuperación va a ser sin mucha generación de empleo y sin mucha inversión», a lo que agrega que «las decisiones van a estar basadas sobre las expectativas de Chile de largo plazo, y de ese Chile de largo plazo no sabemos mucho».
«Chile no es una República en formación que necesita partir de una hoja en blanco, puede usar toda la historia republicana para desde ahí mejorar», planteó.
Tokman, en tanto, indicó que «no veo otra salida que sentarnos con una buena disposición al proceso constituyente. Tenemos que cambiar el switch y empezar a armar un proceso de discusión de cuál es la nueva hoja de ruta donde incluimos muchas cosas. Estamos en un proceso que lo podemos ver como algo luminoso», destacó.
Pacheco, en tanto, defendió completamente lo que viene. «Bienvenido que tengamos el plebiscito el 25 de octubre y bienvenido que tengamos todo ese calendario de elecciones, porque eso nos va a ir dando mucho aire como sociedad, porque vamos a estar consultando a la población sobre los temas que vienen por delante», aseguró.
Modernización del Estado: la piedra en el zapato
El rol y el tamaño del Estado en este contexto, a juicio de los economistas, cobra relevancia dado que la crisis sanitaria ha amplificado la necesidad de avanzar hacia su modernización.
«Necesitamos un Estado que haga bien la pega, que llegue rápido, ágilmente, que haga negociaciones apropiadas, que se haga cargo de estos momentos difíciles que estamos viendo en emergencia, recuperación, y luego en el largo plazo», aseveró Tokman.
Su visión es que se debe avanzar hacia una «revalorización del Estado» de la mano de la modernización de este.
Para Marfán, en Chile está ausente un Estado que genere bienestar adecuado a una sociedad con una clase media creciente: «El Estado requiere ser reformado. La evidencia muestra que el Estado de bienestar es mucho más grande en aquellos países en donde tuvieron las miserias más grandes y es más chico en aquellos países que no tuvieron niveles de miseria tan grandes. Chile está más bien en el primer grupo».
«El tamaño del Estado es una discusión permanente» señaló Valente. «Hay un Estado que tiene muchas falencias, muchas fallas» por lo que su recomendación apuntó a que el paso previo es resolverlas.
«Para qué hacer crecer algo que falla tan groseramente, en tantos aspectos; primero hacerse cargo de la modernización del Estado y después se define el tamaño», aconsejó.
«Es un error tener un Estado que juegue a la ausencia y que no represente el bien común», sentenció Pacheco. En su análisis conjugó los elementos que a su juicio dan cuenta de que el modelo neoliberal se agotó, por lo que es necesario construir un modelo con un «nuevo rol del Estado»
«Se ha mencionado mucho a Nueva Zelanda aquí (…) En Nueva Zelanda hay un diálogo abierto, permanente y una negociación abierta, permanente sobre el rol del Estado. Y nadie está atrincherado acusando al Estado como un monstruo que se los va a comer», aseguró.
Fuente: Diario Financiero, agosto 26 de 2020