El presidente de ASIMET, Dante Arrigoni, expresó su apoyo y aprobación al cambio de gabinete, señalando que cualquier estrategia de reactivación de la economía y el empleo “necesita contar con un equipo político que garantice la gobernabilidad”.
En ese sentido, se mostró esperanzado en que este nuevo gabinete político “pueda reencausar la conducción del país por una hoja de ruta conocida, que cuente con la necesaria legitimidad por parte de la ciudadanía y que termine con el clima de incertidumbre que ha predominado en las últimas semanas”, indicó.
“Cualquier plan de reactivación de la economía y el empleo debe desarrollarse sobre la base de una institucionalidad donde no haya incertezas de ningún tipo, y que dé garantías que incentiven la inversión, que es el único camino que tenemos como país para poder superar esta crisis”, concluyó.
Desde la Cámara Chilena de la Construcción, su presidente remarcó que «lo más importante es que esperamos que marque el inicio de una nueva etapa para nuestro país».
Tras la amplia cirugía que realizó el Presidente Sebastián Piñera a su comité político, distintos gremios empresariales reaccionaron ante el nuevo cambio de gabinete y manifestaron que, más allá de los nombres que salieron y entraron al Gobierno, lo que debe primar es el diálogo y la construcción de acuerdos.
Así, desde la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), su presidente Patricio Donoso expresó: «Más allá de los nombres, lo más importante es que esperamos que esto marque, efectivamente el inicio de una nueva etapa para nuestro país, en que, sobre la base de un estricto respeto por la institucionalidad, prime el diálogo y la construcción de acuerdos que privilegien el bien común».
«Por cierto, esta no es tarea solo de un Presidente de la República, un gabinete o un Gobierno. Es un desafío que debe enfrentar toda la clase política en su conjunto y los demás actores sociales porque estamos viviendo la crisis más grave e incierta de las últimas décadas y solo podremos salir de ella con tolerancia y unidad«, agregó el líder gremial.
Por su parte, el presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Ricardo Ariztía, comentó que «los ministros son colaboradores del presidente de la República, Sebastián Piñera, y su permanencia depende de las necesidades de su gestión. Por ello, comprendemos y respaldamos los ajustes que realizó hoy, y esperamos que estos fortalezcan al Gobierno y le permitan enfrentar de mejor forma los desafíos que estamos teniendo como país».
«El compromiso de la SNA es continuar contribuyendo al desarrollo de mejores políticas públicas y, en ese sentido, reiteramos nuestra disposición a colaborar y trabajar en conjunto con las carteras que requieran de nuestra visión y experiencia», puntualizó.
Desde la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas (Asimet), su presidente Dante Arrigoni expresó su apoyo y aprobación al cambio de gabinete, señalando que cualquier estrategia de reactivación de la economía y el empleo «necesita contar con un equipo político que garantice la gobernabilidad«.
En ese sentido, se mostró esperanzado en que este nuevo gabinete político «pueda reencausar la conducción del país por una hoja de ruta conocida, que cuente con la necesaria legitimidad por parte de la ciudadanía y que termine con el clima de incertidumbre que ha predominado en las últimas semanas», indicó.
«Cualquier plan de reactivación de la economía y el empleo debe desarrollarse sobre la base de una institucionalidad donde no haya incertezas de ningún tipo, y que dé garantías que incentiven la inversión, que es el único camino que tenemos como país para poder superar esta crisis», remarcó Arrigoni.
Fuente: Emol economía, julio 28 de 2020
Sebastián Sichel: “La forma de clasificación de las empresas en Chile es absolutamente conservadora”
En reunión virtual con empresarios de ASIMET, la autoridad afirmó que subir esta categorización un peldaño “nos permitiría a los bancos una posibilidad distinta de usar las garantías estatales”.
“Es una mala mirada de un país que quiere desarrollarse”. Así calificó esta mañana el presidente de BancoEstado, Sebastián Sichel, la actual clasificación de empresas que rige hoy en Chile, la que, según indicó, debe asimilarse a la que existe en países industrializados, como Alemania e Italia.
De esta forma, dio su pleno respaldo a la propuesta que entregó ASIMET al Gobierno de duplicar los límites de la actual categorización de las pymes en Chile –incluida en el Plan de Reactivación Industrial-, iniciativa que permitiría a las empresas poder acceder a mayores beneficios y apoyos en medio de la actual crisis económica.
“Tiene toda la lógica que se corran un peldaño hacia arriba, las micro debería ser hasta 5 mil UF (en ventas anuales), las pequeña pensar en algo más cercano a los 200 mil UF y de ahí hacia arriba. Hay que correr un eslabón completo la calificación, y eso nos va a permitir a nosotros los bancos una posibilidad distinta de usar las garantías estatales”, sostuvo Sichel.
Durante la charla telemática, el presidente de BancoEstado informó que, al 3 de julio de 2020, los créditos Covid – Fogape que se han otorgado se distribuyen de la siguiente manera: un 56% de ellos para la microempresa; un 33% a las pequeñas; un 6,4% a las medianas y un 4,6% a las grandes.
En cuanto a los sectores, la mayoría de las operaciones corresponde al Comercio (23.562), seguido por Servicios (19.781), Transporte y almacenamiento (9.851) y Manufactura (3.337). Estas últimas equivalen a MM$114.685.
Sichel explicó que actualmente el banco se encuentra abocado a una estrategia de ir a ofrecer créditos, debido a que han advertido una baja en los requerimientos en el último mes, con menos de mil solicitudes. “La idea es ir con ejecutivos a ofrecer créditos donde hay necesidad de liquidez. Esto para el banco es riego pero yo estoy dispuesto a correr el riesgo. No es un negocio, el banco está dispuesto a correr políticas de riesgo, porque siento que acá hay una tremenda oportunidad de fidelidad con el banco”, indicó.
En ese sentido, informó que la institución se puso como meta un plazo de 8 días para otorgar el crédito a los clientes, y de 20 días para los no clientes.
Finalmente, sostuvo que para el mediano plazo BancoEstado debe tener una mirada de reactivación mucho más activa, para cuando empiece el desconfinamiento. “Esto requiere ir diseñando instrumentos especiales de financiamiento como capital de inversión o desarrollo de productos para transformación tecnológica con tasas distintas y productos que en general puedan acelerar este financiamiento. Estas estrategias deben ir unidas a subsidios”, concluyó.
La iniciativa, que tiene un impacto de US$ 6.500 millones en inversión, sugiere 5 medidas clave, como redefinir el límite de categorización de las pymes hasta las 200 mil UF. de ventas anuales, con lo cual se amplía el número de empresas que pueden acceder a programas e instrumentos de apoyo.
La Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas, ASIMET, en un trabajo realizado junto a Econsult, envió al Gobierno un “Plan de Reactivación Industrial” que contiene una batería de medidas para hacer frente en el corto plazo a los impactos provocados por la crisis sanitaria. La estrategia tiene como objetivo principal la creación en el corto plazo de 350 mil puestos de trabajo.
“De acuerdo a las proyecciones que tomamos en cuenta para hacer esta estrategia, la normalización de la economía recién se iniciaría en agosto, e inevitablemente la contracción de este año se ubicará en torno al 8%. El desempleo, en tanto, bordeará el 25% a finales de 2020”, señaló el presidente de ASIMET, Dante Arrigoni.
“En materia de empleo en la industria manufacturera, el efecto de esta crisis es enorme: al mes de mayo de 2020 se han perdido 126 mil 500 puestos de trabajo, lo que equivale a una caída de 14,4% en un año”, informó, agregando que, en este escenario, “la reactivación del sector industrial es clave para Chile, y en particular el de la manufactura, que representa un 11% del PIB, por lo que necesitamos reactivarnos lo antes posible.
Según explicó Arrigoni, la propuesta presentada al Gobierno tiene un impacto de US$6mil 500 millones en inversión, y su principal virtud es que es una estrategia para el corto plazo, con propuestas de fácil ejecución, que se pueden implementar de inmediato por el Gobierno, “porque no requieren de largos proyectos de ley ni de mayores trámites legislativos ni burocráticos, que por lo general siempre ralentizan este tipo de planes”, sostuvo.
Propuesta
El Plan de Reactivación Industrial ASIMET Econsult se sustenta en 5 propuestas concretas:
- Redefinir el límite de categorización de las pymes para fortalecer la base empresarial, con lo cual se amplía el número de empresas que pueden acceder a programas e instrumentos de apoyo. Concretamente, se propone duplicar los límites de ventas anuales hasta las 200.000 UF, lo que generaría un aumento en la cobertura de los trabajadores de un 44% a un 55%, y un aumento en la incidencia de las ventas de Chile hasta un 20%.
- Impulsar infraestructura pública y privada en tres frentes: Fondo de Infraestructura, Dirección General de Concesiones del MOP y GPS. En este punto, se propone activar el Plan de Negocios Quinquenal del Fondo de Infraestructura para impulsar la inversión; acelerar y optimizar el pipeline de proyectos de concesiones del Gobierno, priorizando aquellos proyectos que reduzcan cuellos de botella logísticos, y agilizar aprobación de proyectos privados que podrían tener mayor impacto en empleo e industria nacional, y que estén más avanzados en el proceso de aprobación, usando el catastro de proyectos de GP
- Renovación tecnológica que permita adoptar las prácticas de la Industria 4.0. Con el objetivo de fomentar la renovación de maquinaria y tecnología asociados a la Industria 4.0. se propone una depreciación de 150% sobre la modernización de maquinaria manufacturera y productos tecnológicos asociados a ella, para alentar rápida adopción de actividades innovadoras y productivas en empresas manufactureras.
- Incentivos a la recontratación de trabajadores hasta fines de 2021 para hacer frente al 25% de desempleo. Dirigido a quienes hayan estado desempleados 2 meses o más. Se entregará como crédito tributario a la empresa un 20% del valor de la remuneración del nuevo trabajador dependiente. La contratación deberá tener un mínimo de 3 meses, y el crédito tendrá un tope de una vez el salario mínimo.
- Establecer una autoridad de Gobierno focalizada en la industria. En concreto, se propone la restructuración del actual Ministerio de Economía. La Subsecretaría de Pesca y Acuicultura se traspasa al Ministerio de Agricultura, y se crea una Subsecretaría para la Industria.
“Este plan ya está en manos de las autoridades económicas del país, de quienes esperamos una voluntad positiva para que lo integren a sus estrategias de corto plazo para superar esta grave crisis”, concluyó el presidente de ASIMET.
Fuente: Diario Estrategia, julio 06 de 2020
La propuesta del sector se enfoca en cinco medidas, como un incentivo a la recontratación y un nuevo límite de ventas para clasificar a las PYME con el fin de aumentar el acceso a los programas de apoyo.
Al igual que el resto de las industrias, la metalúrgica y metalmecánica no ha quedado ajena a los impactos del coronavirus. El sector ya advertía en enero los efectos que tendría la crisis social en la pérdida de empleos -que en ese entonces se calculaban en unas 25 mil plazas- y luego este pronóstico se superó con creces a raíz de la pandemia,.
El presidente de la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas (Asimet), Dante Arrigoni, señala que la industria acumulaba una pérdida de 126.500 puestos de trabajo a mayo, lo que equivale a una caída de 14,4% en un año. Y si bien, la mayoría de las empresas del sector se han mantenido operando -son parte de la cadena de compañías con categoría de esenciales-, proyectan que el desempleo llegará a 16% hacia fin de año.
Bajo esa consigna, y en un contexto donde se prevé que la recuperación económica demorará unos tres años, Asimet y Econsult presentarán este lunes al Gobierno un plan de reactivación industrial que apunta a la generación de 350 mil empleos.
Este implica una inversión de US$ 6.500 millones y se centra en cinco medidas que apuntan a modernizar la industria e incrementar la productividad. “La reactivación del sector industrial es clave para Chile, y en particular el de la manufactura, pues representa un 11% del PIB, por lo que necesitamos reactivarnos lo antes posible”, dice Arrigoni.
Las cinco medidas
El plan usó como referente a siete países que cuentan con un alto índice de productividad: Alemania, España, Australia, Estados Unidos, Corea del Sur, Vietnam y Tailandia. Arrigoni explica que, en la actualidad Chile es solamente la mitad de productivo que dichas naciones y la idea es que con estas medidas pueda subir al 70%.
La primera de las acciones apunta a redefinir el límite de ventas que se utiliza actualmente para categorizar las PYME, pasando de 100 mil UF anuales a 200 mil UF (en los países referentes, este tope equivale a 1.200.000 UF).
Con esto -explica Arrigoni- se podrán incrementar las empresas del sector que pueden acceder a programas e instrumentos de apoyo desde 22% a 45%. Además, también aumentará la cobertura de los trabajadores ya que un 55% contaría con beneficios para las PYME, y un subirá su incidencia de las ventas totales del país hasta un 20%. En segundo lugar, se plantea agilizar los proyectos de infraestructura que están en la cartera de concesiones, del plan quinquenal que recientemente dio a conocer el Fondo de Infraestructura y la oficina GPS del ministerio de Economía. Para ello, propone reducir los cuellos de botella como burocracia e incertezas tras el otorgamiento de los permisos correspondientes.
“Un tema fundamental es agilizar la permisología de estos proyectos y que no hemos sido capaces de sacar adelante. Y hoy es fundamental si queremos activar la economía”, dice.
La renovación tecnológica es otro punto clave. Arrigoni enfatiza que las empresas del sector deben adquirir maquinaria industrial 4.0, y para incentivar su adopción propone la depreciación de impuestos de estos activos de 150%.
Incentivo a la recontratación
Según las proyecciones del gremio, este año podría cerrar con una tasa de desempleo de 25% (que implica la pérdida de más de un millón y medio de empleos), por lo que es necesario que existan incentivos a la recontratación de trabajadores. En este escenario, la cuarta medida propone para quienes lleven más de dos meses desempleados, que se otorgue a la empresa que los contrate un 20% del valor de la remuneración del nuevo trabajador como crédito tributario (o rebaja de impuestos).El contrato deberá tener un plazo mínimo tres meses y el crédito tendrá un tope de un salario mínimo.
Finalmente, el último punto está alineado con el histórico anhelo del sector de contar con un ente ministerial. En concreto, propone la reestructuración del Ministerio de Economía, donde la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura se traspase al Minagri, y se cree una Subsecretaría para la Industria. A diferencia del resto de las medidas, esta necesitaría la aprobación del Congreso.
“En 30 años hemos perdido la mitad de la manufactura porque nuestra industria no se ha modernizado al ritmo de los competidores. No tenemos políticas públicas que realmente atienda las necesidades del rubro y por eso lo más acertado es que se pueda crear una subsecretaría que atienda nuestro sector”, enfatiza.
El registro del quinto mes del año se ubicó en la parte baja de las proyecciones de analistas. La actividad no minera se hundió 17%.
Por segundo mes consecutivo, la economía chilena sufrió un desplome histórico en mayo, ante el fuerte impacto sobre la actividad que ha tenido el covid-19 en el país.
De acuerdo con la información preliminar, el Indicador Mensual de Actividad Económico (Imacec) cayó 15,3% en el quinto mes del año, en comparación con igual mes del año anterior.
Según el registro, la serie desestacionalizada disminuyó 3,4% respecto del mes precedente y 15,2% en doce meses. El mes registró dos días hábiles menos que mayo de 2019.
De acuerdo al reporte del Banco Central, el Imacec minero creció 1,2%, mientras que el no minero cayó 17,0%. El resultado del mes se vio impactado por los efectos de la emergencia sanitaria.
«Las actividades más afectadas fueron los servicios y el comercio, y, en menor medida, la industria manufacturera y la construcción. En los servicios, destacaron las caídas de educación, transporte, servicios empresariales y restaurantes y hoteles», indicó la entidad.
En términos desestacionalizados, y con respecto al mes anterior, el Imacec minero disminuyó 0,6% y el no minero lo hizo en 3,7%.
Por último, el instituto emisor enfatizó que «considerando los desafíos que la crisis sanitaria ha impuesto sobre la recolección de datos básicos, el Banco Central de Chile ha hecho esfuerzos adicionales con sus proveedores de información para minimizar el impacto en la calidad de las estadísticas».
«Sin embargo, es relevante señalar que las cifras entregadas en esta oportunidad podrían estar sujetas a mayores revisiones que las registradas históricamente, las cuales serán difundidas de acuerdo al calendario de publicaciones y revisiones de Cuentas Nacionales disponible en la página web institucional», advirtió.
Fuente: Emol economía, julio 01 de 2020
El indicador de la industria anotó la segunda contracción consecutiva, según informó el INE.
El Índice de Producción Industrial (IPI) decreció 5,7% en doce meses, siendo la segunda contracción consecutiva, debido a las incidencias negativas de dos de los tres sectores que lo componen.
Según el INE, la baja más pronunciada se dio por parte de la manufactura, que retrocedió 13,3% en mayo afectadas en gran medida por la baja en la elaboración de productos alimenticios en medio de las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus.
La caída en la producción manufacturera sigue al retroceso de 5,9% de abril, cuando ya estaban en vigencia las medidas contra la expansión del virus. Los primeros casos se registraron en Chile en marzo.
Mientras que el índice de producción de Electricidad, Gas y Agua (IPEGA) descendió 3,2% en relación con mayo de 2019. Esto, debido a que las tres actividades que lo componen presentaron una reducción, especialmente gas, que disminuyó 10,9%.
En tanto, el Índice de Producción Minera (IPMin) presentó un aumento de 2,1% respecto a igual mes del año anterior. Esto, como consecuencia de la mayor actividad registrada en dos de los tres tipos de minería que lo componen, destacando minería metálica, que creció 1,6%, debido al incremento de 1,3% en la extracción y procesamiento de cobre.
Por su parte el Índice de Actividad del Comercio se desplomó un 23,5% en mayo, mientras que las ventas de supermercados subieron un 2,3% en doce meses.
Fuente: Emol economía, junio 30 de 2020
El informe dado a conocer esta mañana por el Instituto Nacional de Estadísticas considera por primera vez tres meses afectados por la pandemia.
La tasa de desempleo en Chile escaló hasta 11,2% durante el trimestre móvil marzo-mayo de 2020, registrando una subida de 4 puntos porcentuales (pp), según informó esta mañana el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Por primera vez en el año, el informe del INE consideró tres meses afectados casi en su totalidad por la pandemia, dando cuenta de las consecuencias de las medidas sanitarias tomadas a lo largo del territorio nacional.
De hecho, este se trata del mayor nivel de la tasa de desempleo en el país en 16 años, expecíficamente desde agosto de 2004, cuando también anotó 11,2%.
Por su parte, de acuerdo al ente estadístico, los desocupados crecieron 35,1%, incididos únicamente por los cesantes (44,3%).
La tasa de desocupación ajustada estacionalmente fue 11%, siendo 2 pp. superior a la del trimestre móvil anterior, como consecuencia del decrecimiento de la fuerza de trabajo (-7,4%) y la contracción de los ocupados (-9,4%).
En doce meses, las tasas de participación y ocupación se situaron en 53,6% y 47,6%, contrayéndose 9,2 pp. y 10,6 pp., en cada caso y registrando los niveles más bajos de toda la serie.
En tanto, la población fuera de la fuerza de trabajo aumentó 27,4%, influida por personas que en su mayoría no estaban buscando un empleo, pero estaban disponibles para trabajar, conformando la denominada fuerza de trabajo potencial. Este mayor tránsito hacia la inactividad se debería a las restricciones de movilidad por la pandemia, según el informe, lo que ha implicado que las presiones sobre el mercado laboral (alza de la desocupación) sean menores.
Asimismo, la tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial alcanzó 28,1%, con un aumento de 14,5 pp. en el período. En los hombres se situó en 24,5% y en las mujeres en 32,7%.
Los ocupados totales tuvieron una disminución de 16,5%, incidida tanto por las mujeres (-19,8%) como por los hombres (-14,1%). Por su parte, los ocupados ausentes, que representan el 15,4% del total de ocupados, aumentaron 149,8%, equivalente a 689.278 personas. Los trabajadores acogidos a la Ley de Protección al Empleo se encuentran en esta categoría.
La reducción de los ocupados fue influida por comercio (-19,4%), alojamiento y servicios de comida (-42,4%) y construcción (-23,1%), sectores fuertemente impactados por las consecuencias del coronavirus. Mientras que por categoría ocupacional, los mayores retrocesos se observaron en los trabajadores por cuenta propia (-29,5%) y los asalariados formales (-8,4%).
La tasa de ocupación informal se situó en 23,5%, con un retroceso de 3,9 pp. en doce meses.
Fuente: Emol economía, junio 30 de 2020
El organismo revisó a la baja su estimación de abril en la que estimaba una contracción de 3% para 2020 debido al fuerte impacto del coronavirus en la actividad, mayor al contemplado inicialmente.
Un fuerte recorte a las proyecciones para este año dio a conocer esta mañana el Fondo Monetario Internacional (FMI), que en la actualización de su Panorama Económico Mundial (WEO, su sigla en inglés) reveló que espera que la economía global se hunda 4,9% en 2020 como consecuencia de la pandemia del coronavirus. Esta sería la mayor caída desde la Gran Depresión.
La cifra es más pesimista que la contracción de 3% estimada por el organismo internacional en su informe de abril, pero como explica el texto, «el Covid-19 ha tenido un impacto más negativo de lo previsto en la actividad durante el primer semestre de 2020».
«La pandemia empujó a las economías a un gran bloqueo, lo que ayudó a contener el virus y a salvar vidas, pero también desencadenó la peor recesión desde la Gran Depresión», precisa la economista jefa del organismo, Gita Gopinath.
La experta también señala que más del 75% de los países están reabriendo al mismo tiempo que la pandemia se está intensificando en muchos mercados emergentes y economías en desarrollo, por lo que ante la falta de una solución médica, «la fortaleza de la recuperación es altamente incierta y el impacto en los sectores y países es desigual».
El pronóstico del FMI es menos pesimista que los de otros organismos internacionales, ya que el Banco Mundial estima que la economía global se contraerá 5,2% este año, mientras que la OCDE ve una caída de 6% si no se producen nuevos brotes de Covid-19, pero contempla un desplome de 7,6% de reactivarse los contagios.
La recuperación, en tanto, sigue estando fuertemente marcada por la incertidumbre, pero también se vería afectada y sería más gradual de lo proyectado inicialmente, con lo que el Producto Interno Bruto (PIB) mundial crecería 5,4% el próximo año, inferior al 5,8% esperado hace algunos meses.
El organismo no descarta la posibilidad de una segunda ola de infecciones a comienzos de 2021, y Gopinath explicó que en ese caso, el crecimiento «sería 0%, lo que sería dramático».
La caída del PIB en el primer trimestre fue, según el FMI, más profunda de lo estimado para la mayoría de los países, excepto por algunos como Chile, China e India entre los emergentes y Alemania, Australia y Japón entre las economías avanzadas. Con todo, los indicadores apuntan a una contracción más severa entre abril y junio -excepto en China-, explica el reporte.
Gopinath afirma que «esta crisis como ninguna otra tendrá una recuperación como ninguna otra», ya que «el alcance global sin precedentes de esta crisis obstaculiza las perspectivas de recuperación para economías dependientes de la exportación y pone en peligro las perspectivas de convergencia de ingresos entre economías en desarrollo y avanzadas».
El WEO indica que «en las economías que aún luchan por controlar las tasas de infección, la necesidad de continuar las cuarentenas y las medidas de distanciamiento social impactarán más en la actividad», y en concreto, el organismo advierte un «camino de recuperación más lento», con un «golpe a la productividad a medida que las empresas sobrevivientes aumentan las prácticas necesarias de seguridad e higiene en el trabajo».
Así, el informe advierte que el impacto sobre los hogares de menores ingresos es de tal magnitud que se ponen en peligro los logros alcanzados en cuanto a la reducción de la pobreza extrema en el mundo desde la década de 1990.
Sombrío panorama regional
Aunque Chile no está incluido en esta actualización del informe, algunos países latinoamericanos sí vieron revisadas sus proyecciones, al igual que la región en su conjunto, para la que el FMI estima un desplome de 9,4% este año, ampliamente más pesimista que la contracción de 5,2% prevista hace algunos meses. Para 2021, el organismo espera un crecimiento del PIB de 3,7%, inferior al 3,4% proyectado en abril.
De los países considerados, todos sufrieron recortes en esta actualización. Para Argentina, por ejemplo, el FMI ahora estima un desplome de 9,9% este año frente a la caída previa de 5,7%. El PIB de Brasil, en tanto, se contraería 9,1% en 2020 frente al 5,3% previsto en el ejercicio anterior.
La economía de México, por último, se hundiría 10,5% en el año en curso según la última revisión del FMI, proyección profundamente más pesimista que la caída de 6,6% proyectada en abril.
Fuerte golpe al resto del mundo
Si en el ejercicio anterior el FMI estimaba que el PIB de las economías avanzadas se redujera 6,1% este año, ese panorama cambió y ahora ve un desplome de 8% en su conjunto. Y en 2021, el Producto del grupo crecería 4,8%, levemente superior a la expansión de 4,5% esperada hace unos meses.
En el detalle, la economía de Estados Unidos se contraería 8%, cifra más pesimista que la caída de 5,9% proyectada en abril, mientras que el PIB de la eurozona lo haría en 10,2%, también un panorama más sombrío que la desaceleración de 7,5% del ejercicio anterior.
En particular el Producto de Alemania caería 7,8%, el de Francia se contraería 12,5% y España e Italia sufrirían un golpe mayor, con el desplome de 12,8% de su economía. Todos, entonces, se verían más afectados que lo estimado en abril.
Para los mercados emergentes, en tanto, el PIB se contraería 3% este año, más pesimista que la caída de 1% prevista antes de la revisión, y en 2021 crecerían 5,9%, menos que el rebote de 6,6% estimado previamente. Dentro de este grupo, China crecería 1% este año, cifra levemente inferior a la expansión de 1,2% contemplada antes de la actualización.
Fuente: Diario Financiero, junio 25 de 2020
Tras ser convocados por el Ministerio de Hacienda, expertos de distintas sensibilidades políticas y trayectorias formularon un documento de 19 páginas con medidas para enfrentar el impacto del covid-19.
«Un grupo importante de economistas, expertos de nuestro país de distintas sensibilidades y que han tenido altas responsabilidades en el sector público y privado«. Así definió el senador Jorge Pizarro a los autores de una nueva propuesta económica para enfrentar la crisis del covid-19 y que fue presentada ayer a la comisión ampliada de Hacienda, donde se discute un plan de emergencia con el Gobierno.
Se trata de un documento de 19 páginas, cuyo contenido se evaluó entre un grupo transversal de 16 economistas convocados por el Ministerio de Hacienda, los que se reunieron durante una semana y media vía zoom para trabajar. En el grueso, el texto se basa en tres ejes de acción: un marco fiscal de referencia, la emergencia y la reactivación.
Para la implementación de la propuesta se plantea la creación de un fondo de un máximo de US$12 mil millones para los próximos 24 meses, por sobre los US$10 mil millones que considera la actual proposición del Gobierno. Con ello, se apunta, entre otras cosas, a mejorar el Ingreso Familiar de Emergencia a una cifra per cápita entre $80 mil y $90 mil.
Pero ¿quiénes son los expertos detrás del texto? Todos, ingenieros comerciales de la PUC o de la Universidad de Chile, la mayoría con postítulos en universidades estadounidenses y muchos con un pasado ligado a gobiernos de distintos colores políticos.
Los 16 economistas autores de la propuesta
- Rafael Aldunate
Ingeniero comercial de la PUC y AMP de Harvard. Tiene una extensa trayectoria en directorios de empresas y desde hace 13 años se desempeña como director de Parque Arauco. Fue director de ProChile, gerente general de la Bolsa Electrónica, ex vicepresidente de Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) y miembro del la comisión económica de Renovación Nacional. También es autor de tres libros y actual columnista de economía internacional de La Segunda.
- Rodrigo Cerda
Ingeniero comercial y magíster en Macroeconomía Aplicada de la PUC, cuenta además con un magíster y un doctorado de la Universidad de Chicago. Actualmente se desempeña como economista en Clapes UC, académico de la Facultad de Derecho de la PUC y director de Codelco, cargo que entró a ocupar tras la salida de Ignacio Briones para asumir como ministro. Antes del cambio de gabinete, Cerda era director de Presupuestos del Ministerio de Hacienda. En su trayectoria se ha destacado por sus numerosas publicaciones dedicadas a temas de macroeconomía, política fiscal, pensiones y seguros de desempleo.
- Vittorio Corbo
Ingeniero comercial de la Universidad de Chile, doctorado y postdoctorado en economía del MIT. Fue presidente del Banco Central de Chile (2003-2007), miembro del Consejo Asesor del economista jefe del Banco Mundial y miembro del Consejo Consultivo sobre política monetaria y cambiaria del Fondo Monetario Internacional. Ha publicado y editado 11 libros y más de 100 artículos en revistas especializadas. Actualmente es director de CCU S.A., asesor económico y miembro del Consejo Directivo del Centro de Estudios Públicos (CEP).
- José de Gregorio
Ingeniero civil industrial y magíster en ingeniería de la Universidad de Chile; posteriormente obtuvo su doctorado en el MIT. Fue presidente del Banco Central (2007-2011) tras haber sido vicepresidente (2003-2007) y consejero (2001-2003) del ente rector. Entre marzo del 2000 y junio de 2001 fue triministro de las carteras de Economía, Minería y Energía. Durante su trayectoria ha sido consultor de organismos como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, la OCDE y empresas extranjeras, también fue investigador del FMI. Actualmente es académico y decano de la FEN de la U. de Chile.
- Álvaro Díaz
Ingeniero comercial y Sociólogo de la Universidad de Costa Rica y doctor en Economía de la Universidad de Campinas, Brasil. Fue subsecretario de Economía (2000-2005), embajador de Chile en Brasil (2007-2010) y economista de la Cepal. Su expertise son las políticas de competitividad, innovación y desarrollo tecnológico. Actualmente es economista del Consejo de Innovación para el Desarrollo (CNID).
- Sebastián Edwards
Ingeniero comercial de la PUC, máster y doctor en Economía de la Universidad de Chicago. Fue economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial y también investigador asociado del National Bureau of Economic Research. Ha escrito más de 200 artículos sobre economía internacional, macroeconomía y desarrollo en destacadas revistas internacionales. Además, es autor de más de 20 libros sobre temas relacionados. Ha sido consultor de numerosas empresas e instituciones multilaterales. Actualmente vive en Estados Unidos y es académicos de la UCLA.
- Juan Andrés Fontaine
Ingeniero comercial de la PUC y máster en Economía de la Universidad de Chicago. Fue ministro de Economía durante los años 2010 y 2011; en el actual Gobierno se desempeñó como titular de Obras Públicas y posteriormente como ministro de Economía. Ha participado como investigador del Centro de Estudios Públicos (CEP) y consejero del Instituto Libertad y Desarrollo. Fue director de Estudios del Banco Central y se ha destacado por ser profesor en la Universidad de Chile, la PUC y la Universidad de Los Ángeles.
- Bettina Horst
Ingeniera comercial y máster en Economía con mención en políticas públicas de la PUC. Se ha desempeñado como investigadora y gerenta general en Libertad y Desarrollo. Fue Senior Fellow en Atlas Economic Research Foundation en Washington DC y jefa del área monetaria del Departamento de Estudios del Banco Central en Chile. Actualmente es directora de Políticas Públicas de LyD y consejera del sistema de Alta Dirección Pública, también integra el consejo del Sistema de Empresas Públicas y es miembro del consejo estadísticos asesor del INE.
- Sebastián Izquierdo
Ingeniero comercial de la Universidad de Chile y magíster en Políticas Públicas. Ex superintendente de Educación y ex analista de los Ministerios de Economía y Hacienda. Actualmente es director ejecutivo del Centro de Estudios Horizontal.
- Claudia Martínez A.
Ingeniera comercial de la Universidad de Chile, magíster y doctorada en la Universidad de Michigan. Ha trabajado como asesora del Ministerio de Hacienda y también se desempeñó como economista en el Banco Interamericano de Desarrollo. Actualmente es académica de la Facultad de Economía y Administración de la PUC.
- Andrea Repetto
Ingeniera comercial y magíster en Economía de la PUC; doctora en Economía del MIT. En su trayectoria se ha destacado por estudiar temas como economía y psicología, economía de la educación, pobreza, economía laboral y crecimiento y productividad. Fue presidenta de la Comisión de Usuarios del Seguro de Cesantía y ha sido miembro del Consejo Asesor Presidencial de Trabajo y Equidad Social y del Consejo Asesor Presidencial para la Reforma Previsional. Actualmente es académica de la Escuela de Gobierno de la UAI y directora de Espacio Público.
- Claudia Sanhueza
Ingeniera comercial de la Universidad de Chile y doctora en Economía de la Universidad de Cambridge. Fue presidenta del Consejo Consultivo Previsional y miembro del Panel de Expertos Casen 2015 y 2017, integrante del directorio de la Fundación Nacional para la Superación de la Pobreza y del Laboratorio de investigación e innovación en Educación para América Latina y el Caribe. Actualmente es académica de la Universidad Mayor, directora del Centro de Economía y Política Social, y también investigadora adjunta del Centro de Conflicto y Cohesión Social (COES).
- Klaus Schmidt-Hebbel
Ingeniero comercial y magíster en Economía de la PUC; doctor en Economía del MIT. En su extensa trayectoria como asesor económico de organismos nacionales e internacionales, se ha desempeñado como economista principal del Departamento de Investigación del Banco Mundial, gerente de Investigación Económica del Banco Central de Chile y como economista jefe de la OCDE. Actualmente es consultor, asesor, conferencista internacional, y director de empresas, fundaciones y ONGs. A su vez, se desempeña como profesor titular de Economía de la PUC.
- Cristián Solis de Ovando
Ingeniero comercial y máster en Ciencias Políticas de la Universidad de Chile. Fue gerente general de la Bolsa de Comercio de Santiago y socio y presidente del comité ejecutivo de KPMG Chile. Ha liderado importantes transacciones en el mercado de capitales de Chile y Latinoamérica, y ha gestionado múltiples negociaciones de empresas. Actualmente es director de varias compañías.
- Rodrigo Valdés
Ingeniero comercial de la Universidad de Chile y doctor en Economía del MIT. Sus áreas de investigación incluyen economía monetaria, finanzas internacionales y finanzas públicas. Fue ministro de Hacienda (2015-2017) y presidente de BancoEstado. Se desempeñó como director de investigación y economista jefe del Banco Central de Chile, donde también fue economista senior. Previamente fue asesor principal del Ministro de Hacienda y ha sido consultor del FMI y el BID, y ha enseñado economía en la Universidad de Chile y en la Universidad de Santiago. Actualmente es académico de la Escuela de Gobierno de la PUC.
- Rodrigo Vergara
Ingeniero comercial de la PUC y doctor en Economía de la Universidad de Harvard. Fue presidente del Banco Central de Chile entre 2011 y 2016, y consejero de la misma entidad desde 2009 a 2011; años antes también llegó a ser economista jefe del ente rector. Durante su trayectoria se desempeñó como coordinador de macroeconomía en el Centro de Estudios Públicos, entidad en la que actualmente se desempeña como investigador senior. Es asesor y director de diversas empresas y ha sido consultor para distintos gobierno e instituciones internacionales.
Fuente: Emol economía, junio 11 de 2020