En su último Informe de Política Monetaria del año, el ente rector anticipó un derrumbe en la inversión para 2020 y recortó con fuerza las estimaciones para el PIB del próximo año.
En su cuarto y último Informe de Política Monetaria (IPoM) del año, el Banco Central corrigió con fuerza su proyección de crecimiento para 2019 y expuso el «sombrío» panorama para la economía chilena, descartando que la actividad pueda expandirse por sobre un 2% este año.
Así, en medio de los efectos de la crisis que vive el país desde el 18 de octubre, el ente rector pronosticó que el PIB de 2019 crecerá 1%, por debajo del rango entre 2,25% y 2,75% estimado en el IPoM de septiembre. Una proyección que, según el informe, «contempla que tanto el consumo como la inversión tendrán variaciones anuales negativas en la última parte de 2019».
Cabe destacar que el 1% pronosticado por el Central se trata del peor desempeño anual de la economía chilena desde la crisis subprime en 2009, cuando la actividad se contrajo un 1,6%.
Respecto a 2020, y considerando que «las proyecciones de este IPoM se construyen en un contexto de mayor incertidumbre que la habitual» dada la crisis, el instituto emisor proyectó que el PIB de 2020 crecerá entre 0,5% y 1,5%, por debajo del rango entre 2,75% y 3,75% estimado en septiembre.
Por su parte, para 2021, el Central corrigió sus previsiones desde un rango entre 3 y 4%, hasta uno entre 2,5% y 3,5%. «Esto supone que las disrupciones que están afectando la economía irán desapareciendo en el curso de los próximos trimestres, al mismo tiempo que se irá reduciendo la incertidumbre que afecta las decisiones de consumo y de inversión», explicó la entidad.
Ante las nuevas estimaciones para la economía chilena, el instituto emisor recalcó que «el escenario macroeconómico sufrió un cambio abrupto a partir de mediados de octubre. Hasta ese momento, la economía se había comportado en línea con lo previsto en el IPoM de septiembre».
«La crisis que se inició el 18 de octubre se ha caracterizado por demandas sociales que han llevado a la discusión de cambios institucionales relevantes y mayores presiones en el gasto fiscal. Este proceso, sin embargo, ha sido acompañado de episodios de violencia significativos y prolongados, los que han provocado importantes disrupciones en el sistema productivo, incidiendo fuertemente en una menos actividad y debilitando el empleo», expone el Central en el informe.
Derrumbe en la inversión de 2020
El Banco Central corrigió de manera importante la evolución esperada para inversión en 2020 ante «un descenso significativo de la inversión privada no minera, coherente con la mayor incertidumbre y el agudo deterioro de la confianza empresarial, los mayores costos que enfrentan las empresas y el deterioro de las condiciones financieras».
Así, el ente rector recortó para el próximo año desde un 4% a un -4% sus estimaciones, centrándose dicha contracción en los sectores no mineros. Para 2019, en cambio, el Central prevé que la Formación Bruta de Capital Fijo (inversión) crezca 2,5% «principalmente por su comportamiento en los tres primeros trimestres del año».
Cabe destacar que la entidad sostuvo que «si la inversión se resiente más allá de lo contemplado, por ejemplo, si se postergan los grandes proyectos del sector minero y/o la inversión habitacional sufre un ajuste más pronunciado, se podría observar un aumento aún mayor del desempleo y un crecimiento cercano a los valores inferiores del rango proyectado».
Lo anterior, de acuerdo al análisis del Central, aumentaría «la posibilidad de atravesar por una recesión -dos trimestres consecutivos con una variación trimestral negativa del PIB- durante 2020».
Inflación al alza
Ante las diversas medidas que ha adoptado el BC para contener la alta volatilidad del tipo de cambio, el ente rector decidió mantener ayer la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 1,75% y destacó que «el Consejo considera que el estímulo monetario es el adecuado para el logro de la meta de inflación».
En ese sentido, la estimación a diciembre de 2019 aumentó de 2,7% a 3,4% y se señaló que «se proyecta que la debilidad de la demanda contrarrestará parcialmente el efecto del mayor traspaso a precios de la depreciación del peso».
Para 2020, la inflación del IPC fluctuará en torno a 4% durante gran parte del año, para luego converger a la meta (3%) hacia medidados del año siguiente.
Presión en el mercado laboral
En el informe, el Banco Central destaca que «diversas fuentes de información apuntan a que el mercado laboral ya estaría deteriorándose«.
«Por un lado, en la encuesta del Banco algo más de la mitad de quienes respondieron creen que su dotación tendrá algún descenso en el 2020. Por otro, respecto de igual mes del 2018, las cifras de la Dirección del Trabajo de noviembre mostraron un aumento de casi 13% en el número de finiquitos laborales, lo que se explica casi en su totalidad por despidos por ‘necesidades de la empresa'».
Con todo, el Central advirtió que «de mantenerse la relación histórica entre la demanda de trabajo y la actividad, y de no producirse cambios significativos por el lado de la oferta, la tasa de desempleo podría superar el 10% a inicios del 2020«.
Respecto a los ingresos, el ente rector explicó que «al cierre estadístico de este IPoM no se disponía de información de los sueldos durante octubre. Sin embargo, es previsible una reducción de los ingresos de las personas, por conceptos de comisiones por ventas, horas extraordinarias, turnos de trabajo que no pudieron realizarse y trabajadores no asalariados que no pudieron efectuar sus actividades de forma habitual».
Escenario internacional
Respecto al escenario internacional se prevé que éste no proveerá un impulso significativo al crecimiento chileno. El escenario base -tras la fuerte corrección a la baja que se realizó en septiembre- sigue previendo que el crecimiento mundial del bienio 2020-2021 será de los más bajos de la última década, dijo el Central.
Así, el informe recalcó que la atención mundial sigue centrada, en gran medida, en la guerra comercial entre EE.UU. y China, sobre la que se mantiene la incertidumbre respecto de los resultados de las negociaciones y de sus efectos directos e indirectos.
«Si bien desde el IPoM pasado se observó un acercamiento entre las partes, aún no es segura la materialización de un acuerdo, al agregarse al conflicto central otras aristas de carácter político«, explicó.
Respecto a América Latina, la entidad advirtió que «enfrenta una escalada de conflictos políticos y/o sociales que ha acentuado el deterioro de la actividad y sus perspectivas, con índices de confianza que han descendido ante la incertidumbre asociada a estos eventos».
A nivel global, «las condiciones financieras se mantienen sensibles al desarrollo de las tensiones vigentes, como reflejan algunos indicadores de volatilidad. En medio de la mayor expansividad de la política monetaria global, las noticias sobre la guerra comercial han sido un factor común en la evolución de los mercados».
Fuente: Emol economía, diciembre 05 de 2019
En su IPoM de diciembre, recortó a entre 0,5% y 1,5% proyección de crecimiento para el año próximo. Inversión caería -4%.
«El escenario macroeconómico sufrió un cambio abrupto a partir de mediados de octubre». Así comienza describiendo el entorno económico chileno el Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre del Banco Central. En su esperado informe trimestral, el organismo proyecta ahora que la actividad crecerá solo 1% este año (desde el 2,25% y 2,75% vaticinado en su informe de septiembre), mientras que para 2020 apunta a un rango de entre 0,5% y 1,5% (2,75%-3,75%). Para 2021, en tanto, espera un avance de entre 2,5% y 3,5% para el Producto Interno Bruto.
Para la inflación, además, espera un importante aumento: ve un IPC promediando el 3,9% en 2020 (desde el 2,3% de este año) y cerrando diciembre en 3,6%. Solo en 2021 bajaría a 3,1% y 3%, respectivamente.
Advierte un magro escenario en el corto plazo. «El mal desempeño en el último trimestre del 2019 entrega un bajo nivel de partida para la economía en el 2020», dijo la entidad. «De hecho, aunque se estima que trimestre a trimestre vuelva a crecer, su tasa de variación anual nuevamente sería negativa en el primer trimestre del próximo año», adelantó.
En cuanto a la inversión, su evolución esperada para el 2020 se corrige de forma importante, proyectándose una caída de -4% anual en el escenario base (previamente se esperaba un alza de 4%). «Ello responde a un descenso significativo de la inversión privada no minera. Esto es coherente con la mayor incertidumbre y el agudo deterioro de la confianza empresarial —como lo refleja el IMCE de noviembre—, los mayores costos que enfrentan las empresas en diversos ámbitos —entre ellos, el efecto de la depreciación del peso en el costo de la maquinaria importada—, y el deterioro de las condiciones financieras, incluyendo la caída de la bolsa y las alzas de tasas de interés y spreads corporativos», dijo el Central. Asegura que los impactos negativos sobre la inversión se compensan, parcialmente, por la continuación de los grandes proyectos de inversión mineros ya iniciados, el significativo aumento de la inversión pública y la política monetaria expansiva. «El comportamiento previsto para la inversión se respalda, además, por información cualitativa recopilada por el Banco, la que confirma que el desarrollo de los principales proyectos de inversión del sector minero e industrial no se ha visto afectados, mientras que en otros sectores se da cuenta de una reevaluación de los plazos y montos de inversión previamente comprometidos». El sondeo del Banco mostró que más de la mitad de los encuestados estaba revaluando la concreción de los planes de inversión previstos para el 2020, mientras que una porción menor ya había decidido no realizarlos.
El organismo prevé que la demanda interna caiga -1,6% el año entrante, que el consumo total crezca 1,1%, que las exportaciones avancen 2,2% (a US$72.000 millones), y que las importaciones se contraigan -7,3% (a US$59.400 millones). En este contexto, el déficit de cuenta corriente sería de -0,2% del PIB (desde el -2,9% proyectado para este año). La inversión nacional bruta caería desde el 22,5% del producto de este año al 20,2% el próximo.
El escenario central
Variaciones anuales, porcentaje
2018 IPoM Sept. | 2019 (p) IPoM Sept. | 2020 (p) IPoM Sept. | 2018 IPoM Dic. | 2019 (p) IPoM Dic. | 2020 (p) IPoM Dic. | |||
PIB | 4,0 | 2,25-2,75 | 2,75-3,75 | 4,0 | 1,0 | 0,5-1,5 | ||
Ingreso nacional | 3,8 | 2,3 | 3,7 | 3,8 | 0,7 | 0,8 | ||
Demanda interna | 4,7 | 2,4 | 3,5 | 4,7 | 0,3 | -1,6 | ||
Demanda interna (sin variación de existencias) | 3,9 | 3,0 | 3,3 | 3,9 | 1,4 | 0,0 | ||
Formación bruta de capital fijo (FBCF) | 4,7 | 4,0 | 4,0 | 4,7 | 2,5 | -4,0 | ||
Consumo total | 3,7 | 2,7 | 3,1 | 3,7 | 1,1 | 1,1 | ||
Exportaciones de bienes y servicios | 5,0 | -1,3 | 1,6 | 5,0 | -1,1 | 2,2 | ||
Importaciones de bienes y servicios | 7,6 | -1,9 | 2,3 | 7,6 | -3,8 | -7,3 | ||
Cuenta corriente (% del PIB) | -3,1 | -3,3 | -3,1 | -3,1 | -2,9 | -0,2 | ||
Ahorro nacional bruto (% del PIB) | 19,6 | 19,3 | 19,9 | 19,6 | 19,6 | 19,9 | ||
Inversión nacional bruta (% del PIB) | 22,7 | 22,7 | 23,1 | 22,7 | 22,5 | 20,2 | ||
FBCF (% del PIB nominal) | 21,3 | 21,9 | 22,1 | 21,3 | 22,0 | 21,1 | ||
FBCF (% del PIB real) | 21,2 | 21,5 | 21,6 | 21,2 | 21,5 | 20,4 | ||
Inflación IPC promedio | 2,4 | 2,2 | 2,7 | 2,4 | 2,3 | 3,9 | ||
Inflación IPC diciembre | 2,6 | 2,7 | 2,8 | 2,6 | 3,4 | 3,6 |
Millones de dólares
2018 IPoM Sept. | 2019 (p) IPoM Sept. | 2020 (p) IPoM Sept. | 2018 IPoM Dic. | 2019 (p) IPoM Dic. | 2020 (p) IPoM Dic. | |||
Cuenta corriente | -9.157 | -9.600 | -9.200 | -9.157 | -8.200 | -600 | ||
Balanza comercial | 4.669 | 4.400 | 3.400 | 4.669 | 4.900 | 12.600 | ||
Exportaciones | 75.452 | 70.900 | 71.400 | 75.452 | 70.500 | 72.000 | ||
Importaciones | 70.783 | -66.500 | -68.000 | 70.783 | 65.600 | 59.400 | ||
Servicios | -3.996 | -4.400 | -4.200 | -3.996 | -4.700 | -4.600 | ||
Renta | -12.241 | -11.100 | -10.000 | -12.241 | -10.100 | -9.900 | ||
Transferencias corrientes | 2.411 | 1.500 | 1.600 | 2.411 | 1.700 | 1.300 |
* (p) = proyección
Fuente: El Mercurio Inversiones, diciembre 05 de 2019
El paquete presentado por el Ejecutivo considera medidas por US$ 5.500 millones, «concentradas en apoyar la creación de empleos, de forma directa o indirecta vía inversión pública, así como el apoyo a las empresas de menor tamaño».
En respuesta al desplome del Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) de octubre, que cayó 3,4% en comparación con igual periodo del año anterior, el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, presentó este lunes un plan de recuperación económica, titulado como «Agenda de protección del empleo, reactivación económica, reconstrucción y apoyo a las MiPymes».
«Hemos estado atentos a esta compleja realidad económica, que hemos monitoreado, pero que nos ha sorprendido por su magnitud y rapidez. Enfrentar la compleja situación exige de la acción del Estado a través de una política fiscal expansiva para el año 2020 que se plasme en una agenda de protección del empleo, reactivación económica, reconstrucción y apoyo a las Pymes», comentó en su declaración el secretario de Estado.
En ese sentido, el titular de Hacienda detalló que la agenda del Ejecutivo considera medidas por US$ 5.500 millones. «Este total se distribuye en un mayor gasto público en 2020 por US$ 3.025 millones, medidas de apoyo a las MiPymes por US$ 1.950 millones y otras iniciativas por US$ 525 millones», señaló.
Agregando que «todas estas medidas son mayoritariamente transitorias y concentradas en apoyar la creación de empleos, de forma directa o indirecta vía inversión pública, así como el apoyo a las empresas de menor tamaño. Se estima que esta agenda generará 100 mil nuevos empleos el próximo año».
En ese sentido, el plan contempla tres pilares fundamentales y es parte de una serie de medidas anunciadas por el Ejecutivo con el fin de enfrentar la crisis social que vive el país desde el pasado 18 de octubre.
Protección del empleo y de los ingresos familiares
Según detallaron desde el Gobierno, la protección al empleo es prioritaria en la agenda anunciada. Así, en el ítem se señaló que se enviará un proyecto de ley que permitirá a trabajadores y empleadores de empresas que acrediten que su actividad se ha visto afectada por la crisis, pactar jornadas reducidas, en cuyo caso, los trabajadores podrán obtener un complemento desde el seguro de cesantía.
Asimismo, se anunció el fortalecimiento del seguro de cesantía. «Fortaleceremos el seguro de cesantía, aumentando transitoriamente la tasa de reemplazo y flexibilizando los requisitos de elegibilidad, permitiendo que más personas puedan acceder al beneficio en caso de quedar desempleado», explicó al respecto al ministro Briones.
US$ 5.500 millones es el monto total de la agenda anunciada
En detalle, se aumentarán las tasas de reemplazo de los primeros tres giros para el contrato indefinido y de los primeros dos giros para el contrato a plazo fijo en 10 puntos porcentuales. Además, se señalan una serie de modificaciones con el propósito de que más trabajadores puedan acceder al beneficio, como la reducción del mínimo de cotizaciones.
En tanto, se destinarán recursos públicos para acelerar la transición del componente solidario de pensiones, una vez aprobada la ley.
Reconstrucción y reactivación económica
Por otra parte, el titular de Hacienda anunció una inversión para la reconstrucción de la infraestructura y bienes públicos dañados durante las manifestaciones por un monto de US$ 2400 millones «los que están focalizados en proyectos de rápida ejecución».
En este punto se incluye la reconstrucción de las estaciones de Metro afectadas, lo que equivale a un monto de US$ 921 millones. Además, el monto considera proyectos de inversión en regiones (US$ 480 millones); construcción de viviendas, subsidio y mejora de barrios (US$ 350 millones); Tren Santiago-Melipilla, con un costo total de US$ 1.500 millones en cinco años y US$ 200 millones por año en los próximos dos años; Obras de Agua Potable por US$ 200 millones; Fondo Apoyo Educación Pública para equipamiento e infraestructura (US$ 46 millones); entre otros.
Apoyo a Pymes
Adicional a otras medidas ya anunciadas como la capitalización de Banco Estado (US$ 500 millones), y el Fondo para Inversión y Capital de Trabajo de CORFO (US$ 200 millones), el Gobierno anunció que se añadirá una capitalización adicional por US$100 millones al Fondo de Garantía para Pequeños Empresarios (FOGAPE). «Todas estas medidas permitirán que las empresas de menor tamaño accedan a créditos por cerca de US$ 9.000 millones», señaló la autoridad.
Asimismo, se suma al ítem el envío de un proyecto de ley con tres medidas que buscan «inyectar liquidez a las MiPymes» que se han visto afectadas:
Devolución anticipada de impuesto a la renta: para las MiPymes que experimentaron una caída de sus ventas en octubre, se contempla devolver anticipadamente entre un 20% y un 75% del promedio simple entre: los PPM pagados hasta septiembre de este año y las devoluciones recibidas en los últimos dos años. Esta medida implica liberar recursos por hasta US$ 536 millones y beneficiará a más de 500 mil MiPymes según indica el plan del Gobierno.
Facilidades para el pago del IVA: Para el mismo universo se contempla dar facilidades para el pago del IVA. En concreto, se considera el pago en 12 cuotas, con tasa de interés real cero y a partir de febrero del próximo año, del IVA correspondiente a los meses de octubre, noviembre y diciembre. Esta medida implica liberar recursos por hasta US$ 564 millones.
Finalmente, se considera un régimen especial de donaciones para MiPymes: por un período de 18 meses se creará un régimen especial de donaciones que favorecerá a las MiPymes que sufrieron pérdidas materiales o bajas significativas en su productividad o ventas. Estas donaciones deberán destinarse a financiar la puesta en marcha o la sostenibilidad de las operaciones de las MiPymes.
En tanto, también fue anunciado un apoyo al emprendimiento y al turismo vía Sercotec, con la destinación de US$ 50 millones para que el organismo otorgue vía subsidio un apoyo a las Pymes afectadas desde que comenzó el «estallido social».
«Cada beneficiario recibirá un monto máximo de $4 millones, el cual será calculado a partir de los requerimientos necesarios para reiniciar el proceso de ventas, ya sea para la adquisición de activos fijos, reposición de infraestructura y/o capital de trabajo», explicó la autoridad.
Nuevo escenario económico y financiamiento
Junto al paquete de medidas, el ministro de Hacienda ahondó en los resultados del Imacec de octubre y se refirió al nuevo escenario económico en que se encuentra el país.
En ese sentido, el secretario de Estado sostuvo que «como cualquier hogar chileno que se enfrenta a una adversidad imprevista, recurriremos a nuestros ahorros y a nuestra capacidad de endeudamiento, aunque conscientes de que ambos elementos tienen límites que no se pueden sobrepasar».
En esa línea, Briones explicó que el nuevo escenario, junto al financiamiento de la agenda detallada anteriormente, «modifican el compromiso de convergencia de balance estructural vigente que contemplaba una reducción del déficit estructural a razón de 0,2% del PIB por año, hasta llegar a 1% del PIB en 2022″.
«Hemos estado atentos a esta compleja realidad económica, que hemos monitoreado, pero que nos ha sorprendido por su magnitud y rapidez. Enfrentar la compleja situación exige de la acción del Estado a través de una política fiscal expansiva para el año 2020 que se plasme en una agenda de protección del empleo, reactivación económica, reconstrucción y apoyo a las Pymes»
Ministro de Hacienda, Ignacio Briones
Así, «para el próximo año, la meta será un déficit estructural de 3% del PIB, el cual se reducirá a razón de 0,5% del PIB por año, llegando a 2% del PIB en 2022», sostuvo, agregando que con lo anterior, «el gasto público crecería 9,8% real en 2020 comparado con la Ley de Presupuesto del año 2019«. De materializarse este incremento del gasto público, sería el mayor incremento desde el año 2009.
Por su parte, el déficit fiscal se elevará hasta 4,4% del PIB el próximo año, cifra similar al déficit registrado en 2009 (4,3% del PIB).
En ese contexto, considerando el mayor déficit fiscal, las necesidades de financiamiento para el próximo año se estiman en US$ 16.576 millones, sin embargo, en la Ley de Presupuestos se aprobó una autorización de endeudamiento de hasta U$ 9.000 millones, «de manera que los restantes US$ 7.576 millones provendrán de los activos del gobierno, es decir, ahorros acumulados en años anteriores, los que están mayoritariamente denominados en moneda extranjera», detalló el ministro.
Fuente: Emol economía online, diciembre 03 de 2019
Según el titular de Hacienda, la acelerada pérdida de empleo que se ha visto en las últimas semanas llevó a apurar el plan de recuperación económica presentado ayer.
Son más de 62 mil despidos invocados por necesidades de la empresa los que, según los datos de la Dirección del Trabajo, se concretaron el pasado noviembre, un 85% más de las desvinculaciones por esta misma causal registradas en el mismo período del año pasado. Situación que el Gobierno vinculó a la crisis social que vive el país.
Los anterior, según el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, fue una de las principales razones que llevaron a acelerar la presentación del plan de recuperación económica anunciado en la tarde de ayer por el Ejecutivo, titulado como «Agenda de protección del empleo, reactivación económica, reconstrucción y apoyo a las MiPymes», el cual considera medidas por un costo de US$5.500 millones, concentradas en apoyar la creación de empleos.
Y es que, si bien Briones expuso a Radio Infinita que aún no cuentan con una «estimación fidedigna» respecto a la caída del empleo desde el estallido social el pasado 18 de octubre, «sí tenemos varios indicios de que esto está produciendo desempleo aceleradamente», dijo.
De hecho, el jefe de la billetera fiscal sostuvo que «la señal que tenemos es que esto está ocurriendo más rápido de lo que preveíamos. Entonces aquí efectivamente se va a producir probablemente una subida importante del desempleo, y esa es la razón última por la cual nosotros salimos tan rápido con nuestro plan«.
Según complementó en Radio Duna, el secretario de Estado explicó, por ejemplo, que los efectos de «una segunda mitad de octubre desastrosa» se esperaba que se vieran, «incluso si las empresas son chicas», en diciembre, «no tan inmediatamente. Es bastante sorprendente la velocidad con lo que esto ha empezado».
Por lo mismo, recalcó que la cifra de 62 mil despidos por necesidades de la empresa «es muy impactante y la verdad es que fue la razón por la que nosotros salimos con este plan que veníamos trabajando hace tiempo».
«O sea, acá no hay improvisación. Las últimas dos o tres semanas veníamos trabajando con mucha fuerza en este plano y en el paquete de medidas pyme, pero la verdad es que ante la gravedad de la situación, ante los números, bueno había que salir muy rápido y dar una señal muy clara«, aseguró.
Lo anterior, subrayó, porque el desempleo «está tomando una velocidad mayor que la que creíamos y el impacto puede ser muy profundo. Entonces no nos perdamos, el mensaje central del paquete que anunciamos ayer tiene que ver con protección del empleo».
Fuente: Emol economía online, diciembre 03 de 2019
«Es claro reflejo del tema social que ha significado que muchas compañías estén teniendo que desvincular trabajadores para mantener sus operaciones», dijo el subsecretario Arab.
Los despidos invocando necesidades de la empresa en el país casi se duplicaron en noviembre -en comparación con el mismo período del año pasado-, según cifras entregadas por la Dirección del Trabajo. Estos son los primeros números de empleo que se entregan respecto a ese mes, el único, hasta ahora, que ha transcurrido completamente bajo contexto de crisis social.
El pasado mes un total de 62.049 personas fueron desvinculadas bajo el artículo 161 inciso 1 del Código del Trabajo, lo que significa un aumento del 84,5% (28.421) respecto a noviembre de 2018, cuando se registraron 33.628 despidos de este tipo.
De esas 62 mil desvinculaciones, 46.289 han afectado a hombres (75%), mientras que 15.527 perjudicaron a mujeres (25%).
«En noviembre el número de despidos por necesidades de la empresa se duplicó respecto a igual período del año pasado. Así, este año hubo más de 62 mil despidos por esa causal, en circunstancias que en noviembre de 2018 hubo solo 33 mil. Lo anterior es, sin duda, efecto de la coyuntura social y económica por la que está atravesando nuestro país«, sostuvo el subsecretario de Trabajo, Fernando Arab.
Y agregó que «en un mes promedio el número de despidos por necesidades de la empresa fluctúa entre los 30 y los 40 mil, y ahora en noviembre dicha cifra alcanzó los 62 mil, lo que es claro reflejo del tema social que ha significado que muchas empresas estén teniendo que desvincular trabajadores para mantener sus operaciones».
De hecho, el promedio de despidos por necesidades de la empresa desde enero a octubre de este año fue de 40.044, por lo que las 62 mil vinculaciones de noviembre significaron un salto de 54,95% respecto a dicho promedio. En tanto, en los dos días que van de diciembre son 4.739 los trabajadores que han dejado sus trabajos por la mencionada razón.
Asimismo, los despidos del mes anterior por necesidades de la empresa representan el 13% de las desvinculaciones por esa causal que se han registrado en todo el 2019.
Por otro lado, en cuanto a términos de contrato durante noviembre, La Dirección del Trabajo anotó 222.714 casos -incluyendo el número de despidos por necesidades de la empresa-, mientras que en noviembre del año pasado la cifra fue de 197.473.
Entre los números que más llaman la atención fueron los 66.792 empleados que debieron abandonar sus puestos de trabajo por no renovación de contrato, versus los 58.876 apuntados el año pasado por lo mismo.
Además, 32.371 trabajadores fueron despedidos por no concurrir a sus labores sin causa justificada durante dos días seguidos, dos lunes en el mes o un total de tres días durante igual período de tiempo. En noviembre de 2018 este número fue mayor: 33.669.
Causales de término, comparación noviembre 2018 y 2019Navega la tabla
Nov. 2018 | Nov. 2019 | |||||||
Causal | Mas. | Fem. | s/i | Total | Mas. | Fem. | s/i | Total |
Art. 159 N°1: Mutuo acuerdo de las partes | 580 | 2.414 | 0 | 2.994 | 711 | 2.952 | 0 | 3.663 |
Art. 159 N°2: Renuncia del trabajador | 2.904 | 7.370 | 72 | 10.346 | 2.405 | 6.466 | 3 | 8.874 |
Art. 159 N°3: Muerte del trabajador | 36 | 59 | 0 | 95 | 57 | 133 | 0 | 190 |
Art. 159 N°4: Vencimiento del plazo convenio en el contrato | 24.313 | 34.127 | 436 | 58.876 | 23.734 | 42.411 | 647 | 66.792 |
Art. 159 N°5: Conclusión del trabajo o servicio que dio origen a contrato | 10.477 | 41.488 | 196 | 52.161 | 7.524 | 35.452 | 462 | 43.438 |
Art. 159 N°6: Caso fortuito o fuerza mayor | 121 | 295 | 0 | 416 | 239 | 239 | 0 | 478 |
Art. 160 N°1: Conductas indebidas de carácter grave | 172 | 623 | 0 | 795 | 154 | 549 | 0 | 703 |
Art. 160 N°2: Negociaciones que ejecute el trabajador dentro del giro del negocio y prohibidas en contrato | 11 | 36 | 0 | 47 | 4 | 18 | 0 | 22 |
Art. 160 N°3: No concurrencia del trabajador a sus labores | 8.552 | 24.892 | 225 | 33.669 | 7.883 | 24.228 | 260 | 32.371 |
Art. 160 N°4: Abandono del trabajo por parte del trabajador | 311 | 1.661 | 0 | 1.972 | 297 | 1.452 | 0 | 1.749 |
Art. 160 N°5: Actos, omisiones o imprudencias temerarias | 13 | 139 | 0 | 152 | 19 | 137 | 0 | 156 |
Art. 160 N°6: Perjuicio material causado intencionalmente a las instalaciones | 8 | 37 | 0 | 45 | 2 | 32 | 0 | 34 |
Art. 160 N°7: Incumplimiento grave de las obligaciones que impone el contrato | 371 | 1.257 | 3 | 1.631 | 328 | 1.083 | 0 | 1.411 |
Art. 161 inciso 1: Necesidades de la empresa | 10.579 | 22.979 | 70 | 33.628 | 15.527 | 46.289 | 233 | 62.049 |
Art. 161 inciso 2: Desahucio | 262 | 384 | 0 | 646 | 335 | 434 | 0 | 769 |
Art. 163 bis: Haber sido declarado el empleador sujeto a un procedimiento concursal de liquidación de bienes | 1 | 0 | 0 | 1 | 1 | 14 | 0 | 15 |
Total general |
58.711 | 137.761 | 1.002 | 197.474 | 59.220 | 161.889 | 1.605 | 222.714 |
Origen de la información: Dirección del Trabajo
Fuente: Emol economía, diciembre 02 de 2019
En línea con lo registrado por el IMACEC, la industria sufrió una aguda caída en el décimo mes del año, frente a lo cual el presidente del gremio, Dante Arrigoni, señaló que “urge recuperar la paz social, pero también reactivar la economía con políticas industriales”.
El sector metalúrgico-metalmecánico registró una caída en sus niveles de producción de 3,7% en el mes de octubre de 2019, en relación a similar periodo del año anterior. Así lo dio a conocer hoy el presidente de ASIMET, Dante Arrigoni, quien lamentó esta cifra y la del bajo IMACEC de -3,4% en octubre, atribuyendo estas caídas a la crisis social que vive el país, por lo que señaló que “es imprescindible que retorne la tranquilidad social y el orden público, porque a futuro puede ser aún peor”, afirmó.
Arrigoni dijo que los industriales metalúrgicos y metalmecánicos vienen arrastrando un factor inercial del año 2019, en el que la economía venía con un ritmo de crecimiento muy lento debido a que el país debió enfrentar las contracciones de los precios de las materias primas en los mercados mundiales por los conflictos comerciales entre Estados Unidos y China.
“Nuestro bajo crecimiento no es solo por el estallido social de octubre que se mantiene hasta ahora y que impide que las personas puedan ir a trabajar, sino además a que el actual modelo que tuvo Chile en las últimas 4 décadas fue exitoso, pero se agotó. Debemos pensar en una economía que genere empleo de mayor calidad y mejores oportunidades, pero sobre todo que permita la reindustrialización del país con una mayor productividad. Hoy más que nunca se hace necesario reactivar la economía y darle viabilidad a las demandas sociales. En este momento es imprescindible contar con políticas industriales modernas”, sostuvo.
Concluyó señalando que, una vez que la tranquilidad social vuelva al país, “esperamos trabajar con las autoridades para que la industria y la manufactura recuperen la importancia que nunca debieron perder. Es fundamental políticas públicas que colaboren para poder dar un salto en innovación, tecnología y productividad, tal como ha ocurrido en países exitosos que así alcanzaron el desarrollo”.
Fuente: ASIMET, diciembre 02 de 2019
Autoridad laboral sostuvo que desde el gobierno están trabajando medidas para reducir los impactos negativos en materia de empleo.
Una de las principales preocupaciones de los economistas y del Ejecutivo en el último mes y medio es el impacto que tendrá la crisis social en el mercado laboral, particularmente en el empleo.Por el momento, los datos del Seguro de Cesantía -incluyendo las primeras tres semanas de noviembre- muestran una «ciclicidad habitual a la estacionalidad del mercado laboral».»La tercera y cuarta semana de octubre fueron bastante bajas las solicitudes debido a la imposibilidad de ejercer dicho derecho por parte de los desempleados. Las primeras tres semanas de noviembre han aumentado las solicitudes, lo cual es habitual en un análisis mensual», explica un reporte elaborado por la Subsecretaría del Trabajo.En tanto, en los últimos cuatro meses, del total de solicitudes al seguro, un 33% ha sido por parte de mujeres y un 67% por parte de hombres.
Sin embargo, a juicio de la autoridad laboral, el escenario en los próximos meses podría ser crítico. «Se espera que en los próximos meses estas cifras se incrementen producto de la situación coyuntural por la que atraviesa nuestro país, motivo por el cual resulta muy relevante anticiparnos con planes de protección al empleo, lo que desde el Ejecutivo ya estamos realizando con medidas concretas», dijo el subsecretario del Trabajo, Fernando Arab.
Entre la segunda semana de octubre y la tercera de noviembre, la Administradora de Fondos para la Cesantía (AFC) ha recibido 132.694 solicitudes. La segunda quincena del décimo mes sumaron 9.993 y 11.386, respectivamente.
Y es que si bien a la fecha los indicadores laborales no han reflejado fuertes variaciones, al interior del Ejecutivo ya advierten que las cifras de los próximos meses serán críticas. Es más, el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, incluso ha sostenido que en los próximos meses Chile podría tener una tasa de desempleo de dos dígitos, algo que no se observa desde el tercer trimestre de 2009, cuando llegó a 10,8%.
Para justamente diseñar medidas para reducir el impacto negativo de la crisis, tanto desde el Ministerio del Trabajo como desde Economía han estado desarrollando una serie de reuniones con actores sociales para diseñar en conjunto una serie de medidas para proteger las fuentes laborales, ya que desde Hacienda se estima que de no solucionarse prontamente la situación unas 300 mil personas podrían perder su puesto de trabajo.
Fuente: Diario Financiero, diciembre 02 de 2019
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Sergio Lehmann Economista jefe BCI
Abordar la nueva agenda social es la prioridad para el Chile que hemos comenzado a construir, exigiendo los mayores esfuerzos de las autoridades, políticos, empresas y la sociedad toda por los próximos años. Ha sido un camino muy difícil para llegar a este punto, con cruda violencia a ratos y costos económicos elevados. Pero en momentos críticos deben emerger la mirada generosa y el bien común, para abordar los desafíos que vienen por delante de forma más unida y con una institucionalidad fortalecida.
Destacan entre quienes han pagado un alto costo en esta crisis las pequeñas y medianas empresas, que son por lejos la principal fuente de trabajo en Chile y motor central de la economía. Aproximadamente el 70% de nuestros trabajadores se emplea en una PYME, que además son origen de casi la mitad del producto nacional. La crisis social les ha pegado fuerte y en torno a 15.000 de ellas, según el último catastro del ministerio de Economía, han sufrido graves daños producto de la delincuencia y violentas agresiones, sumado a que casi todas han operado largo tiempo de forma parcial o intermitente. Esto les ha significado incurrir en gigantescos gastos, dejando a muchas en una frágil posición financiera.
Es fundamental entonces apoyar a las PYME para mantener la vitalidad de nuestra economía. El gobierno ha comprometido importantes recursos a través de subsidios y líneas de crédito para ayudar a levantarlas. Pero no es suficiente. También los bancos, proveyendo apoyo financiero, deben jugar un rol fundamental, con políticas más flexibles hacia las PYME que les permitan sobrellevar el difícil momento. Iniciativas en esa dirección han sido impulsadas por algunas instituciones bancarias, a través de la creación de fondos especiales, lo que permitirá acotar los daños y salir adelante con mayor fuerza.
En materia tributaria, el acuerdo político alcanzado contempla la reintegración para PYMEs, con incentivos bien focalizados en la inversión, a través de la depreciación instantánea de un 50% del gasto incurrido con ese propósito. Ello permitirá incrementar en torno a 3% la inversión de PYMEs, que correspondería a cerca del 25% de la inversión en Chile. Debido a la abrupta caída en la confianza producto de la crisis social, este es un incentivo fundamental para efectos de retomar una senda de crecimiento sostenido y no acallar el sueño de alcanzar el desarrollo en las próximas dos décadas.
Pero mirando en esa perspectiva, se requieren medidas adicionales que permitan situar a las PYME chilenas a un nivel global más competitivo. Para eso es primordial introducir una mayor flexibilidad en el mercado laboral. Enfrentarán próximamente una reducción gradual en la jornada laboral y, de forma de adaptarse a esta nueva condición, es fundamental proveer holguras en la definición de horarios y extensión de jornadas. Al mismo tiempo, es crucial que, de forma de preparase adecuadamente para un mundo más intensivo en tecnología y conocimientos en constante evolución, se entreguen mayores incentivos para la capacitación de sus trabajadores. Bien sabemos que estamos quedando atrás en esta dimensión, fundamental para contar con PYMEs más productivas, que junto con trabajadores expertos y con buen dominio de la tecnología, permitan a nuestra economía competir exitosamente en el mundo.
Puede ser, entonces, que los traumáticos episodios que hemos debido enfrentar permitan afinar el motor de las PYME y, por qué no, elevar su potencia, reconociendo que son un eje clave de nuestra economía.
Fuente: Diario Financiero, diciembre 02 de 2019
Dante Arrigoni, presidente del gremio metalúrgico, manifestó que “el actual modelo que tuvo Chile en las últimas 4 décadas fue exitoso, pero se agotó”.
El sector metalúrgico-metalmecánico registró una caída en sus niveles de producción de 3,7% en el mes de octubre de 2019, en relación a similar periodo del año anterior, según informó la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Asimet).
El presidente del gremio, Dante Arrigoni, lamentó esta cifra y la del bajo Imacec de -3,4% en octubre, atribuyendo estas caídas a la crisis social que vive el país, por lo que señaló que “es imprescindible que retorne la tranquilidad social y el orden público, porque a futuro puede ser aún peor”.
Arrigoni dijo que los industriales metalúrgicos y metalmecánicos vienen arrastrando un factor inercial del año 2019, en el que la economía venía con un ritmo de crecimiento muy lento debido a que el país debió enfrentar las contracciones de los precios de las materias primas en los mercados mundiales por los conflictos comerciales entre Estados Unidos y China.
“Nuestro bajo crecimiento no es solo por el estallido social de octubre que se mantiene hasta ahora y que impide que las personas puedan ir a trabajar, sino además a que el actual modelo que tuvo Chile en las últimas 4 décadas fue exitoso, pero se agotó”, dijo Arrigoni.
“Debemos pensar en una economía que genere empleo de mayor calidad y mejores oportunidades, pero sobre todo que permita la reindustrialización del país con una mayor productividad. Hoy más que nunca se hace necesario reactivar la economía y darle viabilidad a las demandas sociales. En este momento es imprescindible contar con políticas industriales modernas”, sostuvo.
Concluyó señalando que, una vez que la tranquilidad social vuelva al país, “esperamos trabajar con las autoridades para que la industria y la manufactura recuperen la importancia que nunca debieron perder. Es fundamental políticas públicas que colaboren para poder dar un salto en innovación, tecnología y productividad, tal como ha ocurrido en países exitosos que así alcanzaron el desarrollo”.
Fuente: Lanacion.cl, diciembre 02 de 2019
El Imacec del décimo mes de 2019, que cayó 3,4%, se ubicó muy por debajo de las expectativas del mercado, las cuales estimaban una contracción entre 0 y -1%.
La economía chilena se contrajo en octubre muy por debajo de las expectativas del mercado y de Hacienda. Así lo informó esta mañana el Banco Central, el cual reveló que el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) del décimo mes del año cayó 3,4% en comparación con igual periodo del año anterior.
La serie desestacionalizada disminuyó 5,4% respecto del mes precedente y 3,5% en doce meses. El mes registró la misma cantidad de días hábiles que octubre de 2018.
La contracción de 3,4% en octubre se trata del peor registro mensual de la economía nacional desde julio de 2009, cuando la actividad decreció un 3,5%. Cabe recordar que la crisis que afecta al país hace más de un mes comenzó el 18 de octubre pasado, por lo que el Imacec dado a conocer hoy alcanzó a considerar las dos primeras semanas del estallido social.
Ante las protestas y paralizaciones, el ministro de Hacienda había proyectado que la actividad de octubre se ubicaría entre 0 y -0,5%. Por su parte, el mercado estimó que la economía podría caer hasta un -1%.
De acuerdo a la información publicada por el Central, el Imacec minero creció 2%, mientras que el Imacec no minero cayó 4%, su peor registro desde mayo de 1999 cuando el indicador decreció 4,1%.
En términos desestacionalizados, y con respecto al mes anterior, el Imacec minero creció 0,9% y el Imacec no minero disminuyó 6,1%.
Según consignó el ente rector, «la actividad económica del mes se vio afectada por el desempeño de las actividades de servicios, comercio e industria manufacturera«.
«En los servicios, destacaron las caídas de educación, transporte, servicios empresariales y restaurantes y hoteles. Compensó parcialmente este resultado el aumento de la actividad de construcción», agregó el Central.
Fuente: Emol economía, diciembre 02 de 2019