Transformación Digital
Datos de Chile obtenidos en el estudio Techvision de Accenture muestran que el 58% de las firmas locales que facturan más de US$ 500 millones al año está pilotando o adoptando tecnologías de inteligencia artificial en alguna unidad de su negocio, por debajo del promedio de Latinoamérica (80%) y del resto del mundo (88%).
El sondeo, en el que participaron 6.000 ejecutivos de variadas industrias en 25 países -90 de Chile-, también reveló que a nivel local la mayoría de los ejecutivos (74%) cree que las organizaciones necesitan realizar una «reingeniería» de las experiencias
persona-tecnología; y un 67% afirma afirma que las innovaciones tecnológicas y científicas generarán disrupción en sus industrias este año.
«Para las empresas, el hecho de no cambiar con el mundo siempre significó quedarse atrás. Pero ahora el cambio es más rápido que nunca y deben avanzar hacia la transformación digital de sus negocios», dice Nicolás Goldstein, Presidente Ejecutivo de Accenture Chile.
Fuente: Diario Financiero, febrero 03 de 2021
Descenso de la actividad de 0,4% en diciembre llevó al PIB a una contracción de 6%, según datos preliminares del Banco Central publicados ayer.
Tras caer 0,4% en diciembre, comparado con igual mes de 2019, el Índice Mensual de la Actividad Económica (Imacec) cerró 2020 con una contracción de 6%, siendo el peor desempeño desde la crisis que vivió el país a principios de la década del 80.
De acuerdo con el informe entregado ayer por el Banco Central, las mermas registradas en el último mes del año en los servicios (-2,1%) y la minería (- 9,2%) arrastraron al indicador, aún cuando el comercio creció 10,8%.
Con este duro golpe del coronavirus -que dejó saldo negativo en todos los segmentos de la actividad, excepto en la minería (ver infografía)-, la pérdida por el menor crecimiento del año pasado se estima que fue de US$ 16.964 millones, según el economista de LyD, Felipe Berger y de unos US$ 16.800 millones para el economista jefe de BICE, Marco Correa, en base a precios y tipo de cambio actuales.
Para el gerente de Macroeconomía de Inversiones Security, César Guzmán, y el economista jefe de Itaú Miguel Ricaurte, el costo ascendería a los US$ 30.000 millones.
Un lento inicio de año
Según el reporte, al mirar la serie desestacionalizada, la actividad productiva registró un incremento de 3,5% frente a noviembre, con lo que retomó los crecimientos mensuales que evidenció desde junio y que fueron interrumpidos en octubre cuando retrocedió 0,5%.
Desde esta perspectiva, destacó el repunte de 7% en los servicios, aunque ello no logró disipar el lento andar que se asume para el primer trimestre del año.
“Vemos que la debilidad de la economía se mantendrá durante la primera parte de este año, y bases de comparación más exigentes llevarían al Imacec nuevamente a terreno negativo”, asevera el economista senior de BCI Estudios, Felipe Moncado, quien asume una caída anual de 0,1% para el primer trimestre.
En la misma dirección apunta Correa, con una baja de 1%; la economista de Euroamérica, Martina Ogaz, que espera un retroceso de 2,4% y el subgerente de Estudios de Econsult, Mauricio Carrasco, quien es más pesimista con una contracción de 4%.
¿La razón? “La implementación de nuevas medidas sanitarias y retroceso de fases de varias comunas” se reflejarán en un menor dinamismo a inicios de 2021, explica Carrasco.
Ante esto, el economista jefe de BTG Pactual Chile, Pablo Cruz -que mantiene en revisión la proyección de este primer cuarto- advierte que si bien el registro del último mes de 2020 fue menos malo (la Encuesta de Expectativas Económicas se esperaba una merma de 1%) las restricciones desde principios de diciembre que mantuvieron a “muchos servicios” sin operar durante los fines de semana” tanto en la Región Metropolitana como en otras regiones lo insta a ponderar el dato con “cautela”.
El alza del comercio por sobre 10% en diciembre no bastó para contrarrestar las mermas en los servicios (-2,1%) y la minería (-9,2%).
Con este cuadro para 2021 las apuestas de recuperación están en un rango de crecimiento desde 3,5% hasta 6,5%. En la parte baja de la tabla está Berger, quien asume un débil desempeño para la primera mitad del año ya que “en enero se han visto la mayor cantidad de casos de contagio lo que obligará a las autoridades a tomar medidas restrictivas, hasta que no haya un alto porcentaje de población vacunada”.
