El informe dado a conocer esta mañana por el Instituto Nacional de Estadísticas considera por primera vez tres meses afectados por la pandemia.
La tasa de desempleo en Chile escaló hasta 11,2% durante el trimestre móvil marzo-mayo de 2020, registrando una subida de 4 puntos porcentuales (pp), según informó esta mañana el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Por primera vez en el año, el informe del INE consideró tres meses afectados casi en su totalidad por la pandemia, dando cuenta de las consecuencias de las medidas sanitarias tomadas a lo largo del territorio nacional.
De hecho, este se trata del mayor nivel de la tasa de desempleo en el país en 16 años, expecíficamente desde agosto de 2004, cuando también anotó 11,2%.
Por su parte, de acuerdo al ente estadístico, los desocupados crecieron 35,1%, incididos únicamente por los cesantes (44,3%).
La tasa de desocupación ajustada estacionalmente fue 11%, siendo 2 pp. superior a la del trimestre móvil anterior, como consecuencia del decrecimiento de la fuerza de trabajo (-7,4%) y la contracción de los ocupados (-9,4%).
En doce meses, las tasas de participación y ocupación se situaron en 53,6% y 47,6%, contrayéndose 9,2 pp. y 10,6 pp., en cada caso y registrando los niveles más bajos de toda la serie.
En tanto, la población fuera de la fuerza de trabajo aumentó 27,4%, influida por personas que en su mayoría no estaban buscando un empleo, pero estaban disponibles para trabajar, conformando la denominada fuerza de trabajo potencial. Este mayor tránsito hacia la inactividad se debería a las restricciones de movilidad por la pandemia, según el informe, lo que ha implicado que las presiones sobre el mercado laboral (alza de la desocupación) sean menores.
Asimismo, la tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial alcanzó 28,1%, con un aumento de 14,5 pp. en el período. En los hombres se situó en 24,5% y en las mujeres en 32,7%.
Los ocupados totales tuvieron una disminución de 16,5%, incidida tanto por las mujeres (-19,8%) como por los hombres (-14,1%). Por su parte, los ocupados ausentes, que representan el 15,4% del total de ocupados, aumentaron 149,8%, equivalente a 689.278 personas. Los trabajadores acogidos a la Ley de Protección al Empleo se encuentran en esta categoría.
La reducción de los ocupados fue influida por comercio (-19,4%), alojamiento y servicios de comida (-42,4%) y construcción (-23,1%), sectores fuertemente impactados por las consecuencias del coronavirus. Mientras que por categoría ocupacional, los mayores retrocesos se observaron en los trabajadores por cuenta propia (-29,5%) y los asalariados formales (-8,4%).
La tasa de ocupación informal se situó en 23,5%, con un retroceso de 3,9 pp. en doce meses.
Fuente: Emol economía, junio 30 de 2020
El organismo revisó a la baja su estimación de abril en la que estimaba una contracción de 3% para 2020 debido al fuerte impacto del coronavirus en la actividad, mayor al contemplado inicialmente.
Un fuerte recorte a las proyecciones para este año dio a conocer esta mañana el Fondo Monetario Internacional (FMI), que en la actualización de su Panorama Económico Mundial (WEO, su sigla en inglés) reveló que espera que la economía global se hunda 4,9% en 2020 como consecuencia de la pandemia del coronavirus. Esta sería la mayor caída desde la Gran Depresión.
La cifra es más pesimista que la contracción de 3% estimada por el organismo internacional en su informe de abril, pero como explica el texto, «el Covid-19 ha tenido un impacto más negativo de lo previsto en la actividad durante el primer semestre de 2020».
«La pandemia empujó a las economías a un gran bloqueo, lo que ayudó a contener el virus y a salvar vidas, pero también desencadenó la peor recesión desde la Gran Depresión», precisa la economista jefa del organismo, Gita Gopinath.
La experta también señala que más del 75% de los países están reabriendo al mismo tiempo que la pandemia se está intensificando en muchos mercados emergentes y economías en desarrollo, por lo que ante la falta de una solución médica, «la fortaleza de la recuperación es altamente incierta y el impacto en los sectores y países es desigual».
El pronóstico del FMI es menos pesimista que los de otros organismos internacionales, ya que el Banco Mundial estima que la economía global se contraerá 5,2% este año, mientras que la OCDE ve una caída de 6% si no se producen nuevos brotes de Covid-19, pero contempla un desplome de 7,6% de reactivarse los contagios.
La recuperación, en tanto, sigue estando fuertemente marcada por la incertidumbre, pero también se vería afectada y sería más gradual de lo proyectado inicialmente, con lo que el Producto Interno Bruto (PIB) mundial crecería 5,4% el próximo año, inferior al 5,8% esperado hace algunos meses.
El organismo no descarta la posibilidad de una segunda ola de infecciones a comienzos de 2021, y Gopinath explicó que en ese caso, el crecimiento «sería 0%, lo que sería dramático».
La caída del PIB en el primer trimestre fue, según el FMI, más profunda de lo estimado para la mayoría de los países, excepto por algunos como Chile, China e India entre los emergentes y Alemania, Australia y Japón entre las economías avanzadas. Con todo, los indicadores apuntan a una contracción más severa entre abril y junio -excepto en China-, explica el reporte.
