De acuerdo a lo informado por el INE, la tasa de desocupación anotó un segundo retroceso consecutivo respecto a los dos trimestres móviles anteriores.
La tasa de desempleo del trimestre julio-septiembre alcanzó el 12,3% en el trimestre julio-septiembre y los desocupados se mantuvieron por sobre el millón de personas, según el informe dado a conocer hoy por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Sin embargo, el dato representa una segunda caída consecutiva a nivel de trimestre móvil.
Así, la tasa se ubicó por debajo del 12,9% anotado en el trimestre junio-agosto y del 13,2% registrado en mayo-julio. Asimismo, el registro dado a conocer hoy se ubicó por debajo de las expectativas del mercados, el cual, según una encuesta realizada por Bloomberg, esperaba que se el porcentaje se posicionara en 12,8%.
De acuerdo al INE, el 12,9% anotado en el trimestre analizado significa un incremento de 5 puntos porcentuales en doce meses, producto de las reducciones de la fuerza de trabajo en 13,5% y de los ocupados en 18,2%.
Por su parte, los desocupados aumentaron 45,6%, incididos únicamente por los cesantes (54,4%). Según sexo, por cuarto período consecutivo en la serie la tasa de desocupación de hombres (12,8%) es mayor a la de mujeres (11,6%).
En cifras, la fuerza de trabajo alcanzó los 8,4 millones de personas y los ocupados los 7,3 millones. Asimismo, los ocupados informales fueron 1,7 millones en el trimestre analizado y los desocupados fueron 1.037.580 personas. Por su parte, los inactivos se ubicaron en 7,3 millones.
«Respecto de los trimestres anteriores se ve un leve aumento en los ocupados y en la tasa de participación, pero también se ve un aumento en la informalidad», advirtió la directora del INE, Sandra Quijada. También remarcó que si bien hay una leve mejoría en las cifras trimestrales, «tenemos que mirar este gran grupo de personas que todavía no está buscando trabajo y que podría presionar eventualmente la cesantía, lo que presionaría la tasa de desocupación».
Ocupados y ocupados ausentes
En doce meses, la estimación del total de ocupados decreció 18,2%, incidida tanto por los hombres (-16,2%) como por las mujeres (-20,9%). Por su parte, debido a la implementación de la Ley de Protección al Empleo, los ocupados ausentes, que representaron el 15,0% del total de ocupados, crecieron 69,7%, equivalente a 455.078 personas.
Respecto del impacto del covid-19 en el mercado nacional. Quijada profundizó que «en la indagación que realizamos en la encuesta tenemos 651 mil personas que se encuentran ocupados ausentes por alguna razón que se vincula al covid-19 y esto equivale a un 7,8% de la fuerza de trabajo y se destaca la categoría de de ocupados suspendidos que alcanza a las 491 mil personas».
Los hombres ocupados decrecieron 16,2%, influidos por construcción (-32,9%). En el caso de las mujeres ocupadas, estas se redujeron 20,9%, incididas principalmente por comercio (-24,9%).
Entonces, calculó, «si nosotros sumásemos estos ocupados ausentes relacionados con el covid-19 a la tasa de desocupación, alcanzaríamos alrededor de un 20,1% de desempleo«.
Respecto al desempleo en los sectores económicos, la contracción de los ocupados fue influida por comercio (-21,4%), construcción (-34,0%) y alojamiento y servicio de comidas (-46,2%), en tanto que por categoría ocupacional, los principales retrocesos se observaron en los asalariados formales (-10,9%) y en los trabajadores por cuenta propia (-28,7%).
La tasa de ocupación informal alcanzó 23,5%, descendiendo 3,9 pp. en doce meses. Asimismo, los ocupados informales disminuyeron 29,9%, incididos tanto por las mujeres (-34,0%) como por los hombres (-26,5%) y por los trabajadores por cuenta propia (-32,1%).
Fuente: Emol economía, octubre 30 de 2020
La Corporación de Bienes de Capital (CBC) dio a conocer en su catastro al segundo trimestre, que incluye a más de 300 iniciativas privadas y estatales por un monto de US$18.124 millones, lo que representa una caída de 5,5% en comparación con el último informe. Empleo requerido estimado cae 30%.
Una disminución de la inversión en obras públicas estimada a cinco años fue lo que detectó el último catastro sobre ese rubro de la economía, elaborado por la Corporación de Bienes de Capital (CBC) al cierre del segundo trimestre. La caída alcanza 5,5% en relación con igual período del año anterior, lo que se debe a los ajustes que se hicieron al calendario de licitaciones de concesiones y otros retrasos derivados de la pandemia.
De hecho, se registró una caída de 7,4% en la inversión estimada para 2020, en gran medida, por el aumento de los contagios durante el segundo trimestre.
La extensión de las cuarentenas, en diferentes comunas del país, llevó a la paralización total, y parcial en algunos casos, de los proyectos en construcción, cuyas faenas se encontraban en dichas áreas, que produjo retrasos en las fechas de término. Pero también se generó una recalendarización de muchas iniciativas nuevas, por ejemplo, de las que son parte del portafolio estatal por ejecutar, producto de reprogramaciones presupuestarias por cambio de prioridades o postergación del inicio de nuevas obras, hasta que la emergencia lo permita.
