En un año, se registran 219.948 nuestros puestos de trabajo, de los cuales 87.408 (el 40%) son informales.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó esta mañana que la tasa de desempleo en Chile fue de 8,7% durante julio-septiembre, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Empleo (ENE).
La cifra significó un descenso de 0,2 pp. en doce meses, debido a que el alza de la fuerza de trabajo (2,2%) fue menor a la presentada por las personas ocupadas (2,4%). Así, es el séptimo descenso consecutivo de la tasa de desempleo medida en términos anuales.
Por su parte, las personas desocupadas aumentaron 0,3%, incididas únicamente por aquellas que buscan trabajo por primera vez (4,2%).
Respecto al mismo periodo del año anterior, las tasas de participación y de ocupación se situaron en 61,7% y 56,3%, creciendo 0,8 pp., en ambos casos. Por otra parte, la población fuera de la fuerza de trabajo disminuyó 1,1%, influida por personas inactivas habituales (-1,5%) e iniciadoras (-42,5%).
La tasa de ocupación informal se ubicó en 27%, con un alza de 0,3 pp. en un año. Las personas ocupadas informales aumentaron 3,6%, incididas tanto por las mujeres (4,4%) como por los hombres (3%); y según sector económico, principalmente, debido a comercio (8,7%) y enseñanza (27,7%), mientras que por categoría ocupacional incidió trabajadoras por cuenta propia (3,8%) y asalariadas privadas (5%).
Sobre lo anterior, comparando los informes del mismo periodo entre 2023-2024, se crearon 219.948 empleos, de los cuales 87.408 son informales. Por lo que el 40% de los nuevos puestos de trabajo son informales en el país.
Sexo
En las mujeres, la tasa de desocupación se situó en 9,2%, sin presentar variación en doce meses, a raíz del incremento de 2,7% en la fuerza de trabajo, levemente mayor al alza de las ocupadas 2,6%.
Las desocupadas crecieron 3,3%; mientras que las tasas de participación y ocupación se situaron en 52,6% y 47,7%, incrementándose 0,9 pp. y 0,8 pp., respectivamente. Las mujeres fuera de la fuerza de trabajo, por su parte, descendieron 1,0%.
En los hombres, la tasa de desocupación fue 8,4%, disminuyendo 0,3 pp. en doce meses, a raíz del incremento de 1,9% de la fuerza de trabajo, menor al 2,3% registrado por los hombres ocupados. Los desocupados, en tanto, descendieron 2,1%. La tasa de participación llegó a 71,3% y la tasa de ocupación se situó en 65,3%, con variaciones de 0,7 pp. y 0,9 pp., respectivamente. Los hombres fuera de la fuerza de trabajo se redujeron 1,4%.
Alza de personas ocupadas
En doce meses, la estimación del total de personas ocupadas experimentó un alza de 2,4%, incidida tanto por los hombres (2,3%) como por las mujeres (2,6%).
Los sectores que contribuyeron al aumento de la población ocupada fueron comercio (2,7%), enseñanza (5,3%) y alojamiento y servicio de comidas (5,4%); mientras que, por categoría ocupacional, el alza se observó en personas asalariadas formales (3,5%) y personas asalariadas informales (4,2%).
Estacionalidad
La tasa de desocupación ajustada estacionalmente (que elimina los efectos de los factores exógenos estacionales de naturaleza no económica que influyen en su comportamiento coyuntural) se situó en 8,6%, disminuyendo 0,1 pp. con respecto al trimestre móvil anterior.
Horas de trabajo e indicadores de subutilización de la fuerza de trabajo
En doce meses, el volumen de trabajo, medido a través del número total de horas efectivas trabajadas por las personas ocupadas, descendió 0,1%; mientras el promedio de horas trabajadas decreció 2,5%, llegando a 36,1 horas. Según sexo, el promedio de horas para los hombres fue 38,3 y para las mujeres, 33,3 horas.
La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial alcanzó 16,8%, con una reducción de 0,2 pp. en el período. En los hombres se situó en 14,8% y en las mujeres, en 19,4%. La brecha de género fue 4,6 pp.
Región Metropolitana
En la Región Metropolitana, la tasa de desocupación del trimestre julio – septiembre de 2024, alcanzó un 9,1%, con un descenso de 0,5 pp. en doce meses. En el mismo período, la estimación del total de la población ocupada creció 2%, incidida, según sector económico, por enseñanza (9,4%), comercio (3,3%) e información y comunicaciones (13,5%).
