Según el ministro de Hacienda, el Ejecutivo trabaja en una serie de iniciativas que apuntan a elevar la productividad, para así evitar que la eventual reducción de la jornada laboral provoque pérdidas de empleos en el largo plazo.
Impulsar la reducción de la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales era una de las prioridades de la agenda del Presidente Gabriel Boric en materia laboral. Y esta semana el Gobierno presentó sus cartas para reactivar la discusión de la iniciativa cuya tramitación está congelada desde noviembre de 2019.
¿Cómo? A través del ingreso de un set de indicaciones que deberán ser discutidas en el Congreso con suma urgencia -lo que implica que contarán con quince días para ser analizadas por la comisión de Trabajo del Senado, para luego avanzar hacia un tercer trámite en la Cámara-.
Uno de los principales aspectos que contienen las modificaciones al proyecto es la gradualidad en la reducción de la jornada, pues se propone una implementación escalonada, con lo cual el descenso a 40 horas ocurriría al quinto año de promulgada la norma.
Así lo explicó la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, quien dijo que «para ese efecto, dentro del primer año se va a reducir una hora la jornada laboral, al tercer año se van a sumar dos horas más, y al quinto año vamos a estar entonces en 40 horas para todas las trabajadoras y trabajadores».
Sobre esto, Rodrigo Palomo, decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Talca, destaca que «el Gobierno haya acogido la idea de la gradualidad en la implementación, concretamente asumiendo una implementación gradual a cinco años. Y también me parece muy relevante que se hayan extendido los alcances de la reducción de la jornada de trabajo a la mayoría, o casi todos, los trabajadores que son regidos por el Código del Trabajo, y no solo a categorías determinadas».
Pero además de repetir conceptos como más tiempo de descanso efectivo, conciliación de trabajo y familia, o modernización, personeros de La Moneda defienden que el proyecto contendría una serie de aspectos que evitarían una disminución de la creación de puestos de trabajo. Sobre esto, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, manifestó que la intención del Ejecutivo es complementar la rebaja de la jornada con una serie de medidas de incentivo a la productividad.
«Es muy importante contar con una serie de iniciativas que vayan elevando la productividad, de tal manera que podamos evitar la pérdida de empleos», sostuvo Marcel, agregando que «dentro de pocas semanas vamos a ver propuestas concretas al respecto».
En su última edición del Informe Anual de Productividad, la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad (CNEP) reveló que de la mano con la reactivación impulsada por los apoyos sociales para enfrentar la pandemia, sumado a los retiros previsionales y la flexibilización de las condiciones sanitarias, el país logró aumentar su productividad en 2021 -con un alza entre 7,4 y 8,7%-, dejando atrás dos períodos contractivos consecutivos. Sin embargo, la entidad advirtió que las cifras del año pasado fueron empujadas por una «economía sobrecalentada».
¿En qué tenor, entonces, debieran estar orientadas las medidas del Gobierno para impulsar la productividad en medio del debate por «40 horas»? Al respecto, Francisco Gallego, académico del Instituto de Economía de la Universidad Católica, afirma que «esto es central, en mi opinión, y aquí hay que pasar del titular a los detalles, porque ahí se juega todo».
«Esto no puede ser sólo un agregado menor al anuncio de hoy para que de verdad la baja de jornada se traduzca en mejora en calidad de vida para muchas personas», dijo, y agregó que «si queremos ser como la OCDE en horas trabajadas necesitamos tener productividad también comparable».
«Parte de la evidencia comparada, justamente, identifica este elemento de reducción de jornada como un elemento clave para mejorar la productividad. Además, hay temas cruciales de capacitación de las personas, y de uso del tiempo dentro y fuera del trabajo», apuntó.
Por su parte, Javier Mella, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de los Andes, recalca que «hay muchas cosas que se pueden hacer. Por ejemplo, en investigación y desarrollo, están los beneficios para la contratación de personas con grado de doctor, además de facilitarles el emprendimiento».
También mencionó «beneficios a la capacitación con foco en ciencia y tecnología, beneficios para desarrollar las industrias Fintech y financiera en general, áreas donde la productividad es mayor, reducción de trámites notariales y tiempos en aprobación de permisos», e hizo un llamado a «no olvidarse de las medidas pro inversión que son clave para el crecimiento».
Para Pilar Ugarte, docente de Unegocios FEN Uchile, lo relevante «es focalizarnos en la productividad, y en cómo entregamos herramientas para las personas para que los esfuerzos que hacemos, y el tiempo invertido en el trabajo, sea mucho más provechoso y mucho más productivo que hoy día».
«Es muy importante contar con una serie de iniciativas que vayan elevando la productividad, de tal manera que podamos evitar la pérdida de empleos»
Mario Marcel, ministro de Hacienda
Desde esa perspectiva, aseveró que «el tema pasa más por la productividad, que por la cantidad de horas necesariamente que estamos o no en el puesto de trabajo». «Hay que tener un foco distinto, una mirada distinta al interior de las organizaciones que, insisto, tiene que ver más con la productividad, con una buena definición de los objetivos, una buena definición de las responsabilidades en cada uno de los cargos que ocupan las personas», dijo Ugarte.