Gopinath afirma que «esta crisis como ninguna otra tendrá una recuperación como ninguna otra», ya que «el alcance global sin precedentes de esta crisis obstaculiza las perspectivas de recuperación para economías dependientes de la exportación y pone en peligro las perspectivas de convergencia de ingresos entre economías en desarrollo y avanzadas».
El WEO indica que «en las economías que aún luchan por controlar las tasas de infección, la necesidad de continuar las cuarentenas y las medidas de distanciamiento social impactarán más en la actividad», y en concreto, el organismo advierte un «camino de recuperación más lento», con un «golpe a la productividad a medida que las empresas sobrevivientes aumentan las prácticas necesarias de seguridad e higiene en el trabajo».
Así, el informe advierte que el impacto sobre los hogares de menores ingresos es de tal magnitud que se ponen en peligro los logros alcanzados en cuanto a la reducción de la pobreza extrema en el mundo desde la década de 1990.
Sombrío panorama regional
Aunque Chile no está incluido en esta actualización del informe, algunos países latinoamericanos sí vieron revisadas sus proyecciones, al igual que la región en su conjunto, para la que el FMI estima un desplome de 9,4% este año, ampliamente más pesimista que la contracción de 5,2% prevista hace algunos meses. Para 2021, el organismo espera un crecimiento del PIB de 3,7%, inferior al 3,4% proyectado en abril.
De los países considerados, todos sufrieron recortes en esta actualización. Para Argentina, por ejemplo, el FMI ahora estima un desplome de 9,9% este año frente a la caída previa de 5,7%. El PIB de Brasil, en tanto, se contraería 9,1% en 2020 frente al 5,3% previsto en el ejercicio anterior.
La economía de México, por último, se hundiría 10,5% en el año en curso según la última revisión del FMI, proyección profundamente más pesimista que la caída de 6,6% proyectada en abril.
Fuerte golpe al resto del mundo
Si en el ejercicio anterior el FMI estimaba que el PIB de las economías avanzadas se redujera 6,1% este año, ese panorama cambió y ahora ve un desplome de 8% en su conjunto. Y en 2021, el Producto del grupo crecería 4,8%, levemente superior a la expansión de 4,5% esperada hace unos meses.
En el detalle, la economía de Estados Unidos se contraería 8%, cifra más pesimista que la caída de 5,9% proyectada en abril, mientras que el PIB de la eurozona lo haría en 10,2%, también un panorama más sombrío que la desaceleración de 7,5% del ejercicio anterior.
En particular el Producto de Alemania caería 7,8%, el de Francia se contraería 12,5% y España e Italia sufrirían un golpe mayor, con el desplome de 12,8% de su economía. Todos, entonces, se verían más afectados que lo estimado en abril.
Para los mercados emergentes, en tanto, el PIB se contraería 3% este año, más pesimista que la caída de 1% prevista antes de la revisión, y en 2021 crecerían 5,9%, menos que el rebote de 6,6% estimado previamente. Dentro de este grupo, China crecería 1% este año, cifra levemente inferior a la expansión de 1,2% contemplada antes de la actualización.
Fuente: Diario Financiero, junio 25 de 2020
Tras ser convocados por el Ministerio de Hacienda, expertos de distintas sensibilidades políticas y trayectorias formularon un documento de 19 páginas con medidas para enfrentar el impacto del covid-19.
«Un grupo importante de economistas, expertos de nuestro país de distintas sensibilidades y que han tenido altas responsabilidades en el sector público y privado«. Así definió el senador Jorge Pizarro a los autores de una nueva propuesta económica para enfrentar la crisis del covid-19 y que fue presentada ayer a la comisión ampliada de Hacienda, donde se discute un plan de emergencia con el Gobierno.
Se trata de un documento de 19 páginas, cuyo contenido se evaluó entre un grupo transversal de 16 economistas convocados por el Ministerio de Hacienda, los que se reunieron durante una semana y media vía zoom para trabajar. En el grueso, el texto se basa en tres ejes de acción: un marco fiscal de referencia, la emergencia y la reactivación.
Para la implementación de la propuesta se plantea la creación de un fondo de un máximo de US$12 mil millones para los próximos 24 meses, por sobre los US$10 mil millones que considera la actual proposición del Gobierno. Con ello, se apunta, entre otras cosas, a mejorar el Ingreso Familiar de Emergencia a una cifra per cápita entre $80 mil y $90 mil.
Pero ¿quiénes son los expertos detrás del texto? Todos, ingenieros comerciales de la PUC o de la Universidad de Chile, la mayoría con postítulos en universidades estadounidenses y muchos con un pasado ligado a gobiernos de distintos colores políticos.
Los 16 economistas autores de la propuesta
- Rafael Aldunate
Ingeniero comercial de la PUC y AMP de Harvard. Tiene una extensa trayectoria en directorios de empresas y desde hace 13 años se desempeña como director de Parque Arauco. Fue director de ProChile, gerente general de la Bolsa Electrónica, ex vicepresidente de Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) y miembro del la comisión económica de Renovación Nacional. También es autor de tres libros y actual columnista de economía internacional de La Segunda.