Fuente: Emol economía, octubre 29 de 2024
Señor Director:
Lo peor que le podría pasar a Chile es que el empleo informal lentamente se empiece a constituir en la “nueva normalidad” de nuestro mercado laboral. Hoy involucra a más de 2,5 millones de chilenos -un tercio de los ocupados- por lo que hacerle frente debe ser uno de los desafíos más apremiantes de nuestra sociedad. La informalidad no solo está asociada a desprotección social, sino también a salarios más precarios, mayor riesgo de caer en la pobreza, menor estabilidad económica financiera y menor recaudación de impuestos.
Podemos afirmar con orgullo que en nuestro sector metalúrgico metalmecánico no existe la informalidad laboral, y que, al igual que en la mayoría de los rubros de la industria manufacturera, sus colaboradores son los que poseen los empleos de mejor calidad. ¿La clave para recuperar la formalidad? Políticas públicas focalizadas, como aumentar los incentivos para contratos a mayores de 50 años; opciones menos burocráticas de formalización; estímulos tributarios, de financiamiento, o vinculados a I+D para quienes concreten empleos formales; rediseñar el sistema de indemnizaciones por despido; ligar el pago de la PGU a incentivos a la cotización y mayor fiscalización y sanción para el empleo informal.
El tiempo de actuar es ahora. No esperemos a que la informalidad se haga costumbre.
Fernando García L.
Presidente ASIMET
Fuente: Diario Financiero, octubre 22 de 2024
Cifras de la DT muestran una menor tasa de afiliados, que la mayoría están en la capital, que la mayoría de dirigentes son hombres y que la CUT suma más sindicatos.
Una caída ha mostrado en los últimos tres años la tasa de sindicalización en el país, según muestran los datos de los anuarios estadísticos de la Dirección del Trabajo. Luego que el porcentaje de trabajadores dependientes del sector privado afiliados a organizaciones sindicales llegara a un máximo de 22,2%, sólo fue descensos: a 20,1% en 2021, a 19,3% en 2022 y a 19% en 2023.
Pese a este comportamiento, el número es superior al que registran en promedio los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollos Económicos (OCDE), cuya tasa es de 15,8% también como parte de una baja persistente desde 2003.
De acuerdo a los datos, la CUT es la central de mayor tamaño, ya que agrupa a la mayor cantidad de organizaciones sindicales de base, con 3.072.
Una fotografía que, además de dar señales respecto al sindicalismo en Chile, sirve para dimensionar en qué contexto aterrizará el comprometido proyecto de ley del Ejecutivo que busca impulsar la negociación multinivel o también llamada ramal.
Una iniciativa que la administración de Gabriel Boric incluyó en su programa de Gobierno y que ratificó como prioridad en la primera discusión de salario mínimo con la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), realizada en abril de 2022 y cuyo acuerdo se reforzó este año.
La población afiliada
Si bien entre 2016 y 2020 hubo un aumento en los sindicatos desde 11.653 a 12.355, fenómeno que podría ser atribuible al impacto de la reforma laboral del segundo Gobierno de la expresidenta Michelle Bachelet, desde entonces se ha observado una disminución. De esta manera, el último registro de la DT muestra que en 2023 sumaron 11.550 los sindicatos activos (ver infografía).
Por regiones, la Metropolitana es la que lidera en cantidad de organizaciones activas, con el 36,1% del total. Más atrás está Valparaíso, Biobío y Los Lagos con 11,2%, 10,5% y 7,5%, en cada caso.
La población afiliada, en paralelo, ha exhibido leves incrementos desde 2013 y se ha mantenido en torno a 1,2 millón desde 2020.
Para 2023, el 56,2% de la población afiliada son hombres y el 43,7% mujeres.
Zoom a las centrales
Hoy en Chile existen cuatro centrales sindicales que agrupan a 3.688 organizaciones de base, de las que 2.201 corresponden a sindicatos (19% del total) y 1.487 a asociaciones: la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Central Autónoma de Trabajadores (CAT), la Central de Trabajadores de Chile (CTCH) y la Unión Nacional de Trabajadores (UNT).
La CUT es la que agrupa a la mayor cantidad de organizaciones sindicales de base, con 3.072.
Bastante más atrás se ubica la CAT, con 310 organizaciones afiliadas, la CTCH con 196 y la UNT con 110.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), en uno de los documentos que elaboró para el Gobierno respecto a la negociación multinivel, advirtió sobre la necesidad de prestar atención al grado de “fragmentación del sistema sindical”.