Finalmente, Roberto Zahler, ex presidente del Banco Central, declaró, en entrevista con EmolTV, que «el tema de productividad es primordial en Chile. Ahí yo diría que lo fundamental, donde tenemos un rezago enorme es el tema de educación en general, desde la educación básica hasta la universitaria. Estamos extraordinariamente atrasados, sin eso yo diría que es muy difícil avanzar».
Con todo, mencionó que en términos de innovación, «podría haber una señal bien importante. Entiendo que en el programa de Gobierno hay un énfasis importante en el tema innovación y productividad, ahí yo creo que puede haber realmente un cambio fuerte en incentivar cierto tipo de inversiones».
En esa linea, Zahler dijo que si bien en un principio «cuando se plantearon las 40 horas, quedó el desastre», en la actualidad «hay muchas empresas hace rato que ya están trabajando 40 horas, completamente al margen del proyecto del Gobierno, porque, efectivamente, las 40 horas es una cuestión que parece súper razonable, y para las empresas que se verían complicadas, entiendo que el Gobierno se ha abierto a algún tipo de subsidio o cosas por el estilo. Y obviamente, la gradualidad en el tiempo».
Fuente: Emol economía, agosto 26 de 2022
- Al inaugurar el encuentro, el timonel del gremio, Dante Arrigoni, señaló que “en el complejo escenario económico que vive el país, se necesita una Constitución moderna, acorde a los desafíos y sueños que tenemos como sociedad”.
- Ministro de Economía, Nicolás Grau, anunció la creación de una mesa de trabajo con ASIMET “para orientar el futuro de la industria en Chile y aprovechar las oportunidades relacionadas al nuevo modelo de desarrollo, en particular en lo que será la transición a una economía más verde”.
Una caída de 5% es la cifra de crecimiento para el sector metalúrgico metalmecánico que proyecta ASIMET para el próximo año. Así lo señaló el timonel del gremio, Dante Arrigoni, en la inauguración del Foro de la Industria, que este año aborda el tema del proyecto de nueva Constitución y sus efectos en la economía.
En ese contexto, Arrigoni señaló que “si no se toman medidas urgentes para reactivar la inversión y el crecimiento, el próximo año el país va a decrecer un 1.6% y el 2024 el crecimiento será de no más del 2%. En el caso de nuestro sector, este año vamos a tener un crecimiento nulo y proyectamos para 2023 una caída al 5%, por lo que es fundamental y reactivador poder implementar una Constitución moderna acorde con los desafíos y sueños que tenemos como sociedad”.
En tal sentido, afirmó que los impactos de una posible recesión son críticos en la industria, principalmente porque, después del Comercio, es el sector que más empleos otorga en Chile, “y estamos hablando de empleos de calidad, en nuestro sector no existen los empleos informales. Además, los sueldos en la industria son muy superiores al salario mínimo, por lo tanto, nuestra contribución es clave al aportar significativamente al bienestar de las familias con puestos de trabajo estables y bien remunerados”, afirmó.
El dirigente gremial agregó que para la industria es fundamental que Chile tenga una institucionalidad moderna que sea el marco y la plataforma que encamine al país al desarrollo. Para que eso sea posible, sostuvo que el proceso constituyente “no debería terminar la noche del 4 de septiembre con ganadores ni perdedores, ni con la percepción de un país dividido en dos. Si bien ese día los chilenos elegirán o no una nueva Constitución para el país, en cualquiera de las dos opciones será necesario alcanzar un amplio pacto, lograr un gran Acuerdo Nacional, porque necesitamos fijarnos un rumbo que cuente con el aval de todos los chilenos para avanzar hacia una democracia estable que nos permita alcanzar el desarrollo”, señaló.
Durante el Foro, el ministro de Economía, Nicolás Grau, afirmó que “los países que se han desarrollado y han logrado altos estándares de vida para su población lo han hecho de la mano de la industria, de la manufactura, y en Chile no puede ser distinto”. Es por ello que anunció la creación de una mesa de trabajo con ASIMET “para orientar el futuro de la industria en Chile y aprovechar las oportunidades relacionadas al nuevo modelo de desarrollo, en particular en lo que será la transición a una economía más verde”.
El foro se extenderá hasta las 11 horas de hoy y está siendo transmitido vía streaming desde los estudios de TVN. En él expondrán los abogados constitucionalistas Marisol Peña y Javier Couso, quienes explicarán las principales normas que propone el texto a partir de 5 temas que fueron seleccionados por los socios de ASIMET como los de mayor incidencia en la actividad industrial: derecho de propiedad, sistemas de justicia, plurinacionalidad, certeza jurídica y sistema político y estabilidad democrática y macroeconómica.
Estas mismas temáticas serán luego debatidas por un panel de invitados, quienes conversarán sobre los impactos y efectos de la propuesta de Constitución, principalmente con una mirada desde la industria. Participarán en este bloque Sergio Bitar, Patricio Fernández, Bernardo Fontaine, Javiera Parada. Carolina Tohá y Matías Walker.