En la parte media están los economistas jefe de STF Capital y de JP Morgan para el Cono Sur, Sergio Godoy y Diego Pereira. Ambos ponen el acento en que la expansión del virus sigue siendo la mayor fuente de incertidumbre al compás de espera de lo que suceda con el proceso de vacunación.
Mientras el primero pone el foco en el daño que ocasionan las restricciones sanitarias al segmento de los servicios, dado que es una parte importante de la economía que no funciona sin la presencialidad; el segundo menciona lo que ocurre en Europa, que es “la viva imagen de las dificultades que podemos enfrentar en los meses que vienen”.
Más optimista está Ricaurte, quien a raíz del dato de diciembre fue de los pocos que ajustó al alza sus estimaciones para el primer cuarto: “Sustentan nuestra visión de que Chile crecería un 6% en 2021”.
A él se suman los expertos para Latinoamérica de Capital Economics, Nikhil Sanghani; y de Goldman Sachs, Paulo Mateus.
En el análisis, lo que prima, a juicio de Mateus, es que a pesar de que en los próximos meses se registren nuevas caídas, en el cuadro general se ve que la recuperación va “por buen camino”, ya que“el sector no minero, que es un mejor indicador de la recuperación general de la actividad económica, en realidad se expandió un 0,6% en relación con diciembre de 2019, el mejor resultado desde el brote de Covid”.
Rodrigo Cerda Ministro de Hacienda.
Ministro Cerda: «Lamentablemente, el primer trimestre no va a ser tan rápido como esperamos que lo haga más entrado el año»
Como una cifra menos mala de lo esperada calificó el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, la reducción de 0,4% que acusó el Imacec en diciembre comparada con igual mes de 2019. «Con esto cerramos un año 2020 seguramente con una caída de 6% en el Producto, lo que nos muestra lo complejo del año pasado y la urgencia de poder recuperarnos en el corto plazo y para eso estamos trabajando», sostuvo.
Sobre la urgencia de crear empleos, indicó que una de las primeras tareas que le tocó al llegar al ministerio fue revisar lo que pasa con las inversiones públicas y que estén disponibles los fondos para echarlas andar lo antes posible. «Eso es lo que hemos hecho y revisado en el consejo de gabinete», dijo en radio Cooperativa.
Cerda planteó que seguirá monitoreando no sólo el tema económico, sino que también las ayudas sociales «y si es necesario tener algo más intenso».
A su juicio, hay dos tiempos: «uno, que tiene que ver con el cortísimo plazo, seguir con las ayudas a las familias, eso es relevante, porque sabemos que lamentablemente el primer trimestre no va a ser tan rápido como esperamos que lo haga más entrado el año. En la segunda parte del año veremos más creación de empleo, pero entremedio tenemos que seguir ocupando la red de protección social».
Fuente: Diario Financiero, febrero 02 de 2021
Hace años ya que se viene hablando del reemplazo masivo de las funciones que llevan a cabo seres humanos, por máquinas o tecnología, en los distintos quehaceres de la economía. Se dice que éstas hacen el trabajo mucho mejor y con menores costos económicos, no generan conflictos, no se accidentan e incluso tienen la capacidad de aprendizaje, con una especie de inteligencia, que se denomina artificial, es decir, que imita las funciones cognitivas de la inteligencia humana, tales como aprender, razonar o resolver problemas.
En países como España se ha llegado a discutir la cotización previsional de las máquinas o tecnología, en el escenario de un reemplazo tecnológico masivo, para que el sistema de seguridad social no colapse al tener una baja tasa de cotizantes personas. Existen adeptos y detractores de la iniciativa, sin embargo, más allá de la postura que se adopte, el asunto da cuenta de una realidad que comienza poco a poco a ser más relevante y alarmante.
Es bueno recordar el valor que aporta el ser humano y que difícilmente será reemplazado por las máquinas o tecnología. Este ejercicio es sumamente importante para no deshumanizar el trabajo, y servirse de la tecnología como lo que es. En otras palabras, la relevancia de las máquinas no nos puede hacer caer en el error de que el trabajo pierda la variable humana tan necesaria, sobre todo hoy; la empatía e implicación con el otro, la comunicación, la iniciativa, la creatividad, el trabajo en equipo, la adaptabilidad, la contención y el aporte social, son elementos importantes para la búsqueda de la felicidad en el trabajo.