¿La razón? A juicio del organismo, si los convenios colectivos seleccionados por los sindicatos a nivel de empresa se extienden al sector productivo, no está claro qué sindicato debe y puede representar mejor los intereses de todo el sector.
“Deben establecerse normas legales claras que regule la formación de intereses y la búsqueda de consenso entre los sindicatos a nivel sectorial”, advirtió la OIT en un documento.
Menos mujeres
Los registros de la DT indican que la dirigencia de los sindicatos la ocupan principalmente varones.
En 2023, el 63,3% de los dirigentes sindicales con cargos vigentes en sindicatos activos son hombres, y solo el 36,6% mujeres.
Además, el 29,8% de los dirigentes tiene entre 50 y 59 años, el 27,8% entre 40 y 49 y el 18,5% tiene entre 30 y 39 años.
Fuente: Diario Financiero, octubre 22 de 2024
Las remuneraciones reales en el país crecieron 3,8% en el octavo mes del año, informó el INE.
La mayor alza del año registraron las remuneraciones de los trabajadores en Chile en agosto y encadenaron 18 meses consecutivos de incrementos.
Según informó esta mañana el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), las remuneraciones medidos en términos nominales crecieron 8,7% en el octavo mes del año, mientras que los sueldos reales -sin considerar el ajuste por IPC- crecieron 3,8% en doce meses.
Con esto, los salarios reales acumulan una variación de 2,2% en lo que va de 2024.
Los costos laborales, por otra parte -según el INE- subieron 8,9% en el mismo mes.
Por sector económico, comercio, industria manufacturera y construcción consignaron las mayores incidencias anuales positivas tanto en sueldos como costos laborales.
La remuneración media por hora ordinaria se situó en $6.582, anotando un alza interanual de 9,6%. Para las mujeres, el valor alcanzó $6.382, lo que significó una variación anual de 9,7%; mientras que para los hombres se situó en $6.765, registrando un aumento de 9,5% en el mismo período.
El costo laboral medio por hora total fue $7.535, consignando un crecimiento de 9,4% en doce meses. Este valor se ubicó en $7.281 para las mujeres, con un alza de 9,5%, y en $7.768 para los hombres, con un aumento de 9,4% en el mismo período.
Asimismo, la brecha de género de la remuneración media por hora ordinaria fue -5,7%; mientras que la del costo laboral medio por hora total fue -6,3%.
Caen los avisos laborales
Por otra parte, el Índice de Avisos Laborales de Internet (IALI) que realizó el Banco Central mostró que estos siguieron cayendo en septiembre.
En concreto, en el noveno mes del año la baja fue del 16%, siguiendo con los retrocesos que iniciaron en junio de 2022.
Este índice corresponde al promedio simple de los avisos publicados en los principales portales de empleo web en Chile, con cobertura a nivel nacional.
Fuente: Emol economía, octubre 07 de 2024
La tasa de desocupación en el país llegó a 8,9%, mientras que la informalidad subió por décimo trimestre consecutivo.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó esta mañana que la tasa de desempleo en Chile fue de 8,9%, durante trimestre junio-agosto de acuerdo con la Encuesta Nacional de Empleo (ENE).
Si bien la cifra significó un pequeño descenso de 0,1 puntos porcentuales (pp.) respecto al mismo periodo del año pasado, se trata del mayor nivel de desocupación que ha registrado el mercado laboral en lo que va de 2024.
Según señaló el INE en su reporte, el número se explica un alza de la fuerza de trabajo (2,4%) menor a la presentada por las personas ocupadas (2,5%). Por su parte, las personas desocupadas aumentaron 1,4%, incididas únicamente por quienes se encontraban cesantes (2,3%).
Respecto al mismo período del año anterior, las tasas de participación y de ocupación se situaron en 61,8% y 56,3%, creciendo 0,9 pp., en ambos casos. Por su parte, la población fuera de la fuerza de trabajo disminuyó 1,4%, influida por las personas inactivas habituales (-1,3%) e iniciadoras (-41,2%).
En el periodo se crearon 229.621 nuevos empleos en comparación con el año pasado, de los cuales 140.921 son informales. Es decir, del total de empleos generados, el 61% es gracias a la informalidad.
De hecho, la tasa de informalidad se ubicó en 27,6%, subiendo 0,9 puntos porcentuales respecto al año pasado. Con esto, encadenó 10 trimestres consecutivos de aumentos. Hay 2.547.138 trabajadores informales en el país, de un total de 9.235.064 de ocupados.