Fuente: Diario Estrategia, agosto 24 de 2022
Según estudio realizado por Econsult, encargado por gremio Asimet:
Minería y agro serían las áreas más impactadas con propuesta constitucional
«Existe un conjunto de elementos que llevan a catalogar tales sectores como los más afectados», señalan autores. Entre estos están derechos de agua, naturaleza, y otros.
La propuesta de nueva Constitución que se plebiscitará en un par de semanas más generará una serie de cambios que terminarán impactando a diversos sectores productivos del país. Según un estudio realizado por Econsult, encargado por el gremio Asimet, con la propuesta de Carta Magna, la minería, el silvoagropecuario y la pesca serían los más impactados. En su conjunto, estos tres sectores representan un 60% de las exportaciones, un 20% del empleo y un 20% del PIB.
«Existe un conjunto de elementos que llevan a catalogar tales sectores como los más afectados, entre los que se encuentran: derechos de agua, derechos de la naturaleza, restauración de tierras, entre otros elementos», explican desde Econsult.
Por ejemplo, señalan, en el caso de derecho de propiedad no existe garantía de que la indemnización en caso de expropiación sea al contado y al precio de mercado. «Las inversiones en mercado. «Las inversiones en estos sectores se verán afectadas, paralizando su crecimiento. Por lo tanto, habría menos exploración minera y menos inversión forestal», sostiene. También está la restitución de tierras, donde explica que extensiones de tierras pueden ser potencialmente expropiadas para ser entregadas a grupos de representación indígena, sin tener claro si se paga precio de mercado ni al contado. «Los sectores de minería y forestal son especialmente afectados por este tema», señalan.
En el caso de los derechos de agua, plantea que la minería y el sector silvoagropecuario son altamente dependientes del agua, por lo que no pueden realizar sus labores si no tienen acceso. «Los nuevos derechos de agua dependerían de autorizaciones de uso administrativas, las que serán revocables, incomerciables y entregadas por una agencia estatal. Dado esto, se entrega una mayor incertidumbre a un insumo vital para esas industrias», plantean.
«Existe un consenso de que Chile necesita cambios a su institucionalidad, para mejorar el orden político y avanzar en beneficios sociales».
DANTE ARRIGONI
PRESIDENTE ASIMET
Las concesiones también tendrían un impacto, ya que según explican, el sistema se vería debilitado, pues por simple mayoría se pueden eliminar concesiones. «La certeza de la concesión es clave para la actividad minera», explican.
Dada la importancia de la minería en la actividad económica, el estudio realizó una simulación que considera una caída del 20% en inversión de cobre para el periodo 2022-2030. Esto implicaría una baja anual de 711 mil toneladas de producción; una baja de US$ 1200 millones fiscales anuales; la destrucción de 110 mil potenciales empleos; una caída de US$ 6.700 millones en envíos.
Con todo, entre las conclusiones del informe se destaca que el Borrador Constitucional presenta graves aspectos estructurales, entre ellos, inestabilidad institucional y macroeconómica, propiedad privada desprotegida, irresponsabilidad fiscal y problemas regulatorios. «Estos temas pueden afectar potencialmente a toda la actividad económica del país. Menos empleos, menos ingresos de las familias, mayor inflación y necesidad de más impuestos regresivos.
Los resultados de estudio serán expuestos este miércoles, en una nueva edición del Foro Anual de la Industria, que tendrá un foco especial en el plebiscito constitucional.
Para el presidente de Asimet, Dante Arrigoni, existe un consenso de que Chile necesita cambios a su institucionalidad, para mejorar el orden político y avanzar en beneficios sociales. «También debería existir consenso en que para alcanzar ese objetivo el país necesita recursos, crecimiento sostenido, ser un país más rico. El cómo lo hacemos podemos discutirlo y llegar a acuerdos, pero el objetivo de generar recursos para cumplir esta meta es indiscutible. La gran pregunta entonces que debemos hacernos es: ¿cuál es la mejor institucionalidad que nos permitirá crecer a largo plazo, generar recursos para poder financiar y sostener las demandas sociales que aspiramos para todos los chilenos?», señala el dirigente gremial.
Para Arrigoni, el proceso constituyente no debería terminar la noche del 4 de septiembre con ganadores ni perdedores, ni con la percepción de un país dividido en dos, donde un sector sacará provecho del otro. «Si bien ese día los chilenos elegirán o no una nueva Constitución para el país, en cualquiera de las dos opciones será necesario alcanzar grandes acuerdos, porque necesitamos seguir con el proceso constituyente y fijarnos un rumbo que cuente con el aval de todos los chilenos para avanzar hacia una democracia estable que nos permita alcanzar el desarrollo», señala Arrigoni.
Fuente: El Mercurio, agosto 23 de 2022
El PIB minero cayó aún más entre abril y junio, un 4,5%, mientras que el resto de las actividades lograron una expansión de 7%.
La economía chilena se está desacelerando. En el segundo trimestre del año, el Producto Interno Bruto (PIB) nacional creció un 5,4% respecto al mismo período de 2021, lo que evidencia una moderación desde el 7,4% que logró crecer la actividad entre enero y marzo, revisada al alza en dos décimas en este ejercicio.
