La propuesta del sector se enfoca en cinco medidas, como un incentivo a la recontratación y un nuevo límite de ventas para clasificar a las PYME con el fin de aumentar el acceso a los programas de apoyo.
Al igual que el resto de las industrias, la metalúrgica y metalmecánica no ha quedado ajena a los impactos del coronavirus. El sector ya advertía en enero los efectos que tendría la crisis social en la pérdida de empleos -que en ese entonces se calculaban en unas 25 mil plazas- y luego este pronóstico se superó con creces a raíz de la pandemia,.
El presidente de la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas (Asimet), Dante Arrigoni, señala que la industria acumulaba una pérdida de 126.500 puestos de trabajo a mayo, lo que equivale a una caída de 14,4% en un año. Y si bien, la mayoría de las empresas del sector se han mantenido operando -son parte de la cadena de compañías con categoría de esenciales-, proyectan que el desempleo llegará a 16% hacia fin de año.
Bajo esa consigna, y en un contexto donde se prevé que la recuperación económica demorará unos tres años, Asimet y Econsult presentarán este lunes al Gobierno un plan de reactivación industrial que apunta a la generación de 350 mil empleos.
Este implica una inversión de US$ 6.500 millones y se centra en cinco medidas que apuntan a modernizar la industria e incrementar la productividad. “La reactivación del sector industrial es clave para Chile, y en particular el de la manufactura, pues representa un 11% del PIB, por lo que necesitamos reactivarnos lo antes posible”, dice Arrigoni.
Las cinco medidas
El plan usó como referente a siete países que cuentan con un alto índice de productividad: Alemania, España, Australia, Estados Unidos, Corea del Sur, Vietnam y Tailandia. Arrigoni explica que, en la actualidad Chile es solamente la mitad de productivo que dichas naciones y la idea es que con estas medidas pueda subir al 70%.
La primera de las acciones apunta a redefinir el límite de ventas que se utiliza actualmente para categorizar las PYME, pasando de 100 mil UF anuales a 200 mil UF (en los países referentes, este tope equivale a 1.200.000 UF).
Con esto -explica Arrigoni- se podrán incrementar las empresas del sector que pueden acceder a programas e instrumentos de apoyo desde 22% a 45%. Además, también aumentará la cobertura de los trabajadores ya que un 55% contaría con beneficios para las PYME, y un subirá su incidencia de las ventas totales del país hasta un 20%. En segundo lugar, se plantea agilizar los proyectos de infraestructura que están en la cartera de concesiones, del plan quinquenal que recientemente dio a conocer el Fondo de Infraestructura y la oficina GPS del ministerio de Economía. Para ello, propone reducir los cuellos de botella como burocracia e incertezas tras el otorgamiento de los permisos correspondientes.
“Un tema fundamental es agilizar la permisología de estos proyectos y que no hemos sido capaces de sacar adelante. Y hoy es fundamental si queremos activar la economía”, dice.
La renovación tecnológica es otro punto clave. Arrigoni enfatiza que las empresas del sector deben adquirir maquinaria industrial 4.0, y para incentivar su adopción propone la depreciación de impuestos de estos activos de 150%.
Incentivo a la recontratación
Según las proyecciones del gremio, este año podría cerrar con una tasa de desempleo de 25% (que implica la pérdida de más de un millón y medio de empleos), por lo que es necesario que existan incentivos a la recontratación de trabajadores. En este escenario, la cuarta medida propone para quienes lleven más de dos meses desempleados, que se otorgue a la empresa que los contrate un 20% del valor de la remuneración del nuevo trabajador como crédito tributario (o rebaja de impuestos).El contrato deberá tener un plazo mínimo tres meses y el crédito tendrá un tope de un salario mínimo.
Finalmente, el último punto está alineado con el histórico anhelo del sector de contar con un ente ministerial. En concreto, propone la reestructuración del Ministerio de Economía, donde la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura se traspase al Minagri, y se cree una Subsecretaría para la Industria. A diferencia del resto de las medidas, esta necesitaría la aprobación del Congreso.
“En 30 años hemos perdido la mitad de la manufactura porque nuestra industria no se ha modernizado al ritmo de los competidores. No tenemos políticas públicas que realmente atienda las necesidades del rubro y por eso lo más acertado es que se pueda crear una subsecretaría que atienda nuestro sector”, enfatiza.