Región Metropolitana
En la Región Metropolitana, la tasa de desocupación del trimestre junio-agosto de 2024, alcanzó 9,2% con un descenso de 0,4 puntos porcentuales (pp.) en doce meses. En el mismo período, la estimación del total de la población ocupada creció 2,3%, incidida, según sector económico por comercio (4,5%), enseñanza (5,7%) y administración pública (7,6%).
Por sexo
En las mujeres, la tasa de desocupación alcanzó 9,4%, aumentando 0,1 pp. en el período, producto del ascenso de 2,7% de la fuerza de trabajo, mayor al de 2,5% registrado por las mujeres ocupadas.
Las desocupadas crecieron 3,8%; mientras que las tasas de participación y ocupación se situaron en 52,6% y 47,7%, incrementándose 0,9 pp. y 0,8 pp., respectivamente. Las mujeres fuera de la fuerza de trabajo, por su parte, descendieron 1%.
En los hombres, la tasa de desocupación fue 8,5%, con una disminución de 0,3 pp. en un año, a raíz del incremento de 2,3% de la fuerza de trabajo, menor al 2,6% registrado por los hombres ocupados. Los desocupados, en tanto, descendieron 0,6%, incididos únicamente por aquellos que buscan trabajo por primera vez (-9,7%).
Por su parte, las tasas de participación y ocupación se situaron en 71,4% y 65,3%, expandiéndose 0,9 pp. y 1 pp., respectivamente. Los hombres fuera de la fuerza de trabajo se redujeron 2,3%.
Alza de personas ocupadas
En doce meses, la estimación del total de personas ocupadas creció 2,5%, incidida tanto por los hombres (2,6%) como por las mujeres (2,5%).
Los sectores que contribuyeron al aumento de la población ocupada fueron comercio (4,1%), enseñanza (3,8%) y administración pública (3,6%), en tanto que, por categoría ocupacional, el alza se observó en personas asalariadas formales (3,6%) y trabajadoras por cuenta propia (1,2%).
Estacionalidad
La tasa de desocupación ajustada estacionalmente (que elimina los efectos de los factores exógenos estacionales de naturaleza no económica que influyen en su comportamiento coyuntural) se situó en 8,7%, aumentando 0,2 pp. con respecto al trimestre móvil anterior.
Horas de trabajo e indicadores de subutilización de la fuerza de trabajo
En doce meses, el volumen de trabajo, medido a través del número total de horas efectivas trabajadas por las personas ocupadas, ascendió 1,1%, mientras que el promedio de horas trabajadas decreció 1,5%, llegando a 37 horas. Según sexo, el promedio de horas para los hombres fue 39,3 y para las mujeres, 33,9 horas.
La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial alcanzó 16,8%, con una reducción de 0,3 pp. en el período. En los hombres se situó en 14,8% y en las mujeres, en 19,3%. La brecha de género fue 4,5 pp.
Fuente: Emol economía, septiembre 30 de 2024
“El reconocimiento a la actividad empresarial se ha ido perdiendo en Chile en los últimos años”, sostuvo el presidente de ASIMET, Fernando García, al intervenir en el Foro de la Industria que organiza el gremio, oportunidad en que dio a conocer los resultados de una encuesta que reveló que un 80% de las empresas del sector metalúrgico metalmecánico se sienten poco o muy poco valoradas por el Gobierno.
“Como gremio nos preocupa que los distintos estamentos que conforman nuestra sociedad no logren valorar el aporte que la iniciativa privada realiza al país y a los chilenos. Es imperativo que los gobiernos, la sociedad civil y la ciudadanía en general apoyen y reconozcan la importancia estratégica del sector privado y creen un entorno propicio para su desarrollo”, sostuvo García.
Con relación al reconocimiento a la actividad empresarial por parte de la sociedad, el dirigente gremial indicó que las cifras de la muestra son más alentadoras, con un 45,6% de los encuestados que señalan que se sienten valorados, “pero igual hay un porcentaje alto de casi el 40% de las empresas que se consideran poco reconocidas por la sociedad”, sostuvo.
Respecto de la valoración por parte del Estado, García indicó que la encuesta muestra resultados bastante más positivos, con un 60% que considera que su actividad ha sido valorada y muy valorada por ese estamento en los últimos 30 años.