El informe detalla que la proyección para el quinquenio del segmento estatal bajó un 1,9%, principalmente, por algunos retrasos en licitaciones y obras, ligado al estallido social y a la irrupción de la pandemia. A modo de ejemplo, menciona que la iniciativa con más incidencia en esta variación es la construcción de la Línea 7 de Metro.
En el segmento privado, la caída de la cifra quinquenal fue de 9,4%, debido a los ajustes anunciados al calendario de licitaciones de concesiones, algunos de los cuales estarían ligados a retrasos producto de la crisis sanitaria.
Retrasos administrativos
Orlando Castillo, gerente general de la Corporación de Bienes de Capital (CBC), explica que “se produjeron retrasos tanto en el área administrativa, vinculada a los procesos de licitación, como en el ámbito operativo con la detención o disminución del ritmo de construcción de las obras”. Y añade que “en general, estos retrasos provocaron ajustes en el calendario de muchos proyectos, tanto del ámbito estatal como privado, los que impactan principalmente el año 2020 y 2021”.
En el primer trimestre de este año ya se observaba una caída de 0,5% en la inversión estimada para 2020 -producto de los efectos del estallido social, a los que se sumaron los de la pandemia-, aunque se registraba un alza de 5,1% en el monto proyectado a cinco años en comparación con la calculado en el período anterior.
La crisis sanitaria también repercutió en la cantidad de empleo requerido en las obras en construcción. Se registró una caída de 30% comparado con el promedio de mano de obra calculado en el primer trimestre, como efecto de las paralizaciones de obras estatales y privadas, producto de las cuarentenas obligatorias que se dieron en el período. De acuerdo con las estimaciones, el momento de mayor demanda para el quinquenio en términos de mano de obra se producirá entre 2020 y 2021.
Según la CBC, la inversión estimada para el período 2020-2024 bajó desde US$19.189 millones del reporte anterior a US$18.124 millones, correspondiente al 31,6% del total nacional. De esta suma, el 53% corresponde a proyectos estatales y el 47% a privados. Los proyectos aumentaron desde 370 a 377 iniciativas.
Según el desglose, los proyectos concesionados del Ministerio de Obras Públicas aportan el mayor monto de la inversión a materializar en el quinquenio, con unos US$8.380 millones, correspondiente al 46,2% del total. Por su parte, las iniciativas del Ministerio de Salud totalizan US$3.026 millones en cinco años, equivalente al 16,7% del total. Las iniciativas de Metro, en tanto, suman US$2.319 millones (12,8%).
De acuerdo con el estudio, para 2020 se prevén obras públicas por USS$3.453 millones -una baja real de 3,3% comparado con lo estimado el 2019-, lo que equivale a una participación de 22,5% del total nacional para el actual ejercicio. De ese total, US$849 millones corresponden a iniciativas del Ministerio del Obras Públicas y US$750 millones a proyectos concesionados de la misma cartera.
Respecto a las regiones que lideran las obras son la Región Metropolitana, con una cartera de 74 proyectos activos privados y estatales, por US$8.410 millones. Seguido por Los Lagos, con 37 proyectos con una inversión por US$1.153 millones.
Hacia adelante, dice Castillo, “se espera que el sector adquiera un dinamismo relevante, más aún cuando en nuestras estimaciones quinquenales representa el 32% de la inversión en proyectos que se ejecutará en nuestro país, en el período 2020-2024”. De hecho, resalta que “adicionalmente, el gobierno está impulsando el plan de reactivación económica, con un eje principal en la inversión de Obras Públicas, con un gran número de proyectos de menor tamaño y altamente intensivos en requerimientos de mano de obra”.
Evolución de ingresos de nuevos proyectos
Desde el segundo trimestre de 2019 se observa una disminución en el ingreso de nuevos proyectos (con cronogramas definidos que se incorporan a los catastros), tanto en volumen de inversión a cinco años como en número de iniciativas. Aunque la caída más pronunciada se observó este año. Si en el primer trimestre ingresaron 45 nuevos proyectos, en el segundo trimestre sólo lo hicieron 10 iniciativas. La cifra es más baja que los 18 que ingresaron en el cuarto trimestre de 2019, en pleno estallido social.
En cuanto a montos, las nuevas incorporaciones al catastro durante el primer trimestre sumaron US$908 millones, mientras que las del segundo trimestre totalizaron US$144 millones.
Ahora bien, Castillo señala que “si bien el segundo trimestre del año, tiene una disminución en el ingreso de nuevos proyectos respecto a trimestres anteriores, la cifra global del semestre está en línea con el promedio de semestres anteriores, por lo que no se observa un deterioro de la cartera de proyectos”.