Así lo revelaron las cuentas nacionales publicadas este jueves por el Banco Central, las que detallaron que el crecimiento de la actividad en abril-junio fue menor en tres décimas a lo que se estimaba a partir del cierre preliminar de los Imacec de dichos meses.
El informe acotó que la minería profundizó su contracción en el segundo cuarto: el PIB del sector cayó un 4,5%, por debajo del 3,9% que ya encendía alarmas en el primer trimestre. Esto se compensó con el 7% que logró crecer el PIB no minero, pero que también se ralentizó desde el 9,3% del período inmediatamente anterior.
El ente rector precisó que la demanda interna aumentó un 8,7% entre abril y junio, impulsada principalmente por el consumo de los hogares que saltó un 7,7% frente al segundo trimestre del año pasado.
“Desde la perspectiva del origen, las actividades presentaron resultados disímiles; las mayores incidencias se registraron en las actividades de servicios -en particular, personales, transporte y empresariales-”, se lee en las cuentas nacionales, que detallan que “en contraste, entre las actividades que presentaron caídas destacaron la minería y el sector agropecuario-silvícola”.
En términos desestacionalizados, la actividad económica no presentó variación respecto al trimestre anterior. El comercio y los servicios personales contribuyeron a la baja, pero fueron compensados por un aumento trimestral en la minería.
¿Y el gasto?
Desde la perspectiva del gasto, la demanda interna -que creció un 8,7%, también desacelerándose- fue compensada en parte por una caída de las exportaciones netas, puntualizó el Central.
También detalló que el crecimiento del gasto interno fue liderado por el consumo y, en menor medida, por la inversión. El aumento del consumo -de 7,4%- fue reflejo de un mayor gasto de los hogares -7,8%-, particularmente en servicios y, en menor medida, de bienes no durables. Esto, en contraste con que el gasto en bienes durables se redujo.
La mayor inversión se sustentó en la formación bruta de capital fijo (FBCF), que registró una expansión de 7,3%, incidida mayormente por la inversión en maquinaria y equipo -que saltó un 11,5%-.
En el comercio exterior de bienes y servicios, las exportaciones cayeron 0,3% -principalmente por menores envíos de cobre- y las importaciones aumentaron 10,9%, gracias a las mayores internaciones de químicos, combustibles y vestuario.
El ingreso nacional bruto disponible real (INBDR) logró crecer un 5,4% en el segundo trimestre, al igual que el PIB. Pero, el Central acotó que en este resultado se compensó el efecto de mayores transferencias y rentas del exterior, con un deterioro en los términos de intercambio.
Por su parte, el ahorro bruto total ascendió a 26,5% del PIB en términos nominales, compuesto de un ahorro nacional de 18% del Producto y un ahorro externo de 8,5% del mismo, correspondiente al déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos.
Zoom por actividad
En el segundo trimestre, la actividad agropecuario-silvícola presentó una caída generalizada en sus componentes, alcanzando una contracción de 5,4% frente al mismo período de año pasado. La pesca logró crecer un 4,8%, impulsada por la acuicultura, mientras que la pesca extractiva se redujo.
La minería se contrajo un 4,5%, principalmente por la extracción de cobre y compensado en parte por la minería no metálica. Y, la actividad industrial anotó una merma de 0,4%; por la baja de las actividades de maderas y muebles y de minerales no metálicos y metálica básica.
La actividad suministro de electricidad, gas, agua y gestión de desechos (EGA) alcanzó una variación positiva de 0,9%, principalmente por la contribución del último componente. Mientras, la construcción creció un 2,2%, liderada por la edificación.
El comercio automotor impulsó a la actividad comercial, que creció un 1%. Y, el transporte creció un 27,9%, liderado por los servicios asociados a pasajeros. La actividad comunicaciones y servicios de información siguió presentando un alto dinamismo, con un aumento de 8,2%. Y, los servicios empresariales crecieron un 8,7%, impulsados por las actividades profesionales, mientras que la educación lideró el aumento de los servicios personales.
Fuente: Diario Financiero online, agosto 18 de 2022
La Encuesta de Expectativas Económicas también muestra una nueva revisión al alza en las perspectivas de inflación de este año, tras una nueva sorpresa en el IPC.
Los analistas del mercado se alinearon con los últimos pronósticos del Ministerio de Hacienda, en el sentido de mejorar las expectativas de crecimiento para este año, pero degradar las del próximo, incluso anticipando una caída de la economía en 2023.
Los resultados de la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE), elaborada por el Banco Central, muestran que la proyección de crecimiento para el Producto Interno Bruto (PIB) este año se revisó al alza en una décima a 1,9%. Sin embargo, el mayor ajuste fue para el 2023, ejercicio en el cual los economistas consultados prevén una caída de 0,4%, cuatro décimas menor a su apuesta del mes anterior.
De esta forma, el mercado ve una contracción de la economía mayor a la que anticipa Hacienda, que en su último Informe de Finanzas Públicas (IFP) calculó una caída de 0,1% para el Producto en 2023. El Banco Central, en tanto, en su Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio, apuntaba a una caída entre 1% y un nulo crecimiento en 2023.
