Según el Banco Central, el PIB del tercer trimestre presentó un alza mayor al 0,2% estimado preliminarmente.
La economía chilena dejó atrás tres trimestres consecutivos de caídas anuales y se expandió 0,6% entre julio y septiembre de 2023 -en comparación al mismo periodo del año pasado-, un crecimiento mayor al 0,2% estimado preliminarmente, según informó esta mañana el Banco Central.
Además, según el informe de Cuentas Nacionales del tercer trimestre, en términos desestacionalizados el PIB chileno se expandió 0,3% en comparación al trimestre anterior.
En tanto, el informe agregó que «el PIB no minero presentó una variación de -0,1% en doce meses, mientras que en términos desestacionalizados creció 0,2% respecto al trimestre anterior».
«El trimestre presentó un día hábil menos que el mismo período de 2022, registrando un efecto calendario de -0,1 puntos porcentuales», agregó.
Dicho eso, el Banco Central expuso que la variación anual del PIB en el tercer trimestre se explicó, principalmente, «por el aumento de las actividades de minería, servicios personales y EGA».
En contraste, continuó, «las principales incidencias a la baja se registraron en los sectores de comercio, servicios empresariales, transporte e industria manufacturera».
«En términos desestacionalizados, la variación trimestral del PIB fue determinada por el dinamismo de EGA y, en menor medida, por el crecimiento de la minería», añadió.
Desde la perspectiva del gasto, el desempeño de la actividad económica estuvo determinado por un aumento de las exportaciones netas que fue compensado por una menor demanda interna. Mientras que el consumo de los hogares se redujo en 3,6%.
A su vez, la inversión cayó incidida, principalmente, por la variación de existencias, la que alcanzó en doce meses un ratio de -1,3% del PIB. La formación bruta de capital fijo (FBCF) también retrocedió (-4,1%), en particular el componente asociado a maquinaria y equipo.
«Por otro lado, las exportaciones netas presentaron la mayor contribución al crecimiento del PIB, efecto que fue explicado en gran medida por la caída de las importaciones. En tanto, las exportaciones aumentaron marginalmente», acotó el informe.
Por último, el Banco Central aclaró que «con la política de revisiones de las cuentas nacionales, el PIB del primer y segundo trimestre se revisaron al alza, de -0,8 a -0,7% el primero y de -1,1 a -0,8% el segundo».
Fuente: Emol economía, noviembre 20 de 2023
Las firmas consultadas por el Banco Central muestran mayores dudas respecto al desempeño económico del próximo año, identificando más focos de incertidumbre que en sondeos pasados.
Los negocios han empeorado y no se espera una mejora para 2024, advierten las empresa del país según el Informe de Percepciones de Negocios de noviembre de 2023 publicado esta mañan por el Banco Central.
Es que el bajo dinamismo de la actividad y, en consecuencia, la débil demanda, está impactando en las operaciones de las firmas chilenas, de acuerdo con la información levantada por el instituto emisor en octubre y plasmada en el mecionado informe, el cual se publica cuatro veces al año.
Las empresas perciben que la economía presenta un bajo dinamismo de la actividad y la demanda. Sobre el desempeño de sus negocios, la mayoría de los participantes señala que ha seguido empeorando durante el último trimestre», señaló el documento.
Esto último, lo «atribuyen a un incremento algo más marcado de sus costos en lo reciente, relacionado en parte con el aumento del tipo de cambio y del precio de los combustibles», agregó.
Complicaciones que solo pueden traspasar «parcialmente» a los precios finales. Todo, en medio de «una demanda debilitada, lo que conlleva una contracción mayor de los márgenes de ganancia».
Ahora bien, según el Central, existe heterogeneidad entre los sectores económicos tanto en la percepción del alza reciente de los costos como en la posibilidad de su traspaso a los precios. «Sin embargo, dicha capacidad de traspaso se percibe algo menor a lo habitual, debido principalmente a la debilidad de la demanda», señaló el informe.
El documento también expuso que el mercado laboral continúa holgado, con niveles de dotación algo por debajo de lo declarado en julio.
En ese sentido, las empresas señalan una «disponibilidad mayor de personas buscando empleo, reflejada en el número de candidatos para sus procesos de contratación». Por su parte, las condiciones financieras se consideran «estrechas», principalmente por las altas tasas de interés.
«Las empresas esperan que durante 2024 su desempeño sea similar o levemente inferior al del presente. Esto contrasta con las expectativas del trimestre previo, donde esperaban que su desempeño mejorara en los próximos doce meses. Los entrevistados igualmente muestran mayores dudas de cara a 2024 e identifican más focos de incertidumbre que en Informes pasados»
Informe de Percepciones de Negocios noviembre 2023, Banco Central
En cuanto a las proyecciones del próximo año, «las empresas esperan que durante 2024 su desempeño sea similar o levemente inferior al del presente».
Esto último, contrasta con las expectativas del trimestre previo, donde esperaban que su desempeño mejorara en los próximos doce meses.
Sin embargo, según el informe, «los entrevistados igualmente muestran mayores dudas de cara a 2024 e identifican más focos de incertidumbre que en Informes pasados«. Entre los factores que inciden en las perspectivas, se espera un incremento más intenso de los costos y un debilitamiento mayor de la demanda.
Ello concuerda con expectativas para los precios de venta que aumentan de forma muy leve y perspectivas de márgenes de ganancia que se contraen con mayor intensidad. En línea con el desempeño esperado, las empresas anticipan que sus dotaciones futuras serán similares o algo menores a las actuales.
«En relación con las expectativas de inflación, el porcentaje de empresas que espera que sea menor o similar a lo normal durante los próximos doce meses se reduce, mientras que aumentan aquellas que prevén que la inflación sea levemente superior a lo normal»
Informe de Percepciones de Negocios noviembre 2023, Banco Central
En tanto, cerca de un tercio de las empresas contempla invertir en 2024, proyección que es ligeramente mayor a lo reportado para 2023 en la medición de hace un año.
Por su parte, aquellas empresas que no prevén invertir siguen diciendo como razón principal la incertidumbre económica, a lo que se ha sumado una progresiva preocupación por el desempeño de la demanda.
Por último, en relación con las expectativas de inflación, el porcentaje de empresas que espera que sea menor o similar a lo normal durante los próximos doce meses se reduce, mientras que aumentan aquellas que prevén que la inflación sea levemente superior a lo normal.
Fuente: Emol economía, noviembre 07 de 2023
El dato se ubicó dentro de las expectativas del mercado.
La economía chilena esquivó una nueva baja y anotó una nula variación en septiembre -en comparación al mismo mes del año pasado-, según el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) publicado esta mañana por el Banco Central.
Por su parte, la serie desestacionalizada anotó un aumento de 0,6% respecto del mes precedente y creció 0,2% en doce meses. El mes registró un día hábil menos que septiembre de 2022.
El dato del rendimiento de la economía en el noveno mes del año se posicionó dentro de las expectativas del mercado, las cuales, en todo caso, se ubicaban en un amplio rango que iba desde una caída de 1% hasta un avance de 0,4%.
Según el comunicado del Banco Central, el resultado del Imacec se explicó por el crecimiento de la minería y el resto de bienes, compensado por las caídas de los servicios, el comercio y la industria.
En tanto, «el aumento del Imacec en términos desestacionalizado fue determinado por el desempeño de la minería y el resto de bienes», añadió.
A su vez, el Imacec no minero presentó una disminución de 1,2% en doce meses, mientras que en términos desestacionalizados creció 0,2% respecto del mes anterior.
Producción de bienes
La producción de bienes creció 4,3%, resultado que se explicó por el aumento de 6,3% de la minería, seguido del resto de bienes que presentó un incremento de 5,1%, en particular por el valor agregado de la generación eléctrica. En contraste, la industria presentó una caída de 1,0%.
En términos desestacionalizados, la producción de bienes exhibió un aumento de 1,8% respecto del mes precedente, explicado por el desempeño de la minería y el resto de bienes con crecimientos de 2,9% y 1,8%, respectivamente. Por su parte, la industria creció 0,1%.
Comercio
Según el instituto emisor, la actividad comercial presentó una disminución de 5,1% en términos anuales.
«Este resultado fue determinado por el comercio minorista, donde destacaron las menores ventas en supermercados, grandes tiendas y ferreterías; seguido por el comercio automotor», sostiene el comunicado.
En menor medida, incidió en el resultado la caída del comercio mayorista, explicado principalmente por las menores ventas de enseres domésticos y materiales para la construcción.
Las cifras desestacionalizadas mostraron una contracción de 0,7% respecto del mes anterior, explicado por el comercio automotor y mayorista.
Servicio
Por su parte, los servicios cayeron 1,0% en términos anuales, determinado por los servicios empresariales y de transporte.
Las cifras ajustadas por estacionalidad «dieron cuenta de un crecimiento de 0,1% respecto del mes precedente, incidido por los servicios personales, en particular los de educación. Compensaron en parte este resultado, las caídas de los servicios empresariales y el transporte».
Fuente: Emol economía, noviembre 02 de 2023
Mientras que el Índice de Actividad del Comercio disminuyó 3,7% interanualmente en en el noveno mes del año.
Una buena señal fue la que entregó el Índice de Producción Industrial (IPI) de septiembre de 2023, ya que arrojó un alza de doce meses de 1,5%. Se trata de la mayor cifra desde diciembre de 2021, hace casi dos años.
Según detalló el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el resultado se explicó por el aumento registrado en los sectores minería y electricidad, gas y agua.
El Índice de Producción Minera (IPMin) fue el que más determinó el resultado, al crecer 4,3% en relación con septiembre de 2022, como consecuencia de la mayor actividad registrada en los tres tipos de minería que lo componen.
Le siguió en incidencia el Índice de Producción de Electricidad, Gas y Agua (IPEGA), el cual creció 2% respecto a igual mes del año anterior, debido a que dos de las tres actividades que lo componen presentaron aumentos.
El Índice de Producción Manufacturera (IPMan), en tanto, anotó una baja interanual de 1,1%, explicado, en gran medida, por la disminución de 8,4% en elaboración de bebidas alcohólicas y no alcohólicas
Índice de Actividad del Comercio
En tanto, el comercio no ha logrado repuntar y registró una disminución interanual de 3,7% en septiembre, incidida por la baja en las tres divisiones que lo componen, acumulando una contracción de 5,1% al noveno mes del año.
El comercio al por menor -excepto el de vehículos automotores y motocicletas- fue el que más impactó en la variación interanual del Índice de Actividad del Comercio (IAC), al anotar una caída de 5,1% y restar 2,062 puntos porcentuales. En ello influyó, principalmente, el descenso en otras actividades de venta al por menor en comercios no especializados.
A su vez, comercio al por mayor y al por menor y reparación de vehículos automotores y motocicletas decreció 9% en doce meses, influyendo -1,308 puntos porcentuales en la variación del IAC, como consecuencia, en mayor medida, de la baja en venta de vehículos automotores.
Por su parte, comercio al por mayor, excepto el de vehículos automotores y motocicletas, anotó una reducción interanual de 0,8% e incidió -0,347 puntos porcentuales, debido, fundamentalmente, al descenso en venta al por mayor de materiales de construcción, artículos de ferretería y equipo y materiales de gasfitería y calefacción.
Respecto al Índice de Ventas de Supermercados (ISUP) a precios constantes disminuyó 1,8% en doce meses. La serie desestacionalizada y corregida de efecto calendario anotó un aumento mensual de 0,6% y una baja interanual de 4,7%.
Fuente: Emol economía, octubre 31 de 2023
Datos liberados por el servicio sobre la Operación Renta 2023 (año comercial 2022) muestran un alza de la participación de las grandes firmas en todos los indicadores de actividad. El comercio lideró entre los rubros inscritos.
El año 2022 fue un período de normalización para la economía chilena, que dejó atrás dos años previos marcados por números extremos.
Así, luego de caer un 6,1% en 2020, el primer año de la pandemia del Covid-19, y rebotar con una histórica expansión de un 11,7% en 2021 -de la mano de las masivas inyecciones de liquidez en los bolsillos de las personas-, en 2022 el Producto Interno Bruto (PIB) mejoró 2,4%, ubicándose en línea con la tendencia de largo plazo.
Esa normalización en el nivel de actividad también se reflejó en los indicadores que reportaron los contribuyentes al Servicio de Impuestos Internos (SII) en el marco de la Operación Renta 2023 que tiene como base la información comercial del 2022.
Se informaron 36.293 millones de Unidades de Fomento (UF) en ventas facturadas el año pasado, lo que se traduce en más de cuatro veces el PIB total del país, que ronda los US$ 300 mil millones.
Según antecedentes del organismo, el año pasado la cantidad de empresas en el país superó por primera vez el 1,5 millón, lo que se traduce en un incremento de 4,3% respecto a 2021.
Si bien este dato es superior a la expansión del Producto total, implica una ralentización si se compara con el 8,5% de avance que anotó en el histórico 2021, siendo aquel el crecimiento más alto de las últimas dos décadas.
Donde también se reflejó el regreso de la actividad hacia cifras más habituales fue en las ventas declaradas por los contribuyentes en los formularios de impuestos. Así, se informaron 36.293 millones de Unidades de Fomento (UF) facturados el año pasado, lo que se traduce en US$ 1.410.563 millones, más de cuatro veces el PIB total del país, que ronda los US$ 300 mil millones.
Las ventas reportadas se expandieron un 14,7% el año pasado, muy lejos de la variación de 29,3% en el conjunto del ejercicio 2021.
Un tercer indicador relevante de actividad es el nivel de ocupación que informan las empresas de distinto tamaño. En 2022, se superó por primera vez los 10 millones de trabajadores dependientes, un incremento de 3,5%, que -otra vez- fue menor que el 8,7% anotado en el histórico 2021.
Las grandes dominan
Se suele decir que las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipyme) son el motor de la economía, al tener un rol protagónico en las ventas y el empleo total. Aquello es desmitificado por los datos del SII.
Según lo informado en la Operación Renta, las Mipyme representaron un 77,4% del total de las compañías en el país durante el año pasado, aumentando su participación desde el 76,8% del año previo. Sin embargo, explican apenas un 11,7% de las ventas facturadas en el país, perdiendo 1,1 punto porcentual de peso relativo en un año.
¿Y en empleo? Un 43,3% de los trabajadores se desempeña en una Mipyme, nueve décimas por debajo del año previo.
Esto significa que siendo apenas un 1,2% de las sociedades inscritas, las grandes empresas explican el 88,2% de las ventas en todo el país, o sea, 1,1 punto porcentual de alza anual; y el 49,5% del empleo total, ocho décimas de mayor participación que hace un año.
Situación por rubros económicos
Al igual que en años previos, el comercio al por mayor y al por menor, reparación de vehículos automotores y motocicletas, fue la actividad económica donde se concentraron los contribuyentes, con 467.302 inscritos.
También destacaron en el conteo de los antecedentes los rubros de transporte y almacenamiento; industria manufacturera; construcción; agricultura, ganadería, silvicultura y pesca; y actividades de alojamiento y servicios de comidas.
Fuente: Diario Financiero, octubre 24 de 2023
Según la CBC, para el lapso 2023-2027 se contemplan US$ 1.174 millones para el rubro, una merma de 28,3% en un año. El fin del proyecto MAPA sigue incidiendo a la baja en el sector.
El sector industrial en Chile recibió un fuerte impulso en sus inversiones en los últimos años, de la mano del proyecto MAPA de Celulosa Arauco, que contemplaba recursos por US$ 2.850 millones, siendo el más grande del rubro en nuestro país.
Sin embargo, la concreción de dicha iniciativa continúa notándose en los catastros que siguen la inversión en grandes proyectos, tanto públicos y privados, siendo el principal el que elabora la Corporación de Bienes de Capital (CBC).
El último balance de la entidad, con cierre del 30 de junio de este año, da cuenta de una nueva caída en el monto de las inversiones proyectadas tanto para la industria como el sector forestal en el quinquenio 2023-2027.
Así, el total de inversiones en el pipeline asciende a US$ 1.174 millones, representando un 2,2% del total nacional y una caída de 28,3% respecto del catastro del primer semestre del 2022.
El análisis identifica 43 proyectos con cronogramas definidos de inversión para el citado lapso. Según la CBC, la merma se produce principalmente por la salida de MAPA del catastro, el cual no ha podido ser compensado por el ingreso de nuevas iniciativas.
Para este año, la industria registrará en su conjunto una caída de 55,1% en la inversión que se materializará en el actual ejercicio, pasando de US$ 1.164 millones en 2022 a US$ 523 millones en 2023, de nuevo producto de la menor reposición de stock de proyectos. En 2024, la cifra se reducirá a US$ 327 millones, luego a US$ 289 millones un año más tarde, y apenas US$ 27 millones y US$ 8 millones en 2026 y 2027, respectivamente.
Otro indicador que muestra la menor actividad del rubro es la inversión ejecutada, medida como la intensidad de la inversión (gasto ejecutado trimestralmente en el país en proyectos privados y estatales que se encuentran en su etapa de construcción, que involucra insumos, mano de obra; así como equipamiento). En el caso de la industria, la merma fue de 53,5% en el último año, de la mano de la menor reposición tras el término de la etapa de gasto de MAPA.
Detalle por regiones
La inversión a materializar en el período se concentra principalmente en el rubro de la industria desalinizadora, con US$ 465 millones, seguido de edificios industriales de distribución (US$ 338 millones), y la industria de alimentos y bebidas con US$ 148 millones.
Por tipo de inversión, cerca de la mitad (US$ 544 millones) corresponde a gasto en construcción, seguido de ingeniería de detalles (US$ 509 millones), ingeniería básica (US$ 73 millones) y etapa de término de los proyectos (US$ 48 millones).
En este catastro, se incorporaron tres nuevas iniciativas, destacando la actualización de la nueva planta de riles por US$ 45 millones y el centro de distribución mayoristas Rentas Río Loa, por US$ 23 millones. Esto fue menor a los siete proyectos que se agregaron al mismo catastro pero del 2022.
A nivel regional, destacan Atacama, con US$ 538 millones a materializar a través de dos proyectos en el período; la Metropolitana, con US$ 407 millones vía 21 iniciativas; y Maule, con US$ 85 millones divididos en cuatro proyectos, con los principales montos de proyectos a materializar.
En el otro extremo, se ubican Coquimbo (US$ 5 millones en un solo proyecto), Biobío (US$ 4 millones vía una iniciativa) y Ñuble (US$ 2 millones, también en un solo proyecto).
Fuente: Diario Financiero, octubre 19 de 2023
Mientras que se espera que la economía global crezca sobre el 2% el próximo año, los organismos multilaterales estiman que la economía local no superaría el 1,9%.
Un 2023 mejor de lo esperado, pero con una desaceleración para el próximo año, es lo que proyectan los organismos internacionales para la economía global. Al mismo tiempo, sus estimaciones para la actividad productiva chilena indican un menor ajuste para este ejercicio, pero un vuelo más moderado para el siguiente.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) coinciden con que el 2023 finalizaría con una expansión global del PIB de 3%, mientras que el Banco Mundial es menos optimista y apunta a un 2,1%. En el caso de 2024, los tres organismos comparten la idea de que habría una leve moderación hacia una expansión del Producto de 2,9%, 2,7% y 2,4%, respectivamente.
Una previsión que difiere con lo esperado para Chile, cuyo PIB caería este año y repuntaría levemente en 2024.
El FMI señaló que el principal riesgo para la actividad del país es “una posible desaceleración mundial brusca”, además de un endurecimiento drástico de las condiciones financieras mundiales.
Mientras que, en su Panorama Económico Mundial de abril, el FMI estimaba que la economía chilena terminaría este año con una contracción de 1%, su más reciente revisión ajustó esta perspectiva a un descenso de 0,5%.
Sin embargo, el movimiento fue en sentido inverso para 2024: en abril estimaba que Chile se expandiría 1,9% y ahora prevé solo un 1,6%.
Una situación similar sucede con las últimas proyecciones del Banco Mundial, que si bien mantuvo sin cambios su pronóstico de junio para el país, proyecta que la economía chilena caerá 0,4% en 2023 y repuntará a 1,8% para el próximo año.
En el caso de la OCDE, sus proyecciones de junio indican que el PIB de Chile descendería 0,1% durante este periodo, pero tendría un repunte a 1,9% en 2024.
Riesgos: China y desaceleración mundial
En su informe regional para el hemisferio occidental, el FMI indicó que la caída de la actividad chilena era conforme a una reorientación de la demanda interna hacia una trayectoria más sostenible, después del sobrecalentamiento entre 2021 y 2022.
Además, agregó que Chile -junto a Brasil, Colombia, México y Perú- tendría su desaceleración de la actividad debido al debilitamiento del consumo privado, provocado por el endurecimiento monetario. Al mismo tiempo, indicó que el mercado laboral se muestra sólido y que, si bien la participación en la fuerza laboral está por debajo del nivel prepandemia, “sus componentes indican que esto en parte se debe al efecto probablemente permanente de los trabajadores de mayor edad que abandonaron la fuerza de trabajo durante la pandemia”.
En cuanto al repunte a 1,6% del próximo año, el FMI explicó que sería por las exportaciones y la recuperación del consumo privado.
Sin embargo, el organismo apuntó que el principal riesgo para la actividad del país es “una posible desaceleración mundial brusca”, además de un endurecimiento drástico de las condiciones financieras mundiales, lo que causaría una reducción en los flujos de capital y los precios de las materias primas.
En tanto, la OCDE explicó en su nota para el país que los efectos del freno del consumo y de la inversión en 2023 deberían disminuir para inicios del próximo año. Al mismo tiempo, que el aumento de la demanda exterior sostenga el crecimiento de las exportaciones.
Entre los riesgos a la baja para el crecimiento de la actividad, se identificaron posibles presiones a los precios de la energía, provocados por la guerra de Rusia y Ucrania. Además del estancamiento en China -el principal socio comercial de Chile- y su disminución en las exportaciones y la inversión.
A nivel local, también se apuntó a la incertidumbre política de que no se apruebe una nueva Constitución y que no se aportara mayor claridad sobre el futuro de la reforma tributaria, lo que impactaría en la confianza de las empresas y los consumidores, trayendo como consecuencia que se debilite el consumo y la inversión.
América Latina
A nivel regional, el Banco Mundial proyecta que América Latina y el Caribe esté por debajo del crecimiento global y alcance un incremento de 2% este año y que aumente levemente a 2,3% en 2024.
A pesar de que el organismo destacó que la región logró recuperar el PIB perdido en los últimos años tras el Covid-19 y la guerra en Ucrania, todavía advirtieron que las perspectivas de crecimiento permanecen en un nivel bajo.
De los países vecinos, el organismo prevé que Argentina caería 2,5% este año y tendría una expansión de 2,8% en 2024, mientras que Perú crecería levemente 0,8% en 2023 y 2,3% en 2024%, Colombia con 1,5% y 2,1%, respectivamente; y Uruguay con 1,5% y 3,3%.
Brasil estaría por debajo de Chile el próximo ejercicio, alcanzando una expansión de 1,4%, después de crecer 2,6% este año.
Cifras similares a las observadas por el FMI: acompañando a la situación de Chile, solo estaría Argentina, nación para la cual prevén una recuperación de 2,8% para el próximo año.
En el caso de Perú se espera un incremento de 1,1% y 2,7% para 2023 y 2024, respectivamente; Colombia con 1,4% y 2,0%; Brasil con 3,1% y 1,5%; y Uruguay con 1,0% y 3,2%.
Fuente: Diario Financiero, octubre 18 de 2023
Pese a que el ministro de Hacienda y el mercado esperaban un crecimiento cercano al 0,5%, la cifra publicada por el Banco Central fue peor que las expectativas.
Según informó el Banco Central esta mañana, el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imaec) de agosto de 2023 cayó 0,9% en comparación con igual mes del año anterior.
Esta sorpresa negativa no se condice con el dato de julio, cuando la actividad económica se expandió 1,8%. Porcentaje que estaba por sobre las expectativas del mercado y que generó que el ministro de Hacienda, Mario Marcel, dijera en aquella oportunidad que «todo indica que este no va a ser un año de recesión».
«El que haya una cifra positiva no es tan sorprendente, lo que es más sorprendente es que sea de una magnitud importante, muy por encima de lo que esperaba el mercado», añadió el secretario de Estado por el imacec de julio.
Con todo, en el dato de agosto, la serie desestacionalizada disminuyó 0,5% respecto del mes precedente y retrocedió 0,9% en doce meses. El mes registró la misma cantidad de días hábiles que agosto de 2022.
La variación anual del Imacec fue explicada por la caída de los servicios, compensada en parte por la producción de bienes.
En tanto, el resultado negativo del Imacec desestacionalizado estuvo determinado por el desempeño de los servicios.
El Imacec no minero presentó una disminución de 1,3% en doce meses, mientras que en términos desestacionalizados cayó 0,5% respecto del mes anterior.
Producción de bienes
Según el Banco Central, la producción de bienes creció 2,1%, resultado que se explicó por el aumento de 2,7% del resto de bienes, en particular por el valor agregado de la generación eléctrica. También presentaron resultados positivos la minería y la industria, con tasas de 1,7% y 0,5%, respectivamente.
Asimismo, en términos desestacionalizados, la producción de bienes exhibió una contracción de 0,5% respecto del mes precedente, explicado por el desempeño del resto de bienes con una disminución de 1,1%.
Por su parte la minería cayó 0,3%, mientras que la industria creció 0,1%.
Comercio
Respecto a la actividad comercial, el instituto emisor informó que se presentó una disminución de 1,9% en términos anuales. Este resultado fue determinado en mayor medida por el comercio minorista, donde destacaron las menores ventas en supermercados, grandes tiendas y establecimientos especializados de prendas de vestir.
También incidió en el resultado la caída de las ventas del comercio automotor. En contraste, el comercio mayorista creció debido a las mayores ventas de maquinaria y equipo.
Las cifras desestacionalizadas mostraron un crecimiento de 0,6% respecto del mes anterior, explicado por el comercio automotor.
Servicios
En cuanto a los servicios, cayeron 1,2% en términos anuales, determinado por los servicios empresariales, educación y transporte.
En tanto, cifras ajustadas por estacionalidad dieron cuenta de una disminución de 0,9% respecto del mes precedente, resultado que fue incidido principalmente por los servicios de educación.
Fuente: Emol economía, octubre 02 de 2023
La cifra significó un aumento de 1,1 puntos porcentuales (pp.) en doce meses, según el INE.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) notificó esta mañana que en 9,0% se ubicó la tasa de desocupación en Chile durante el trimestre móvil junio-agosto de 2023, de acuerdo con la información registrada en la Encuesta Nacional de Empleo (ENE).
La cifra significó un aumento de 1,1 puntos porcentuales (pp.) en doce meses (décimo incremento anual después de continuas disminuciones desde marzo-mayo 2021).
¿Las razones? Debido a que el alza de la fuerza de trabajo (2,9%) fue mayor a la presentada por las personas ocupadas (1,7%). Por su parte, las personas desocupadas se expandieron 16,7% en un año, incididas por quienes se encontraban cesantes (17,0%) y por quienes buscan trabajo por primera vez (14,6%).
Respecto al año anterior, las tasas de participación y de ocupación volvieron a aumentar (aunque a un menor ritmo) y se situaron en 60,9% y 55,4%, creciendo 1,2 pp. y 0,4 pp., respectivamente. Por otro lado, la población fuera de la fuerza de trabajo disminuyó 2,0%.
Uno de los puntos que remarcó el INE fue en el aumento de personas desocupadas (16,7%) en que destaca la incidencia positiva en los tramos de edad de 15 a 24 años y de 55 a 64 años.
Según detalló Leonardo González, subdirector técnico del INE, «en el primer grupo (jóvenes, son las mujeres quienes inciden principalmente, mientras que para el segundo (adultos) son los hombres.
Para la explicación de aquello, indicó que «lo que observamos es que existe una mayor presión en las fuerzas de trabajo, ya sea por el retorno de personas a este mercado de trabajo, que tiene que ver con el tránsito desde la habitualidad a la potencialidad, y luego un salto de las fuerzas de trabajo como por personas que han quedado cesantes y están buscando una ocupación».
«Hay un menor dinamismo en la ocupación y, por tanto, la demanda no es capaz de absorber la oferta de trabajo. Cuando uno realiza análisis de la desocupación considerando estos tramos etarios, lo que observamos justamente es que la cantidad de personas desocupadas, aumento de forma significativa respecto al año 2022, estaba concentrado los tramos de edad de 15 a 24 años y entre el tramo de 55 a 64 años. Ahí hay un aumento», aseveró.
Región Metropolitana
En la Región Metropolitana la tasa de desocupación del trimestre en análisis alcanzó 9,6%, aumentando 1,3 pp. en doce meses, dado que el alza de la fuerza de trabajo (2,4%) fue mayor al incremento de las personas ocupadas (1,0%). Respecto al mismo período del año anterior, las personas desocupadas crecieron 18,6%, incididas principalmente por quienes se encontraban cesantes.
Por sexo
En las mujeres, la tasa de desocupación se situó en 9,3%, aumentando 1,1 pp. en doce meses, en tanto que las tasas de participación y ocupación se situaron en 51,7% y 46,9%, avanzando 1,9 pp. y 1,2 pp., en cada caso. En los hombres, la tasa de desocupación fue de 8,8%, con un alza de 1,1 pp., mientras que la tasa de participación llegó a 70,5% y la tasa de ocupación se situó en 64,3%, con variaciones respectivas de 0,4 y -0,4 pp.
En ese sentido, las personas ocupadas experimentaron un alza de 1,7%, que fue incidida tanto por las mujeres (3,6%) como por los hombres (0,3%).
Los sectores que contribuyeron al aumento fueron comercio (4,1%), actividades de salud (9,9%) y administración pública (12,0%); los que presentaron los principales descensos fueron construcción (-8,6%), hogares como empleadores (-10,9%) y agricultura y pesca (-4,2%). Por categoría ocupacional incidieron positivamente las personas asalariadas formales (1,4%), asalariadas informales (7,0%) y trabajadoras por cuenta propia (2,4%).
Informalidad
La tasa de ocupación informal se ubicó en 26,7%, sin registrar variación en doce meses. Las personas ocupadas informales crecieron 1,9%, incididas por las mujeres (3,5%) y por los hombres (0,7%).
Fuente: Emol economía, septiembre 29 de 2023
Empresas en problemas como Codelco o la siderúrgica Huachipato, además de un letargo en la política del litio están encendiendo las alarmas.
Como un «crudo proceso de desindustrialización». Así calificó el académico de Ingeniería Civil de la PUCV, Francisco Martínez, lo que, a su juicio, se vive a nivel país. El especialista aseveró, en una carta enviada a El Mercurio, que la situación tendrá «graves consecuencias sobre el empleo y el desarrollo tecnológico en Chile».
«A los problemas de Codelco en la minería —detalló en la misiva— se suma la crisis de la Siderúrgica Huachipato, de la industria de la construcción y, ahora, una velada declaración de guerra a la industria salmonera en el sur, de parte del ministerio de Medio Ambiente».
En relación a las responsabilidades, aludió a una «desesperante inacción de las actuales autoridades del Estado» que —subrayó una vez más— «tendrá duras consecuencias sobre nuestro sistema laboral, pues hay un vasto conjunto de empresas que dependen directa e indirectamente de estas industrias».
Las declaraciones de Martínez aparecieron apenas un día después de que el destacado economista de Harvard Ricardo Hausmann, deslizara una serie de críticas a la política industrial del país.
«Si vas a tener una empresa del Estado como Codelco —indicó en entrevista con El Mercurio— me parecería muy importante que invierta mucho en tecnología, en innovación (…) Nadie va a tener más incentivos en desarrollar cosas para mejorar la eficiencia en la identificación de recursos naturales, en cómo procesarlo. Pero noto que hay muchas empresas extranjeras operando en Chile, y hay pocas empresas chilenas operando en el exterior».
Ambas posturas —críticas de lo que se vive en términos de industrialización a nivel país— abrieron una pregunta que no cuenta con respuestas unánimes: ¿vive Chile un proceso de «desindustrialización»?
Silvana Becerra, subdirectora Desarrollo Tecnológico y Comercialización de la Universidad de los Andes, piensa que sí.
«Chile lleva varias décadas transitando un proceso de desindustrialización que se evidencia en cifras, con una disminución a la mitad el aporte de la industria manufacturera al PIB en los últimos 40 años», señaló a Emol.
En esa línea, agregó que «en la última década la industria manufacturera no ha superado el 10% de contribución al PIB nacional. Pese a haber tenido una recuperación postpandemia, los últimos meses de 2023 han ido a la baja».
A modo de referencia, la especialista indicó que en los países industrializados el aporte de la empresa manufacturera al PIB se encuentra entre el 15% y algo más del 20%.
«Chile lleva varias décadas transitando un proceso de desindustrialización que se evidencia en cifras, con una disminución a la mitad el aporte de la industria manufacturera al PIB en los últimos 40 años».
Silvana Becerra, subdirectora Desarrollo Tecnológico y Comercialización de la Universidad de los Andes
Asimismo, señaló que el país se está quedando atrás en la renovación tecnológica para poder adoptar nuevas prácticas y tecnologías de la industria 4.0 y en inversión en investigación y desarrollo, pese a los incentivos tributarios. También, dice, en impulsar la activación de asociaciones público-privadas que estimulen la inversión y la colaboración.
No todos, sin embargo, concuerdan con que Chile vive un proceso de desindustrialización.
Es el caso del académico del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad Católica, Julio Pertuzé. El investigador planteó que «el proceso de desindustrialización lo vivimos mucho antes en la historia de nuestro país, porque la cantidad de industrias que existía antes, manufactureras, era mayor a la que existe ahora».
La discusión se enfoca más bien, indicó, en «cómo poder aumentar la productividad y cómo poder aumentar la innovación de ciertos sectores que históricamente son muy importantes para la economía y al mismo tiempo son fuentes importantes de empleo».
«La pregunta es —insistió— cómo somos más productivos en la minería, en la industria de la construcción, en la industria de los salmones, en la industria agrícola».
Así, señaló que es natural que ciertos procesos de cambios tecnológicos puedan afectar a ciertas industrias, pero que la pregunta es cómo prepararse y adelantarse para los nuevos desafíos, como aquellos que se están abriendo en el creciente uso de la inteligencia artificial, de procesos digitales, de robotización, de manufactura avanzada y de robótica industrial, que permiten ir aumentando la productividad de los distintos sectores productivos.
Desde el ministerio de Ciencia y Tecnología, en tanto, también aludieron al papel que han jugado los cambios. Según explicó la subsecretaria Carolina Gainza a EmolTV, consultada acerca de una eventual desindustrialización, «todos los países están viviendo transformaciones. Ayer mismo leía que lo mismo se plantea respecto a Alemania, un país que es muy industrializado, muy de lo que fue la revolución industrial».
En esa línea, agregó que «las tecnologías digitales lo que han hecho es transformar nuestras formas de producción, nuestras formas de convivencia. Nos ha transformado hasta en los aspectos que menos nos imaginamos».
En ese contexto, la autoridad indicó que se abren oportunidades. Así, dijo que «estamos trabajando ciertas áreas estratégicas como el litio o el hidrógeno verde. Ahí nuestro país tiene una oportunidad tremenda en términos de una transformación de la matriz productiva».
En relación a lo que se está haciendo desde su cartera para abordar los cambios, Gainza sostuvo que «como ministerio hemos definido ciertas áreas estratégicas, que van en línea con este programa de desarrollo productivo sostenible».
Campo laboral e investigación
Una de las críticas que deslizó el académico de la PUCV, Francisco Martínez, en su carta a El Mercurio tuvo que ver con la empleabilidad. «Frente a este poco auspicioso panorama pregunto ¿dónde buscarán empleo los nuevos y futuros titulados universitarios?», se cuestionó.
Al respecto, Silvana Becerra sostuvo que «el campo laboral existe, pero aún no es lo suficientemente grande para lograr absorber a todos los estudiantes que se gradúan de carreras tecnológicas y también aquellos que se post-gradúan en Chile y en el extranjero».
A juicio de la académica, se debería «fortalecer la investigación y desarrollo tanto como inversión del estado como del privado». Recordó —con respecto a esto— que «una de las promesas de este gobierno es alcanzar el 1% del PIB en inversión en investigación y desarrollo, actualmente estamos en el 0,34%».
Julio Pertuzé, en tanto, destacó las políticas que ha llevado adelante el Estado. Según explicó, permiten que «los sectores productivos que nosotros actualmente tenemos puedan mantenerse vigentes y puedan seguir reinventándose en el tiempo y (…) que puedan crear nuevos sectores productivos aprovechando el cambio tecnológico que estamos viviendo».
La subsecretaria Carolina Gainza, por su parte, reconoció que en algunas instancias falta avanzar. «Más del 80% de los investigadores tiene trabajo, pero en la academia. Y ese es un problema, porque, en el fondo, tenemos a todos nuestros investigadores formados en la academia trabajando”, sostuvo. Recalcó, entonces, que “necesitamos una mayor conexión, una mayor entrada de nuestros investigadores y sobre todo de desarrollo de ciencia aplicada en la industria».
«Más del 80% de los investigadores tiene trabajo, pero en la academia. Y ese es un problema, porque, en el fondo, tenemos a todos nuestros investigadores formados en la academia trabajando».
Carolina Gainza, subsecretaria de Ciencia y Tecnología
La autoridad indicó también que «estamos avanzando con bastante fuerza en áreas como el litio y el hidrógeno verde», pero reconoció que hacen falta más profesionales en el área de la ciberseguridad.
Fuente: Emol economía, septiembre 27 de 2023