Fuente: La Tercera, octubre 29 de 2020
El ingreso mensual promedio a nivel nacional ascendió a $620.528 en 2019. Las regiones de Magallanes, Antofagasta y Metropolitana presentaron un ingreso medio por sobre el promedio nacional.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) publicó la nueva versión de la Encuesta Suplementaria de Ingresos, con datos de 2019, revelando que el ingreso laboral promedio de la población ocupada en Chile fue de $620.528 neto mensual, mientras que el ingreso mediano llegó a $401.000 al mes, es decir, el 50% de quienes trabajan en el país percibieron ingresos menores o iguales a ese último monto.
Le medición que fue aplicada en el trimestre octubre-diciembre del año pasado, y según el INE, tiene como objetivo caracterizar los ingresos laborales de las personas ocupadas, así como los ingresos de otras fuentes de los hogares, a nivel nacional y regional.
INE: El 50% de los trabajadores del país percibió ingresos menores o iguales a $400.000 en 2018
Brecha salarial por género
Durante 2019, los ingresos medio y mediano de los hombres se ubicaron en $704.274 y $449.652, respectivamente, mientras que en las mujeres estos alcanzaron los $506.651 y $352.865, respectivamente. Esto implicó brechas de -28,1% en el ingreso medio y de -21,5% en el ingreso mediano, ambos en desmedro de las mujeres.
Al analizar cómo se distribuyen las personas ocupadas que ganan una cantidad igual o menor al ingreso mediano ($401.000), el 48,8% corresponde a mujeres, mientras que el 43,6% a quienes trabajan de manera informal. Considerando grupos de edad, la encuesta permite observar que el 10,8% son jóvenes entre 15 y 24 años y el 25,6% tienen entre 55 y más años.
El tramo de ingresos de $300.000 a $400.000 concentró un 19,7% de personas ocupadas, mientras que los tramos de $400.000 a $500.000 y de $200.000 a $300.000 concentraron un 13,4% y 12,3%, respectivamente.
En contraste, del total de personas ocupadas, un 14,3% recibió ingresos mayores a $1.000.000 y un 1,9% percibió ingresos mayores a $3.000.000.
Por categoría ocupacional, la población ocupada como «empleadores» percibió un ingreso medio mensual de $1.315.227, mientras que «asalariados públicos», «asalariados privados», «cuenta propia» y «personal de servicio doméstico» percibieron $899.039, $626.666, $357.950 y $269.735, respectivamente.
Ingresos regionales
Los ingresos medio de Magallanes, Antofagasta y Metropolitana fueron $816.074, $778.460 y $727.441, respectivamente, los que presentaron un ingreso medio por sobre el promedio nacional.
En tanto, los ingresos medianos de las regiones de Magallanes, Antofagasta, Aysén y Metropolitana fueron $550.000, $514.174, $450.000 y $449.652, respectivamente, los que presentaron un ingreso mediano por sobre la mediana nacional.
Ingresos de los hogares
A nivel nacional, los ingresos medio y mediano de los hogares (consideran los ingresos laborales de quienes integran el hogar más los de otras fuentes como rentas o arriendos) se estimaron en $1.214.681 y $849.343, respectivamente.
Con lo anterior, del total de hogares, el 68,5% percibió ingresos menores o iguales a $1.214.681, el 20,0% ingresos entre $500.000 y $750.000, mientras que el 6,3% ingresos mayores de $3.000.000.
Fuente: Emol economía, octubre 26 de 2020
El presidente del gremio, Dante Arrigoni, valoró “el pacífico proceso democrático de ayer y la alta participación ciudadana”, destacando que la nueva Constitución “es una oportunidad para que el país consolide su camino al desarrollo”.
Como un proceso democrático ejemplar calificó el presidente de ASIMET, Dante Arrigoni, el plebiscito constitucional realizado ayer en el país, donde una amplia mayoría de un 78,3% se mostró a favor de la opción Apruebo, con lo cual se inicia un proceso constituyente con miras a redactar una nueva Carta Fundamental para Chile.
Arrigoni destacó principalmente el carácter pacífico de la jornada y la amplia participación ciudadana, “lo que nos abre esperanzas de un cambio positivo para Chile. Debemos tener una Constitución que una a los chilenos, que aúne voluntades en un proyecto de país moderno, y que nos motive a trabajar en el bien común. Definitivamente, esto es una oportunidad para que el país consolide su camino al desarrollo”, sostuvo.
El dirigente gremial agregó que, en paralelo al proceso constituyente, el país debe ocuparse de la reactivación económica y del empleo, que después de la pandemia resultará fuertemente afectado. “Es el momento de poner en marcha una estrategia industrial a la altura de los desafíos que nos plantea el actual escenario. Las economías desarrolladas y la mayoría de los países con los que tenemos tratados de libre comercio nos llevan la delantera. Si no hacemos nada, o muy poco, nos iremos quedando cada vez más rezagados y no tendremos los medios para poder cumplir con los objetivos y esperanzas que expresaron claramente los chilenos ayer en las urnas”, concluyó el presidente de ASIMET.