El registro del quinto mes del año se ubicó en la parte baja de las proyecciones de analistas. La actividad no minera se hundió 17%.
Por segundo mes consecutivo, la economía chilena sufrió un desplome histórico en mayo, ante el fuerte impacto sobre la actividad que ha tenido el covid-19 en el país.
De acuerdo con la información preliminar, el Indicador Mensual de Actividad Económico (Imacec) cayó 15,3% en el quinto mes del año, en comparación con igual mes del año anterior.
Según el registro, la serie desestacionalizada disminuyó 3,4% respecto del mes precedente y 15,2% en doce meses. El mes registró dos días hábiles menos que mayo de 2019.
De acuerdo al reporte del Banco Central, el Imacec minero creció 1,2%, mientras que el no minero cayó 17,0%. El resultado del mes se vio impactado por los efectos de la emergencia sanitaria.
«Las actividades más afectadas fueron los servicios y el comercio, y, en menor medida, la industria manufacturera y la construcción. En los servicios, destacaron las caídas de educación, transporte, servicios empresariales y restaurantes y hoteles», indicó la entidad.
En términos desestacionalizados, y con respecto al mes anterior, el Imacec minero disminuyó 0,6% y el no minero lo hizo en 3,7%.
Por último, el instituto emisor enfatizó que «considerando los desafíos que la crisis sanitaria ha impuesto sobre la recolección de datos básicos, el Banco Central de Chile ha hecho esfuerzos adicionales con sus proveedores de información para minimizar el impacto en la calidad de las estadísticas».
«Sin embargo, es relevante señalar que las cifras entregadas en esta oportunidad podrían estar sujetas a mayores revisiones que las registradas históricamente, las cuales serán difundidas de acuerdo al calendario de publicaciones y revisiones de Cuentas Nacionales disponible en la página web institucional», advirtió.
Fuente: Emol economía, julio 01 de 2020
El indicador de la industria anotó la segunda contracción consecutiva, según informó el INE.
El Índice de Producción Industrial (IPI) decreció 5,7% en doce meses, siendo la segunda contracción consecutiva, debido a las incidencias negativas de dos de los tres sectores que lo componen.
Según el INE, la baja más pronunciada se dio por parte de la manufactura, que retrocedió 13,3% en mayo afectadas en gran medida por la baja en la elaboración de productos alimenticios en medio de las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus.
La caída en la producción manufacturera sigue al retroceso de 5,9% de abril, cuando ya estaban en vigencia las medidas contra la expansión del virus. Los primeros casos se registraron en Chile en marzo.
Mientras que el índice de producción de Electricidad, Gas y Agua (IPEGA) descendió 3,2% en relación con mayo de 2019. Esto, debido a que las tres actividades que lo componen presentaron una reducción, especialmente gas, que disminuyó 10,9%.
En tanto, el Índice de Producción Minera (IPMin) presentó un aumento de 2,1% respecto a igual mes del año anterior. Esto, como consecuencia de la mayor actividad registrada en dos de los tres tipos de minería que lo componen, destacando minería metálica, que creció 1,6%, debido al incremento de 1,3% en la extracción y procesamiento de cobre.
Por su parte el Índice de Actividad del Comercio se desplomó un 23,5% en mayo, mientras que las ventas de supermercados subieron un 2,3% en doce meses.
Fuente: Emol economía, junio 30 de 2020
El informe dado a conocer esta mañana por el Instituto Nacional de Estadísticas considera por primera vez tres meses afectados por la pandemia.
La tasa de desempleo en Chile escaló hasta 11,2% durante el trimestre móvil marzo-mayo de 2020, registrando una subida de 4 puntos porcentuales (pp), según informó esta mañana el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Por primera vez en el año, el informe del INE consideró tres meses afectados casi en su totalidad por la pandemia, dando cuenta de las consecuencias de las medidas sanitarias tomadas a lo largo del territorio nacional.
De hecho, este se trata del mayor nivel de la tasa de desempleo en el país en 16 años, expecíficamente desde agosto de 2004, cuando también anotó 11,2%.
Por su parte, de acuerdo al ente estadístico, los desocupados crecieron 35,1%, incididos únicamente por los cesantes (44,3%).
La tasa de desocupación ajustada estacionalmente fue 11%, siendo 2 pp. superior a la del trimestre móvil anterior, como consecuencia del decrecimiento de la fuerza de trabajo (-7,4%) y la contracción de los ocupados (-9,4%).
En doce meses, las tasas de participación y ocupación se situaron en 53,6% y 47,6%, contrayéndose 9,2 pp. y 10,6 pp., en cada caso y registrando los niveles más bajos de toda la serie.
En tanto, la población fuera de la fuerza de trabajo aumentó 27,4%, influida por personas que en su mayoría no estaban buscando un empleo, pero estaban disponibles para trabajar, conformando la denominada fuerza de trabajo potencial. Este mayor tránsito hacia la inactividad se debería a las restricciones de movilidad por la pandemia, según el informe, lo que ha implicado que las presiones sobre el mercado laboral (alza de la desocupación) sean menores.
Asimismo, la tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial alcanzó 28,1%, con un aumento de 14,5 pp. en el período. En los hombres se situó en 24,5% y en las mujeres en 32,7%.
Los ocupados totales tuvieron una disminución de 16,5%, incidida tanto por las mujeres (-19,8%) como por los hombres (-14,1%). Por su parte, los ocupados ausentes, que representan el 15,4% del total de ocupados, aumentaron 149,8%, equivalente a 689.278 personas. Los trabajadores acogidos a la Ley de Protección al Empleo se encuentran en esta categoría.
La reducción de los ocupados fue influida por comercio (-19,4%), alojamiento y servicios de comida (-42,4%) y construcción (-23,1%), sectores fuertemente impactados por las consecuencias del coronavirus. Mientras que por categoría ocupacional, los mayores retrocesos se observaron en los trabajadores por cuenta propia (-29,5%) y los asalariados formales (-8,4%).
La tasa de ocupación informal se situó en 23,5%, con un retroceso de 3,9 pp. en doce meses.
Fuente: Emol economía, junio 30 de 2020
Estimados socios:
Desde que se inició la pandemia por coronavirus, como Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas adoptamos de inmediato una estrategia gremial que nos permitiera enfrentar con eficiencia y proactividad todas aquellas situaciones que se generarían producto de la crisis sanitaria.
Es en ese contexto que hemos mantenido una permanente comunicación con aquellos Ministerios y autoridades que se vinculan con el quehacer diario y gestión de nuestras empresas, principalmente con las carteras de Economía, Trabajo e Interior. El objetivo de estos contactos ha sido siempre lograr mantener activas a nuestras empresas metalúrgicas y metalmecánicas, y aquellas relacionadas, siempre con una actitud de colaboración y de respeto a las normas establecidas por la autoridad para poder controlar los contagios y superar el actual brote por Covid 19 lo antes posible.
Una de las medidas más importantes dictadas por la autoridad para su estrategia de contención de la pandemia han sido las cuarentenas totales en diversas comunas del país, las que, lamentablemente, han tenido un bajo cumplimiento por parte de la ciudadanía, lo que obligó al Gobierno a modificar el sistema de permisos de desplazamientos que regía para gran parte de las actividades y profesiones esenciales. Es así que ahora es necesario contar con una autorización administrativa que debe ser solicitada a través de una plataforma electrónica, que busca principalmente facilitar las tareas de fiscalización de los empleados que son convocados a sus lugares de trabajo, así como evitar el mal uso de las credenciales institucionales que se requerían con anterioridad
Si hay una característica inherente a las empresas socias de ASIMET es su gran espíritu de responsabilidad y colaboración frente a escenarios de crisis. Somos un sector acostumbrado a desenvolvernos en escenarios difíciles, por lo que no tengo duda en que en esta oportunidad nuestras empresas están respondiendo a este gigantesco desafío de crisis con altura de miras y con total conciencia de los efectos que tienen nuestras acciones como líderes de organizaciones donde trabajan personas.
Es por ello que, junto con admirar y alentar esta actitud, les quiero hacer un llamado a mantener estas conductas responsables que han permitido que nuestras empresas puedan seguir activas, no solo respetando las normas y permisos que rigen durante las cuarentenas, sino también aplicando con rigor los protocolos sanitarios que nos permiten seguir funcionando con total seguridad para nuestros colaboradores.
Con este comportamiento responsable y comprometido, podremos seguir aportando al país y a sus ciudadanos, en este momento tan crítico, como siempre lo hemos hecho.
Un saludo cordial,
Dante Arrigoni C.
Presidente ASIMET
Junio 29 de 2020
De acuerdo al reporte de la Superintendencia de Pensiones, la cifra llegó a 646.121. Esto significa un alza de 22.620 trabajadores versus la semana previa. Los expertos esperan que siga aumentando y no se descarta que supere los 700 mil.
Una reaceleración registró el aumento de los trabajadores que se acogieron a la Ley de Protección al Empleo durante la última semana terminada el 21 de junio.
De acuerdo al reporte de la Superintendencia de Pensiones, la cifra total de acogidos llegó a 646.121, lo que ya representa casi un 11% de los asalariados del país (6,1 millones). Se trató de un incremento de 22.620 trabajadores, anotando un quiebre de tendencia respecto a la desaceleración que se venía registrando durante las últimas tres semanas.
Una de las razones que explican este mayor ritmo, es la extensión de las cuarentenas tanto en la Región Metropolitana como en otras regiones del país, lo que estaría llevando a que las empresas deban enviar a sus trabajadores bajo esta ley.
En cuanto a la cantidad de empresas, el incremento fue acotado, puesto que subieron de 101.204 a 104.226.
Cecilia Cifuentes, académica de la Universidad de Los Andes, afirma que “la utilización del plan de protección al empleo depende en un grado importante de las cuarentenas, aunque también influye el sector de actividad.”. Mientras que David Bravo, director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la UC, acota que “sin la institucionalidad habrían sido despedidos y la tasa de desempleo en lugar de 11%, como lo mostró nuestra encuesta, llegaría a casi 20%”.
Juan Bravo, de Clapes, sostiene que siguen mostrando incrementos, “aunque las magnitudes de crecimiento semanal son bastante menores a las observadas en las primeras semanas de operación de la ley. Una realidad distinta es la que hay en la V Región, donde se ha acelerado el crecimiento de trabajadores con solicitudes aprobadas para la suspensión de contratos, mostrando un crecimiento semanal de 13%, asociado a la reciente instauración de cuarentenas en las ciudades de Valparaíso y Viña del Mar”.
En cuanto a las perspectivas, Cifuentes sostiene que “tengo la impresión que el número seguirá subiendo. Si bien es difícil determinar el peak, ya que depende de la evolución del número de contagios, debería superar los 700 mil, aunque eso suponiendo que ya estemos cercanos al peak de contagios. Si eso no es así, el número final podría ser más alto”. Tomás Flores, economistas de LyD, añade que “el peak sería en el trimestre junio-agosto, con una cifra que no superará las 700 mil personas”. Mientras que Bravo subraya que “podría aumentar aún más dada la caída de la actividad y si esta continúa acentúandose”.
Fuente: Pulso – La Tercera, junio 24 de 2020
El gremio industrial valoró el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y la oposición y destacó el esfuerzo fiscal para hacer frente a la pandemia.
La Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas, ASIMET, valoró esta mañana el consenso alcanzado entre el Gobierno y la oposición para implementar un Plan de Emergencia por hasta US$12.000 millones para enfrentar la crisis económica y social generada por la pandemia.
El presidente del gremio, Dante Arrigoni, calificó como muy positivo este acuerdo, “debido a la urgencia que nos plantea la actual crisis y la necesidad que los chilenos cuenten con algunas certezas frente al futuro, en un escenario de tanta incertidumbre como el que estamos viviendo. En los próximos días, nosotros presentaremos un Plan de Reactivación Económica y del Empleo que será complementario a este acuerdo, y que apunta a preparar a la Nueva Industria que surgirá luego de la pandemia”, adelantó.
Respecto del Plan de Emergencia, Arrigoni valoró especialmente el aumento del Ingreso Familiar de Emergencia a $100 mil, con mayor cobertura y prorrogable en el tiempo, “ya que será esencial cuando lleguemos a tasas de cesantía superiores al 20%”, indicó.
En ese sentido, el dirigente gremial destacó el esfuerzo fiscal, que definió el fondo Covid de dos años por US$12.000 millones, que permitirá medidas de impacto como la adaptabilidad y flexibilidad laboral, y el incentivo a la recontratación de trabajadores, “que será fundamental en ese periodo”.
Asimismo, calificó como clave para la reactivación el plan de inversión pública, no obstante sostuvo que para poder concretarlo habrá que superar algunas ineficiencias y problemas estructurales de la burocracia del Estado y la ‘permisología’”.
Respecto de los incentivos tributarios a las pymes, el dirigente gremial valoró la rebaja del impuesto de primera categoría y PPM y la depreciación instantánea, “medidas que también deberían extenderse a las empresas con ventas anuales menores a UF 1 millón”.
Finalmente, Arrigoni destacó la extensión de la garantía estatal para el financiamiento de las empresas no cubiertas por el crédito Fogape – Covid 19, “que será muy necesario para mantener el ecosistema de servicios que genera la industria”.
Tras ser convocados por el Ministerio de Hacienda, expertos de distintas sensibilidades políticas y trayectorias formularon un documento de 19 páginas con medidas para enfrentar el impacto del covid-19.
«Un grupo importante de economistas, expertos de nuestro país de distintas sensibilidades y que han tenido altas responsabilidades en el sector público y privado«. Así definió el senador Jorge Pizarro a los autores de una nueva propuesta económica para enfrentar la crisis del covid-19 y que fue presentada ayer a la comisión ampliada de Hacienda, donde se discute un plan de emergencia con el Gobierno.
Se trata de un documento de 19 páginas, cuyo contenido se evaluó entre un grupo transversal de 16 economistas convocados por el Ministerio de Hacienda, los que se reunieron durante una semana y media vía zoom para trabajar. En el grueso, el texto se basa en tres ejes de acción: un marco fiscal de referencia, la emergencia y la reactivación.
Para la implementación de la propuesta se plantea la creación de un fondo de un máximo de US$12 mil millones para los próximos 24 meses, por sobre los US$10 mil millones que considera la actual proposición del Gobierno. Con ello, se apunta, entre otras cosas, a mejorar el Ingreso Familiar de Emergencia a una cifra per cápita entre $80 mil y $90 mil.
Pero ¿quiénes son los expertos detrás del texto? Todos, ingenieros comerciales de la PUC o de la Universidad de Chile, la mayoría con postítulos en universidades estadounidenses y muchos con un pasado ligado a gobiernos de distintos colores políticos.
Los 16 economistas autores de la propuesta
- Rafael Aldunate
Ingeniero comercial de la PUC y AMP de Harvard. Tiene una extensa trayectoria en directorios de empresas y desde hace 13 años se desempeña como director de Parque Arauco. Fue director de ProChile, gerente general de la Bolsa Electrónica, ex vicepresidente de Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) y miembro del la comisión económica de Renovación Nacional. También es autor de tres libros y actual columnista de economía internacional de La Segunda.
- Rodrigo Cerda
Ingeniero comercial y magíster en Macroeconomía Aplicada de la PUC, cuenta además con un magíster y un doctorado de la Universidad de Chicago. Actualmente se desempeña como economista en Clapes UC, académico de la Facultad de Derecho de la PUC y director de Codelco, cargo que entró a ocupar tras la salida de Ignacio Briones para asumir como ministro. Antes del cambio de gabinete, Cerda era director de Presupuestos del Ministerio de Hacienda. En su trayectoria se ha destacado por sus numerosas publicaciones dedicadas a temas de macroeconomía, política fiscal, pensiones y seguros de desempleo.
- Vittorio Corbo
Ingeniero comercial de la Universidad de Chile, doctorado y postdoctorado en economía del MIT. Fue presidente del Banco Central de Chile (2003-2007), miembro del Consejo Asesor del economista jefe del Banco Mundial y miembro del Consejo Consultivo sobre política monetaria y cambiaria del Fondo Monetario Internacional. Ha publicado y editado 11 libros y más de 100 artículos en revistas especializadas. Actualmente es director de CCU S.A., asesor económico y miembro del Consejo Directivo del Centro de Estudios Públicos (CEP).
- José de Gregorio
Ingeniero civil industrial y magíster en ingeniería de la Universidad de Chile; posteriormente obtuvo su doctorado en el MIT. Fue presidente del Banco Central (2007-2011) tras haber sido vicepresidente (2003-2007) y consejero (2001-2003) del ente rector. Entre marzo del 2000 y junio de 2001 fue triministro de las carteras de Economía, Minería y Energía. Durante su trayectoria ha sido consultor de organismos como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, la OCDE y empresas extranjeras, también fue investigador del FMI. Actualmente es académico y decano de la FEN de la U. de Chile.
- Álvaro Díaz
Ingeniero comercial y Sociólogo de la Universidad de Costa Rica y doctor en Economía de la Universidad de Campinas, Brasil. Fue subsecretario de Economía (2000-2005), embajador de Chile en Brasil (2007-2010) y economista de la Cepal. Su expertise son las políticas de competitividad, innovación y desarrollo tecnológico. Actualmente es economista del Consejo de Innovación para el Desarrollo (CNID).
- Sebastián Edwards
Ingeniero comercial de la PUC, máster y doctor en Economía de la Universidad de Chicago. Fue economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial y también investigador asociado del National Bureau of Economic Research. Ha escrito más de 200 artículos sobre economía internacional, macroeconomía y desarrollo en destacadas revistas internacionales. Además, es autor de más de 20 libros sobre temas relacionados. Ha sido consultor de numerosas empresas e instituciones multilaterales. Actualmente vive en Estados Unidos y es académicos de la UCLA.
- Juan Andrés Fontaine
Ingeniero comercial de la PUC y máster en Economía de la Universidad de Chicago. Fue ministro de Economía durante los años 2010 y 2011; en el actual Gobierno se desempeñó como titular de Obras Públicas y posteriormente como ministro de Economía. Ha participado como investigador del Centro de Estudios Públicos (CEP) y consejero del Instituto Libertad y Desarrollo. Fue director de Estudios del Banco Central y se ha destacado por ser profesor en la Universidad de Chile, la PUC y la Universidad de Los Ángeles.
- Bettina Horst
Ingeniera comercial y máster en Economía con mención en políticas públicas de la PUC. Se ha desempeñado como investigadora y gerenta general en Libertad y Desarrollo. Fue Senior Fellow en Atlas Economic Research Foundation en Washington DC y jefa del área monetaria del Departamento de Estudios del Banco Central en Chile. Actualmente es directora de Políticas Públicas de LyD y consejera del sistema de Alta Dirección Pública, también integra el consejo del Sistema de Empresas Públicas y es miembro del consejo estadísticos asesor del INE.
- Sebastián Izquierdo
Ingeniero comercial de la Universidad de Chile y magíster en Políticas Públicas. Ex superintendente de Educación y ex analista de los Ministerios de Economía y Hacienda. Actualmente es director ejecutivo del Centro de Estudios Horizontal.
- Claudia Martínez A.
Ingeniera comercial de la Universidad de Chile, magíster y doctorada en la Universidad de Michigan. Ha trabajado como asesora del Ministerio de Hacienda y también se desempeñó como economista en el Banco Interamericano de Desarrollo. Actualmente es académica de la Facultad de Economía y Administración de la PUC.
- Andrea Repetto
Ingeniera comercial y magíster en Economía de la PUC; doctora en Economía del MIT. En su trayectoria se ha destacado por estudiar temas como economía y psicología, economía de la educación, pobreza, economía laboral y crecimiento y productividad. Fue presidenta de la Comisión de Usuarios del Seguro de Cesantía y ha sido miembro del Consejo Asesor Presidencial de Trabajo y Equidad Social y del Consejo Asesor Presidencial para la Reforma Previsional. Actualmente es académica de la Escuela de Gobierno de la UAI y directora de Espacio Público.
- Claudia Sanhueza
Ingeniera comercial de la Universidad de Chile y doctora en Economía de la Universidad de Cambridge. Fue presidenta del Consejo Consultivo Previsional y miembro del Panel de Expertos Casen 2015 y 2017, integrante del directorio de la Fundación Nacional para la Superación de la Pobreza y del Laboratorio de investigación e innovación en Educación para América Latina y el Caribe. Actualmente es académica de la Universidad Mayor, directora del Centro de Economía y Política Social, y también investigadora adjunta del Centro de Conflicto y Cohesión Social (COES).
- Klaus Schmidt-Hebbel
Ingeniero comercial y magíster en Economía de la PUC; doctor en Economía del MIT. En su extensa trayectoria como asesor económico de organismos nacionales e internacionales, se ha desempeñado como economista principal del Departamento de Investigación del Banco Mundial, gerente de Investigación Económica del Banco Central de Chile y como economista jefe de la OCDE. Actualmente es consultor, asesor, conferencista internacional, y director de empresas, fundaciones y ONGs. A su vez, se desempeña como profesor titular de Economía de la PUC.
- Cristián Solis de Ovando
Ingeniero comercial y máster en Ciencias Políticas de la Universidad de Chile. Fue gerente general de la Bolsa de Comercio de Santiago y socio y presidente del comité ejecutivo de KPMG Chile. Ha liderado importantes transacciones en el mercado de capitales de Chile y Latinoamérica, y ha gestionado múltiples negociaciones de empresas. Actualmente es director de varias compañías.
- Rodrigo Valdés
Ingeniero comercial de la Universidad de Chile y doctor en Economía del MIT. Sus áreas de investigación incluyen economía monetaria, finanzas internacionales y finanzas públicas. Fue ministro de Hacienda (2015-2017) y presidente de BancoEstado. Se desempeñó como director de investigación y economista jefe del Banco Central de Chile, donde también fue economista senior. Previamente fue asesor principal del Ministro de Hacienda y ha sido consultor del FMI y el BID, y ha enseñado economía en la Universidad de Chile y en la Universidad de Santiago. Actualmente es académico de la Escuela de Gobierno de la PUC.
- Rodrigo Vergara
Ingeniero comercial de la PUC y doctor en Economía de la Universidad de Harvard. Fue presidente del Banco Central de Chile entre 2011 y 2016, y consejero de la misma entidad desde 2009 a 2011; años antes también llegó a ser economista jefe del ente rector. Durante su trayectoria se desempeñó como coordinador de macroeconomía en el Centro de Estudios Públicos, entidad en la que actualmente se desempeña como investigador senior. Es asesor y director de diversas empresas y ha sido consultor para distintos gobierno e instituciones internacionales.
Fuente: Emol economía, junio 11 de 2020
Entidad desarrolló una plataforma que permite apoyar a empresas en la aplicación de medidas para proteger a trabajadores ante el posible contagio.
La crisis sanitaria, incluida las extendidas cuarentenas y el persistente aumento de los contagios, le ha puesto una alta presión a la posibilidad de que la economía se active en su totalidad. Desde la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) quisieron involucrarse en el tema, pero desde el punto de vista de velar por la correcta protección de los trabajadores, en un escenario en el cual paulatinamente las compañías buscarán retomar sus operaciones presenciales.
«Debemos estar preparados para que, cuando sea necesario, las empresas en conjunto con la sociedad vayan retornando a una actividad productiva compatible con la pandemia», explican desde la entidad.
Lo que consideran como una necesidad del país, también asumen que es un «gran reto». El punto, destacan, es «ver maneras de compatibilizar un nivel de actividad operacional de las industrias y empresas que permitan mantener el empleo y la actividad económica, con los desafíos de salud que presenta una pandemia que sabemos es peligrosa».
Por esta razón, un equipo de la ACHS desarrolló una plataforma que consiste en un listado de verificación de implementación de medidas y de mejores prácticas que permiten mitigar el riesgo de contagio al interior de las firmas, en función de las definiciones que ha emitido la autoridad sanitaria y recomendaciones de la propia institución.
«Todo se elabora en base a la información que las propias empresas nos entregan, y en base a eso se les señala qué aspectos deben mejorar», explica el gerente división seguridad y salud ocupacional de la ACHS, Andrés Herreros.
¿Qué se ha hecho?
La plataforma divide las recomendaciones y/o ejes a trabajar en nueve puntos: organización y responsabilidades; comunicación y capacitación; continuidad operacional; medidas de prevención y control; limpieza y desinfección del centro de trabajo; gestión de trabajadores contagiado o en proceso de evaluación; atención a público; delivery; y recolección de residuos domiciliarios.
«La idea es que las empresas se vayan midiendo semana a semana para poder ir viendo cuál es su nivel de avance de estas obligaciones y recomendaciones de seguridad social», agrega Herreros.
De acuerdo con los datos de la ACHS, a la fecha más de 250 lugares de trabajo han implementado la herramienta y han reportado una gestión esperanzadora.
En promedio, según lo señalado por las firmas, aproximadamente un 70% de las medidas recomendadas ya han sido implementadas.
Respecto de acciones de protección relacionadas al modo en que se desarrolla la jornada, un 78% de los encuestados ha flexibilizado horarios y un 91% ha implementado sistemas de teletrabajo.
Sobre las medidas en el lugar de trabajo mismo, un 86% ha restringido las actividades grupales, cifra similar al 86% donde se registra la temperatura de los colaboradores al ingreso.
«Esto es trabajo seguro y no retorno seguro porque, en primer lugar, hubo empresas que nunca pararon. Es decir, los procesos productivos clave para el país siguieron operando, cambiaron su modalidad, pero siguieron trabajando. Hay otros, en tanto, que por la naturaleza de lo que hacen pararon sus funciones, pero que en algún momento tendrán que retomarlas, por esa razón nos parece más correcto hablar de trabajo seguro», dice Herreros.
Fuente: Diario Financiero, junio 10 de 2020
La economía global se reduciría 6% este año si la pandemia sigue su curso, pero con una nueva ola la caída llegaría a 7,6%.
Es tal el nivel de incertidumbre provocado por la pandemia del coronavirus que, de manera extraordinaria, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) decidió estimar dos escenarios posibles en su informe de Perspectivas Económicas publicado hoy.
El primero contempla que el Covid-19 continúa retrocediendo y permanece bajo control, mientras que el otro plantea que un segundo brote surge durante 2020. “Ambos escenarios son sombríos, ya que la actividad económica no vuelve ni puede volver a la normalidad en estas circunstancias”, advierte el texto.
Para Chile, el organismo internacional prevé que si la pandemia sigue su curso actual, el Producto Interno Bruto (PIB) del país se contraería 5,6% este año, para empezar a mejorar desde el tercer trimestre y así lograr crecer 3,4% en 2021. Pero de producirse un nuevo brote del virus, la economía nacional se desplomaría 7,1% en 2020, para recién comenzar a repuntar el próximo año y expandirse sólo 1,9%.
El mejor escenario es más pesimista que la previsión de esta semana del Banco Mundial, de una caída de 4,3% para el PIB, y también que la del Fondo Monetario Internacional, que en abril estimaba una contracción de 4,5%.
La fuerte desaceleración de las exportaciones, el efecto negativo de las cuarentenas en el consumo, empleo e incertidumbre, y de los efectos del coronavirus en Estados Unidos y China son algunos factores que justifican la proyección.
Las manifestaciones sociales de octubre del año pasado ya habían afectado el crecimiento nacional, pero al sumarle la pandemia y la caída de los precios de las materias primas, la economía chilena sufrirá la recesión más profunda desde 1982, según la OCDE.
Aunque el informe destaca los paquetes de estímulo fiscal y monetario sin precedentes impulsados por las autoridades locales, advierte que de ser necesario, deberán intensificarse las medidas. “Gracias al espacio fiscal existente, deben reforzarse aún más las medidas de apoyo a las empresas, sobre todo a las PYME, y las transferencias a las familias más vulnerables para estimular una recuperación inclusiva y evitar un efecto adverso prolongado en el empleo, la pobreza y la desigualdad”, recomienda.
Grandes economías
Si no se produjeran rebrotes hasta fin de año, el organismo estima que el PIB mundial caería 6% este año y que lograría crecer 5,2% en 2021. Pero de reactivarse los contagios, la economía global se desplomaría 7,6% en 2020 para repuntar tibiamente a 2,8% el año entrante.
“A fines de 2021, la pérdida de ingresos superaría la de cualquier recesión anterior en los últimos 100 años fuera de tiempos de guerra, con consecuencias nefastas y duraderas para las personas, las empresas y los gobiernos”, advierte el informe.
Las grandes economías se verán, de una u otra forma, fuertemente afectadas por la pandemia. En el mejor de los casos, EEUU experimentaría una contracción de 7,3% este año, pero en el escenario negativo su Producto se hundiría 8,5%.
En Europa, Francia, España e Italia experimentarían caídas de más de 11% de su PIB si la pandemia sigue su curso, pero de producirse un nuevo brote las caídas superarían el 14% para las tres economías. El Producto de Alemania, en tanto, se contraería 6,6% si no hay nuevas infecciones, pero 8,8% si hay nuevos casos.
Panorama latinoamericano
Chile sería el país menos impactado de los sudamericanos que pertenecen a la OCDE. Argentina sería el más afectado: su economía caería 8,3% si no se produce un segundo brote, pero se contraería 10,1% de haberlo. El PIB de México caería 7,5% si la pandemia sigue su curso, pero se hundiría 8,6% de producirse nuevos contagios.
El Producto de Brasil, en tanto, se reduciría 7,4% si el virus se mantiene bajo control, pero se desplomaría 9,1% si se generan nuevas infecciones. Y Colombia, por su parte, vería una caída de 6,1% de su PIB, la que podría llegar a 7,9% si hay un segundo brote de Covid-19.
Fuente: Diario Financiero, junio 10 de 2020