- Rodrigo Cerda
Ingeniero comercial y magíster en Macroeconomía Aplicada de la PUC, cuenta además con un magíster y un doctorado de la Universidad de Chicago. Actualmente se desempeña como economista en Clapes UC, académico de la Facultad de Derecho de la PUC y director de Codelco, cargo que entró a ocupar tras la salida de Ignacio Briones para asumir como ministro. Antes del cambio de gabinete, Cerda era director de Presupuestos del Ministerio de Hacienda. En su trayectoria se ha destacado por sus numerosas publicaciones dedicadas a temas de macroeconomía, política fiscal, pensiones y seguros de desempleo.
- Vittorio Corbo
Ingeniero comercial de la Universidad de Chile, doctorado y postdoctorado en economía del MIT. Fue presidente del Banco Central de Chile (2003-2007), miembro del Consejo Asesor del economista jefe del Banco Mundial y miembro del Consejo Consultivo sobre política monetaria y cambiaria del Fondo Monetario Internacional. Ha publicado y editado 11 libros y más de 100 artículos en revistas especializadas. Actualmente es director de CCU S.A., asesor económico y miembro del Consejo Directivo del Centro de Estudios Públicos (CEP).
- José de Gregorio
Ingeniero civil industrial y magíster en ingeniería de la Universidad de Chile; posteriormente obtuvo su doctorado en el MIT. Fue presidente del Banco Central (2007-2011) tras haber sido vicepresidente (2003-2007) y consejero (2001-2003) del ente rector. Entre marzo del 2000 y junio de 2001 fue triministro de las carteras de Economía, Minería y Energía. Durante su trayectoria ha sido consultor de organismos como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, la OCDE y empresas extranjeras, también fue investigador del FMI. Actualmente es académico y decano de la FEN de la U. de Chile.
- Álvaro Díaz
Ingeniero comercial y Sociólogo de la Universidad de Costa Rica y doctor en Economía de la Universidad de Campinas, Brasil. Fue subsecretario de Economía (2000-2005), embajador de Chile en Brasil (2007-2010) y economista de la Cepal. Su expertise son las políticas de competitividad, innovación y desarrollo tecnológico. Actualmente es economista del Consejo de Innovación para el Desarrollo (CNID).
- Sebastián Edwards
Ingeniero comercial de la PUC, máster y doctor en Economía de la Universidad de Chicago. Fue economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial y también investigador asociado del National Bureau of Economic Research. Ha escrito más de 200 artículos sobre economía internacional, macroeconomía y desarrollo en destacadas revistas internacionales. Además, es autor de más de 20 libros sobre temas relacionados. Ha sido consultor de numerosas empresas e instituciones multilaterales. Actualmente vive en Estados Unidos y es académicos de la UCLA.
- Juan Andrés Fontaine
Ingeniero comercial de la PUC y máster en Economía de la Universidad de Chicago. Fue ministro de Economía durante los años 2010 y 2011; en el actual Gobierno se desempeñó como titular de Obras Públicas y posteriormente como ministro de Economía. Ha participado como investigador del Centro de Estudios Públicos (CEP) y consejero del Instituto Libertad y Desarrollo. Fue director de Estudios del Banco Central y se ha destacado por ser profesor en la Universidad de Chile, la PUC y la Universidad de Los Ángeles.
- Bettina Horst
Ingeniera comercial y máster en Economía con mención en políticas públicas de la PUC. Se ha desempeñado como investigadora y gerenta general en Libertad y Desarrollo. Fue Senior Fellow en Atlas Economic Research Foundation en Washington DC y jefa del área monetaria del Departamento de Estudios del Banco Central en Chile. Actualmente es directora de Políticas Públicas de LyD y consejera del sistema de Alta Dirección Pública, también integra el consejo del Sistema de Empresas Públicas y es miembro del consejo estadísticos asesor del INE.
- Sebastián Izquierdo
Ingeniero comercial de la Universidad de Chile y magíster en Políticas Públicas. Ex superintendente de Educación y ex analista de los Ministerios de Economía y Hacienda. Actualmente es director ejecutivo del Centro de Estudios Horizontal.
- Claudia Martínez A.
Ingeniera comercial de la Universidad de Chile, magíster y doctorada en la Universidad de Michigan. Ha trabajado como asesora del Ministerio de Hacienda y también se desempeñó como economista en el Banco Interamericano de Desarrollo. Actualmente es académica de la Facultad de Economía y Administración de la PUC.
- Andrea Repetto
Ingeniera comercial y magíster en Economía de la PUC; doctora en Economía del MIT. En su trayectoria se ha destacado por estudiar temas como economía y psicología, economía de la educación, pobreza, economía laboral y crecimiento y productividad. Fue presidenta de la Comisión de Usuarios del Seguro de Cesantía y ha sido miembro del Consejo Asesor Presidencial de Trabajo y Equidad Social y del Consejo Asesor Presidencial para la Reforma Previsional. Actualmente es académica de la Escuela de Gobierno de la UAI y directora de Espacio Público.