La consulta también indagó con relación al entorno que existe hoy en Chile para que las empresas se puedan desarrollar. “Aquí los resultados fueron bien enfáticos: El 88,3% considera como poco o muy poco favorable el entorno en el que deben ejercer sus actividades las empresas hoy en Chile, y solo el 4,4% lo califica como favorable. Además, un 70,6% señaló que las empresas no tienen suficientes incentivos para contribuir al desarrollo económico y social del país”, indicó el presidente de ASIMET.
Por último, la muestra arrojó un resultado que García calificó como “muy preocupante y que nos motiva como ASIMET a impulsar diálogos y conversaciones con las autoridades, y es que un 73,5% de las empresas califica como poco o muy poco efectiva la colaboración que existe hoy entre el Gobierno y el sector privado para abordar los desafíos económicos y sociales que tiene Chile”.
“Se debe equilibrar el aumento de costos”
El presidente de ASIMET comentó que el sector privado está consciente que lograr un mayor reconocimiento por parte de la sociedad conlleva también avanzar en una serie de desafíos por parte de las empresas, “no solo para mejorar su eficiencia operativa, sino también para cumplir con prácticas de compliance, formación y desarrollo de personas y aquellas que permitan contribuir de manera más efectiva al desarrollo sostenible y al bienestar social, compromisos que estamos dispuestos a abordar”, subrayó.
Respecto de la actual colaboración empresa y Gobierno, García señaló que es prioritario equilibrar el aumento de costos que ha tenido en los últimos años la industria nacional. “Vemos ahora con preocupación la iniciativa de la negociación ramal que va a afectar nuestra competitividad. Estamos de acuerdo en que las empresas deben velar por el bienestar social de sus colaboradores, con medidas como el aumento del salario mínimo, la reducción de la jornada laboral o el próximo aumento de las cotizaciones previsionales. Pero estas medidas deben venir aparejadas de otras que compensen y logren equilibrar ese mayor gasto, para que la industria pueda seguir compitiendo. Esto solo se logra aumentando la productividad, y en esta materia el Estado tiene mucho qué hacer, sobre todo en el campo de la educación, implementando mejoras sustanciales en la calidad del sistema, y fomentando la innovación y la tecnología” sostuvo.
Finalmente, el dirigente gremial recordó que las empresas privadas son generadoras de riqueza, innovación y contribuyentes clave a través de los impuestos que pagan. “Estos ingresos fiscales son fundamentales para financiar servicios públicos esenciales como educación, salud e infraestructura, que son indispensables para el bienestar y el desarrollo de la sociedad. Por lo tanto, un sector privado próspero no solo promueve el crecimiento económico, sino que también fortalece la capacidad del Estado para cumplir con sus responsabilidades sociales”, concluyó.
Fuente: Diario Estrategia, agosto 29 de 2024
La informalidad, nuevamente, empujó la creación de empleos en el país. Del total de puestos de trabajo creados en un año, casi 60% fueron informales.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó esta mañana que la tasa de desempleo en Chile fue de 8,7%, durante trimestre móvil mayo-julio 2024, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Empleo (ENE).
La cifra significó un descenso de 0,1 pp. en doce meses, debido a que el alza de la fuerza de trabajo (2,4%) fue menor a la presentada por las personas ocupadas (2,5%). Por su parte, las personas desocupadas aumentaron 1,4%, incididas únicamente por quienes se encontraban cesantes (2,1%).
Respecto al mismo periodo del año anterior, las tasas de participación y de ocupación se situaron en 61,9% y 56,5%, creciendo 0,9 pp., en ambos casos. Por otra parte, la población fuera de la fuerza de trabajo disminuyó 1,4%, influida por personas inactivas habituales (-1,2%) e iniciadoras (-35,9%).
Los ocupados en dicho trimestre llegaron a 9.257.480 personas, 228.833 trabajadores ocupados más que hace un año. Sin embargo, la gran mayoría de esos nuevos empleos fueron informales, un total de 130.745, mientras que solo 98.088 fueron formales.
Es decir, el 57% de los empleos que se generaron en el país en un año fueron informales.
Del total de ocupados, 2.556.530 son informales, una tasa de informalidad que llegó al 27,6%, subiendo nuevamente en comparación a 12 meses atrás.
En concreto, la tasa de informalidad presentó un alza de 0,7 pp. en un año, encadenando su noveno trimestre consecutivo de alzas.
Región Metropolitana
En la Región Metropolitana, la tasa de desocupación del trimestre mayo – julio de 2024, alcanzó un 8,8%, con un descenso de 0,5 pp. en doce meses.
