De acuerdo a lo informado por el INE esta mañana, dos de los tres sectores que componen el Índice de Producción Industrial presentaron incrementos en el décimo mes del año.
El Índice de Producción Industrial (IPI) anotó en octubre su segunda alza consecutiva y registró su mejor dato desde febrero de este año. Así, según informó esta mañana el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el índice aumentó 3,5% en doce meses, luego de que dos de los tres sectores que lo componen presentaran incrementos en el décimo mes del año.
El Índice de Producción Manufacturera (IPMan) fue el que más influyó en el resultado, al anotar un aumento de 6,2% en doce meses e incidir 2,810 puntos porcentuales (pp.) en el IPI. Lo anterior, explicado según la entidad, en gran medida, por el aumento interanual de 6,8% en la elaboración de productos alimenticios, que incidió 2,218 pp. en la variación del IPMan.
El Índice de Producción Minera (IPMin) anotó un incremento interanual de 1,9% e incidió 0,853 pp. en el IPI. Esto, dijo el INE, como consecuencia de la mayor actividad registrada en dos de los tres tipos de minería que lo componen. La minería metálica creció 2,2%, aportando 2,040 pp. a la variación del IPMin.
El Índice de Producción de Electricidad, Gas y Agua (IPEGA) se contrajo 1,1% en relación con octubre de 2019 e incidió -0,117 pp., debido a que gas se contrajo 15,6%, incidiendo -1,755 pp. en la variación del IPEGA.
Comercio
En tanto, en octubre, el Índice de Actividad del Comercio a precios constantes creció 15,4% en doce meses, acumulando una disminución de 5,8% al décimo mes del año. El resultado se explicó por el aumento observado en las tres divisiones que componen este índice.
19,6% creció el Índice de Actividad del Comercio al por Menor
Comercio al por menor, excepto el de vehículos automotores y motocicletas (división 47) fue la que más aportó al incremento del IAC a precios constantes, al anotar un alza de 18,2% e incidir 7,039 puntos porcentuales (pp.). Esto se debió, principalmente, a la contribución de otras actividades de venta al por menor en comercios no especializados, clase 4719 (6,243 pp.).
Comercio al por mayor, excepto el de vehículos automotores y motocicletas (división 46) aumentó 11,4% en doce meses, incidiendo 5,609 pp. en la variación del índice, mientras que comercio al por mayor y al por menor y reparación de vehículos automotores y motocicletas (división 45) creció 22,8% con una incidencia de 2,785 pp.
Por su parte, el Índice de Ventas de Supermercados (ISUP) a precios constantes presentó un crecimiento de 15,6% en doce meses, acumulando una variación de 3,9% al décimo mes del año. La serie desestacionalizada y corregida de efecto calendario anotó una contracción de 1,1% respecto al mes anterior y un alza interanual de 12,3%.
Fuente: Emol economía, noviembre 30 de 2020
«Si todo sigue en la misma senda de estos últimos tres meses, la tendencia es que estamos viendo una recuperación del mercado laboral», dijo la directora de la entidad en la presentación de los datos.
La tasa de desempleo del trimestre agosto-octubre alcanzó el 11,6% y los desocupados se mantuvieron por sobre el millón de personas, según el informe dado a conocer hoy por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Sin embargo, el dato representa una tercera caída consecutiva a nivel de trimestre móvil.
Así, la tasa se ubicó por debajo del 12,3% anotado en el trimestre julio-septiembre y del 12,9% registrado en junio-agosto. Asimismo, el registro dado a conocer hoy se ubicó por debajo de las expectativas del mercados, el cual, según una encuesta realizada por Bloomberg, esperaba que se el porcentaje se posicionara en 11,7%.
De acuerdo al INE, el 11,6% anotado en el trimestre analizado significa un incremento de 4,5 puntos porcentuales en doce meses, producto de las reducciones de la fuerza de trabajo en 10,5% y de los ocupados en 14,8%.
Por su parte, los desocupados aumentaron 45,1%, incididos únicamente por los cesantes (53,0%). Según sexo, por quinto período consecutivo en la serie, la tasa de desocupación de hombres (11,8%) es mayor a la de mujeres (11,2%).
En cifras, la fuerza de trabajo alcanzó los 8,6 millones de personas y los ocupados los 7,6 millones. Asimismo, los ocupados informales fueron 1,9 millones en el trimestre analizado y los desocupados fueron 1.003.910 personas. Por su parte, los inactivos se ubicaron en 7 millones.
«Ya vemos una tendencia a la baja en la tasa de desocupación y vemos que en este ultimo trimestre los empleos aumentaron en alrededor de 300 mil personas ocupadas, pero hay que tener mucho ojo en esta gran población que tenemos todavía en la fuerza de trabajo potencial», dijo la directora del INE, Sandra Quijada.