- Claudia Sanhueza
Ingeniera comercial de la Universidad de Chile y doctora en Economía de la Universidad de Cambridge. Fue presidenta del Consejo Consultivo Previsional y miembro del Panel de Expertos Casen 2015 y 2017, integrante del directorio de la Fundación Nacional para la Superación de la Pobreza y del Laboratorio de investigación e innovación en Educación para América Latina y el Caribe. Actualmente es académica de la Universidad Mayor, directora del Centro de Economía y Política Social, y también investigadora adjunta del Centro de Conflicto y Cohesión Social (COES).
- Klaus Schmidt-Hebbel
Ingeniero comercial y magíster en Economía de la PUC; doctor en Economía del MIT. En su extensa trayectoria como asesor económico de organismos nacionales e internacionales, se ha desempeñado como economista principal del Departamento de Investigación del Banco Mundial, gerente de Investigación Económica del Banco Central de Chile y como economista jefe de la OCDE. Actualmente es consultor, asesor, conferencista internacional, y director de empresas, fundaciones y ONGs. A su vez, se desempeña como profesor titular de Economía de la PUC.
- Cristián Solis de Ovando
Ingeniero comercial y máster en Ciencias Políticas de la Universidad de Chile. Fue gerente general de la Bolsa de Comercio de Santiago y socio y presidente del comité ejecutivo de KPMG Chile. Ha liderado importantes transacciones en el mercado de capitales de Chile y Latinoamérica, y ha gestionado múltiples negociaciones de empresas. Actualmente es director de varias compañías.
- Rodrigo Valdés
Ingeniero comercial de la Universidad de Chile y doctor en Economía del MIT. Sus áreas de investigación incluyen economía monetaria, finanzas internacionales y finanzas públicas. Fue ministro de Hacienda (2015-2017) y presidente de BancoEstado. Se desempeñó como director de investigación y economista jefe del Banco Central de Chile, donde también fue economista senior. Previamente fue asesor principal del Ministro de Hacienda y ha sido consultor del FMI y el BID, y ha enseñado economía en la Universidad de Chile y en la Universidad de Santiago. Actualmente es académico de la Escuela de Gobierno de la PUC.
- Rodrigo Vergara
Ingeniero comercial de la PUC y doctor en Economía de la Universidad de Harvard. Fue presidente del Banco Central de Chile entre 2011 y 2016, y consejero de la misma entidad desde 2009 a 2011; años antes también llegó a ser economista jefe del ente rector. Durante su trayectoria se desempeñó como coordinador de macroeconomía en el Centro de Estudios Públicos, entidad en la que actualmente se desempeña como investigador senior. Es asesor y director de diversas empresas y ha sido consultor para distintos gobierno e instituciones internacionales.
Fuente: Emol economía, junio 11 de 2020
La economía global se reduciría 6% este año si la pandemia sigue su curso, pero con una nueva ola la caída llegaría a 7,6%.
Es tal el nivel de incertidumbre provocado por la pandemia del coronavirus que, de manera extraordinaria, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) decidió estimar dos escenarios posibles en su informe de Perspectivas Económicas publicado hoy.
El primero contempla que el Covid-19 continúa retrocediendo y permanece bajo control, mientras que el otro plantea que un segundo brote surge durante 2020. “Ambos escenarios son sombríos, ya que la actividad económica no vuelve ni puede volver a la normalidad en estas circunstancias”, advierte el texto.
Para Chile, el organismo internacional prevé que si la pandemia sigue su curso actual, el Producto Interno Bruto (PIB) del país se contraería 5,6% este año, para empezar a mejorar desde el tercer trimestre y así lograr crecer 3,4% en 2021. Pero de producirse un nuevo brote del virus, la economía nacional se desplomaría 7,1% en 2020, para recién comenzar a repuntar el próximo año y expandirse sólo 1,9%.
El mejor escenario es más pesimista que la previsión de esta semana del Banco Mundial, de una caída de 4,3% para el PIB, y también que la del Fondo Monetario Internacional, que en abril estimaba una contracción de 4,5%.
La fuerte desaceleración de las exportaciones, el efecto negativo de las cuarentenas en el consumo, empleo e incertidumbre, y de los efectos del coronavirus en Estados Unidos y China son algunos factores que justifican la proyección.
Las manifestaciones sociales de octubre del año pasado ya habían afectado el crecimiento nacional, pero al sumarle la pandemia y la caída de los precios de las materias primas, la economía chilena sufrirá la recesión más profunda desde 1982, según la OCDE.
Aunque el informe destaca los paquetes de estímulo fiscal y monetario sin precedentes impulsados por las autoridades locales, advierte que de ser necesario, deberán intensificarse las medidas. “Gracias al espacio fiscal existente, deben reforzarse aún más las medidas de apoyo a las empresas, sobre todo a las PYME, y las transferencias a las familias más vulnerables para estimular una recuperación inclusiva y evitar un efecto adverso prolongado en el empleo, la pobreza y la desigualdad”, recomienda.
Grandes economías
Si no se produjeran rebrotes hasta fin de año, el organismo estima que el PIB mundial caería 6% este año y que lograría crecer 5,2% en 2021. Pero de reactivarse los contagios, la economía global se desplomaría 7,6% en 2020 para repuntar tibiamente a 2,8% el año entrante.