ASIMET, octubre 26 de 2020
Dante Arrigoni C. Presidente ASIMET
Preocupante, aunque no por ello inesperada, es la noticia publicada por DF MAS hace una semana respecto de que Europa iniciará la elaboración de su propio litio para dejar de depender de sus proveedores externos, entre ellos Chile, que le proporciona el 78% de este suministro. El bloque europeo confirma así su decisión inclaudicable de lanzarse a asegurar su propia producción de 30 materias primas críticas, agregando en esta oportunidad el litio, que es clave para la electromovilidad.
Si bien es impensado creer en la posibilidad de un autoabastecimiento total, la finalidad del plan europeo es también dejar de depender de China, y condiciona a los proveedores a una producción sustentable. Pero más allá de promover cadenas de suministro responsable de minerales, la estrategia de la Unión Europea es una prueba más de que la actual pandemia aceleró un fenómeno propio de este nuevo mundo multipolar y que quedó en evidencia con la irrupción del Covid 19: la crisis sanitaria es global, pero las respuestas han sido nacionales, incluso locales.
En lo económico, lo que se observa es similar, un mundo en que cada país busca la autosuficiencia, y depender menos de mercados externos para sus requerimientos estratégicos. Como lo señala el reportaje de Diario Financiero, estos países no están dispuestos a exponerse al riesgo político que afecta a algunos proveedores o mercados que enfrentan problemas sociales o medioambientales.
Pero no estamos hablando sólo de asegurar el abastecimiento de materias primas, sino también de tecnologías, conocimiento, desarrollo digital, tecnología agrícola, biotecnología, telecomunicaciones y, en este momento crítico, también tecnología de la salud. Europa así lo entiende y se prepara, en medio de una segunda ola de la pandemia, para enfrentar la reactivación de corto y largo plazo desde esta mirada.
Sin duda que vendrán también nuevas alianzas económicas y políticas en el nuevo orden mundial, y Chile tiene que estar atento y no sorprenderse con el fenómeno de desglobalización que está en ciernes. Nuestra economía no puede seguir dependiendo de manera tan hegemónica de las ventas a los mercados externos de nuestros recursos naturales. Se debe agregar conocimiento, debemos, agregar valor y fortalecer nuestras cadenas de producción. Las autoridades económicas deben entender que este es un tema que no pueden eludir, como lo han hecho hasta ahora.
En este nuevo contexto mundial, e incluso antes de la pandemia, llama poderosamente la atención que estas materias no sean objeto de análisis por parte de nuestras autoridades, y que el debate en torno al modelo de desarrollo al que debemos aspirar se centre en la discusión un tanto simplista de si Chile debe o no compararse con Nueva Zelandia y seguir su ejemplo.
No cerremos los ojos ante lo evidente. Si Europa y las economías más dinámicas se están industrializando, debemos preguntarnos por qué. Que no nos pillen desprevenidos.
Fuente: DIario Financiero, octubre 21 de 2020
En septiembre, la cartera de proyectos registró un alza de 1,6% comparado con agosto. Las apuestas del sector energético mueven la aguja.
Cinco son los proyectos de inversión que se sumaron en septiembre al catastro que monitorea la oficina de Gestión de Proyectos Sustentables (GPS), con lo que el monto total llegó a US$ 68.928 millones, es decir, 1,6% más que el registrado en agosto.
De ellos, los de energía fueron los que dieron el principal impulso a la cartera de iniciativas que apoya el Ministerio de Economía, a través de una agilización de los trámites en lo referente a los tiempos de respuestas y a la orientación de los pasos que deben seguir los inversionistas, con el propósito de despejar los cuellos de botellas que se puedan presentar durante el proceso.
Nueva Línea 2×220 (CASTE), Sistema de Transmisión Zonal Grupo 3S/EItahue-S/Ehualqui, Parque Eólico Vientos del Loa y PVCOYA explicaron US$ 916 millones. A ellos se unió el proyecto inmobiliario, Miramar, de San Antonio que agrega US$ 185 millones.
De acuerdo con el reporte, dichas obras sumarán 1.920 empleos durante su período de construcción, con lo que el total de trabajos estimados para esta fase en el horizonte que va desde el segundo trimestre de este año hasta el primero de 2025 alcanza a 162.565.
Por regiones, Antofagasta y Valparaíso fueron las que consiguieron atraer el aporte de dichos proyectos, siendo las únicas que lograron crecer comparado con la foto de agosto.
En cuanto a la distribución del monto total por año, la mayor proporción se concentró para el próximo con US$ 18.172 millones, seguido por lo esperado para 2022 con US$ 16.642 millones y para 2023 con US$ 13.035 millones.
En el caso del total estimado para el ejercicio venidero, en el informe de septiembre crece 2% en comparación a lo verificado en el catastro del mes precedente, mientras que en 2022 repunta 2,8% y en 2023 lo hace 1,2%.