La tecnología al servicio del trabajo humano es vital, y nadie sensato podría pensar que, por ejemplo, el rápido procesamiento de información o la notable ayuda en la toma de decisiones que aporta la tecnología no sea un enorme avance y ayuda para el ser humano y su industria. Sin embargo, la focalización en el recurso tecnológico sí nos lleva a creer, de algún modo, que el ideal del trabajo humano es como el que hace una máquina.
El paso inmediato en esto es comenzar a relacionarnos en el trabajo, con nuestros pares, como lo hace una máquina. Es aquí donde debemos esforzarnos en aportar lo verdaderamente humano y el valor que ello tiene en el trabajo. En este sentido, Bill Gates ha dicho que con la revolución tecnológica las personas dejarán de hacer tareas tediosas y se dedicarán a lo propiamente humano, como la empatía y comprensión como fuente de resolución de problemas en las empresas, con clientes y proveedores.
La relación entre personas y el aporte que ello deja al trabajo es la fuente de más perfecta felicidad para los trabajadores. ¡Pensemos en tareas en las que pasamos largas horas con nuestros compañeros, colaboradores o equipo! Pues bien, es esto lo que no se debe descuidar, sin quitarle el mérito ni dejar de valorar el aporte que la tecnología tiene en muchas áreas específicas de la realidad laboral. El trato entre personas es finalmente insustituible, y fuente de la más perfecta realización personal.
Ninguna interrelación es capaz de perfeccionar tanto a un trabajador como un compañero de trabajo, y no solamente por lo que puede aprender de él en conocimiento duro (lo cual también es posible con una herramienta tecnológica), sino que fundamentalmente por el trato humano.
Fuente: Diario Financiero, febrero 02 de 2021
El Banco Central apuntó que el retroceso del Imacec correspondiente al último mes de 2020 se explicó por la baja en servicios y la minería.
La economía chilena retomó las caídas en diciembre de 2020, y es que, de acuerdo con lo informado esta mañana por el Banco Central, el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) correspondiente al último mes del año retrocedió 0,4% en comparación al mismo periodo del año pasado.
De todas formas, la cifra se ubicó muy por debajo a lo esperado por el mercado. El promedio de 13 economistas encuestados por Bloomberg indicaba que la actividad económica en Chile se contraería 2,3% en el doceavo mes del año.
-6% habría caído la economía chilena en 2020, siendo su peor desplome desde la crisis de los años 80.
En cuanto a la serie desestacionalizada, esta aumentó 3,5% respecto del mes precedente y disminuyó 0,3% en doce meses. El mes registró la misma cantidad de días hábiles que diciembre de 2019.
«El resultado del Imacec fue explicado por la caída de las actividades de servicios y la minería, efecto que no logró ser compensado por el dinamismo del comercio», señaló el Centroal. Por su parte, «el crecimiento del Imacec desestacionalizado fue impulsado por el desempeño de los servicios, compensado en parte por la minería», añadió.
Análisis del Imacec por actividad
El Banco Central entregó además un análisis del rendimiento de la economía nacional en diciembre según actividad. Así, en cuanto a la producción de bienes, indicó que esta retrocedió 2,4%, explicada por «el desempeño de la minería que registró una disminución de 9,2%».
«En menor medida, también influyó la caída de 1,4% de la agrupación resto de bienes. En tanto, la industria manufacturera registró un alza de 2,0%», sostuvo, añadiendo que «acorde con cifras ajustadas por estacionalidad, la producción de bienes exhibió una caída de 0,1% respecto del mes anterior. La menor producción minera explicó este resultado, compensado parcialmente por el aumento de resto de bienes».
Sobre el comercio, el ente rector apuntó un crecimiento de 10,8%, «impulsado por las ventas minoristas y, en menor medida, por las mayoristas. En tanto, el comercio automotor disminuyó.
Y, según cifras desestacionalizadas, el comercio mostró un aumento de 0,3% respecto del mes precedente.
Respecto a los servicios, el Central señaló que cayeron 2,1% en diciembre, principalmente debido al «transporte, las actividades culturales y de esparcimiento, y restaurantes y hoteles, las que se vieron impactadas por los efectos de la emergencia sanitaria asociada al covid-19, que influyó en la movilidad de las personas y el normal funcionamiento de establecimientos productivos. En contraste, cifras desestacionalizadas dan cuenta de un aumento de 7,0% respecto al mes anterior».