“A fines de 2021, la pérdida de ingresos superaría la de cualquier recesión anterior en los últimos 100 años fuera de tiempos de guerra, con consecuencias nefastas y duraderas para las personas, las empresas y los gobiernos”, advierte el informe.
Las grandes economías se verán, de una u otra forma, fuertemente afectadas por la pandemia. En el mejor de los casos, EEUU experimentaría una contracción de 7,3% este año, pero en el escenario negativo su Producto se hundiría 8,5%.
En Europa, Francia, España e Italia experimentarían caídas de más de 11% de su PIB si la pandemia sigue su curso, pero de producirse un nuevo brote las caídas superarían el 14% para las tres economías. El Producto de Alemania, en tanto, se contraería 6,6% si no hay nuevas infecciones, pero 8,8% si hay nuevos casos.
Panorama latinoamericano
Chile sería el país menos impactado de los sudamericanos que pertenecen a la OCDE. Argentina sería el más afectado: su economía caería 8,3% si no se produce un segundo brote, pero se contraería 10,1% de haberlo. El PIB de México caería 7,5% si la pandemia sigue su curso, pero se hundiría 8,6% de producirse nuevos contagios.
El Producto de Brasil, en tanto, se reduciría 7,4% si el virus se mantiene bajo control, pero se desplomaría 9,1% si se generan nuevas infecciones. Y Colombia, por su parte, vería una caída de 6,1% de su PIB, la que podría llegar a 7,9% si hay un segundo brote de Covid-19.
Fuente: Diario Financiero, junio 10 de 2020
Comunicado de prensa:
Sector Metalúrgico-Metalmecánico cae solo un 1,1% en abril
Al comentar la cifra, el presidente de ASIMET, Dante Arrigoni, señaló que “nuestras empresas llevan mucho tiempo trabajando en condiciones difíciles, por lo que sabemos reaccionar a la adversidad”, no obstante adelantó que en los próximos meses el impacto se hará sentir con mayor fuerza.
El sector metalúrgico metalmecánico fue uno de los que mostró mejor comportamiento durante el mes de abril, al registrar un descenso de solo un 1,1%, muy por encima del IMACEC de este mismo periodo, que mostró una caída histórica de 14,1%, como consecuencia de la pandemia mundial del coronavirus.
Según el presidente de ASIMET, Dante Arrigoni, esta caída del rubro no fue tan violenta, porque el sector logró reaccionar con prontitud en sus plantas e industrias e implementar medidas sanitarias adecuadas, que han evitado un impacto tan alto en los procesos productivos.
Agregó que, antes de la pandemia, “nuestra industria ya debía competir en condiciones de desigualdad e inequidad de productores extranjeros, por lo que llevamos mucho tiempo trabajando en condiciones difíciles, por lo que sabemos reaccionar a la adversidad. Es por ello que hoy mostramos resultados que están muy por sobre otros sectores de la economía, por lo que sin duda, cualquier plan de reactivación para superar la crisis debe considerar a la industria manufacturera como plataforma clave para retomar el crecimiento”, sostuvo.
El dirigente empresarial informó que con este resultado de abril el sector acumula en los primeros cuatro meses del año un crecimiento de 4,6%.
“Esta cifra es notoriamente más baja que los resultados que acumulaba al primer trimestre, periodo en el cual el sector exhibía un ascenso de 6,6%, lo cual hace prever que cerraremos el año 2020 con cifras negativas”, proyectó Arrigoni.
Los subsectores que componen el sector metalúrgico metalmecánico con mejor desempeño en el cuatrimestre del año son: fabricación de maquinaria de uso especial, con un aumento acumulado en dicho periodo de 32,9%, lo cual aportó 5,2 puntos de crecimiento al sector. Le sigue fabricación de productos metálicos para uso estructural, tanques, depósitos, recipientes de metal y generadores de vapor, con una variación positiva de 7% y un aporte de 1,7 puntos porcentuales (pp) al sector.
Por su parte, los subsectores de más bajo desempeño se encuentran en fabricación de maquinaria de uso general, con un retroceso en sus niveles de producción de 28,3%, restando 2,1 pp al sector, y fabricación de aparatos de uso doméstico, con una caída de 31% lo cual restó 1,1 pp al desempeño del sector metalúrgico-metalmecánico.
Finalmente, Arrigoni señaló la importancia que revestirá que una vez que Chile haya superado esta pandemia y comience la recuperación de las actividades productivas, “las autoridades generen un plan de reindustrialización que nos permita enfrentar los desafíos que tendremos como país y porque está demostrado que nuestro sector es el que genera mejores y mayores empleos”.
Dante Arrigoni C.
Presidente de ASIMET
Junio 01 de 2020
La cifra fue mucho peor a la anticipada por el consenso del mercado.
La economía chilena sufrió una contracción sin precedentes en abril de este año, debido al fuerte impacto que ha tenido en la economía la paralización de varias actividades, debido a las cuarentenas, para contener la expansión del covid-19 en el país.
Según informó el Banco Central, el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) del cuarto mes del año se hundió -14,1% en comparación con igual mes del año anterior. Se trata de la primera medición que da cuenta en su totalidad del efecto de la pandemia en la economía.
La serie desestacionalizada disminuyó 8,7% respecto del mes precedente y 12,4% en doce meses. El mes registró la misma cantidad de días hábiles que abril de 2019.
Se trata de una cifra mucho peor a la estimada por el mercado. La media de 14 economistas encuestados por Bloomberg preveía que la economía se contrajera 11% a/a en el mes.
En el detalle del reporte del Central, el Imacec minero disminuyó 0,1%, mientras que el no minero lo hizo en 15,5%. «El resultado de este último se vio impactado por los efectos de la emergencia sanitaria. En este contexto, las actividades más afectadas fueron los servicios y el comercio, y, en menor medida, la construcción y la industria manufacturera», indicó la entidad.
En los servicios, destacaron las caídas de educación, transporte, restaurantes y hoteles y servicios empresariales. En términos desestacionalizados, y con respecto al mes anterior, el Imacec minero creció 0,9% y el no minero cayó 9,7%.
De acuerdo a los registros históricos del Banco Central, la medición del Imacec sólo se aprecia hasta 1986, por lo una cifra tan negativa para un mes en particular sólo podría haberse registrado 1982 cuando la economía chilena se contrajo 11% o en 1975, cuando el PIB se desplomó 12,9%.
Por último, el instituto emisor señaló que considerando los desafíos que la crisis sanitaria ha impuesto sobre la recolección de datos básicos, «el Banco Central de Chile ha hecho esfuerzos adicionales con sus proveedores de información para minimizar el impacto en la calidad de las estadísticas. Sin embargo, es relevante señalar que las cifras entregadas en esta oportunidad podrían estar sujetas a mayores revisiones que las registradas históricamente«.
Fuente: Emol economía, junio 01 de 2020
La Superintendencia de Pensiones entregó un nuevo balance de la normativa respecto a la semana pasada.
La Superintendencia de Pensiones (SP) actualizó el registro de las solicitudes aprobadas para acogerse a la ley de protección del empleo, mostrando un alza en la última semana.
Con datos al 15 de mayo, el número de trabajadores acogidos a la normativa subieron desde los 459.155 (al 5 de mayo) hasta los 503.602 empleados, es decir, una subida de 9%.
En cuanto al número de trabajadores con solicitudes aprobadas según tipo de contrato, el informe reporta que 440.436 personas mantienen contratos indefinido, mientras que 63.166 mantenían una situación contractual a plazo fijo o por obra o faena.
En cuanto a la cantidad de empresas con solicitudes ingresadas, éstas subieron en una semana desde las 80.498 hasta las 86.070 empresas, contemplando a un total de 593.615 trabajadores.
De acuerdo al número de solicitudes por empleado, se han rechazado 89.938 por no cumplir requisitos o por temas administrativas, mientras que la situación para 75 trabajadores se encuentra en trámite.
Tal como el reporte entregado la semana pasada, la actividad económica con más empresas acogidas a la ley es el comercio, con el 24%, seguido del turismo (20,8%) y la construcción (15,5%.).
Por último, sobre las solicitudes aprobadas para hacer uso del Seguro de Cesantía, la Superintendencia informó que éstas llegaron a las 72.024 entre el 4 y el 15 de mayo.
Fuente: Emol economía, mayo 20 de 2020
En su informe de Cuentas Nacionales, el Banco Central explicó que «el resultado se vio incidido por las medidas para la contención del contagio del covid-19 a partir de marzo».
En su Informe de Cuentas Nacionales, el Banco Central informó que durante el primer trimestre de 2020 la economía chilena registró un crecimiento de 0,4% con respecto a igual periodo del año anterior.
De esta manera, la actividad nacional, golpeada el último trimestre de 2019 por la crisis social, evitó caer en recesión técnica (dos trimestres consecutivos a la baja). Lo anterior, dado que entre octubre y diciembre anotó una contracción de 2,1%.
Así, respecto al primer trimestre de este año, el Central explicó que «este resultado se vio incidido por las medidas -decretadas por la autoridad sanitaria o adoptadas de forma voluntaria por la población- para la contención del contagio del covid-19 a partir de marzo».
En esa línea, destacó que dichas medidas «impactaron en forma significativa en las actividades de educación, comercio, transporte y restaurantes y hoteles«.
Asimismo, el informe apuntó que el trimestre presentó un día hábil más que el mismo periodo del año 2019 y un día adicional debido al año bisiesto. El efecto calendario resultó igual a 0,4 puntos porcentuales.
«Desde la perspectiva del origen, las principales actividades que contribuyeron al resultado fueron minería, servicios financieros y construcción. Este resultado fue parcialmente compensado por las actividades que se vieron afectadas por la emergencia sanitaria», expone el ente recto.
0,4% fue el crecimiento de la inversión en el primer trimestre, por debajo del 2,7% anotado en el último trimestre de 2019
Acorde a cifras ajustadas por estacionalidad, el PIB creció 3% respecto del trimestre anterior, «resultado que se explicó principalmente por la recuperación de las actividades de servicios, que registraron resultados negativos en el cuarto trimestre de 2019, impactados por la crisis social».
Respecto a la demanda interna, el Central indicó que cayó 2,6% anual, «arrastrada por el consumo de los hogares, que presentó la mayor contracción, una una variación de -2,2%, explicada por la suspensión parcial de clases y las restricciones impuestas a la movilidad de las personas y al funcionamiento de establecimientos del comercio, alimentación y actividades de esparcimiento».
La caída en la actividad comercial
Por segundo trimestre consecutivo, la actividad comercial anotó una contracción, cayendo 1,7% en el primer trimestre de 2020. De acuerdo al ente rector, el desempeño del sector se vio incidido principalmente por la fuerte caída en marzo, asociada a la crisis sanitaria.
«La principal incidencia negativa provino de las ventas de grandes tiendas y establecimientos especializados de vestuario, calzado y equipamiento doméstico»
«El comercio automotor registró la mayor incidencia negativa, seguido por las ventas minoristas. Por su parte, el comercio mayorista no mostró una variación significativa. En contraste, cifras ajustadas estacionalmente dan cuenta de una mayor actividad comercial con respecto al trimestre anterior», agregó el Central.
En el comercio minorista, «la restricción de movimiento de las personas –asociada a las cuarentenas voluntarias u obligatorias–, incidió negativamente en la actividad, revirtiendo el resultado positivo observado en los dos primeros meses del año, en especial en febrero, por efecto del año bisiesto», explicó el instituto emisor.
Por su parte, «el comercio mayorista presentó resultados que se compensaron entre sí; las ventas de maquinaria y equipos se redujeron, en línea con menores importaciones, mientras que la comercialización de alimentos y materias primas aumentó»
Fuente: Emol economía, mayo 18 de 2020
Encuesta ASIMET a empresas del sector:
Un 80,6% de la industria aún no recibe crédito Covid 19
Según la consulta, realizada esta semana, el monto promedio que otorgó la banca a quienes sí pudieron acceder al beneficio corresponde a solo un 1,1 mes de ventas. “Nuestra proyección de crecimiento del PIB para este año es de un -8%, con un desempleo que llegará al 25%, por lo que se hace urgente mantener operativas nuestras empresas”, señaló el presidente del gremio, Dante Arrigoni.
Pese a que el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, informó esta mañana que los créditos Covid 19 cursados hasta el 13 de mayo se elevan a 20 mil 197, correspondientes a 928 millones de dólares, al menos en el caso de la industria metalúrgica metalmecánica el beneficio no está llegando de forma expedita.
Así quedó en evidencia en una encuesta realizada esta semana a socios de ASIMET, que arrojó que solo un 19,4% de esas empresas recibió el crédito Covid 19, mientras que un 80,6% aún espera el aporte de liquidez que necesitan para seguir operando.
Respecto de los montos otorgados, la encuesta señala que solo un 33,3% recibió la suma solicitada, y en promedio, los créditos entregados corresponden a lo equivalente a 1,1 mes de ventas.
Al comentar estas cifras, el presidente de ASIMET, Dante Arrigoni, señaló que “lamentablemente para nuestro sector, el crédito Covid no está fluyendo con la urgencia que se necesita, ni con los montos comprometidos. En este sentido, la respuesta de algunos bancos no ha sido lo suficientemente expedita ni acorde a lo que necesita el país en estas difíciles circunstancias”.
El dirigente gremial informó que un estudio ASIMET – Econsult proyecta en el escenario actual para 2020 una caída del PIB de 8 puntos, y un desempleo de 25%, “por lo que se hace urgente mantener operativas nuestras empresas, y para eso se requiere liquidez ahora”, sostuvo.
Otros resultados de la encuesta señalan que un 38,9% de las empresas del sector ha debido reducir la planta de colaboradores, en un promedio de 12,3% de trabajadores, y que un 19,4% está haciendo uso de la Ley de Protección del empleo. En este aspecto, un 31,4% de los consultados señaló que la indicación que prohíbe repartir utilidades a quienes se acojan a esta ley los hizo desistir de recurrir a ella en el futuro.
“La indicación de prohibir la repartición de utilidades para poder acogerse a la Ley de Protección del Empleo no fue una buena decisión, y tal como está la ley, más que proteger los puestos de trabajo lo que va a generar es mayor desempleo”, indicó Arrigoni.
Finalmente, la muestra reveló que un 91,7% de las empresas está realizando tele trabajo actualmente, con un promedio de trabajadores de un 19,8% en esta modalidad. Un 52,2%, en tanto, afirmó que seguirá usando el teletrabajo una vez superada la crisis.
ASIMET, mayo 14 de 2020
En el Informe de Estabilidad Financiera del primer semestre, el ente rector remarcó la importancia de resguardar la continuidad de la cadena de pagos en la economía local.
Este miércoles, el Banco Central publicó su Informe de Estabilidad Financiera (IEF) del primer semestre de 2020, donde señala que, «desde marzo de este año, el sistema financiero chileno ha enfrentado eventos de tensión de inusual magnitud asociados a la emergencia sanitaria global».
Y si bien destaca que pese a la alta volatilidad «no han ocurrido eventos de disrupción financiera importantes, en parte, gracias a la implementación de medidas excepcionales de liquidez», el informe hace hincapié en que la pandemia se trata de «una coyuntura que pone a prueba los mecanismos de mitigación de shocks externos, las holguras acumuladas a través de los años, la resiliencia de las instituciones y la profundidad de los mercados financieros«.
En ese sentido, el Central se refirió al «conjunto inédito de medidas» que se han aplicado desde la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), el Ministerio de Hacienda y el mismo ente rector, todas con el objeto de mitigar el impacto económico de la emergencia sanitaria e inyectar liquidez a los hogares y empresas.
«Algunas de estas iniciativas están en plena implementación y requerirán un monitoreo permanente a fin de constatar que los bancos están cumpliendo el papel esperado y que el crédito esté llegando a los diferentes sectores. Esto implica también estar dispuestos a ajustar las políticas actuales o a implementar otras en la medida que la economía lo requiera», remarca el IEF.
«El negativo escenario económico se reflejará en un deterioro de la posición financiera de las empresas, limitando su capacidad de pago», sostiene el documento del instituto emisor y expone que al primer trimestre de 2020, la deuda total de las empresas alcanzó, en el agregado, 131% del PIB.
Dicho porcentaje representa un crecimiento de 16% real anual, el cual se vio impulsado principalmente por la depreciación del peso frente al dólar, el aumento en los préstamos de la banca local, que crecieron cerca de 11% real anual, y por la deuda externa.
«Entre firmas de mayor tamaño se aprecia que una fracción de ellas necesitará financiamiento adicional para complementar su flujo de caja. Si bien estas empresas se financian mayormente con bonos, podrían requerir del crédito bancario local (…) lo que podría desplazar en el mercado bancario local a empresas cuya fuente principal de financiamiento es la banca y que ya presentan vulnerabilidad previamente incubadas que derivan de la menor actividad económica desde octubre de 2019»
Así, el Central agrega que «entre las firmas de mayor tamaño, una fracción necesitará financiamiento adicional para complementar su flujo de caja. Dado su tamaño relativo, estas empresas son relevantes en la generación de empleo, tienen numerosas relaciones comerciales con firmas de menor tamaño y su deuda bancaria es relevante dentro de los portafolios de los bancos».
«Resulta fundamental avanzar en la activación del mercado de bonos para ampliar las fuentes de financiamiento para el sector corporativo«. Lo anterior, debido a la importancia de la continuidad de la cadena de pagos entre empresas, por tanto «no solo la banca está expuesta a situaciones de las empresas no dispongan de liquidez suficiente para realizar sus pagos, sino también otras firmas acreedoras».
En un ejercicio de tensión hecho por el Central, donde se utilizó una muestra de 30 empresas que reportaron balances a la CMF al cierre de 2019, se vio que bajo un escenario donde los ingresos de dichas firmas se redujeran a la mitad, la mayoría podría solventar sus gastos por más de seis meses. Sin embargo, en una situación más estresada, donde los ingresos fuesen iguales a cero, la mayor parte de ellas tendrían caja suficiente para solventar a lo más seis meses de gastos.
En otro ejercicio, que considera cuatro meses consecutivos de caídas en ventas, con lo que se acumula una baja promedio en torno al 10%, los resultados indican que el número de firmas con flujo de caja negativo -es decir, con gastos mayores a sus ingresos- aumentaría entre 50% y 60% respecto de lo visto en el segundo trimestre del 2019. «De este modo, para cubrir menores ingresos requerirían de financiamiento adicional».
Respecto a los hogares, el IEF sostiene que debido a la contracción económica «enfrentan un importante deterioro en el mercado laboral, el cual corresponde al principal riesgo identificado en ediciones previas«.
«Las medidas adoptadas han resaltado las fortalezas del sistema financiero chileno. A pesar de la magnitud de los eventos que han afectado a la economía local, los impactos en los mercados locales han sido acotados»
«Esto se da en un contexto en el que la deuda de los hogares superaba el 50% del PIB al primer trimestre de 2020«, pero de todas formas recalca que desde el informe previo, «la deuda de los hogares disminuyó su ritmo de expansión a 5,7% real anual». Ello coincide con la implementación de las medidas de confinamiento, las cuales han mermado la capacidad de generar ingresos y reducido el consumo de las familias.
Respecto a las medidas implementadas por la CMF, Hacienda y el BC para mitigar el riesgo de crédito, el IEF señala que al cierre del infome «se habían producido 800 mil reprogramaciones de créditos por montos equivalentes a más del 20% de la cartera bancaria total«.
«Alrededor de 90% de estas operaciones correspondían a créditos de consumo e hipotecarios, el resto a la cartera comercial. Esto contribuye a disminuir la carga financiera de los hogares que reprograman sus deudas», afirma el ente rector.
De todas formas, el Central indica que «información granular da cuenta que, tanto el endeudamiento como la carga financiera bancaria, se han mantenido estables en el último año como proporción al ingreso» y que, con información a febrero, la mediana de la deuda bancaria sobre ingreso»se ubicó alrededor de 5 veces el ingreso mensual individual«.
Fuente: Emol economía, mayo 13 de 2020