En el mismo período, la estimación del total de la población ocupada creció 2,3%, incidida, según sector económico, por comercio (5,9%), enseñanza (5,4%) y administración pública (7,3%).
Por sexo
En las mujeres, la tasa de desocupación se situó en 9,1%, aumentando 0,1 pp. en doce meses; debido a que el alza de la fuerza de trabajo (2,6%) fue mayor al de las ocupadas (2,5%).
Las desocupadas crecieron 4,1%; mientras que las tasas de participación y ocupación se situaron en 52,6% y 47,8%, incrementándose 0,9 pp. y 0,7 pp., respectivamente. Las mujeres fuera de la fuerza de trabajo, por su parte, descendieron 0,9%.
En los hombres, la tasa de desocupación fue 8,3%, con una disminución de 0,3 pp. en doce meses, a raíz del incremento de 2,3% de la fuerza de trabajo, menor al 2,6% registrado por los hombres ocupados. L
Los desocupados, en tanto, descendieron 0,8%, incididos por los cesantes (-0,6%) y aquellos que buscan trabajo por primera vez (-2,6%). La tasa de participación llegó a 71,6% y la tasa de ocupación se situó en 65,6%, con variaciones de 1,0 pp. y 1,1 pp., respectivamente. Los hombres fuera de la fuerza de trabajo se redujeron 2,3%.
Alza de personas ocupadas
En doce meses, la estimación del total de personas ocupadas experimentó un alza de 2,5%, incidida tanto por los hombres (2,6%) como por las mujeres (2,5%).
Los sectores que contribuyeron al aumento de la población ocupada fueron comercio (3,3%), administración pública (5,7%) y enseñanza (4,0%); mientras que, por categoría ocupacional, el alza se observó en personas asalariadas formales (3,3%) y trabajadoras asalariadas informales (4,2%).
Estacionalidad
La tasa de desocupación ajustada estacionalmente (que elimina los efectos de los factores exógenos estacionales de naturaleza no económica que influyen en su comportamiento coyuntural) se situó en 8,5%, aumentando 0,1 pp. con respecto al trimestre móvil anterior.
Horas de trabajo e indicadores de subutilización de la fuerza de trabajo
En doce meses, el volumen de trabajo, medido a través del número total de horas efectivas trabajadas por las personas ocupadas, descendió 0,1%; mientras el promedio de horas trabajadas decreció 2,6%, llegando a 36,8 horas. Según sexo, el promedio de horas para los hombres fue 39,0 y para las mujeres, 33,9 horas.
La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial alcanzó 16,4%, con una reducción de 0,3 pp. en el período. En los hombres se situó en 14,5% y en las mujeres, en 18,7%. La brecha de género fue 4,2 pp.
Fuente: Emol economía, agosto 29 de 2024
Desde el 1 de agosto, la norma exigirá a las empresas implementar protocolos de prevención contra el acoso laboral, sexual y la violencia en el trabajo, introduciendo nuevas definiciones y eliminando la exigencia de reiteración.
A partir del 1 de agosto, empleadores y trabajadores de todo el país estarán bajo la lupa en cuanto a la convivencia laboral, con la entrada en vigencia de la Ley Karin (Ley N° 21.643). Esta nueva normativa sobre acoso laboral, sexual y violencia en el trabajo establece definiciones renovadas y obliga a todas las empresas, incluyendo edificios residenciales, a implementar un protocolo de prevención.
Según Lucía Debesa, experta en Derecho Laboral y académica de la Facultad de Derecho de la Universidad Finis Terrae, «la Ley Karin introduce una modificación muy relevante a la definición de acoso laboral: elimina la exigencia de reiteración. De ahora en adelante, una sola conducta puede ser considerada acoso laboral, sin necesidad de que sea repetida en el tiempo».
La normativa también incorpora la definición de conductas de violencia en el trabajo, incluyendo aquellas perpetradas por terceros ajenos a la relación laboral, como clientes o proveedores. Estos comportamientos tendrán que ser prevenidos, investigados y sancionados por los empleadores, quienes tienen la responsabilidad de proteger a los trabajadores afectados.
Esta ley surge a raíz del caso de Karin Salgado, una técnico de enfermería del Hospital Herminda Martín en Chillán, quien se suicidó en noviembre de 2019 tras denunciar persecución y hostilidad en su entorno laboral, situación que empeoró cuando un sumario redujo su sueldo a la mitad.