Panorámica general
De acuerdo con el informe, hubo otras cinco iniciativas que durante el noveno mes del año iniciaron su construcción y se espera que impacten con 1.851 empleos en esta etapa. Es así como en Antofagasta Parque Eólico CKNANI y Proyecto Solar Pampa Tigre originaría 350 y 450 trabajos, respectivamente. En Los Lagos, Parque Eólico Puelche Sur aportará con 210, mientras que, en Maule, el Hospital de Linares aporta 571. En la Metropolitana el inmobiliario, Urbana Center Apoquindo añade 270.
De las 228 obras previstas al cierre de septiembre para el próximo quinquenio, las expectativas apuntan a que originarán -una vez que entren en operación- unas 74.598 ocupaciones directos y unas adicionales 223.794 indirectas.
Para el último trimestre, de acuerdo con este último reporte publicado por el Ministerio de Economía, se cuenta con que entren en operación en Antofagasta, Mina Chuquicamata subterránea y Planta desalinizadora y agua industrial; en Atacama, Parque Eólico Cabo Leones II; en Valparaíso, Hospital Biprovincial Quillota Petorca y Traspaso Andina y en la Región Metropolitana, Parque Cousiño Macul (La hacienda norte), Club de Campo y Parque Capital Vitacura, generando 6.624 nuevas plazas laborales en su operación.
Fuente: Diario Financiero, octubre 20 de 2020
Se trata de un cuestionario que todas las personas que se desempeñan de esta forma deben completar. Mutuales reiteran que es un aspecto clave para cumplir con la normativa.
A inicios de octubre, la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso) comenzó a difundir un instrumento de autoevaluación del trabajo a distancia o teletrabajo, a raíz de la entrada en vigencia de las nuevas exigencias en materia de salud y seguridad que implica esta modalidad.
El documento -que fue resultado de una mesa de trabajo conformada por representantes de la Subsecretaría de Previsión Social, de la Dirección del Trabajo (DT), de los organismos administradores del Seguro de la Ley N°16.744 (mutuales) y la misma Suseso-, debe ser completado por todas las personas que se encuentran bajo sistema de teletrabajo, por lo cual la autoridad instruyó su difusión.
Pero ¿por qué es tan relevante? La intendenta de seguridad y salud en el Trabajo (Isesat) de la Superintendencia de Seguridad Social, Pamela Gana, dijo que se trata de un documento clave, ya que con él las empresas podrán “hacer una matriz de riesgos y así realizar un programa de prevención para este tipo de trabajadores/as”, lo cual es una exigencia de la normativa.
Su punto lo complementa Víctor Cantillana, subgerente de prevención de riesgos de la Mutual de Seguridad, quien agrega que a través de este texto el trabajador podrá informar a su empleador las condiciones en las cuales desempeñará su labor en teletrabajo.
“Este instrumento será el insumo inicial para que la entidad empleadora posteriormente evalúe el riesgo y defina cuáles serán las medidas de control necesarias, tanto desde la perspectiva de empresa como las que deberá cumplir el trabajador”, señala.
El cuestionario
El documento se divide en dos secciones. La primera, que contiene 18 preguntas, tiene el objetivo de identificar los peligros presentes en el puesto de trabajo específico.
Así, por ejemplo, considera preguntas sobre si el trabajador conoce o no las situaciones de emergencia de origen natural; o si la silla que se utiliza cuenta con las características necesarias para apoyar la espalda. Esta información deberá ser considerada en la elaboración de la matriz y del programa preventivo que diseñe la empresa.
La segunda parte, denominada “autoevaluación adicional”, incluye catorce interrogantes para la identificación de aquellos peligros que, si bien no son inherentes a las labores que el trabajador desempeña, deben ser conocidos por éste y podrán de manera optativa, ser considerados en la confección de la matriz y del programa preventivo. Como, por ejemplo, si el espacio de trabajo se encuentra limpio y ordenado.
¿Qué ocurre si el cuestionario arroja resultados negativos o insuficientes? El subgerente de sistemas de gestión preventiva de la Asociación Chilena de Seguridad (Achs), Jaime Droguett, explica que si la autoevaluación muestra resultados deficientes “la empresa deberá incorporar una medida mitigadora en el programa preventivo”.
En esta línea, la intendenta de seguridad y salud en el Trabajo (Isesat) subraya que más allá de que una autoevaluación sea negativa o insuficiente, “lo importante es determinar cuáles son las brechas existentes para llegar así al establecimiento de un plan de prevención. Esto significa generar el camino para llegar al cumplimiento total de las medidas contempladas en la herramienta”.
DF CHECK
- ¿Qué finalidad tiene el instrumento de autoevaluación?
- Según explicó Pamela Gana, de la Suseso, el instrumento tiene la finalidad de que el trabajador realice una autoevaluación de las condiciones de seguridad y salud en el puesto de trabajo, para que dichas condiciones sean conocidas por el empleador. Con esto, el empleador podrá hacer una matriz de riesgos y así realizar un programa de prevención para este tipo de trabajadores, cumpliendo así las exigencias de la normativa.
- ¿Qué ocurre si la autoevaluación es negativa o insuficiente?