Por último el banco informó que la estimación del PIB chileno en 20202020, así como las revisiones al primer, segundo y tercer trimestre, serán difundidas el próximo 18 de marzo.
Fuente: Emol economía, febrero 01 de 2021
Un 10,3% fue la tasa de desocupación en Chile durante el trimestre octubre-diciembre de 2020 de acuerdo a la información registrada este viernes en la Encuesta Nacional de Empleo (ENE), que elabora el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). La cifra implicó un ascenso de 3,2 puntos porcentuales (pp.) en doce meses, producto de la reducción de la fuerza de trabajo (-8,5%) menor a la presentada por los ocupados (-11,7%), y el incremento de 33,3% en los desocupados, incididos únicamente por los cesantes (40,8%).
Según sexo, la tasa de desocupación de mujeres se situó en 10,9%, aumentando 3,2 pp. en doce meses. En tanto, la tasa de desocupación de los hombres fue de 9,8%, registrando también un alza anual de 3,2 pp.
Los ocupados tuvieron una disminución de 11,7%, incididos más por las mujeres (-15,6%) que por los hombres (-8,8%). Por su parte -debido a la implementación de la Ley de Protección al Empleo-, el segmento de ocupados ausentes (que representó el 8,0% del total de ocupados), creció un 20,9%, equivalente a 111.452 personas.
La contracción de los ocupados fue mayor en los sectores económicos de comercio (-10,8%), agricultura y pesca (-21,4%) y alojamiento y servicio de comidas (-35,3%). En tanto, por categoría ocupacional, el descenso se observó principalmente en asalariados formales (-7,2%) y trabajadores por cuenta propia (-14,7%).
La tasa de ocupación informal alcanzó 27,0%, decreciendo 1,4 pp. en doce meses. Asimismo, los ocupados informales disminuyeron 16,2%, incididos en mayor medida por las mujeres (-23,1%), frente a un -10,7% en los hombres, y por trabajadores por cuenta propia (-15,5%).
En tanto, la población fuera de la fuerza de trabajo aumentó 19,4%, influida por los inactivos habituales (13,1%) y los inactivos potencialmente activos (62,8%), personas que en su mayoría no estaban buscando un empleo, pero estaban disponibles para trabajar (fuerza de trabajo potencial).
La tasa de desocupación ajustada estacionalmente fue 11,0%, retrocediendo 0,2 pp. con respecto al trimestre móvil anterior, como consecuencia del crecimiento de la fuerza de trabajo (0,5%) y de los ocupados (0,7%), junto con el retroceso de los desocupados (-1,5%). El aumento trimestral de ocupados fue de 55.315 personas.
En doce meses, el volumen de trabajo, medido a través del número total de horas efectivas trabajadas por los ocupados, descendió 12,3%. De igual modo, el promedio de horas trabajadas decreció 0,7%, llegando a 36,9 horas.
La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial alcanzó 21,6%, con un incremento de 7,5 pp. en el período. En los hombres se situó en 18,8% y en las mujeres, en 25,4%. La brecha de género fue 6,6 pp.
Por su parte, en la Región Metropolitana la tasa de desocupación del trimestre octubre-diciembre de 2020 alcanzó 11,4%, aumentando 3,9 pp. en doce meses, producto de la baja de 4,8% de la fuerza de trabajo, inferior en magnitud a la variación registrada por los ocupados (-8,8%). Los desocupados se expandieron 44,7%, incididos exclusivamente por los cesantes.
En el contexto de la contingencia generada por la pandemia de COVID-19 en Chile, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) ha adoptado, a contar de marzo de 2020 y hasta que las condiciones lo requieran, una serie de medidas para dar continuidad a la recolección de datos de la Encuesta Nacional de Empleo (ENE). Estas medidas -complementadas con el seguimiento de las recomendaciones de organismos internacionales (CEPAL-OIT), además de las buenas prácticas de otras oficinas de estadística en el mundo- se describen en la nota técnica que acompaña las publicaciones de estos boletines.
Fuente: Diario Estrategia, enero 29 de 2021
La oficina GPS, dependiente del Ministerio de Economía, espera que este año se inicie la construcción de 94 proyectos que contemplan una inversión de US$25 mil millones a cinco años.
