Proyección para el actual ejercicio se mantuvo en 1,2%, mientras que para el siguiente cayó a 2,1% y para 2022 se apuesta a un 2,5%. Mercado coincide en que existe poco espacio para medidas de estímulo.
Un cuadro de bajo crecimiento pareciera amenazar a la economía chilena de aquí a los próximos dos años. Y no sólo se trata de un ritmo lejano al observado en la década de los ’90 -cuando el promedio escaló hasta 6,1%-, sino que incluso menor al 4% que trajo la primera década de los 2000.
De hecho, ayer fue un aliciente que la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) del Banco Central no mostrara un nuevo descenso en las estimaciones previstas para el Producto Interno Bruto (PIB) este año, ya reducidas del orden de un punto porcentual luego de las alteraciones que generó el estallido del conflicto social el 18 de octubre.
Si a esas alturas los cálculos de los economistas locales apuntaban a un aumento del PIB del orden de 2,5% en 2020, hoy la apuesta más fina habla de un 1,2%. Es decir, prácticamente la misma alza con que cerró 2019 (los datos oficiales se conocerán el 18 de marzo), dentro del rango previsto por el ente emisor (0,5% y 1,5%) y algo por debajo del 1,3% que hasta la fecha espera el Ministerio de Hacienda.
Fuente: Diario Financiero, marzo 11 de 2020