- De acuerdo a lo explicado por Víctor Cantillana, de la Mutual de Seguridad, si la autoevaluación señala que hay aspectos que deben ser mejorados «la entidad empleadora deberá establecer en primer lugar las medidas preventivas en la matriz de riesgo y, formular un Programa de Trabajo, que vele entre otros aspectos, por el cumplimiento de dichas medidas».
- ¿Qué plazos tienen las empresas para completar esta información?
De acuerdo con el documento elaborado por Suseso, el empleador puede iniciar las acciones de evaluación de riesgos de manera inmediata al inicio de las labores o al suscribir el pacto.
Fuente: Diario Financiero, octubre 19 de 2020
Como parte de las medidas que comienzan a adoptar las empresas para mitigar la probabilidad de contagios por Covid-19, está la de evitar exponer a sus empleados a las aglomeraciones del transporte público. Los primeros números lo avalan.
La distancia social ha sido pieza clave para reducir la probabilidad de contagios por Covid-19, por lo que el traslado de las personas hacia su trabajo conforme avanza el desconfinamiento y sube la movilidad, se vuelve todo un reto.
¿Cómo enfrentarlo? Otorgar flexibilidad en las jornadas es parte de las opciones que varias organizaciones adoptaron con el fin de evitar que sus empleados se vean expuestos a las aglomeraciones en el transporte público. Esto, como parte de un plan integral que en todos los casos incorporan una serie de otras acciones que se enmarcan en los protocolos sanitarias diseñados por la autoridad y que incluye un aforo más reducido.
“Entre las medidas preventivas recomendadas para evitar el contagio, hay dos probadamente eficaces dados los mecanismos de contagio reconocidos para este virus; una, es el uso de mascarillas y la otra, el distanciamiento físico”, señala el infectólogo de Clínica Bupa Santiago, Leonardo Siri.
Ante esto, el Gobierno y la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) anunciaron a fines de septiembre el acuerdo de incentivar el uso de horarios diferidos por parte de las empresas con el propósito de descomprimir el transporte público y la vialidad general de la ciudad. Un guante que están recogiendo las compañías.
Aplanar la hora punta
La gestión del Ministerio de Transporte, según confirmó a DF, apunta a “aplanar” la hora punta de mayor flujo vehícular, asentada entre las 7:00 y las 9:00. El objetivo, explican, es evitar aglomeraciones principalmente en los buses, metro y trenes.
Desde la cartera mencionan las conversaciones con el Consejo de Rectores de las Universidades (Cruch) para que las casas de estudios adopten acciones en el mismo sentido, aplazando la hora de ingreso a las clases presenciales.
Los resultados, según datos de la Directorio de Transporte Público Metropolitano (DTPM), son por una parte un inédito incremento en la velocidad promedio registrada en los horarios puntas del transporte público de superficie, lo que significa “mayor eficiencia e implica una mayor oferta y por ende, una reducción de aglomeraciones”.
Y al revisar la demanda (medida por validación de la tarjeta Bip), comentan que se observa que se inicia un cambio en la distribución de estos horarios. Si bien la movilidad ha ido aumentando por la fase de desconfinamiento, aún los niveles son menores a lo registrado en 2019. (ver infografía)
Gradualidad
Gradualidad y flexibilidad en las jornadas es parte de lo que han priorizado en las empresas con la finalidad de mantener el distanciamiento social y evitar aglomeraciones, tanto en los espacios públicos como en los lugares de trabajo.
Un ejemplo de ello es lo que ocurre en Deloitte, que hace una semana retornó al trabajo presencial con las primeras 20 personas. De acuerdo con la Directora de Culture & People de Deloitte, Francisca Olea, lo que se contempla es que el 10% de los 1.900 ajusten su horario de entrada, pero con un término formal fijado a las 17.30. Ahí “se deben retirar para que quienes quieran ir a buscar cosas a la oficina, puedan hacerlo sin encontrarse con este grupo, garantizando la seguridad de esos trabajadores y para proceder posteriormente a la sanitización de los espacios”.
Para los 1.400 trabajadores del área corporativa y administrativa del grupo Bupa -que reúne a Isapre Cruz Blanca, Integramédica y clínicas– se definió la jornada presencial de cinco horas como máximo, tomando en cuenta que eviten el uso del transporte público en los horarios punta, explica la gerenta Corporativo de Personas para Chile, Georgeanne Barceló.
Así, la franja de ingreso va desde 8.30 a 10.30, mientras que el aforo de ocupación por piso es de 25% hasta el 50% (según la etapa).
Con un esquema de jornadas en tres horarios diferentes que van desde las 7.30 a las 16.30; de las 8.30 a las 17.30 y desde las 9.30 a las 18.30, en la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) se implementó el trabajo presencial para quienes tienen que utilizar el transporte público.
El gerente de la División Seguridad y Salud Ocupacional, Andrés Herreros, relata que de los 1.186 trabajadores que se ubican en la casa central han retornado 203 personas, de las cuales un 14% prefiere el primer horario, un 19% el regular y un 2% optó por el que se inicia más tarde. El 65% restante corresponde a quienes no usan transporte público, por lo que la jornada es en horario normal.