Para el 2024, las perspectivas se mantuvieron en 2%, al igual que el sondeo anterior.
Los expertos sondeados por el instituto emisor consideran que la economía continuará su senda de ajuste, con un Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) que se expandirá un 1,8% en julio, versus el 3,7% que anotó durante junio.
Así, en el actual tercer trimestre el Producto anotaría una nula variación, dejando atrás el avance de 7,2% del primer cuarto y a la espera del dato efectivo del segundo trimestre del ejercicio.
Los analistas también recortaron sus proyecciones para la inversión, medida como formación bruta de capital fijo, para este año y el próximo, a -3,2% y -2,5%, lo que significan dos y cinco décimas de revisión a la baja, respectivamente.
En el caso del consumo de los hogares, el pronóstico mejoró para este año en dos décimas a 2%, pero se deterioró en seis décimas a -1,5% para el 2023.
Más inflación
Luego de la sorpresa al alza que anotó el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en julio, con una variación de 1,4% que llevó el acumulado en 12 meses a 13,1%, el mercado empieza a incorporar mayores presiones de precios.
Así, prevé que el IPC cierre el año con una variación de 12,3%, 1,3 puntos porcentuales mayor a lo esperado hace un mes. Para el próximo año, asimismo, el ajuste fue de cuatro décimas a 5,5%.
Para agosto y septiembre, los economistas consultados calculan una variación mensual del IPC de 1% en cada mes.
¿Cómo incide esto en la política monetaria? El consenso de los analistas anticipa un alza de 75 puntos en la Tasa de Política Monetaria (TPM) en la reunión del Banco Central agendada para septiembre, para llevarla a 10,5%. En la siguiente reunión el aumento sería de 25 puntos base a 10,75%.
Fuente: Diario Financiero, agosto 11 de 2022
Entre enero y junio de 2022 se anotaron US$10.645 millones.
Esta mañana, el Banco Central informó que el flujo de inversión extranjera directa (IED) enero y junio de 2022 en Chile alcanzó los US$ 10.645 millones, cifra que representa una caída de 14% en comparación al primer semestre del año pasado. Esto, considerando una alta base de comparación.
En los primeros seis meses del año pasado se registraron US$12.414 millones de IED en el país, motivado por un flujo «inusual» de US$5.823 millones ingresado en febrero de 2021, lo que tiene relación con operaciones específicas de adquisición.
Al comparar la cifra del primer semestre de 2022 con el promedio del último quinquenio (US$8.671 millones) esta sitúa un 23% por encima.
Específicamente en junio de 2022, el flujo alcanzó los US$ 1.041 millones, cifra que está dentro del promedio de los últimos doce meses, que alcanzó los US$ 1.123 millones.
El componente más importante del flujo de IED en el período fue la reinversión de utilidades, con un registro de US$ 4.301 millones. Las participaciones en el capital alcanzaron un monto US$3.436 millones y los instrumentos de deuda con US$2.907 millones.
El ministro de Economía, Nicolás Grau, destacó que las cifras muestran que la inversión extranjera en el país se mantiene dinámica.
«Considerando que la situación económica en el mundo es compleja, las compañías extranjeras siguen eligiendo a Chile dentro de Latinoamérica para establecer y hacer crecer sus proyectos en el mediano y largo plazo. Por eso, como Gobierno trabajamos en materia de inversión y coordinación público-privada con el fin de mantener la confianza que las empresas internacionales tienen en nuestro país», agregó.
Por su parte, la directora de InvestChile, Karla Flores, aseguró que «en la Agencia seguimos trabajando para atraer a inversionistas cuyos proyectos generen un impacto positivo en la población, con más y mejor empleo, mayor tecnología, oportunidades de perfeccionamiento profesional y que aporten a la sostenibilidad del país».
«En nuestro trabajo diario en la agencia vemos que las empresas extranjeras mantienen su interés por seguir invirtiendo en Chile y eso es una buena señal, sobre todo en el complejo escenario global que se observa actualmente», concluyó.
Fuente: Emol economía, agosto 08 de 2022
En medio de una economía que cae y una inflación de dos dígitos, advierte que para evitar un sobreajuste, el Banco Central debiera mantener la tasa en 9,5%. En suma, no ve necesidad de más alzas.
“Desde el punto de vista económico estamos enfrentando dos años muy, muy complicados”, afirma el economista y expresidente del Banco Central, Roberto Zahler, al evaluar la coyuntura, marcada por una política fiscal y monetaria contractiva para frenar el sobrecalentamiento heredado de 2021, una inflación galopante y un déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos que en 2022 y 2023 superará el 5% del PIB, según proyecta.
El entorno internacional tampoco favorece con alzas de tasas de interés que encarecen el financiamiento externo, una menor demanda de nuestros productos por el menor crecimiento de nuestros principales socios comerciales, y caídas en los términos de intercambio.
“No hay responsabilidad en esta coyuntura ni del Banco Central ni del gobierno, al contrario, estamos corrigiendo los excesos del año pasado”.