Las acciones que debe tomar un empleador
De acuerdo con Ignacio Cartes, abogado de Lizama Abogados, el primer paso que debe tomar el empleador es decidir si la investigación se llevará a cabo internamente, a través de la Dirección del Trabajo, o por un tercero especializado. Esta decisión es necesaria para implementar rápidamente las medidas de resguardo pertinentes y cumplir con los plazos establecidos por la normativa para proteger al trabajador o trabajadora denunciante.
“Desde el mismo momento que el empleador recibe la denuncia, debe de inmediato evaluar conforme a la gravedad, seguridad y condiciones de trabajo una o más medidas de resguardo. La ley de forma no taxativa nos propone la separación de espacios físicos, la redistribución de jornada o la atención psicológica temprana, entre otras. Cabe señalar que durante el desarrollo de la investigación, se podrá adoptar nuevas o modificar las medidas de resguardo establecidas en su comienzo”.
Ignacio Cartes, abogado de Lizama Abogados
Por su parte, Ricardo de Pablo, Gerente Legal de Defontana -Software ERP para la gestión de pymes-, señala que la normativa no especifica las medidas exactas que debe tomar el empleador, permitiendo a las empresas adoptar las protecciones más adecuadas para cada situación. “Por ello, es necesario que las empresas capaciten a sus áreas de recursos humanos en temas de acoso y violencia laboral, y mantengan contacto con el organismo administrador del seguro -ley 16.744-, que pueda ofrecer asesoría útil”, afirmó De Pablo.
Desafíos y complejidades de la norma
La eliminación de la exigencia de reiteración en casos de acoso laboral plantea ciertos desafíos. «Una dificultad que veo es que la consideración de acoso podría quedar sujeta a la sensibilidad de la persona trabajadora que denunció», comentó Debesa. Esto podría complicar la determinación en casos de una sola conducta, como un incidente aislado de levantar la voz, señala la académica.
El vocero de Defontana añadió que las empresas también enfrentarán el desafío del cambio cultural necesario para adaptarse a este nuevo estándar. Será fundamental que las estructuras internas y las jefaturas se ajusten a los requisitos impuestos por la nueva normativa.
“Asimismo, un aspecto complejo, en especial para las pymes, es la estructura organizacional que exige la implementación de la Ley Karin, ya que los emprendedores no cuentan con grandes estructuras organizacionales o un backoffice que pueda absorber a cabalidad este nuevo desafío organizacional que se les presenta. Por ello, es importante la propuesta de herramientas tecnológicas que permitan simplificar y facilitar algunos procesos, en especial todo lo que implica la formalidad de la denuncia, declaración del denunciado, testigos y seguimiento de la investigación”.
Ricardo de Pablo, Gerente Legal de Defontana
En ese sentido, explicaron los expertos, esta nueva ley viene a reconocer expresamente que las relaciones laborales deberán siempre fundarse en un trato libre de violencia, compatible con la dignidad de la persona y con perspectiva de género.
Ignacio Cartes, coincidió en que el principal desafío va a ser cambiar el paradigma de la cultura de cómo hacer las cosas. “El foco de la Ley Karin es un enfoque preventivo al interior de la empresa, que va a consistir desde la capacitación de sus trabajadores, informar los canales de denuncia y procesos de investigación. En vez de ser reactivos a un hecho que ya haya sucedido, debemos activamente transformar la cultura organizacional”, señaló el abogado laboral.
Adicionalmente, la Ley 21.643 incorpora la perspectiva de género, por tal razón las investigaciones deberán ser conducidas por un trabajador con formación en acoso, género o derechos fundamentales, advirtió Cartes.
Las conductas que serán sancionadas
La ley establece un marco obligatorio para que las empresas con más de 10 empleados incorporen en sus reglamentos internos un protocolo de prevención del acoso sexual, laboral y la violencia en los entornos de trabajo.
En esa línea, la normativa establece una serie de conductas punibles según los protocolos. En el ámbito del acoso sexual, sancionará a quienes presionen a alguien para realizar una actividad sexual contra su voluntad mediante amenazas o manipulación. En cuanto al acoso laboral, castigará el uso de nombres ofensivos, comentarios malintencionados, gritos, insultos, sexismo, mansplaining, hostigamiento y humillación en diversas formas. El protocolo completo está disponible en el sitio web de la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso).
Un punto importante a destacar, es que de acuerdo al instructivo de la Contraloría General de la República que fue publicado el 19 de julio, las denuncias deben incluir la identificación del denunciante y del denunciado, descartando las denuncias anónimas en estos casos. Además, señala que los denunciantes deben activar primero los procedimientos internos de la entidad empleadora antes de recurrir directamente al órgano fiscalizador.
“Aquí toma mucha relevancia los principios de reserva y confidencialidad y el principio de no represalias, de manera de asegurar a la víctima que su denuncia será tratada seriamente, con la reserva debida y que no habrá represalias por haber denunciado un hecho que puede constituir un acoso sexual, laboral o violencia en el trabajo”, concluyó De Pablo.
Fuente: Emol, Portal Pyme, agosto 01 de 2024
En total, las personas ocupadas llegaron a 9.321.380, lo que representa 286.266 puestos de trabajo más que en el mismo periodo del año pasado.
La tasa de desocupación en Chile se ubicó en 8,3% en el trimestre abril-junio de 2024, de acuerdo con la Información entregada por la Encuesta Nacional de Empleo, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Con esto, registra una caída de 0,2 puntos porcentuales (pp.) en 12 meses.
En la Región Metropolitana, en tanto, la tasa de desocupación del trimestre abril-junio de 2024, alcanzó un 8,2%, con un descenso de 0,8 pp. en doce meses.
En las mujeres, la tasa de desocupación se situó en 9,0%, aumentando 0,1 pp. en doce meses. En tanto, en los hombres,fue 7,9%, con una disminución de 0,3 pp. en el mismo periodo.
En cuanto a las personas ocupadas, el INE destacó un aumento de 3,2% en doce meses. En total, estas llegaron a 9.321.380 en el país, lo que representa 286.266 puestos de trabajo más que en el mismo periodo del año pasado.
Los sectores que contribuyeron al aumento de la población ocupada fueron comercio (3,7%), administración pública (10,4%) y enseñanza (4,3%); mientras que por categoría ocupacional, el alza se observó en personas asalariadas formales (3,6%) y trabajadoras por cuenta propia (3,3%).
Informalidad vuelve a subir
Por otra parte, la tasa de ocupación informal volvió a subir y se ubicó en 28,2%, con un alza de 1,0 pp. en un año. Así, las personas ocupadas informales aumentaron 7,2%, incididas tanto por las mujeres (8,1%) como por los hombres (6,4%).
En esa línea, el número de trabajadores informales creció en 176.197 en en un año. Con esto hay un total de 2.631.514 personas informales en Chile.
Los sectores económico con mayor informalidad son el comercio (11%) y transporte (14,4%), mientras que por categoría ocupacional incidió trabajadores por cuenta propia (10,1%).
Horas de trabajo
En relación al volumen de trabajo, medido a través del número total de horas efectivas trabajadas por las personas ocupadas, ascendió 1,1%. En tanto, el promedio de horas trabajadas decreció 2,1%, llegando a 37,3 horas. Según sexo, el promedio de horas para los hombres fue 39,4 y para las mujeres, 34,4 horas.
La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial alcanzó 15,7%, con una reducción de 0,6 pp. en el período. En los hombres se situó en 13,7% y en las mujeres, en 18,3%. La brecha de género fue 4,6 pp.
Fuente: Emol economía, julio 31 de 2024
Durante el mes de julio, el Gobernador Regional de O’Higgins Pablo Silva Amaya, junto a alcaldes, consejeros regionales y nuestra nueva empresa socia KYB Chile, participaron de la entrega de 33 clínicas móviles que serán distribuidas en 33 comunas de la región de O’Higgins.
Se trata de un proyecto emblemático de salud pública que busca garantizar prestaciones en los sectores rurales más alejados para más de 860 mil personas beneficiadas y con una inversión de 4.420 millones de pesos.
Estas 33 unidades móviles se encuentran totalmente equipadas para brindar una atención óptima a los usuarios, facilitando su atención primaria a las distintas comunas y descongestionar los centros de salud, que muchas veces se encuentran alejadas de algunas localidades.
Marco Bezares, director ejecutivo de KYB Chile, comentó que “es el primer proyecto de un gobierno regional, que ejecuta esta gran compra de 33 clínicas móviles completamente equipadas para la atención de pacientes, con rampa para personas en situación de discapacidad, generadores de electricidad de baterías de litio para evitar la contaminación acústica, aire acondicionado y todos los utensilios propios del área de la salud”.
KYB Chile se enorgullece de haber contribuido de manera tangible al desarrollo y mejoramiento del sistema de salud pública en Chile. Este proyecto no solo refleja nuestro compromiso con la excelencia y la innovación, sino también nuestro firme propósito de hacer una diferencia positiva en las comunidades que servimos.