En una decisión unánime, el Consejo acordó incrementar la tasa de interés de política monetaria en 75 puntos base, hasta 9,75%.
En su Reunión de Política Monetaria de julio, el Consejo del Banco Central de Chile acordó incrementar la tasa de interés de política monetaria (TPM) en 75 puntos base, hasta 9,75%, ubicándose sobre lo que esperaba una mayoría de los analistas en la última encuesta de expectativas, aunque el movimiento estaba internalizado en el mercado financiero.
El ajuste, que fue acordado por la unanimidad de los consejeros, se produce en un complejo contexto económico, con el dólar superando la barrera de los $ 1.000 , con una inflación que, según el último Índice de Precios al Consumidor (IPC) alcanzó un 12,5% interanual en junio, muy por sobre la meta de 3% de la entidad; y con llamados públicos de parte del ministro de Hacienda, Mario Marcel, a que el banco comparta su diagnóstico al respecto.
En su comunicación, el Consejo presidido por Rosanna Costa endureció el tono respecto al panorama para la economía, mencionando la existencia de «riesgos elevados», un «deterioro» de las condiciones financieras globales que ha sido «más rápido e intenso» que lo previsto, que han repercutido en una caída en el precio de las materias primas y la consolidación de las perspectivas de una recesión global.
Ya a nivel local, el banco también apuntó a factores internos que estarían incidiendo en la apreciación del dólar frente al peso chileno: «En medio de una elevada incertidumbre interna, esto ha llevado a una fuerte depreciación del peso», advirtieron los consejeros.
Mercado ha logrado absorber el shock
Eso sí, el banco no informó medidas adicionales a la intervención verbal que desplegó el lunes, antes de su reunión mensual. Parte del mercado ha señalado que la entidad debería ejecutar alguna medida adicional para contener el alza del dólar.
De hecho, reiteró su diagnóstico, asegurando que si bien el tipo de cambio «se ha depreciado con fuerza», algo más de 20% si se compara con la reunión de junio, «hasta ahora, los mercados han sido capaces de absorber los shocks de manera adecuada y la volatilidad en el mercado cambiario no se ha trasladado a otros segmentos del sistema financiero, los que han operado con niveles de liquidez adecuados. El crédito bancario local continúa registrando un débil dinamismo, en medio de condiciones de financiamiento que permanecen restrictivas».
Se vienen más ajustes
Si el mensaje después de las reuniones pasadas era que el ciclo de alzas de tasas estaba cerca de su fin, en su comunicación de esta tarde de miércoles el instituto emisor se abre a nuevos incrementos en la TPM.
«En el corto plazo, estos desarrollos provocarán un alza adicional de los precios internos, en un contexto en que la inflación y su persistencia ya son elevadas. El Consejo estima que serán necesarias nuevas alzas de la TPM para asegurar la convergencia de la inflación a 3% en dos años. Su magnitud dependerá de las implicancias de la evolución del escenario para el logro de la meta de inflación, situación que será analizada en el IPoM de septiembre», agregaron las autoridades.
La inflación total, narraron los consejeros, ha seguido aumentando y alcanzó el 12,5% anual en junio, mientras que el componente subyacente subió a 9,9% anual. «Los últimos datos de inflación han estado prácticamente en línea con lo previsto en el IPoM de junio, con sorpresas acotadas a productos específicos, mayormente volátiles», plantearon.
Así, señalaron que las expectativas de inflación de las encuestas -de Expectativas Económicas y Operadores Financieros- «se han ajustado al alza».
El «paulatino retroceso» de la economía
Al mencionar el desempeño de la actividad local, el Banco Central enfatizó que la economía ha continuado su proceso de «paulatino retroceso», el cual estaría «en línea con lo anticipado».
Junto con recordar que el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) aumentó un 6,4% anual en mayo -con la minería cayendo menos que lo previsto-, con el registro no minero desestacionalizado bajando 0,9% mensual, «cercano a lo que se esperaba», el banco agregó que los indicadores relacionados con el consumo privado y la inversión muestran un desempeño «acorde con lo proyectado, manteniéndose la resiliencia del primero y el debilitamiento de la segunda».
«En el mercado laboral, el crecimiento del empleo ha continuado ralentizándose y las vacantes siguen disminuyendo. La variación anual de los salarios reales se mantiene en niveles negativos. Los indicadores de confianza de los consumidores y de las empresas siguen en terreno negativo», consignaron los consejeros.
Recesión global
El comunicado del Consejo aborda el deterioro en las perspectivas de crecimiento mundial, de la mano de un repunte en la inflación en Estados Unidos y la expectativa de que la Reserva Federal (Fed) aplique alzas más fuertes en la tasa de interés.
«La inflación mundial ha continuado subiendo y los bancos centrales han seguido aumentando las tasas de referencia, o señalizando un alza más rápida ante la mayor persistencia inflacionaria. Destaca la Reserva Federal de Estados Unidos, que sorprendió con un incremento mayor al esperado y ha comunicado que las alzas continuarán hasta lograr controlar la inflación. Las condiciones financieras se han estrechado tanto para economías desarrolladas como emergentes, resaltando las caídas en las bolsas y una apreciación global del dólar», recalcaron los economistas.
Junto con mencionar la «baja significativa» del precio del cobre, el Consejo apuntó a que la guerra en Ucrania «continúa siendo un foco de riesgo para el escenario externo, manteniendo la presión sobre los precios de algunas materias primas, especialmente alimentos y energía».
«En suma, el escenario internacional se ha deteriorado respecto lo previsto en el IPoM de junio», enfatizaron.
Fuente: Diario Financiero, julio 14 de 2022