“La efectividad de esta medida tiene relación con las otras acciones preventivas que hemos implementado como organización, ya que en su conjunto, permiten evitar contagios”, señala.
Sobre el diseño del Plan Retorno Seguro ACHS, precisa que considera cuatro fases de implementación. “Revisamos la evidencia internacional y nos apoyamos en la alianza que tenemos con nuestros asesores McKinsey, y para establecer los horarios diferidos, consideramos la realidad del transporte público en nuestro país”.
Desde hace meses en BCI han impulsado una estrategia que ahora tiene al 20% de 10.500 trabajadores trabajando con una modalidad mixta o presencial. Este se diseñó a través de un proceso de “co-construcción” con los colaboradores, que dio como resultado un plan de turnos con entrada diferidas que se fraccionan cada 15 minutos partiendo desde las 8:00 hasta las 9:00 am, planificados por pisos de lunes a jueves. Los viernes la jornada se reduce en dos horas.
Protocolo para el uso de transporte
Evitar que el ingreso y la salida sea en los horarios peak del uso del transporte público, es parte de lo busca el programa de retorno que inició en septiembre el área corporativa de Aramark, que suma alrededor de 500 empleados.
El vicepresidente de Recursos Humanos y Asuntos Corporativos de Sudamérica de la firma, Iván Merguadich, explica que el cronograma -dividido en tres fases- implica que “una persona puede ir por cuatro o tres horas a la oficina, por ejemplo, con full flexibilidad. Damos espacio para que los equipos puedan concurrir a algunas actividades cuidando el traslado del transporte público”.
Es decir, aclara, que no sea entre las 8.30 y 9.00 para el ingreso y entre las 18.00 y 19.00 para la salida.
Para las labores operacionales esenciales -que involucra unos 19.500 empleados distribuidos en hospitales y campamentos mineros en su mayoría-, cuenta que a nivel global se aplicó el criterio de entrenar y entregar los elementos de seguridad.
Esto incluye un protocolo de uso del transporte público, dado que en algunos casos son labores que se realizan en esquemas de turnos. Ello ha resultado exitoso, por el momento. De hecho, comenta que en las operaciones que mantiene la compañía en Asia el trabajo presencial se realiza sin necesidad de medidas especiales para los horarios de las jornadas.
En particular, para los servicios que prestan en la minería, el transporte es privado con protocolos sanitarios, como el uso de láminas separadoras entre asientos, filtros de aire y mayor distanciamiento, entre otras.
Dos meses sin nuevos casos
A partir del 28 de septiembre, el fabricante de cervezas AB InBev retomó el trabajo en las oficinas corporativas ubicadas en la comuna de Vitacura con horarios diferidos que establecieron en una franja entre 8.30 y 10.00 para el ingreso y de 17.00 a 19.00 para la salida.
“El retorno es voluntario y con una serie de acciones para que sea una vuelta de forma segura”, señala la jefe de People Design, Macarena Capurro. A los horarios se le sumó una redistribución de los días en que se trabajará presencialmente en las oficinas: “Creamos 2 grupos, amarillo y naranjo, el primero irá los lunes y martes; y el segundo los jueves y viernes. El miércoles es día de sanitización”.
Para la operación de la planta de Quilicura -que representa el 70% de los 600 empleados en el país- y que se ha mantenido funcionando durante toda la pandemia, la estrategia ha sido disponer de buses en dos horarios para la llegada y término de la jornada. A ello se suma “un servicio de Cabify para las personas que llegan hasta el bus en transporte público”.
La evaluación de esto ha sido satisfactoria, junto al resto de acciones implementadas al interior de la cervecera, ya que paulatinamente han ido incorporando más trabajadores a sus labores (desde la dotación mínima esencial) de la mano de un control efectivo de los casos: “Hace más de dos meses no tenemos casos”.
Jamás sobre el 50%
En fase tres están en el BICE desde la segunda semana de septiembre, lo que implica que 47% de las 1.600 que incluye banco y filiales ya concurre a sus lugares de trabajo.
La fórmula es un mix entre jornadas flexibles, que parten desde las 7.30 junto a una campaña para compartir el auto de manera “responsable” con el uso de mascarillas, describe la gerenta Corporativo de Personas y Desarrollo Humano, Ginny Walker.
En cuanto a la evaluación, también es positiva por el momento, lo que ha significado desde el 10 agosto (cuando comenzó la fase dos del retorno) se pasara del 30% del total de trabajadores en modo presencial al actual nivel. “Hoy, tenemos gente que llega desde las 7.30 de la mañana y que se van a las cuatro o 15.30. Hay otros que prefieren llegar a las 10.00 y se van a la 19.30. La clave es absoluta flexibilidad de parte nuestra”, comenta Walker.
Respecto al uso del transporte personal, precisa que se hizo un convenio para facilitar el uso de estacionamientos a un menor costo.
El balance en términos de contagios es un solo caso originado al interior de las oficinas, porque “alguien que estaba sin síntoma se presentó a trabajar y contagió a otro”.