En ese sentido, profundizó que «hay mucha gente ahí que en algún momento va a salir a buscar empleo y podría presionar la tasa de desocupación. Pero si todo sigue en la misma senda de estos últimos tres meses, la tendencia es que estamos viendo una recuperación del mercado laboral«.
Ocupados y ocupados ausentes
En doce meses, la estimación del total de ocupados decreció 14,8%, incidida tanto por las mujeres (-17,7%) como por los hombres (-12,6%). Por su parte, debido a la implementación de la Ley de Protección al Empleo, los ocupados ausentes, que representaron el 11,7% del total de ocupados, crecieron 47,9%, equivalente a 290.643 personas.
Fuente: Emol Economía, noviembre 27 de 2020
Sector creció durante julio, agosto y septiembre de 2020 un 0,3% respecto del segundo trimestre, lo que, según el presidente de ASIMET, “es el inicio de una tendencia de recuperación para el próximo año.
El presidente de la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas, ASIMET, Dante Arrigoni, informó hoy que el sector creció un 0,3% durante el tercer trimestre de este año, en comparación a los tres meses anteriores, “lo que consideramos es el inicio de una tendencia de recuperación para el 2021”, sostuvo.
Arrigoni hizo las declaraciones durante un encuentro virtual que sostuvieron los empresarios del gremio con el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Pablo Terrazas, quien se refirió al rol de esta entidad en la reactivación de la industria manufacturera.
El dirigente gremial agregó que la proyección que hace esta industria respecto del crecimiento para 2021 es de un 8%, según una encuesta realizada a las empresas socias de ASIMET. Esta cifra está muy por sobre la estimación de los niveles de producción con que el sector estima que cerrará este año, que oscila entre un -6% y un -8%.
Según indicó Arrigoni, este mayor optimismo se fundamenta en señales concretas del mercado, como los proyectos de inversión por US$ 70.250 millones que la Oficina de Gestión de Proyectos Sustentables (GPS) tiene en cartera para los próximos cinco años, y la reactivación de obras en el área de la construcción. “Esto hace prever una mayor demanda de productos del sector metalúrgico-metalmecánico en los meses venideros, lo que sumado a las expectativas de contar pronto con una vacuna para el COVID 19 mejoran las expectativas de un retorno a la normalidad en la actividad y la demanda”, sostuvo.
El timonel de ASIMET destacó que dentro de los subsectores que componen esta industria el de Fabricación de maquinaria de uso especial tuvo un desempeño excepcional, con un crecimiento al mes de septiembre de un 33,1%. Este resultado tiene su origen en una mayor demanda por maquinaria para la explotación de minas y canteras y para obras de construcción.
En relación al empleo, el presidente de ASIMET señaló que también hay señales de reactivación, si se considera que en la industria manufacturera se han recuperado aproximadamente 43 mil plazas de trabajo al mes de septiembre, respecto al mes de julio de 2020.
Comercio Exterior
Dante Arrigoni, dio a conocer también resultados de comercio exterior de la industria. Es así que las exportaciones totales del sector al mes de septiembre de 2020 alcanzaron los US$ FOB 1.352 millones, lo que representa un retroceso de 16,8% respecto de similar periodo del año anterior.
Los principales destinos de las ventas externas fueron Perú, Estados Unidos, Brasil y Argentina, los que suman exportaciones por US$ FOB 503,2 representando el 55,1% de los envíos del sector metalúrgico-metalmecánico. Entre los productos con valor agregado exportados destacan alambre de cobre, aparatos respiratorios y máscaras anti gas, partes y accesorios de vehículos automóviles (principalmente cajas de cambio) y barras y perfiles de aceros aleados.
Las importaciones del sector, en tanto, registraron un descenso de 18,8% al mes de septiembre de 2020. China continúa siendo el principal origen de las importaciones de esta industria, con una cifra que alcanza a los US$ CIF 5.761 millones, lo cual representa el 35,9% del total de las importaciones metalúrgicas metalmecánicas.
Asimet, noviembre 26 de 2020
Mucho sigue siendo incierto para las empresas, la economía, la política nacional y las relaciones internacionales.
Columna de Martin Wolf
El Covid-19 ha tenido un impacto inmediato y masivo. Pero, ¿cómo afectará a largo plazo? Eso es mucho más difícil de decir. ¿Qué sabemos ya, después de 10 meses del Covid-19? Sabemos que el mundo estaba mal equipado para hacer frente a una pandemia.
Ha causado más de 1,1 millón de muertes en todo el mundo, principalmente entre los ancianos. Además, algunos países han reprimido la enfermedad con mucho más éxito que otros. Sabemos que el Covid-19 ha provocado una enorme recesión global, pero que ha estado lejos de ser igual en todos los países. Esto ha causado un daño económico particularmente grave a los jóvenes, las madres trabajadoras relativamente poco calificadas y las minorías vulnerables.
Sabemos que el “distanciamiento social”, en parte espontáneo y en parte forzado, ha dañado todas las actividades que dependen de la proximidad humana, al tiempo que ha beneficiado las que ayudan a las personas a quedarse en casa. Esto ha reducido los viajes. Sabemos que un gran número de empresas emergerán sobreendeudadas y muchas no surgirán en absoluto.
La intervención de las autoridades fiscales y monetarias no ha tenido precedentes en tiempos de paz, especialmente en países con monedas aceptadas internacionalmente. Sabemos, sobre todo, que el “juego de la culpa” de la pandemia ha desestabilizado las relaciones entre Estados Unidos y China. Más aún, la pandemia ha cuestionado la globalización, especialmente de las cadenas de suministro. ¿Cuáles son las posibilidades a más largo plazo? Aquí hay 10 aspectos:
1 El futuro de la pandemia: Es posible que una vacuna esté disponible muy pronto y que esté disponible en todo el mundo no mucho más tarde. Pero esta combinación parece poco probable. Si es así, la enfermedad seguirá siendo una amenaza durante mucho tiempo.
2 La permanencia de las pérdidas económicas: Esto depende en parte de qué tan pronto se controle la enfermedad, pero también de qué tan profundas sean las cicatrices, en particular, el impacto del desempleo, las deudas incobrables, el aumento de la pobreza, la educación interrumpida, etc. La economía mundial y la mayoría de las economías individuales probablemente se mantendrán más pequeñas y sus poblaciones también más pobres de lo que hubieran sido de otra manera.
3 La estructura de las economías: ¿Volverán a ser como eran antes del Covid-19 o dejaremos de viajar y de desplazarnos a las oficinas para siempre? Lo más probable es que sean ambos. Se reanudarán los viajes. También lo harán los desplazamientos. Pero es posible que no regresen del todo al estatus quo anterior al Covid. Hemos saltado a un nuevo mundo de participación virtual que no dejaremos. Esto cambiará para siempre algunos patrones de vida y trabajo.
4 El acentuado rol de la tecnología: Esto no se va a revertir. Al mismo tiempo, la centralidad de los gigantes tecnológicos ha aumentado el foco sobre su enorme influencia. Es probable que aumente la presión para regular los monopolios y aumentar la competencia, especialmente en el sector tecnológico.
5 El papel ampliado del gobierno: Las grandes crisis tienden a provocar un cambio radical en el papel del gobierno. Particularmente significativa es la presión para “reconstruir mejor”. Entonces, ¿es probable que los gobiernos sean permanentemente más intervencionistas que antes de la pandemia?
6 El desenlace de las intervenciones: Los bancos centrales están comprometidos con las tasas de interés “bajas durante mucho tiempo”. Siempre que los tipos de interés reales y nominales sigan siendo bajos, los gobiernos podrán gestionar sus propias deudas y ayudar a gestionar la reestructuración de las deudas de terceros. En algún momento, habrá que reducir los déficits fiscales. Dadas las presiones para el gasto, es probable que eso signifique impuestos más altos, especialmente para los “ganadores” ricos.
7 El efecto sobre la política interna: Algunos países han mostrado respuestas eficaces a la crisis, mientras que otros no. Que un país sea democrático no ha determinado esta diferencia. Parte de lo que la ha marcado es si el gobierno se preocupa por su efectividad. Los demagogos populistas, como Jair Bolsonaro, Boris Johnson y Donald Trump han tenido mal desempeño. Esto puede forzar un cambio en contra de su política de desempeño.
8 El impacto en las relaciones internacionales: Esta es una crisis verdaderamente global y una que sólo puede manejarse eficazmente con la cooperación global. Sin embargo, las tendencias en la dirección del unilateralismo y el conflicto internacional se han visto reforzadas por la pandemia. Hay muchas posibilidades de que esto empeore ahora, especialmente entre EEUU y China.
9 El futuro de la globalización: La globalización de bienes ya se había desacelerado después de la crisis financiera de 2008. Es probable que se ralentice aún más después del Covid-19. Es probable que el sistema multilateral se erosione aún más, especialmente la Organización Mundial del Comercio (OMC) y las disputas comerciales entre Occidente y China no se resolverán. Al mismo tiempo, es probable que se acelere la globalización virtual.
10 La gestión de los bienes comunes globales: En esto, el Covid-19 es un arma de doble filo. Por un lado, está el creciente deseo de hacer las cosas mejor, no solo a nivel nacional, sino también a nivel mundial, especialmente en lo que respecta al clima. Por el otro, está la reducida legitimidad de los acuerdos internacionales, especialmente en EEUU, que se ha retirado del acuerdo climático de París y de la Organización Mundial de la Salud. El Covid-19 es un shock profundo. Se produjo después de la enorme disrupción de la crisis financiera mundial hace solo 12 años. Es seguro que tendrá importantes consecuencias a largo plazo para las empresas, la economía, la política nacional y las relaciones internacionales. Mucho cambiará. Podemos adivinar algo de eso. Mucho sigue siendo incierto.
Fuente: Diario Financiero, noviembre 23 de 2020
De acuerdo al Banco Central, en el período el consumo de bienes durables registró un alza de 24% y fue la única variable desde gasto que contribuyó positivamente en la actividad.
En septiembre, la economía cayó menos de lo que el Banco Central había informado cuando se publicó el Índice Mensual de Actividad Económica. En ese momento la contracción había sido de 5,3%, y ahora, tras realizar el proceso de revisión habitual que hace el ente rector, la cifra se corrigió a -4,8%, lo que confirma que, de manera paulatina, ya comenzó el proceso de recuperación, en línea con la apertura de la economía.
De esta manera, de acuerdo a la Cuentas Nacionales del Banco Central, el tercer trimestre se contrajo 9,1%, menor que el -14,5% que tuvo el segundo cuarto del año. Entre enero y septiembre se acumula una merma de 7,7%.
En el detalle se muestra que en el trimestre las actividades más afectadas fueron servicios personales, construcción, transporte, restaurantes y hoteles, y servicios empresariales. Todas ellas ligadas directamente con la movilidad de las personas, por lo que están más sujetas a las decisiones de cuarentena de la autoridad para contener la expansión del Covid-19.
La cifra ajustada estacionalmente, es decir, en comparación al trimestre inmediatamente anterior, dio cuenta de un incremento de 5,2%. “Esta recuperación de la actividad económica está en línea con el levantamiento gradual de las medidas de control sanitario, las medidas económicas de apoyo a los hogares y el retiro de una parte de los fondos previsionales. Lo anterior incidió principalmente en el resultado del comercio, desde la perspectiva del origen, y en un mayor consumo por parte de los hogares, desde la perspectiva del gasto”, menciona el reporte de Central.
La principal debilidad que mostró la actividad se relaciona con la demanda interna, la cual se contrajo -11,4%. Si bien es una caída fuerte, es menor a la registrada en el segundo trimestre que fue de -20,6%. Esta variable reflejó la baja del consumo total de -7,8%, afectado principalmente por el menor gasto de los hogares, el cual retrocedió -8,8%, mientras que el gasto de gobierno lo hizo en un -3,7%.
Según el Central, la caída en el consumo de los hogares fue determinada por el menor gasto en servicios, que cayó 19,1%, y, en menor medida, en bienes no durables con una merma de 2,1%.
La única variable del gasto que mostró dinamismo fue el consumo de bienes durables, el cual creció 24,3% impulsado por las medidas económicas de apoyo a los hogares y el retiro de una parte de los fondos previsionales. Además, fue el único que contribuyó positivamente al registro del trimestre con un alza de 1,2% (ver infografía). Este ítem estuvo favorecido por un mayor gasto en bienes tecnológicos, en especial de computadores y celulares.
Respecto del consumo de servicios, las mayores caídas ocurrieron en restaurantes y hoteles, transporte, actividades culturales y de esparcimiento y salud.
La formación bruta de capital fijo (inversión) cayó 18,5% afectada, principalmente, por el mal comportamiento de la variable construcción y otras obras que se desplomó 26,1%, mayor incluso al registrado en el segundo trimestre de -17,1%. Maquinarias y equipos moderó sustancialmente su comportamiento al caer 5,6% frente al -27,7% del segundo cuarto.
De acuerdo al Central, el resultado en construcción y otras obras fue reflejo de una menor edificación -habitacional y no habitacional- y de una menor inversión en obras de ingeniería ligadas a la minería. En relación a la inversión en maquinaria y equipos, ésta estuvo en línea con menores internaciones de vehículos de carga y maquinaria de uso industrial.
Las exportaciones cayeron 7,2%, debido al componente de servicios, siendo el de mayor incidencia a la baja; turismo y transporte explicaron principalmente este resultado. Asimismo, las exportaciones de bienes también se redujeron, destacando los menores envíos de cobre, frutas y celulosa.
Qué viene ahora
Con estos resultados los expertos reafirman su visión de que el cuarto trimestre será positivo en materia de crecimiento. En este escenario, las proyecciones para ese período van desde 0,5% hasta 2,8%. “En el panorama nacional, todo parece indicar que el grado de desconfinamiento seguirá al alza y existirá un segundo retiro de fondos, que volverá a provocar un shock de liquidez aunque menor que el primer retiro que se destinará principalmente a consumo y ahorro”, comenta Pavel Castillo, gerente comercial en Corpa.
Los sectores que impulsaron la actividad y tendrán un mayor dinamismo es el comercio exterior y el consumo. “Proyectamos que consumo será uno de los sectores más dinámicos durante el último trimestre del año, debido a la mayor flexibilización de las medidas sanitarias en el país y la recuperación del empleo, la que ya se ha visto en las recientes cifras del mercado laboral”, comenta Martina Ogaz de EuroAmerica, mientras que Felipe Ruiz, economista de BCI, acota que “el sector externo continuaría al alza y el consumo privado mantendría su dinamismo, sujeto a la evolución de los ingresos de los hogares”. Pablo Cruz, economista jefe de BTG Pactual, afirma que además del consumo, aportaran actividades que estuvieron detenidas durante las cuarentenas como la construcción.
Cuenta corriente acumula un superávit de 0,1% en el año
El Banco Central informó que durante el tercer trimestre de 2020, la cuenta corriente registró un déficit de US$25 millones. Con ello, el saldo acumulado en un año totalizó un superávit de 0,1% del PIB. El resultado trimestral refleja el déficit asociado a las utilidades devengadas de la inversión extranjera en Chile y la balanza comercial de servicios, que fue compensado, en gran medida, por el superávit de la balanza comercial de bienes. En comparación con igual trimestre de 2019, las exportaciones de bienes registraron una variación de 0,9%, en respuesta a mayores envíos mineros. En tanto, las importaciones (FOB) cayeron 17,8%, lideradas por menores internaciones de bienes intermedios y de consumo. Asimismo, la deuda externa se redujo en US$338 millones, alcanzando un nivel de US$205.520 millones (81,9% del PIB). El 29,4% de ésta corresponde a deuda cuyos pagos están programados para los próximos doce meses (corto plazo residual), y pertenece, principalmente, a empresas de inversión extranjera directa (IED).
Fuente: Pulso, noviembre 19 de 2020
En su Informe de Cuentas Nacionales, el Banco Central explicó que la mejoría de las cifras respecto al trimestre anterior se debió a un menor desconfinamiento, las medidas de apoyo a los hogares y el primer retiro del 10%.
En su Informe de Cuentas Nacionales, el Banco Central informó este miércoles que durante el tercer trimestre de 2020, la economía chilena cayó 9,1% respecto a igual periodo del año anterior.
Se trata de un retroceso que mejoró las expectativas del mercado, el cual, de acuerdo a un sondeo hecho por Bloomberg, esperaba una contracción de 9,2%. Asimismo, es una caída menos profunda que la anotada en el segundo trimestre, cuando la economía chilena sufrió un histórico descenso de 14,5% (cifra corregida desde -14,1%).
El resultado entre julio y septiembre «se vio incidido por la emergencia sanitaria asociada al Covid-19, que continuó influyendo en la movilidad de las personas y el normal funcionamiento de establecimientos productivos», dijo el Central.
En este contexto, detalló que las actividades más afectadas fueron servicios personales, construcción, transporte, restaurantes y hoteles y servicios empresariales. Desde la perspectiva del gasto, estos efectos se reflejaron, principalmente, en un menor consumo de los hogares e inversión.
Pese al retroceso de 9,1%, el instituto emisor destacó que el PIB desestacionalizado en dicho periodo subió un 5,2%, «en línea con el levantamiento gradual de las medidas de control sanitario, las medidas económicas de apoyo a los hogares y el retiro de una parte de los fondos previsionales». Lo anterior, sostuvo el Central, «incidió principalmente en el resultado del comercio, desde la perspectiva de origen, y en un mayor consumo por parte de los hogares, desde la perspectiva del gasto».
El informe de Cuentas Nacionales informó además que el trimestre en cuestión presentó tres días hábiles más que el mismo periodo del año anterior, resultando en un efecto calendario de 0,4 puntos porcentuales.
8,6% creció la demanda interna en términos desestacionalizados respecto al trimestre anterior. Destacó el repunte en el consumo de los hogares.
La Formación Bruta de Capital Fijo (inversión) se redujo 18,5%, incidida mayormente por construcción y otras obras y, en menor medida, por maquinaria y equipos. Adicionalmente, se registró una desacumulación de existencias que contribuyó negativamente al resultado de la inversión, alcanzando un ratio acumulado en doce meses igual a -0,5% del PIB, a precios del año anterior.
Respecto del comercio exterior de bienes y servicios, las exportaciones cayeron 7,2%, mientras que las importaciones disminuyeron 15,0%. La caída en las primeras fue explicada por la agrupación de servicios y, en menor medida, por el componente de bienes. Por otro lado, en las importaciones la contracción obedeció tanto al componente de bienes como de servicios.
Revisión de cifras
En línea con la política de revisiones de las cuentas nacionales, la tasa de crecimiento del PIB no presentó cambios en el primer trimestre, ubicándose en 0,3%, y se corrigió a la baja 0,4 pp en el segundo, ubicándose en -14,5%.
Asimismo, el Central corrigió la cifra del Imacec de septiembre, el cual había retrocedido en un inicio en 5,3%, pero según los nuevos cálculos la caída fue de 4,8%.
Fuente: Emol economía, noviembre 18 de 2020
El Banco Central entregó esta mañana el Imacec correspondiente al noveno mes del año.
La economía chilena cayó 5,3% en el mes de septiembre en comparación con el mismo mes del año pasado -cuando hubo tres días hábiles menos-, informó este lunes el Banco Central. Con esto, el Imacec dejó atrás los retrocesos en dos dígitos, marcados durante cinco meses consecutivos.
El dato estuvo levemente por encima a la estimación informada por Bloomberg, que apostaba por un -4,7%, aunque algunos analistas incluso preveían una baja de 7,9%.
Según reveló el Central, el Imacec minero cayó 1,9%, registrando su segunda baja consecutiva y también la segunda del año, aunque menos profunda que la anotada en agosto (-3,4%).
Mientras que el Imacec no minero apuntó una caída de 5,7%.
«El resultado del mes se vio impactado por los efectos de la emergencia sanitaria. En ese contexto, las actividades más afectadas fueron construcción y los servicios de educación, transporte y restaurantes y hoteles«, señaló el banco a través de una minuta.
Dicho eso, agregó que «compensó parcialmente este resultado el crecimiento del comercio, la industria manufacturera y, en menor medida, los servicios empresariales».
Por último, el Banco Central informó que los resultados preliminares del PIB correspondiente al tercer trimestre, así como las revisiones del primer y segundo trimestre de 2020, serán difundidos el próximos miércoles 18 de noviembre.
Fuente: Emol economía, noviembre 02 de 2020
El Instituto Nacional de Estadísticas reveló los resultados de los sectores económicos correspondientes al noveno mes del año, dando cuenta de que la economía empieza a dar señales de recuperación.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) reveló este viernes los resultados de los sectores económicos correspondientes al mes de septiembre, dando cuenta de que la economía chilena empieza a dar señales de recuperación, luego de un duro segundo trimestre que anotó caídas sin precedentes en la actividad.
Así, el Índice de Producción Industrial (IPI) mostró un crecimiento de 1,9% en el noveno mes del año. -Se trata del primer registro positivo desde marzo de este año, y el mejor resultado desde febrero.
En tanto, la producción manufacturera anotó un alza de 5,3% en septiembre, considerando que en agostó cayó 8,2%. De esta forma, también apuntó su primer crecimiento desde marzo y el mejor dato desde febrero.
El crecimiento de septiembre se explica, según el INE, por el aumento de 7,7% en la elaboración de productos alimenticios, y la incidencia positiva en la elaboración de bebidas alcohólicas y no alcohólicas, que presentó un alza de 18,7%.
La minería, sin embargo, trajo malas noticias. Y es que en el noveno mes del año el Índice de Producción Minera cayó 0,8%, «como consecuencia de la menor actividad registrada en dos de los tres tipos de minería» que componen el índice, señaló el órgano estadístico.
En ese sentido, la minería metálica decreció 0,8% producto de la baja de 1,2% en la extracción y precesamiento de cobre. Asimismo, los recursos energéticos se contrajeron 36,2% en comparación con el mismo mes del año pasado, por una menor producción de petróleo crudo, carbón y gas natural.
Por el contrario, la minería no metálica creció 3,1% a cauda de una mayor producción de caliche.
Por otro lado, el Índice de Producción de Electricidad, Gas y Agua, disminuyó 0,5% en septiembre en doce meses, producto de una contracción de 6,6% de Agua, a raíz de un menor suministro a todos los destinos, destacando el comercial. Mientras que Gas aumentó 4,2% a causa de una mayor regasificación y Electricidad creció 0,4%, gracias a la mayor generación eléctrica de las centrales eólicas y solares.
Comercio
En tanto, Índice de Actividad del Comercio a precios constantes creció 6,3% en doce meses, acumulando una disminución de 8,1% en el noveno mes del año. El resultado se explicó por los incrementos en comercio al por mayor y al por menor, excepto el de vehículos automotores y motocicletas.
De hecho, el Índice de Actividad del Comercio al por Menor en septiembre aumentó 9,5% en comparación a igual mes del año anterior, acumulando una disminución de 11,3% en lo que va del año. Las líneas de productos que más contribuyeron al incremento del índice fueron productos electrónicos, para el equipamiento del hogar y tecnológicos, materiales para la construcción, herramientas ferretería y pintura, y bienes de consumo diverso, con alzas de 57,4%, 45,5% y 6%, respectivamente.
Mientras que el Índice de Ventas de Supermercados disminuyó 6,8% en comparación al mes anterior, y anotó un alza de 4,6% en doce meses, acumulando una variación de 2,6% en lo que va de 2020.
Fuente: Emol economía, octubre 30 de 2020
La Corporación de Bienes de Capital (CBC) dio a conocer en su catastro al segundo trimestre, que incluye a más de 300 iniciativas privadas y estatales por un monto de US$18.124 millones, lo que representa una caída de 5,5% en comparación con el último informe. Empleo requerido estimado cae 30%.
Una disminución de la inversión en obras públicas estimada a cinco años fue lo que detectó el último catastro sobre ese rubro de la economía, elaborado por la Corporación de Bienes de Capital (CBC) al cierre del segundo trimestre. La caída alcanza 5,5% en relación con igual período del año anterior, lo que se debe a los ajustes que se hicieron al calendario de licitaciones de concesiones y otros retrasos derivados de la pandemia.
De hecho, se registró una caída de 7,4% en la inversión estimada para 2020, en gran medida, por el aumento de los contagios durante el segundo trimestre.
La extensión de las cuarentenas, en diferentes comunas del país, llevó a la paralización total, y parcial en algunos casos, de los proyectos en construcción, cuyas faenas se encontraban en dichas áreas, que produjo retrasos en las fechas de término. Pero también se generó una recalendarización de muchas iniciativas nuevas, por ejemplo, de las que son parte del portafolio estatal por ejecutar, producto de reprogramaciones presupuestarias por cambio de prioridades o postergación del inicio de nuevas obras, hasta que la emergencia lo permita.
El informe detalla que la proyección para el quinquenio del segmento estatal bajó un 1,9%, principalmente, por algunos retrasos en licitaciones y obras, ligado al estallido social y a la irrupción de la pandemia. A modo de ejemplo, menciona que la iniciativa con más incidencia en esta variación es la construcción de la Línea 7 de Metro.
En el segmento privado, la caída de la cifra quinquenal fue de 9,4%, debido a los ajustes anunciados al calendario de licitaciones de concesiones, algunos de los cuales estarían ligados a retrasos producto de la crisis sanitaria.
Retrasos administrativos
Orlando Castillo, gerente general de la Corporación de Bienes de Capital (CBC), explica que “se produjeron retrasos tanto en el área administrativa, vinculada a los procesos de licitación, como en el ámbito operativo con la detención o disminución del ritmo de construcción de las obras”. Y añade que “en general, estos retrasos provocaron ajustes en el calendario de muchos proyectos, tanto del ámbito estatal como privado, los que impactan principalmente el año 2020 y 2021”.
En el primer trimestre de este año ya se observaba una caída de 0,5% en la inversión estimada para 2020 -producto de los efectos del estallido social, a los que se sumaron los de la pandemia-, aunque se registraba un alza de 5,1% en el monto proyectado a cinco años en comparación con la calculado en el período anterior.
La crisis sanitaria también repercutió en la cantidad de empleo requerido en las obras en construcción. Se registró una caída de 30% comparado con el promedio de mano de obra calculado en el primer trimestre, como efecto de las paralizaciones de obras estatales y privadas, producto de las cuarentenas obligatorias que se dieron en el período. De acuerdo con las estimaciones, el momento de mayor demanda para el quinquenio en términos de mano de obra se producirá entre 2020 y 2021.
Según la CBC, la inversión estimada para el período 2020-2024 bajó desde US$19.189 millones del reporte anterior a US$18.124 millones, correspondiente al 31,6% del total nacional. De esta suma, el 53% corresponde a proyectos estatales y el 47% a privados. Los proyectos aumentaron desde 370 a 377 iniciativas.
Según el desglose, los proyectos concesionados del Ministerio de Obras Públicas aportan el mayor monto de la inversión a materializar en el quinquenio, con unos US$8.380 millones, correspondiente al 46,2% del total. Por su parte, las iniciativas del Ministerio de Salud totalizan US$3.026 millones en cinco años, equivalente al 16,7% del total. Las iniciativas de Metro, en tanto, suman US$2.319 millones (12,8%).
De acuerdo con el estudio, para 2020 se prevén obras públicas por USS$3.453 millones -una baja real de 3,3% comparado con lo estimado el 2019-, lo que equivale a una participación de 22,5% del total nacional para el actual ejercicio. De ese total, US$849 millones corresponden a iniciativas del Ministerio del Obras Públicas y US$750 millones a proyectos concesionados de la misma cartera.
Respecto a las regiones que lideran las obras son la Región Metropolitana, con una cartera de 74 proyectos activos privados y estatales, por US$8.410 millones. Seguido por Los Lagos, con 37 proyectos con una inversión por US$1.153 millones.
Hacia adelante, dice Castillo, “se espera que el sector adquiera un dinamismo relevante, más aún cuando en nuestras estimaciones quinquenales representa el 32% de la inversión en proyectos que se ejecutará en nuestro país, en el período 2020-2024”. De hecho, resalta que “adicionalmente, el gobierno está impulsando el plan de reactivación económica, con un eje principal en la inversión de Obras Públicas, con un gran número de proyectos de menor tamaño y altamente intensivos en requerimientos de mano de obra”.
Evolución de ingresos de nuevos proyectos
Desde el segundo trimestre de 2019 se observa una disminución en el ingreso de nuevos proyectos (con cronogramas definidos que se incorporan a los catastros), tanto en volumen de inversión a cinco años como en número de iniciativas. Aunque la caída más pronunciada se observó este año. Si en el primer trimestre ingresaron 45 nuevos proyectos, en el segundo trimestre sólo lo hicieron 10 iniciativas. La cifra es más baja que los 18 que ingresaron en el cuarto trimestre de 2019, en pleno estallido social.
En cuanto a montos, las nuevas incorporaciones al catastro durante el primer trimestre sumaron US$908 millones, mientras que las del segundo trimestre totalizaron US$144 millones.
Ahora bien, Castillo señala que “si bien el segundo trimestre del año, tiene una disminución en el ingreso de nuevos proyectos respecto a trimestres anteriores, la cifra global del semestre está en línea con el promedio de semestres anteriores, por lo que no se observa un deterioro de la cartera de proyectos”.
Fuente: La Tercera, octubre 29 de 2020
Dante Arrigoni C. Presidente ASIMET
Preocupante, aunque no por ello inesperada, es la noticia publicada por DF MAS hace una semana respecto de que Europa iniciará la elaboración de su propio litio para dejar de depender de sus proveedores externos, entre ellos Chile, que le proporciona el 78% de este suministro. El bloque europeo confirma así su decisión inclaudicable de lanzarse a asegurar su propia producción de 30 materias primas críticas, agregando en esta oportunidad el litio, que es clave para la electromovilidad.
Si bien es impensado creer en la posibilidad de un autoabastecimiento total, la finalidad del plan europeo es también dejar de depender de China, y condiciona a los proveedores a una producción sustentable. Pero más allá de promover cadenas de suministro responsable de minerales, la estrategia de la Unión Europea es una prueba más de que la actual pandemia aceleró un fenómeno propio de este nuevo mundo multipolar y que quedó en evidencia con la irrupción del Covid 19: la crisis sanitaria es global, pero las respuestas han sido nacionales, incluso locales.
En lo económico, lo que se observa es similar, un mundo en que cada país busca la autosuficiencia, y depender menos de mercados externos para sus requerimientos estratégicos. Como lo señala el reportaje de Diario Financiero, estos países no están dispuestos a exponerse al riesgo político que afecta a algunos proveedores o mercados que enfrentan problemas sociales o medioambientales.
Pero no estamos hablando sólo de asegurar el abastecimiento de materias primas, sino también de tecnologías, conocimiento, desarrollo digital, tecnología agrícola, biotecnología, telecomunicaciones y, en este momento crítico, también tecnología de la salud. Europa así lo entiende y se prepara, en medio de una segunda ola de la pandemia, para enfrentar la reactivación de corto y largo plazo desde esta mirada.
Sin duda que vendrán también nuevas alianzas económicas y políticas en el nuevo orden mundial, y Chile tiene que estar atento y no sorprenderse con el fenómeno de desglobalización que está en ciernes. Nuestra economía no puede seguir dependiendo de manera tan hegemónica de las ventas a los mercados externos de nuestros recursos naturales. Se debe agregar conocimiento, debemos, agregar valor y fortalecer nuestras cadenas de producción. Las autoridades económicas deben entender que este es un tema que no pueden eludir, como lo han hecho hasta ahora.
En este nuevo contexto mundial, e incluso antes de la pandemia, llama poderosamente la atención que estas materias no sean objeto de análisis por parte de nuestras autoridades, y que el debate en torno al modelo de desarrollo al que debemos aspirar se centre en la discusión un tanto simplista de si Chile debe o no compararse con Nueva Zelandia y seguir su ejemplo.
No cerremos los ojos ante lo evidente. Si Europa y las economías más dinámicas se están industrializando, debemos preguntarnos por qué. Que no nos pillen desprevenidos.
Fuente: DIario Financiero, octubre 21 de 2020