Pese a las secuelas del estallido social y la irrupción de la pandemia, desde la Oficina de Gestión de Proyectos Sustentables (GPS), dependiente del Ministerio de Economía, realizaron un positivo balance en términos de grandes inversiones en el país durante 2020.
Dicha oficina nació en 2018 luego de ser presentada por el Presidente, Sebastián Piñera, como su principal soldado para «la guerra contra la burocracia excesiva, la negligencia y la incompetencia». En esa línea, tiene como fin acompañar a los grandes proyectos de inversión que pusieron su mirada en el país en el proceso pre aprobatorio, además de hacer recomendaciones de políticas públicas y mejorar las competencias de las oficinas evaluadoras.
Actualmente, el catastro de GPS registra 234 proyectos por una inversión de US$72 mil millones para los próximos cinco años, los que generarían 166.021 empleos por concepto de construcción, y 299.140 puestos de trabajo una vez los proyectos se encuentren en operación.
De esos, 40 proyectos ingresaron al catastro en 2020, los que acarrean una inversión de US$11.413 millones contemplada para el próximo quinquenio, apuntando a crear 18.967 empleos en construcción y 21.154 en operación. Y si bien en 2019 ingresaron 44 proyectos, la inversión contemplada para ellos era de US$7.520 millones en cinco años, un 52% menos que lo anotado el año pasado.
«En ambos periodos (2019-2020) el número de proyectos se mantiene en rangos similares, pero los montos de inversión crecen de forma muy importante el año pasado respecto al anterior, a pesar del complejo escenario que enfrentamos a finales de 2019 a raíz de la crisis social», sostuvo a Emol el ministro (s) de Economía, Julio Pertuzé.
Además, el año pasado 28 iniciativas iniciaron su construcción, las que involucran US$6.765 millones, 27 iniciaron operaciones, acaparando una inversión de US$7.647, y otras 36 ingresaron al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), los que contemplan una inversión por US$10.855 millones.
El auge de las energías renovables
El balance de GPS, a su vez, destacó que, si bien el sector minero sigue siendo el más importante en términos de inversión, «se evidencian signos alentadores de diversificación de la matriz productiva». Así, la principal tendencia que se observa es el aumento de la importancia del sector energía: si en diciembre de 2019 los proyectos del sector representaban un 30% del número total de proyectos, un año después estos corresponden a un 36%.
«En ambos periodos (2019-2020) el número de proyectos se mantiene en rangos similares, pero los montos de inversión crecen de forma muy importante el año pasado respecto al anterior, a pesar del complejo escenario que enfrentamos a finales de 2019 a raíz de la crisis social».
Julio Pertuzé, ministro (s) de Economía
En cuanto a montos los US$72 mil millones en grandes proyectos de inversión contemplados para los próximos 5 años, el 40% corresponde al sector minero, 26,2% a Energía, 21% a infraestructura, 10,4% a inmobiliario y 2,3% a industria.
Entre los 234 proyectos que anota el catastro de GPS, se destacan 76 de energías renovables no convencionales, dos de tren, tres de líneas de metro, once hospitales, tres embalses, tres data centers y tres proyectos de fibra óptica.
«Hemos visto que la composición del catastro ha ido progresando a la par de cambios que ha habido en el país, como el auge de las energías renovables, particularmente, en el caso de los proyectos eólicos«, dijo Pertuze.
En ese sentido, añadió que «vemos con mucha atención el interés, y esperamos un pronto crecimiento de la industria del hidrógeno verde en nuestro país«.
Y respecto a si prevé que el sector energía superará en el mediano plazo a la minería en relación en inversión en grandes proyectos, señaló que «es difícil anticipar si un sector puede superar a otro, pero sí vemos que las energías renovables están creciendo de forma importante y siendo cada día más preponderantes, lo que trae aparejado el crecimiento del sector tecnológico porque los datacenters que se han comenzado a establecer en Chile».
Optimismo para este año
En tanto, para este año GPS proyecta el inicio de la construcción de 94 proyectos, que consideran una inversión de US$25 mil millones para el próximo quinquenio, cifra que supera en más de cuatro veces la inversión de las iniciativas que iniciaron su ejecución en 2020.
Esto, aseguró el secretario de Estado, favorecerá «el necesario proceso de creación de empleos y recuperación económica». Asimismo, 47 proyectos iniciarán operación, lo que, junto con los que comenzarán a construirse, significará 80.107 puestos de trabajo.
En todo caso, acotó que «hay factores ineludibles que ralentizaron algunos proyectos como las restricciones de movilidad que hubo durante el año, por lo que también hay capitales que no alcanzaron a ejecutarse en 2020, pero que sí lo harán en 2021″.
Sobre si considera que ha bajado la confianza de los inversionistas en el país tras el estallido social y producto de la incertidumbre en torno al proceso constituyente, aseguró que «es lógico que puedan surgir preguntas por parte de los inversionistas, pero tomemos el caso de Microsoft que decidió hacer en nuestro país una tremenda inversión. Ello responde a la visión que tienen del país a largo plazo, eso es una apuesta no por los próximos 3 o 5 años, es por décadas».
US$19.177 millonesse espera que sea la inversión en grandes proyectos para este año
Ante este escenario, Pertuzé comentó que «tenemos que ser mesuradamente optimistas. Este es el año de la recuperación, comenzamos un nuevo ciclo, y la inversión es el motor de esta nueva etapa. Hay un estado de ánimo distinto, tras un año que fue tremendamente difícil».} «Ahí también se conjuga el desarrollo que hemos tenido del capital humano requerido para estas inversiones y la transformación de nuestra matriz energética con el auge de las ERNC, las que son fundamentales para el desarrollo de estos proyectos», recalcó.
Dicho eso, el ministro (s) fue crítico con el nivel de burocracia y demora en la tramitación de proyectos que hay en Chile. «Somos un país burocrático y no solo a nivel de inversiones, sino también para los ciudadanos, eso lo dice la OCDE».
Por eso, afirmó que «hemos priorizado una agenda que permita reducir esta mala costumbre de tener que pasar por cientos de ventanillas o mesones. A través del portal Super, el que concentra los principales trámites sectoriales que enfrenta cada proyecto, estamos haciendo frente a esta burocracia, al juntar en un solo lugar más de 60 permisos que estaban repartidos en casi 20 instituciones distintas».
«GPS también tiene un área que estudia cómo ‘conversa’ cada servicio con los otros servicios para ver cómo es la sinergia que existe, porque muchas veces, y esto también les pasa a los ciudadanos, una entidad estatal me pide un permiso que yo ya presenté en otra parte ¿Qué sentido tiene que el Estado me pida un permiso que el mismo Estado tiene entregar si ya lo tiene, solo que en otra parte? Además, hemos revisado cientos de permisos con cada servicio sectorial buscando puntos de mejora con estricto apego a nuestra legislación», concluyó,
Fuente: El Mercurio, enero 29 de 2021
La nominación de Rodrigo Cerda como nuevo ministro de Hacienda fue abordada con optimismo por el gremio de los industriales metalúrgicos metalmecánicos, según lo afirmó su presidente, Dante Arrigoni.
“El nombre de Rodrigo Cerda nos da una gran confianza en que sabrá conducir la economía por el camino de la reactivación, principalmente en materia de recuperación del empleo, que sin duda son temas prioritarios hoy para Chile”, señaló Arrigoni. En ese sentido, agregó que como ASIMET confían en que la nueva autoridad tenga la visión de elaborar una estrategia industrial para poder lograr esos grandes objetivos.
“El país enfrenta hoy grandes emergencias a las que hay que reaccionar con decisión y prontitud, pero ello no puede dejar de lado la necesidad de impulsar una estrategia de mediano y largo plazo para que esas soluciones sean sostenibles en el tiempo. Chile requiere contar cuanto antes con una estrategia industrial, que es la fórmula que han implementado las naciones desarrolladas para lograr el crecimiento de largo plazo de sus economías”, sostuvo.
Agregó que, faltando todavía un año de Gobierno, este será un periodo complejo en lo político para poder avanzar en la agenda, y por eso que el mayor desafió de la nueva autoridad será lograr generar confianzas para llegar a acuerdos, principalmente en materia de reforma previsional.
Para Arrigoni, otro tema clave que deberá enfrentar el ministro Cerda es el de la gestión del gasto público, “debido a que ya es un hecho que la pandemia nos va a seguir acompañando hasta finales de este año”, concluyó.
Fuente: Diario Estrategia, enero 26 de 2021
Un 33% de los ejecutivos y directores dice que sus firmas podrían no estar en condiciones de soportar los eventuales efectos, dependiendo de las restricciones y el ritmo de vacunación.
En las próximas semanas se cumplirá un año desde el primer caso de Covid-19 en Chile, el cual dio comienzo a un periodo de crisis económica que sigue afectando la operación de las empresas y sus expectativas.
En el momento actual del país tras la primera expansión de la pandemia y ad portas de una segunda ola, la percepción de 416 ejecutivos consultados por la encuesta de EY y Diario Financiero da cuenta de dos tendencias principales en sentidos diferentes: por un lado mejores perspectivas para el desarrollo de sus negocios respecto de mediados de 2020 pero, al mismo tiempo, su alerta frente a los riesgos sanitarios, como también del proceso político, de este año.
La medición efectuada entre el 17 de diciembre y el 3 de enero recién pasados entre altos ejecutivos y directores de compañías de un amplio espectro de tamaños y sectores, arrojó que un 66% cree que las ventas de su compañía aumentarán -en diferentes proporciones- durante 2021, cifra significativamente superior al 15,5% que estimaron en julio pasado.
Igual mejoría tuvo lugar en materia de expectativas de utilidades, ya que el número de ejecutivos que proyecta una disminución se ha reducido en más de 50 puntos porcentuales en la misma comparación, y ahora más de un 52% espera que crezcan.
En recursos humanos, un 19,7% indicó ahora que reducirá su dotación, muy por debajo del 48,1% de la encuesta anterior. Al inicio de este año, el 52,4% se inclinó por conservar su dotación y un 27,9% por subirla en los próximos meses.
Tras un año marcado por la disminución en los presupuestos de inversión a raíz de la crisis, esta última medición indicó que un 40,9% de las empresas prevé mantener su presupuesto de inversiones y un 35,6% se inclinó por aumentarlo. Por monto, un 89,9% de los planes son inferiores a US$ 50 millones.
Alerta por la segunda ola
En la otra cara de las expectativas para este año, los ejecutivos manifestaron una preocupación generalizada por los efectos de una segunda ola de Covid-19, y casi un 80% de ellos espera un impacto negativo, o muy negativo, en 2021.
La incertidumbre también se extiende a la capacidad que tendrán las diferentes industrias de hacer frente a un próximo agravamiento del cuadro sanitario y de las restricciones que implica.
De hecho, un 33% señala que podría no estar en condiciones de soportar los efectos de una segunda ola de contagios, dependiendo de qué tan severas sean las cuarentenas y cómo evolucione la vacunación a lo largo del país, explica Macarena Navarrete, socia principal de EY.
El camino iniciado por el país tras el plebiscito de octubre también es visto como un factor de riesgo por gerentes y directores de empresas. Más de un 58% considera que el proceso constituyente tendrá un impacto negativo o muy negativo en su compañía, versus un 12% que lo ve positivo. Y, si bien se observa una leve mejoría en la percepción del ambiente político, el 75,5% considera que tendrá un impacto negativo o muy negativo en su empresa. “La incertidumbre política y regulatoria es el tercer riesgo más señalado por los encuestados, tras los efectos del Covid-19 y la delincuencia e inestabilidad social”, puntualiza Macarena Navarrete.
Fuente: Diario Financiero, enero 25 de 2021
El mayor legado que como chilenos podemos dejar a las futuras generaciones es el conocimiento. Chile logrará el desarrollo y un mayor bienestar para todos sus habitantes sin excepción en la medida que esta generación tenga la capacidad, y la voluntad, de crear una estrategia de largo plazo basada en la construcción de una sociedad del conocimiento.
La adjudicación por parte de Corfo del proyecto Instituto de Tecnologías Limpias al consorcio estadounidense AUI refleja lo lejos que estamos de ello, y comprueba, lamentablemente, que, en materia de planificación en torno a estos propósitos, en Chile se improvisa, o peor aún, que no existe una estrategia industrial moderna ni menos una visión común.
Dejando de lado el tema de las supuestas irregularidades que hubo en el proceso de licitación, que por cierto hay que despejar, la materia de fondo es que las decisiones que se tomen en torno a I+D deben estar insertas en una estrategia global, donde la industria no puede quedar fuera. En países desarrollados esto lo tienen más que claro, y en todos ellos la I+D está al servicio de la industria.
Bien lo señaló el ex timonel de Corfo, Eduardo Bitrán, quien explicó que el origen de este proyecto surgió por la necesidad de elaborar una política de desarrollo productivo fundamental para Chile. No se puede encapsular la innovación solo al mundo académico y a la creación de papers –que según Bitrán es la expertise de AUI –, es fundamental integrar a la industria, y en este caso específico, el objetivo primordial del proyecto era hacer desarrollo tecnológico con las empresas proveedoras y mineras.
En Chile hay grandes capacidades para desarrollar innovación, ciencia y tecnología, cuyo fin no debe ser otro que crear cadenas de valor más extensas que permitan que el progreso pueda llegar a más personas. No hay ninguna razón de largo plazo que justifique entregar esta posibilidad a terceros. Potenciar estas cadenas generará también mayor resiliencia a nuestra industria frente a distintos escenarios. No desaprovechemos entonces oportunidades únicas de incrementar sustancialmente el desarrollo del país en nuevas industrias y tecnologías, y que ese conocimiento lo podamos heredar a las futuras generaciones.
Dante Arrigoni C.
Presidente ASIMET
La rápida respuesta de la industria logró acompañar un 39% de aumento en el consumo de acero registrado desde abril
Alacero – São Paulo, Brasil, 12 de enero de 2021. La industria del acero es y ha sido fundamental para la recuperación de América Latina en el contexto de la pandemia, mostrando flexibilidad en su operación y enfocada en satisfacer la demanda local. La producción de acero crudo totalizó 5,294 millones de toneladas (Mt) en noviembre, el mejor mes en 2020. Esto sucedió en casi todos los países de la región, con especial énfasis en Brasil, que lideró la reanudación. En el período, la producción de Altos Hornos creció un 8,4% con respecto a octubre alcanzando las 2,766 Mt con un reinicio de equipo en Brasil, mientras que la de los Hornos Eléctricos se mantuvo estable, llegando a 2,528 Mt. En cuanto a productos laminados, la producción de tubos sin costura de noviembre alcanzó 82,1 mil toneladas, un incremento del 9,7% respecto al mes anterior, impulsado por el aumento de la actividad en el sector del petróleo y el gas.
La industria está enfocada en atender la demanda local, como lo demuestra la caída interanual de las exportaciones en octubre de 30,3%, que totalizaron 0,586 Mt. En el mes, las importaciones registraron un incremento del 10,8% con relación a septiembre; su participación en el consumo fue del 28% en octubre, por debajo del nivel del 34% entre enero y septiembre de 2020. El déficit acumulado entre enero y octubre fue un 17,2% inferior al registrado en el mismo período en 2019, una importante disminución para que el consumo regional pueda volver a crecer con el déficit comercial controlado. El consumo aparente de productos laminados fue de 5,404 Mt, el mejor del año (ver gráfica).
China sigue siendo una referencia importante en la coyuntura siderúrgica actual por su peso relativo en producción, demanda y comercio de materias primas. De acuerdo con worldsteel, la producción de acero de China creció un 8% interanual en noviembre, y un 5,5% entre enero y octubre de 2020 en comparación con el mismo período de 2019. Para ello demandó importaciones récord de mineral de hierro del mundo, especialmente de Brasil, lo que elevó el precio del insumo a niveles de 140 usd/t, por encima de los valores registrados los últimos 5 años. Situación similar se ve en otros insumos siderúrgicos como el Aluminio y el Zinc.
Pero también es un tema de preocupación por su creciente inversión china en países de América Latina, que, según Bloomberg, fue de US$ 7.7 mil millones en 2020 más que en Europa y América del Norte juntas. “Este proceso ocasiona una mayor dependencia que se puede convertir en un factor de riesgo por sus prácticas comerciales, empresas propiedad del Estado, desindustrialización y pérdida de empleos”, dijo Francisco Leal, Director General de Alacero. “La fase de regionalización y la desintegración de las cadenas de valor en el mundo, acentuada por la guerra comercial entre China y Estados Unidos, abren una oportunidad a los países de la región para atraer a las empresas que buscan reubicarse afectadas por este fenómeno. Para lograrlo, América latina necesita crear condiciones, como acceso a tecnología, infraestructura, simplificación administrativa, educación técnica de calidad, certeza institucional y respeto al estado de derecho”.
Fuente: Alacero, enero 12 de 2021