“Jamás vamos a superar el 50% (del personal en modo presencial), porque la seguridad de nuestra gente es lo primordial, pero a propósito de los buenos resultados que tenemos en la flexibilidad, se va a mantener como un elemento relevante al interior de la dinámica del banco”, reconoce.
En suma, como destaca el infectólogo Leonardo Siri las distintas medidas adoptadas por las empresas, como la flexibilidad horaria, aforos máximos y turnos de trabajo, de la mano del uso de las mascarillas, han demostrado ser eficaces para convivir en tiempos de pandemia.
Menos personas que comparten en espacios cerrados bien podría mantener a raya los nuevos contagios y la circulación viral.
La opción de evitar el uso del transporte público
Un caso distinto es el de Pfizer. La firma optó por no usar el transporte público, desde el inicio de las cuarentenas para sus trabajadores del laboratorio de calidad ubicado en Macul, relata la líder de Seguridad y Salud Laboral, Josephine Martin.
Actualmente, las 23 personas que operan ahí, que realizan labores esenciales, lo hacen en sus jornadas habituales de lunes viernes entre las 8:00 y las 17:00 hrs. A ellas se suma el personal del aseo con un traslado en las mismas condiciones; es decir, sin usar transporte público.
Para quienes trabajan en las oficinas corporativas, ubicadas en la comuna de Las Condes, desde septiembre se inció un regreso gradual que contempla que el 15% de los 175 empleados se integren «con la disposición de que el traslado sea en el vehículo propio o bien caminando, en el caso de que viva cerca».
«Pfizer a nivel global, de aquí a lo que quede del año no tiene la expectativa de que vuelvan o de que se sientan obligados a venir al trabajo presencial por lo cual la flexibilidad es nuestro nuevo himno», recalca. Esto se traduce en que el porcentaje de personas que trabaje presencial puede decidir las veces a la semana y en el horario en que asistirá a la oficina.
El aforo, en tanto, se mide a través de una herramienta de control de ingresos que consiste en que las personas deben inscribirse previamente.
«Nuestro plan de retorno no está supeditado a la vacuna, esto es muy gradual en las siguientes dos fases (25% y 45% de aforo) y de lo que estoy segura es que esas no van a tener uso de transporte público. Eso es definitivo, es un criterio», asevera.
Fuente: Diario Financiero, octubre 19 de 2020
El dato dado a conocer hoy por el Banco Central rompió con la tendencia de moderación que venía registrando la actividad después del mes de julio.
Muy por sobre las expectativas, la economía chilena cayó un 11,3% en el mes de agosto en comparación con igual periodo del año anterior. Cifra expuesta este jueves por el Banco Central y que rompió la tónica de junio y julio, donde la actividad había moderado sus desplomes tras el -15,2% anotado en julio.
Así, en medio de los efectos de las medidas sanitarias para contener la pandemia del covid-19, la serie desestacionalizada del Imacec creció 2,8% respecto del mes precedente y disminuyó 11,5% en doce meses. El mes registró la misma cantidad de días hábiles que agosto de 2019.
Cabe destacar que según el sondeo realizado por Bloomberg a diversos economistas, la expectativa era que la economía anotara una contracción de 8,5% interanual en el octavo mes del año.
El Imacec minero disminuyó 3,4%, registrando su primer retroceso interanual desde noviembre del año pasado (-8%) y su peor desempeño en lo que va de la crisis del coronavirus, donde se había mantenido en números azules. Por su parte, el Imacec no minero retrocedió 12,2%.
En términos desestacionalizados, y con respecto al mes anterior, el Imacec minero cayó 1,9% y el no minero creció 3,4%.
De acuerdo al Central, «el resultado del mes se vio impactado por los efectos de la emergencia sanitaria. En este contexto, las actividades más afectadas fueron los servicios y la construcción, y, en menor medida, la industria manufacturera».
En los servicios, destacaron las caídas de educación, transporte, servicios empresariales y restaurantes y hoteles. Compensó parcialmente este resultado el crecimiento del comercio.
Por último, el ente rector indicó en su comunicado que «considerando los desafíos que la crisis sanitaria ha impuesto sobre la recolección de datos básicos, el Banco Central de Chile ha hecho esfuerzos adicionales con sus proveedores de información para minimizar el impacto en la calidad de las estadísticas».
«Sin embargo, es relevante señalar que las cifras entregadas en esta oportunidad podrían estar sujetas a mayores revisiones que las registradas históricamente, las cuales serán difundidas de acuerdo al calendario de publicaciones y revisiones de Cuentas Nacionales disponible en la página web institucional».
Fuente: Emol economía, octubre 01 de 2020
En su sección de preguntas frecuentes, el sitio web www.protecciondelempleo.cl incorporó nueva información relativa a qué trámite se debe realizar para acceder al sexto y séptimo pago y a cuándo se comenzará a pagar el sexto y séptimo pago y sus complementos. El detalle figura en las preguntas 27 y 28 que puedes revisar en el siguiente enlace: