El indicador, que informa el Instituto Nacional de Estadísticas, se contrajo durante octubre y noviembre.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó que el Índice de Producción Industrial (IPI) en diciembre aumentó 3,2% en doce meses, debido al crecimiento de todos los sectores que lo componen: manufactura, minería y, electricidad, gas y agua.
Cabe consignar que este indicador, que fue mejor a lo esperado, anotó la primera alza desde septiembre de 2019, mes previo al estallido social. Durante octubre y noviembre el IPI se contrajo 3,4% y 1,8%, respectivamente.
En el detalle, el Índice de Producción Manufacturera (IPMan) presentó un alza de 4,2% interanualmente, lo que se explica, en gran medida, por el aumento interanual de 15,3% en la fabricación de sustancias y productos químicos.
En tanto, el Índice de Producción Minera (IPMin) presentó un incremento de 2,8% respecto a igual mes del año anterior, como consecuencia de la mayor actividad registrada en los tres tipos de minería que lo componen.
Mientras que el Índice de Producción de Electricidad, Gas y Agua registró un aumento de 0,2% en doce meses, debido a que electricidad aumentó su actividad, al crecer 2,6%, debido, principalmente, a la mayor generación eléctrica de la agrupación carbón/carbón-petcoke.
Respecto de estas cifras, el ministro de Economía, Lucas Palacios, indicó en su cuenta de Twitter que se trata de «buenas noticias».
«Indicadores sectoriales de diciembre superan ampliamente expectativas y anticipan Imacec mejor que lo esperado. Primeras señales de recuperación económica, tras 2 meses muy negativos (octubre-noviembre), son gran noticia para familias. Seguimos trabajando para consolidar tendencia positiva!», afirmó.
Fuente: Emol economía, enero 31 de 2020
Según informó el INE, el resultado se debió al alza de 1,2% de la fuerza de trabajo, mayor a la registrada por los ocupados (1%).
La tasa de desempleo del país se ubicó en 7% durante el trimestre octubre-diciembre de 2019, anotando una subida de 0,3 puntos porcentuales (pp) respecto al mismo periodo del año anterior, según el informe entregado este viernes por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Así, de acuerdo a lo publicado por la Encuesta Nacional de Empleo (ENE), el resultado se debió al alza de 1,2% de la fuerza de trabajo, mayor a la evidenciada por los ocupados (1,0%).
En tanto, los desocupados tuvieron un incremento de 5,0%, incididos por cesantes (3,1%) y quienes buscan trabajo por primera vez (18,7%).
En el aumento de los ocupados incidieron, mayormente, los sectores comercio (4,0%), actividades de salud (5,3%) y minería (11,9%), mientras que por categoría ocupacional el alza se concentró en los trabajadores por cuenta propia (4,7%) y en los asalariados informales (4,3%). En tanto, la tasa de ocupación informal alcanzó 30,4%, creciendo 0,7 pp. en doce meses.
Por otro lado, la población fuera de la fuerza de trabajo se expandió 2,7%, influida mayoritariamente por los inactivos potencialmente activos (12,7%), quienes según razones de no búsqueda o no disponibilidad fueron incididos por «responsabilidades familiares permanentes (cuidado de niños o personas dependientes)», «jubilación» y «espera la estación de mayor actividad».
La tasa de desocupación desestacionalizada fue 7,3%, siendo 0,2 pp. superior a la del trimestre móvil anterior.
A nivel regional, consignó el INE, se destaca la Región Metropolitana, en donde la tasa de desocupación del trimestre octubre-diciembre de 2019 fue 8,0%, creciendo 0,6 pp. en doce meses.
El alza del indicador se debió a la expansión de 1,5% de la fuerza de trabajo, superior a la variación de los ocupados (0,8%). Los desocupados registraron un incremento de 9,8% motivados por los cesantes (9,0%).
Tasa de desocupación por sexo
La tasa de desocupación masculina fue 6,5%, creciendo 0,3 pp. en un año, a raíz del alza de 1,2% de la fuerza de trabajo, mayor a la de 0,9% registrada por los ocupados. Por su parte, los desocupados aumentaron 6,1%, incididos, principalmente, por los cesantes (6,3%).
4,7% fue el alza de los trabajadores por cuenta propia durante el trimestre octubre-diciembre
Por su parte, la tasa de desocupación femenina alcanzó 7,7%, incrementándose 0,2 pp. en doce meses, producto de la variación de 1,3% de la fuerza de trabajo, superior a la de 1,1% observada por las ocupadas. Al mismo tiempo, las desocupadas crecieron 3,8%, incididas únicamente por quienes buscan trabajo por primera vez.
Sectores económicos más afectados
Los principales retrocesos se presentaron en comunicaciones (-18,0%), debido a actividades de programación y consultorías informáticas y otras actividades conexas, industria manufacturera (-2.6%), por fabricación de sustancias y productos químicos, y enseñanza (-1.7%).
Fuente: Emol economía, enero 31 de 2020
Iniciativa recaudará US$ 2.200 millones en régimen y algunos cambios ya comenzarán a operar este año.
Finalmente, la reforma tributaria vio la luz. Esta tarde, la Sala del Senado ratificó el acuerdo alcanzado por la comisión mixta ayer y despachó a Ley la iniciativa, luego de 17 meses de debate en el Congreso y con una modificación sustancial realizada tras la crisis social del 18 de octubre.
Más temprano, la Sala de la Cámara de Diputados también había ratificado el acuerdo logrado por la mixta el martes. Aquello implicó zanjar la controversia por un único artículo entre ambas cámaras, referido a la manera en que los contribuyentes podían impugnar ante los Tribunales Tributarios y Aduaneros y la Superintendencia de Medio Ambiente el cobro del impuesto verde a las fuentes fijas contaminantes.
El despacho a Ley de la reforma al sistema tributario marca un hito, ya que es la primera reforma emblemática del Ejecutivo que logra aprobarse íntegramente en el Congreso.
Luego del marco de entendimiento alcanzado entre el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, el oficialismo y la oposición, se incorporaron una serie de ajustes que aumentarán en US$ 2.200 millones la recaudación fiscal por año una vez que el nuevo sistema esté en régimen. Entre los ajustes principales se ubican aumentar a 40% la tasa más alta del impuesto personal, desechar cambios a la Norma General Antielusión y aplicar una sobretasa a las contribuciones de bienes raíces con un avalúo fiscal superior a $ 400 millones, entre otros.
Todo esto implica un cambio sustancial respecto al proyecto ingresado al Congreso en agosto del 2018, proceso liderado por el entonces ministro de Hacienda, Felipe Larraín. Aquella propuesta era neutral desde el punto de vista de la recaudación fiscal e implicaba cambios a la Norma General Antielusión e integraba el sistema tributario para todos los contribuyentes. Esto último significa que el 100% de lo pagado como impuesto por las utilidades corporativas podía ser descontado en los tributos personales de sus dueños.
Los cambios que operarán a partir del 2020
Nuevo sistema PYME
A partir del actual año tributario debuta el Régimen Propyme, que establece una tasa de impuesto corporativo de 25% y con una integración total entre el gravamen personal y el corporativo para las empresas con ventas anuales hasta 75 mil UF. En cambio, las sociedades que superen dicho umbral tributarán con una tasa de 27% y mantendrán una integración parcial de 65% entre la Primera Categoría y el Global Complementario. Esto, luego del acuerdo alcanzado entre Hacienda, el oficialismo y la oposición para desechar el denominado «corazón» de la reforma tributaria original.
Tasa personal sube a 40%
Derivado del acuerdo logrado a inicios de noviembre, se crea un nuevo tramo del Impuesto Global Complementario -cuyo tope hoy es 35%- para las rentas mensuales superiores a $ 15 millones, que serán gravadas con una tasa de 40%. Por este concepto se recaudarán US$ 42 millones este año y US$ 146 millones con el sistema ya en régimen.
Suben contribuciones a propiedades más caras
Otro de los ejes del marco de entendimiento Gobierno-oficialismo-oposición es crear una sobretasa para las contribuciones del patrimonio inmobiliario de mayor valor. A partir de este año, se aplicará la sobretasa para los bienes raíces con un avalúo fiscal desde $ 400 millones, a través de tramos: la sobretasa será de 0,075% para el valor entre $ 400 millones y $ 700 millones; 0,15% entre $ 700 millones y $ 900 millones; y 0,275% para las propiedades con un valor fiscal superior a $ 900 millones.
Las PYME y los fondos de pensiones estarán exentos de este tributo, que a partir de este año engrosará en US$ 128 millones las arcas públicas.
Se eliminan gradualmente los PPUA
Partiendo el año comercial 2020, comenzará gradualmente a eliminarse el beneficio tributario conocido como pagos provisionales por utilidades absorbidas (PPUA), que dan derecho a una devolución de impuestos cuando los retiros de utilidades o dividendos son absorbidos por empresas con pérdidas tributarias. Este año se otorgará un 90% de devolución, la que se reducirá a 80% el próximo año, a 70% en 2020 y se eliminará el 2024.
Entra en vigencia el IVA a plataformas digitales
Uno de los temas más importantes para el bolsillo de los consumidores es la aplicación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a las plataformas digitales. El gravamen comienza a aplicarse este año y el proyecto establece que la puesta en marcha será a partir del tercer mes de la publicación de la ley, cuando se encuentre disponible la plataforma para que las aplicaciones pueden pagar su IVA ante el SII.
Cabe señalar que el gravamen no aplica a todos los servicios digitales, sino solo para los que son provistos por entidades extranjeras no domiciliadas en Chile y que son consumidos por personas. En esta categoría entran apps como Netflix, Airbnb, Spotify y Uber Eats, pero no Uber al ser un servicio de transporte de pasajeros -exento de IVA- y tener una sociedad constituida en Chile.
Impuesto sustitutivo al FUT
A partir de este año y hasta el 2022 se abre una ventana transitoria para retirar recursos acumulados desde el Fondo de Utilidades Tributables (FUT) histórico, a una tasa única de 30%. La medida recaudará US$ 437 millones este ejercicio.
Acuerdos extrajudiciales con la autoridad tributaria
La reforma abre la posibilidad, desde este año y hasta 2021, de celebrar un avenimiento en todos los juicios tributarios que hoy se encuentran pendientes, con una condonación del 100% de los intereses y multas, pero no de los impuestos adeudados. ¿Impacto en recaudación fiscal? US$ 140 millones en 2020 y la misma cantidad el próximo año.
Depreciación semi instantánea para La Araucanía y el resto del país
Con efecto retroactivo a partir del 1 de octubre de 2019, la reforma fija un beneficio tributario para incentivar la inversión. Así, se crea un régimen transitorio hasta el 31 de diciembre de 2021 para descontar de la base imponible, vía depreciación instantánea, el 50% de la inversión realizada en activos fijos nuevos o importados, y de manera acelerada el restante 50%. Para La Araucanía, en tanto, el beneficio será de un 100% de depreciación instantánea.
Menos plazo para recuperar IVA
Vigente a partir de este año, se reduce desde seis a dos meses el plazo para recuperar el IVA soportado en la adquisición de activos fijos.
Bajan PPM
La tasa de los Pagos Provisionales Mensuales (PPM) para las micro, pequeñas y medianas empresas (Mypimes) se reduce desde 0,25% a 0,2% para los contribuyentes que se encuentren en el régimen de transparencia del sistema Pro Pyme y que tengan ingresos anuales de hasta 50.000 UF.
El debut de la Dedecon
Desde el 2020 y de forma gradual comienza a ponerse en marcha la Defensoría del Contribuyente (Dedecon), organismo que tendrá la facultad de representar a los contribuyentes de menores ingresos, presentando recursos administrativos ante el SII.
Las personas con ingresos de hasta 30 UTA ($ 1,5 millones mensuales); y PYME acogidas al régimen Pro PYME con ingresos de hasta 2.400 UF al año ($ 5,6 millones al mes) podrán ser representadas por la Dedecon.
El presupuesto total del nuevo organismo ascenderá a US$ 6,7 millones en régimen. Inicialmente tendrá oficinas en Santiago y luego aterrizará en regiones.
Fuente: Diario Financiero, enero 30 de 2020
El economista jefe del Fondo para la región, Alejandro Werner, espera que el proceso constituyente abra la puerta al crecimiento inclusivo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) apuntó ayer que la economía de América Latina se estancó en 2019, por efecto de la incertidumbre mundial, la guerra comercial y las consecuencias de las tensiones sociales que sorprendieron a varios de los países de la región.
Entre estos destacó a Chile, cuyas perspectivas de expansión están marcadas por el estallido de octubre y «las respuestas de política económica ante las demandas sociales».
«Tras un marcado descenso a finales de 2019, la actividad económica debería recuperarse gradualmente, respaldada por una importante expansión fiscal y una política monetaria más laxa, con lo cual el crecimiento debería situarse en alrededor de 1% en 2020», apuntó en un reporte el economista jefe de la entidad para la región, Alejandro Werner.
Con esto, la entidad queda en el rango bajo de las proyecciones de los agentes económicos para este año. El Banco Central de Chile espera un PIB entre 0,5% y 1,5%; el Ministerio de Hacienda estima 1,3% y la encuesta de expectativas económicas del emisor en 1,2%.
Tras el reporte, el ministro de Economía, Lucas Palacios, consideró que «más que una gran caída en las proyecciones, lo que está haciendo el FMI es ajustarse a las estimaciones que ya había asumido el mercado». El funcionario recordó que la institución no había hecho actualización de proyecciones luego del 18 de octubre.
Chile y la Constitución
En esta oportunidad, las proyecciones fueron revisadas a la baja tanto para el año que ya cerró, como para el que está en curso y para el siguiente. Comparando con la actualización de octubre, Chile perdió 2 puntos porcentuales de su PIB al cerrar 2019 en 1%. En tanto, para 2020, el dato fue revisado a la baja en 2,1 puntos a 0,9%; y para 2021 le rebajó 0,5 unidades para ubicarlo en 2,7% anual.
En conferencia de prensa, Werner explicó que esto es «respuesta a la incertidumbre sobre la inversión, el consumo de bienes durables, la demanda de bienes raíces, entre otros».
Pero destacó que la situación «también abre espacios para que la sociedad debata sobre temas como el crecimiento inclusivo y para que se enfoque en esto el crecimiento más de lo que se ha hecho hasta ahora».
El FMI espera que «el proceso constituyente sea una inversión» en la que se «incurre a un costo de incertidumbre y menor crecimiento, para que al final se alcance un crecimiento más inclusivo».
«Ese es el gran desafío: que este proceso rediseñe el modelo económico y político chileno, en una dirección donde se preserven las virtudes del modelo y que fortalezca el modelo en los pilares más débiles», agregó.
Aun así, aclaró que existen riesgos y que, en este caso, apuntan a la pérdida de las fortalezas de los últimos años y a que la incertidumbre no sea transitoria.
Panorama de la región
La región tampoco está exenta de desafíos que ahora son más internos que en otras ocasiones. Entre ellos, el FMI destacó «la escasez de inversión, el lento aumento de la productividad, un clima poco propicio para los negocios y la baja calidad de la infraestructura y la educación».
Este año, el PIB de América Latina y el Caribe crecería 1,6% y el próximo, 2,3%; ambos datos por debajo de lo estimado en octubre.
En el detalle por país, para este año el Fondo proyecta una expansión de 3,2% para Perú y de 3,5% para Colombia; este último impulsado por «el continuo apoyo monetario, la migración de Venezuela, las remesas, las obras civiles y el aumento de la inversión a raíz de modificaciones recientes de la política tributaria».
En tanto, Brasil crecería 2,5% por el «repunte de la confianza tras la aprobación de la reforma de las pensiones y las menores tasas de interés de política monetaria en el contexto de una inflación baja».
Para Argentina no hubo cambio frente a octubre «por el poco tiempo del nuevo gobierno» y quedaría con una caída de 1,7% de su PIB este año.
Sin modificaciones también se mantuvo a Venezuela que se contraería 10% en 2020 en medio de su «profunda crisis económica y humanitaria».
Por su parte, México se recuperaría a 1% en 2020 por el nuevo tratado comercial y la reciente distensión de la política monetaria.
Fuente: Diario Financiero, enero 30 de 2020
Sondeo de EY realizado a 343 ejecutivos de compañías muestra que el 60% dice que el debate constitucional tendrá efectos negativos en su negocio.
El 25 de enero se cumplirán 100 días desde el estallido social, crisis que está terminando de golpear las expectativas empresariales que habían venido evolucionado a la baja durante el último año.
Una medición realizada por EY en diciembre a 343 ejecutivos de un amplio espectro de empresas, de todos los tamaños y sectores, aunque con énfasis en comercio, construcción e inmobiliarias, minería y servicios financieros, entre otros, da cuenta de este fenómeno.
Los resultados no son alentadores. El 41,7% cree que sus ventas disminuirán en el año, lo que se compara con el 22,6% y 5,1% que pensaba esto para el ejercicio 2019 en las últimas mediciones de julio y diciembre 2018, respectivamente.
En un contexto donde el gobierno y las distintas autoridades económicas han reconocido que habrá un menor crecimiento económico -a nivel de ejecutivos un 18,1% cree que habrá una expansión negativa este año y 39,7% espera que sea menos al 1%-, los principales damnificados podrían ser el empleo y las inversiones.
En materia de recursos humanos, 48,1% dice que reducirá dotación, lo que se compara con el 30,5% de julio y el 17,8% de diciembre de 2018. El 43,1% mantendrá y solo el 8,7% espera aumentar, lo que muestra una fuerte diferencia respecto de las mediciones anteriores.
Las inversiones también se verán afectadas, dado que el 52,2% dice que disminuirán y solo 12,5% espera aumentarlas. Respecto al primero de estos grupos, quienes tienen esa postura de cara 2020 crecieron fuertemente respecto de los indicadores anteriores, con 19,9% en junio y 12,4% en diciembre de 2018.
El monto del presupuesto también ha ido trasladándose hacia los grupos más bajos. Por ejemplo, los que destinarán más de US$ 200 millones en el año solo representan 4,1% de la muestra, una baja respecto del 7,9% de la medición de junio.
El grupo que más ha crecido es el que destinará menos de US$ 50 millones, que pasó de 76,8% en diciembre de 2018 a 88,3% en diciembre de 2019.
El presidente de EY, Cristián Lefevre, dice que “las empresas están reevaluando los proyectos de inversión que ya tenían planificados”, donde, por ejemplo, el mercado inmobiliario ya está viendo las consecuencias de esta situación con una baja en las ventas, lo que se suma a los mayores riesgos que está viviendo el sector bancario y financiero. “Claramente esto afectará futuras inversiones”, recalca, salvo en sectores como la minería y las energías renovables.
Otro tema que surgió producto de la contingencia fue el efecto de la discusión constitucional, donde entre quienes tienen una visión negativa y muy negativa sobre su empresa alcanzan 59,7%. El 10,5% prevé repercusiones positivas y muy positivas.
Cristián Lefevre: «La magnitud del fenómeno hace difícil prever su evolución y la dirección que tomará el país en general»
– A su juicio, ¿la situación de crisis económica ya está instalada en las empresas pensando en 2020?
-Las empresas han tenido unos meses muy difíciles, en muchos casos, con graves interrupciones en sus actividades productivas, están enfrentando costos más elevados y una mayor incertidumbre hacia a delante. Asimismo, los episodios de violencia y daños al sistema de transporte capitalino han pesado en el ánimo de muchos trabajadores y empresarios, lo que redunda en una mirada más negativa.
En relación a los resultados empresariales, hay un fuerte deterioro en las expectativas, tanto de ventas como de utilidades y los encuestados están mostrando una clara preocupación por el empleo. Los resultados dan cuenta de que los encuestados están esperando unos meses muy difíciles hacia adelante.
– ¿Cuáles son las consecuencias más relevantes que se deberían ver a raíz de la crisis?
– Una de las consecuencias más importantes es el fuerte deterioro en las expectativas empresariales, lo que redundará en temas como los planes de inversiones, las condiciones del crédito, el empleo y el nivel de endeudamiento.
En especial muchas empresas pequeñas y medianas ya están viendo condiciones más difíciles y les será cuesta arriba recuperarse de la interrupción sufrida en los últimos meses.
La magnitud del fenómeno hace difícil prever su evolución y la dirección que tomará el país en general. Esto dificulta la planificación a largo plazo y la toma de decisiones a todo nivel.
– ¿Cómo se está viendo el debate constitucional, se ve que tendrá un efecto negativo?
– La encuesta da cuenta de que el 60% de la muestra considera que el debate constitucional tendrá repercusiones negativas para su empresa. La incertidumbre siempre es un aspecto que afecta y el nivel que un proceso de esta magnitud genera, es algo con lo que las empresas deberán aprender a convivir por al menos un par de años. Esta percepción negativa del empresariado se podría revertir si es que gana la opción «No» en el plebiscito de abril y finalmente en lugar de partir con una «hoja en blanco» con la carta magna, se realizan las modificaciones y reformas que sean necesarias en la actual constitución.
Fuente: Diario Financiero, enero 20 de 2020
Hasta noviembre las importaciones de acero laminado de China cayeron un 27% en la región
La baja actividad de la economía mundial y las tensiones políticas en diversos países han contribuido a una atmósfera inestable para América Latina.
Según CEPAL, a excepción de Venezuela, el crecimiento promedio del PIB de la región está aumentando, pero solo en un 1% anual, lo que refleja la mayor recesión desde la Segunda Guerra Mundial experimentada por Brasil, el estancamiento de la economía en México desde principios de 2019 y los desequilibrios macroeconómicos de Argentina.
La crisis financiera mundial y los disturbios en países como Chile, Bolivia y Ecuador también aportaron al actual desempeño económico de América Latina.
Consumo
De acuerdo con la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero), el consumo de acero laminado en octubre fue un 5% menor que lo registrado en el mismo período de 2018. Y pese a haber aumentado un 4% en comparación con septiembre de 2019, el acumulado hasta octubre se mantuvo un 5% más bajo que el mismo período del año anterior. Aun así fue 0,3% superior al promedio de los primeros 9 meses.
El balance del décimo mes tuvo una tendencia levemente positiva, totalizando 202.000 toneladas, un 4% por encima del resultado observado en septiembre. El crecimiento se debe en gran parte al consumo de Guatemala (26%), Argentina (24%), Brasil (17%), México (16%) y Ecuador (14%).
En tanto, en noviembre 2019 la producción de acero crudo totalizó 4.828 millones de toneladas, un 10% menos que noviembre 2018. El acumulado hasta noviembre (55.722 millones de toneladas) fue un 8% menor que el mismo período del año anterior. El resultado quedó un 5% por debajo del promedio de los primeros 10 meses. México fue responsable por la parte más grande de la caída (58%) registrando el peor indicador desde marzo 2016.
Producción
La producción de acero laminado alcanzó las 3.971 millones de toneladas, un 10% menos que noviembre 2018. El acumulado hasta noviembre retrocedió un 8% en relación al mismo período del año anterior.
Al alcanzar el nivel más bajo en 35 meses, el total disminuyó un 4,3% en comparación con octubre y mostró un resultado un 6% más bajo que el promedio de los primeros 10 meses de 2019. Las cifras negativas se deben principalmente el déficit de Brasil (75%) y Argentina (36%), que experimentaron disminuciones en sus producciones anuales y mensuales.
El director general de Alacero, Francisco Leal, comentó que no se puede esperar «que los mercados resuelvan solos los problemas socioeconómicos. Los gobiernos deben revisar sus políticas públicas, no de reajuste, para estimular el crecimiento y priorizar el desarrollo sustentable, aprovechando el bajo costo actual del financiamiento. Necesitamos reenfocar nuestros esfuerzos hacia la exportación».
Importaciones ralentizan
Las importaciones de octubre fueron un 6% más bajas que el mismo mes de 2018, totalizando 1.929 millones de toneladas.
El acumulado hasta octubre se mantuvo un 3% por debajo del período equivalente en 2018. No obstante, hubo un aumento de un 10% en comparación con septiembre.
El resultado fue un 0,4% superior al promedio de los primeros 9 meses de 2019 y los mayores aumentos se observaron en Guatemala (54.000 toneladas), Ecuador (30.000 toneladas), Brasil (23.000 toneladas), Argentina (17.000 toneladas) y Chile (12.000 toneladas).
En los primeros 11 meses, las importaciones de acero laminado de China cayeron un 27% en América Latina. En enero, el total importado fue de 559.000 toneladas, mientras que en noviembre fue de 410.000 toneladas.
Exportaciones
Por otra parte, las exportaciones de octubre alcanzaran 836.000 toneladas, un 9% más que el resultado visto en el mismo mes de 2018.
Sin embargo, el acumulado (7.655) fue un 4% inferior que el mismo período de 2018. El total registró un crecimiento de un 14% en comparación a octubre del año anterior, el mejor indicador desde mayo 2019.
El resultado de las exportaciones fue un 9% por encima del promedio de los 9 primeros meses, siendo Brasil el país de la región que expandió sus exportaciones en un 12%, seguido por México (+15%) y Argentina (20%).
Menor déficit
En octubre la balanza comercial registró un déficit un 15% más bajo que el mismo mes del año anterior y presentó una caída de un 3% en el déficit acumulado hasta octubre en comparación con el mismo período de 2018.
Aunque en octubre el déficit fue un 7% mayor que septiembre, mientras que el total fue un 6% inferior al promedio de los primeros 9 meses del año.
Fuente: MundoMarítimo, enero 17 de 2020
Tomás Pablo Roa, presidente ejecutivo de Wolf y Pablo Consultores, S.L.
La IED creció un 75% entre enero y noviembre hasta los 10.615 millones de dólares
Hemos conocido el informe Perspectivas económicas globales del Banco Mundial (BM), que proyecta un crecimiento del 2,5% del PIB a nivel planetario para este año. Chile figura en el estudio con igual estimación.
De esta manera, tras la fuerte caída de la actividad económica vivida en tierras chilenas a partir de octubre pasado, el BM prevé que la economía nacional se expandirá un 2,5% en 2020 y un 3% en 2021. En junio pasado habían proyectado un 3,1% para este ejercicio.
Los fundamentos de estas predicciones del BM son «un mayor volumen de exportaciones de cobre después de interrupciones de minas en 2019, una mejora de las perspectivas del sector privado a medida que se desarrollen las reformas del sector empresarial, y un impulso del estímulo fiscal».
Muchos firmarían como buenas estas previsiones para Chile atendiendo al alto nivel de violencia vivido en los últimos tres meses. Asumiendo, eso sí, que para su condición de nación emergente de ingresos altos, está debería estar más próxima al 4%. Así y todo, el ministerio de Hacienda, encargado de las finanzas locales, trabaja con un rango de entre un 1% y un 1,5%. Por su parte, el Banco Central, en su Informe de política monetaria de inicios de diciembre, lo situaba entre un 0,5% y un 1,5%.
Si atendemos a la posición de economía abierta de Chile, además de las cuestiones internas a resolver, existen factores externos que no se pueden ignorar: desacuerdos entre Estados Unidos y China, desaceleración de la Unión Europea, inestabilidad en América Latina, o Estados Unidos e Irán, por mencionar algunos -especialmente, si se repara en que, poco más o menos, todos ellos son importantes socios comerciales de los chilenos-.
A falta de un resumen final, que suele conocerse a últimos de febrero, el comercio exterior de Chile se situó muy próximo a los 140.000 millones de dólares, el monto más bajo desde 2015. Las exportaciones retrocedieron un 7,6% y las importaciones, un 7,5%.
La tensión EEUU-China, freno al comercio
Como una de las causas principales se cita los desencuentros habidos entre las dos grandes potencias, lo cual repercutió fuertemente en las ventas de cobre, las que alcanzaron algo más de 33.000 millones de dólares, cerca de 3.000 millones menos que en 2018, lo que supone una bajada de un 8,2%.
Los buenos números obtenidos en diciembre, con exportaciones sobre los 6.600 millones de dólares, no fueron suficientes para revertir esta situación. Ni siquiera el espectacular salto dado por los envíos de cerezas, que con 1.562 millones de dólares superó por primera vez a la uva de mesa (aproximadamente unos 1.200 millones).
Añadimos a los datos anteriores los del sector silvoagropecuario, en el que las expediciones ascendieron por encima de los 6.500 millones de dólares, un 2,2% más, insuficiente para mitigar los coletazos del enfrentamiento de los dos colosos universales que afectaron a cerca de la totalidad del comercio internacional. Los productos mineros tuvieron un derrumbe del 60%; la celulosa también experimentó un descenso. Los dos sectores afectados inciden notoriamente en los intercambios con el extranjero.
Por su parte, las importaciones de bienes de consumo se replegaron un 10,8%, logrando completar una cifra por arriba de los 20.000 millones de dólares. Los llamados bienes durables supusieron 7.500 millones en números redondos, es decir, un 16% menos, debido a un desplome de 24,6% en automóviles, de 12,3% en celulares y de 11,1% en televisores. Los semidurables bajaron un 9,4%, hasta un valor de 5.987 millones. Los llamados bienes de capital cayeron un 4,7%, con un registro de 14.589 millones de dólares.
La inversión extranjera, al alza
Finalmente, vamos a referirnos a las inversiones, indispensables para que Chile pueda continuar su proceso de desarrollo que le asegure bienestar y calidad de vida a toda su población.
Esta semana conocíamos a través del embajador de Suecia en Chile, Oscar Stenström, que «ninguna empresa sueca ha pensado en retirar sus inversiones» debido a los avatares vividos. Stenström se refería a unas 40 grandes compañías venidas del norte de Europa. Asimismo, se vio a empresarios chinos interesándose en la Comisión Nacional de la Energía por la futura megalínea eléctrica de transmisión, la primera en corriente continua que se levantará en el país, que se proyecta para la presente década y supondrá una inversión de 1.300 millones de dólares.
Los inversores continúan con los ojos puestos en Chile; los montantes de inversión extranjera directa (IED) entre enero y noviembre de 2019 ya llegan a los 10.615 millones de dólares, un 75% por encima de lo registrado en el mismo periodo del año anterior, acercándose al promedio de los 11.946 millones conseguidos entre 2015 y 2019.
Del general recibido hasta ahora, 6.293 millones de dólares van al componente de participaciones de capital, que equivalen al 59% del total. La reinversión de beneficios es igual a 3.629 millones, vale decir un 34%. Por último, la deuda relacionada suma 694 millones, un 7%.
Casi con toda probabilidad Chile volverá a situarse en 2019 junto al grupo de adelante entre los que más capital atraen a la región. Se debe asumir que la mayor parte de este flujo inversor llegó antes del 18 de octubre, por lo que se debe continuar trabajando para demostrar que sigue siendo un destino seguro.
Fuente: Wolf & Pablo Consultores S.L., enero 16 de 2020
Desde que se anunció la firma del pacto parcial entre ambas potencias a mediados de octubre pasado – y que se sella hoy-, las exportaciones han mostrado mejores cifras, tendencia que se consolidaría este año. Asimismo, ha favorecido el precio del cobre, el que ayer alcanzó su mayor nivel desde mayo.
El consumo, inversión, demanda interna y las expectativas en la economía no lucen bien a nivel local, por lo que el escenario externo, o volvía más sombrío el panorama u ofrecía una luz de esperanza para lo que resta del año. Afortunadamente, es esta última alternativa la que gana terreno, gracias a la más importante distensión de la guerra comercial, que quedará sellada en la jornada de hoy.
Los principales socios comerciales de Chile, China y Estados Unidos, firman en Washington un pacto de fase 1, el cual contempla acuerdo en materia de propiedad intelectual, estándares para la devaluación de las monedas y una balanza comercial más equilibrada entre los protagonistas del conflicto. Aunque este tipo de detalles se fueron conociendo de a poco, desde que Donald Trump informó de un acuerdo parcial, Chile sacó cuentas alegres.
“Con el solo anuncio hubo un impacto positivo (…) el cobre subió, eso es un beneficio directo para Chile, y hemos visto que en diciembre tuvimos por primera vez en muchos meses un crecimiento interanual de nuestras exportaciones”, indica Rodrigo Yáñez, subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales.
De hecho, desde mediados de octubre el cobre ha anotado un alza de 8,3%, mientras que la mejora de las exportaciones en diciembre fue particularmente notoria en términos intermensuales, con un alza de 25,8%, el más amplio desde octubre de 2012.
Para el resto del año, el acercamiento entre las dos potencias consolidará la mejora comercial de Chile. “Se espera que, gracias a la reactivación de la manufactura en China, nuestras exportaciones a este país recuperen y superen los niveles de comercio previos a la Guerra Comercial”, señalan desde el departamento de Información Comercial de la mencionada subsecretaría.
Asimismo, la presidenta de AmCham Chile, Sandra Guazzotti, valora el acuerdo de fase uno, recalcando que nuestros socios estadounidenses “representan la mayor inversión extranjera directa en Chile, con un inventario acumulado de más de US$30 mil millones”.
Mejores perspectivas
Dentro de los productos que Chile exporta, uno de los más relevantes es ciertamente el cobre, cuya cotización cerró ayer en US$2,83 la libra, superior al US$2,79 que promedió en 2019 y por sobre la estimación del Banco Central (U$2,70 la libra para 2020). Esta es la séptima alza consecutiva del metal rojo y es su mayor nivel desde mayo de 2019.
Según los datos divulgados ayer por la Administración General de Aduanas china, las importaciones de cobre bruto del gigante asiático crecieron 9,1% en diciembre respecto al mes previo, su mayor nivel desde marzo de 2016, como consecuencia de una mayor actividad industrial y la débil oferta de metal de desecho que elevaron la demanda.
Este repunte se evidenció en las cifras de exportaciones del último mes de 2019, que alcanzaron US$6.644 millones (equivalente a un alza interanual de 1,3% e intermensual de 25,8%) y pese a que no lograron levantar el registro de exportaciones del año que cerró con una baja de 7,6%, según los expertos, da pistas de un mejor desempeño este año.
Según Mauricio Carrasco, de Econsult, “desde octubre de 2019 (cuando se dieron las primeras señales reales de acuerdo entre China y EEUU) hemos visto una mejora de 10% de su precio, el cual en parte se debe a esta mejora de expectativas. Esto vendría aparejado de un mayor dinamismo de las exportaciones mineras”.
A esto se suma, complementa Sergio Lehmann, de BCI, que “la actividad económica en China ha dado mejores señales en lo último, al tiempo que el sector manufacturero global, especialmente golpeado por la guerra comercial, mostraría un repunte. Eso favorecería la demanda de cobre mundial”.
De hecho, las expectativas privadas acercan el promedio del metal rojo hasta los US$2,90 la libra “hacia el segundo trimestre del año, lo que beneficiará a otras exportaciones chilenas, mejorará la balanza comercial e impulsará el tipo de cambio a la baja”, advierte Tomás Flores de LyD.
Este mejor precio tendrá, a su vez, impacto en las arcas fiscales. Carolina Grünwald, de BanChile, afirma que si se cumple la expectativa de un metal rojo en torno a US$2,90, “tomando en cuenta el Informe de Finanzas Públicas de Dipres, donde se explica que para el 2018 por cada centavo de dólar más los ingresos fiscales aumentaron US$24 millones, tendríamos al 2020 US$480 millones de mayores ingresos por este concepto, de un ingreso total estimado del orden de US$55.400 millones”.
En ese contexto, Nathan Pincheira, de Fynsa, señala que “durante 2020 nos tendremos que apoyar en el carro externo para poder crecer, frente a la debilidad esperada del consumo y la inversión”, así como también enfatiza Lehmann “junto con el gasto público, empujarán el crecimiento de la economía”.
Durante la Conferencia Desayuno del mes de enero, los socios del gremio participaron del encuentro en donde el economista y ex presidente ejecutivo de Codelco, Óscar Landerretche, declaró que resolver la desigualdad y gestionar las expectativas de crecimiento son los mayores desafíos de Chile para superar la crisis.
“El gobierno debe incentivar una conversación pública sobre el tipo de institucionalidad que necesitamos. No necesitamos más diagnósticos, necesitamos acciones”, afirmó el expositor.
Landerretche, expuso que la Industria 4.0 podría ayudar y no debe verse como una destrucción de empleos, sino como una herramienta para crearlos. “Chile debe tener varias estrategias de desarrollo productivo para que vea cual es la funciona, ya que si no cambiamos vamos a morir”.
Según el presidente de Asimet Dante Arrigoni, “El shock de incertidumbre y deterioro de expectativas, junto a condiciones financieras menos favorables producto de aumentos en las tasas de interés, nos hacen proyectar esta cifra no muy alentadora en materia de destrucción de empleos. Mientras no se restablezca por completo el orden público, que permita el normal funcionamiento de las fuentes productivas, al igual que un mejoramiento del escenario político y económico, creemos que no será posible generar las confianzas que permitan reactivar la actividad productiva. Esperamos que las autoridades, y la clase política, empiecen a dar señales de convergencia”.
Dante Arrigoni, presidente del gremio, sostuvo que las cifras «no son muy alentadoras» y que las personas empleadas en el área caerían de 825 mil hasta las 800 mil.
El presidente de la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas (Asimet), Dante Arrigoni, se mostró preocupado este martes en un desayuno con empresarios donde dio a conocer las proyecciones para su sector en 2020. Es que de acuerdo a los cálculos del gremio, este año la manufactura perdería más de 25 mil empleos producto de la crisis social.
«Según nuestras estimaciones, el shock de incertidumbre y deterioro de expectativas, junto a condiciones financieras menos favorables producto de aumentos en las tasas de interés, nos hacen proyectar esta cifra no muy alentadora en materia de destrucción de empleos«, dijo Arrigoni.
En ese sentido, comentó que «mientras no se restablezca por completo el orden público, que permita el normal funcionamiento de las fuentes productivas, al igual que un mejoramiento del escenario político y económico, creemos que no será posible generar las confianzas que permitan reactivar la actividad productiva. Esperamos que las autoridades, y la clase política, empiecen a dar señales de convergencia».
En esa línea, y respecto a lo que ha hecho el Ejecutivo en medio de la crisis, Arrigoni valoró las medidas anunciadas por el ministro de Hacienda Ignacio Briones «en el sentido de que Chile tiene que modernizar su modelo económico».
«Tenemos que tener planes de desarrollo productivo, apuntar a la industrialización del país, aumentar el valor agregado, crecer en el índice de complejidad económica, que son medidas que apuntan a mejorar la competitividad de nuestra industria«, dijo tras el desayuno.
Agregó así que para medir el avance del sector manufacturero en el mercado globalizado se debe considerar el índice de medición de Complejidad Económica (ICE), que es un concepto que mide la cantidad de conocimiento de los productos que exportan los países, y que en el caso nacional hoy exhibe el último lugar entre las economías de la OCDE, y similar ranking entre las naciones con las que tenemos tratados de libre comercio.
825 mil personas emplea actualmente el sector manufacturero, la cifra caería a 800 mil este año
«Para mejorar este índice es imprescindible una nueva industrialización del aparato productivo nacional, que previo a la crisis social, ya venía mostrando una pérdida de competitividad, bajo crecimiento y creación de empleo«, sostuvo el presidente de Asimet.
«Para tener un crecimiento económico sostenido y una reducción progresiva de la desigualdad, se necesitan políticas industriales modernas, que agreguen conocimiento a la matriz productiva de los países, y que se complementen a las políticas sociales», aseguró el dirigente gremial.
Fuente: Emol economía, enero 14 de 2020