“Un tipo de cambio sobre $ 1.000 es completamente injustificado para una economía como la chilena, más aún, sobre $ 900 también lo es”.
“Todo esto apunta a que este año vamos a terminar creciendo al 2%, que no es un mal crecimiento, pero el próximo año lo más probable es que tengamos una caída del Producto en el contexto de una inflación todavía muy alta”, comenta.
– Este segundo semestre ¿enfrentaremos un aterrizaje brusco?
– El crecimiento del tercer y cuarto trimestre en 12 meses será negativo y lo llamaría brusco si consideramos que en el primer semestre crecimos en torno al 6% y cerraremos el año en 2%. Además, con una inflación muy alta, de dos dígitos por lo menos hasta fin de año, independiente de lo que esté haciendo el Banco Central, por la propia inercia inflacionaria. Hacia fines del próximo año proyecto que la inflación estará en torno al 4%, pero a fines de este año se ubicará sobre 10%.
– ¿La recesión del próximo año es inevitable?
– Es bastante inevitable por un tema estadístico.
– ¿Será por un período acotado o extenso?
– Haber crecido más de 11% en 2021 fue una irresponsabilidad y requiere un ajuste, que el gasto se enfríe y eso se dará en los próximos 18 meses, más allá no es necesario. Hacia mediados de 2023 la economía entra en régimen, no necesitamos desde el punto de vista macroeconómico de un ajuste adicional. El próximo año tendremos una caída del Producto pequeña, una inflación más baja, y una situación fiscal bastante menos contractiva. Esperaría que el precio del cobre se mantenga sobre US$ 3 la libra. La sensación ambiente será mejor y el tipo de cambio no estará sobre $ 1.000.
Ya en 2024 estaremos en otro escenario, donde la brecha entre el Producto potencial y el efectivo se habrá cerrado y podemos crecer con baja inflación y un menor déficit en cuenta corriente. El crecimiento potencial estaría entre 2% y 2,5%.
– Usted apuntó al gobierno anterior por la compleja situación que enfrentamos hoy. ¿El gobierno actual tiene alguna responsabilidad?
– Desde el punto de vista macroeconómico, ninguna. Por el contrario, se están haciendo las cosas bien, en un entorno externo e interno muy complejo. La política fiscal es muy prudente. Los fondos soberanos, que el año pasado se usaron fuertemente para financiar parte del exceso de gasto del sector público, se recuperaron en forma importante (más de US$ 5.000 millones en el primer semestre de este año), hubo muy poco aumento de la deuda pública, lo que deja espacio para afrontar la coyuntura si se pone más compleja.
– ¿Y poner en discusión una reforma tributaria no genera ruido? ¿No se afecta al crecimiento?
– Siempre que se plantea una reforma tributaria se genera ruido. Sin embargo, considerando el consenso transversal, reflejado en el proyecto de nueva Constitución como en lo que la oposición ha dicho estaría dispuesta a modificar de la Constitución actual si gana el Rechazo, en términos de mejorar pensiones, salud y educación, lo serio es financiar dichos gastos permanentes con ingresos permanentes, lo que significa reducir la elusión y la evasión y aumentar la tributación. La alternativa sería incrementar fuertemente el endeudamiento público y/o generar mayor inflación, lo que afectaría en mayor medida el crecimiento.
Desanclaje y estanflación
– ¿Cómo evalúa al Banco Central en esta coyuntura?
– La política monetaria ha estado bien planteada, Chile fue uno de los primeros países en subir las tasas de interés, los niveles a los que ha llegado eran necesarios. No hay responsabilidad en esta coyuntura ni del Banco Central ni del gobierno, al contrario, estamos corrigiendo los excesos del año pasado.
– ¿Hay riesgo de desanclaje de expectativas?
– Lo estamos viendo. Si se miran los indicadores de precios de mercado, forwards, swaps, tasa de interés nominales y las tasas de interés en UF de los bonos de la Tesorería a distintos plazos, vemos que quizás por primera vez, las expectativas de inflación a 5 y 10 años están sobre el 5%. Eso es complicado y, por lo mismo, es probable que el Central siga subiendo la tasa un poco, aunque yo no lo creo necesario.
– ¿Por qué? ¿Hay riesgo de sobreajuste?
– Hoy la TPM está en 9,75%. Para evitar un sobreajuste, me parece que el BC debiera mantenerla en ese nivel y empezar a bajarla cuando las expectativas de inflación vuelvan a estar en el rango meta del BC, más que seguir subiendo la TPM y bajarla muy pronto. Esto, por el rezago con que opera la política monetaria y por el efecto de la intervención cambiaria. Y, en ese punto, creo que el Central actuó correctamente, aunque tarde.
– ¿Por qué?
– Porque había bastante evidencia para haber intervenido antes. Actuó un poco tarde, pero ya es historia y se vio favorecido por el alza del precio del cobre y la caída del dólar en el mercado internacional, lo que permitió una baja importante del tipo de cambio, de más de $ 100. Un tipo de cambio sobre $ 1.000 es completamente injustificado para una economía como la chilena, más aún, sobre $ 900 también lo es.
– Otro concepto que ha rondado es el de la estanflación, aunque Rosanna Costa dijo que ella no llama así a este período de inflación alta y bajo crecimiento.
– Es la combinación de estancamiento e inflación y estamos básicamente en ese proceso si consideramos que llevamos poco más de un trimestre con crecimiento cayendo mes a mes -eso es estancamiento-, y con la inflación en dos dígitos. Estamos en estanflación, aunque suene terrible.
– Las proyecciones de este año y 2023 sugieren una caída en la inversión. ¿Cuánto de eso responde al proceso constitucional?
– En el primer semestre de este año las importaciones de bienes de capital en dólares han superado mes a mes a las del año pasado, las de 2020 y 2019, lo que es sorprendente e importante. Las cifras de la construcción, que es el otro componente de la FBCF, no fueron muy buenas y uno esperaría que mejoren. Ahora, el segundo semestre de este año tendrá una base de comparación muy alta y las proyecciones del IPOM y Hacienda son negativas para la inversión, pero también lo son para el consumo. El Índice de Confianza Empresarial también refleja que podríamos tener a futuro una caída de la inversión. Otro punto es que hay un rezago en la inversión del sector público. Es probable que la incertidumbre que hay respecto al tema constitucional y al tema político que hay en Chile pueda afectar la inversión.
Fuente: Diario Financiero, agosto 08 de 2022
Nueve caídas interanuales consecutivas lleva el índice real, que mide las remuneraciones ajustadas por inflación y que sirve para cuantificar la verdadera capacidad de compra de los salarios, dejándolo en junio prácticamente en el mismo nivel que en el mes de la crisis social. Esto, a pesar de que en términos nominales registró un salto en 12 meses de 10%, el mayor de la actual serie (que parte en 2016).
La inflación sigue golpeando con fuerza el bolsillo de los trabajadores, que ven cómo sus ingresos laborales tienen cada vez menos capacidad de compra.
Eso es justamente lo que mostró esta mañana el Índice de Remuneraciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), donde las alzas nominales de salarios nuevamente no lograron compensar lo perdido por el aumento del Índice de Precios al Consumidor (IPC). El Índice Nominal de remuneraciones anotó un alza de 10% en 12 meses, la más alta de la actual serie, que comenzó en 2016.
Sin embargo, si se le descuenta la inflación, que es lo que hace el Índice Real de Remuneraciones, se evidencia una caída de 2,2%. Esta es la novena caída consecutiva del indicador y deja al índice en 94,91 puntos, su menor nivel desde octubre de 2019, cuando comenzó la crisis social. En otras palabras, ajustados por el alza del IPC, los salarios están al mismo nivel que entonces, hace casi 3 años.
La inflación, impulsada por factores internos, como la mayor demanda debido al explosivo aumento de la liquidez producto de los retiros de los fondos de pensiones y el IFE universal durante el año pasado; y por elementos externos, como el aumento de los precios de los alimentos y combustibles a nivel internacional en los meses previos (aunque en lo más reciente ya están bajando) hizo que todos los sectores aumentaran en promedio sus remuneraciones por debajo del alza del IPC.
El que menos se vio perjudicado es el sector minero, cuyas remuneraciones nominales fueron las que más crecieron en los últimos 12 meses, con un incremento de 11,9%. Esto, en términos reales es una disminución de la capacidad de compra de esa remuneración de 0,6%. Le sigue la industria manufacturera, con un alza de 11,8% nominal (caída de 0,7% real); y servicios de alojamiento y comida, con un aumento de 11,6% nominal (-0,9% real). Este sector había sido uno de los más perjudicados durante los peores momentos de la pandemia, debido a las cuarentenas y las restricciones de apertura.
Mientras, el sector que más ha retrocedido en términos reales es de la administración pública, con un alza de 5,5% nominal, lo que implica una caída de 7% en su remuneración tras el ajuste por inflación.
Fuente: La Tercera, agosto 05 de 2022
Según un informe de la Corporación de Bienes de Capital (CBC), el stock a ejecutar este año caerá 7,5%, mientras que en 2023 la merma se acentuará a 51,1%.
El Banco Central ha anticipado dos años negativos para la inversión en Chile, con caídas en 2022 y 2023 de la mano de la exigente base de comparación del 2021, la mayor inflación y la incertidumbre tanto por el escenario externo como el local.
Y los distintos sectores económicos comienzan a ajustarse a esa nueva realidad. Uno de ellos es el industrial.
Según un informe elaborado por la Corporación de Bienes de Capital (CBC), la inversión proyectada en el rubro tanto para este año como para el próximo registrará números rojos, con una merma de 7,5% para 2022 y una contracción de mayor magnitud, de 51,1%, el 2023.
¿La razón? El término de la fase de obras de varias iniciativas y el no ingreso de nuevos proyectos que compensen el menor gasto que se realizará, debido a una menor reposición.
A esto se le agrega un cierre para el 2021 mejor a lo esperado, con un aumento de 25,5% del stock respecto al mismo lapso del 2020, gracias al ingreso de nuevos proyectos en el ejercicio pasado.
Acorde a la corporación, para el quinquenio 2022-2026 el stock de proyectos de inversión con cronogramas definidos asciende a US$ 1.332 millones, un 2,5% del total de las iniciativas tanto públicas como privadas a nivel nacional, considerando otros rubros como comercio, energía, y minería, por ejemplo. Esto implica 54 proyectos para el rubro.
En la distribución anual, US$ 823 millones se materializarán durante este año, para bajar a US$ 402 millones en 2023 y US$ 80 millones un año más tarde. Para el 2025 y 2026 los montos apenas se ubicarán en US$ 16 millones y US$ 11 millones, respectivamente.
Otro indicador de actividad es el de intensidad trimestral, que mide la inversión ejecutada durante el primer trimestre de este año, con aumentos en industria y forestal, principalmente por el inicio de obras en el laboratorio de vacunas Sinovac Santiago y el mejoramiento tecnológico en planta Pemuco Orafti.
Según subsector, la industria desalinizadora se lleva el mayor monto para todo el período, con US$ 447 millones, seguido de la industria química con US$ 304 millones y US$ 197 millones para el rubro de alimentos y bebidas. Más atrás se ubican las actividades de edificio industriales de distribución (US$ 137 millones), la industria acuícola (US$ 100 millones), la gasífera (US$ 65 millones), la mineral no metálica (US$ 43 millones), la sanitaria (US$ 34 millones), la agropecuaria (US$ 4 millones) y papel y madera (US$ 1 millón).
Proyectos por región
A nivel de regiones, según la CBC sobresalen Atacama, Metropolitana, y Biobío, con las mayores sumas en el stock para el quinquenio 2022-2026, con US$ 512 millones, US$ 411 millones y US$ 151 millones, respectivamente.
En el otro extremo, se ubican Coquimbo (US$ 8 millones), Maule y Aysén, ambos con US$ 5 millones cada uno.
Las iniciativas incorporadas al catastro suman una inversión total de US$ 220 millones, entre las que destacan segunda reducción voluntaria de emisiones de So2 (óxido de azufre) mediante Moder y robustecimiento de las Instalaciones de limpieza de gases y tostación en Molymetnos, etapa I; la planta productiva de Pinturas Ceresita Quilicura; parque logístico Los Alerces; y mejoramiento tecnológico en planta Pemuco Orafti.
En el otro extremo, los proyectos excluidos del catastro en relación al anterior sumaban US$ 209 millones en total, como el Centro Logístico Lo Aguirre en sus primeras etapas.
“Para efectos de un mejor registro, la iniciativa se separa en dos folios. Las primeras etapas, que se ejecutaron entre enero de 2017 y abril de 2020, con una inversión estimada de US$ 80 millones, quedan bajo este folio. Las siguientes fases, aún sin construir, serán monitoreadas aparte. Para éstas últimas, la empresa ha presentado un EIA a evaluación ambiental el 21 de enero de 2022, que se encuentra en calificación. Las primeras partes, por haberse desarrollado antes de 2021, quedan fuera del actual catastro”, explica la CBC en el informe.
La cifra quinquenal total es explicada, principalmente, por iniciativas que actualmente se encuentran en construcción, con una participación de 53,7% (US$ 716 millones) en cinco años. Por su parte, aquellas iniciativas en ingeniería de detalle representan el 44,7% restante (US$ 595 millones).
Fuente: Diario Financiero, agosto 04 de 2002
La expansión económica del sexto mes del año se ubicó entre las estimaciones de analistas, que apostaban por un incremento de entre 3 y 4%.
Una expansión de 3,7% anotó en junio de 2022 la economía chilena, al comparar con igual mes del año pasado, según informó el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) publicado esta mañana por el Banco Central.
Se trata de un dato se ubicó entre las estimaciones de analistas, que pronosticaban un crecimiento de entre 3 y 4%, y también del registro más bajo desde inicios de 2021.
Además, la expansión económica en el sexto mes del año fue mucho menor a la registrada en marzo (6,4%), abril (6,9%) y mayo (6,4%).
Con esto, de manera preliminar, la economía chilena habría crecido un 6,46% en el primer semestre del año.
De acuerdo a la entidad presidida por Rosanna Costa el aumento del Imacec en junio estuvo incidido principalmente por las actividades de servicios. En tanto, el comercio y la producción de bienes cayeron.
Por su parte, la serie desestacionalizada cayó 0,2% respecto del mes precedente y aumentó 3,8% en doce meses. El mes registró la misma cantidad de días hábiles que junio de 202, según informó el ente rector.
La caída del Imacec desestacionalizado se explicó por «el desempeño de la minería y los servicios, resultado que fue compensado en parte por el aumento de resto de bienes y la industria».
Análisis por actividad
La producción de bienes cayó 0,7%, debido al desempeño de la minería y la industria, que presentaron variaciones de -2,8% y -2,6%, respectivamente. En contraste, el resto de bienes(6) presentó un crecimiento de 1,4%.
En términos desestacionalizados, la producción de bienes cayó 0,3% respecto del mes anterior. Este resultado fue determinado por la minería, que disminuyó 1,7%. En contraste, el resto de bienes y la industria presentaron crecimientos de 0,8% y 0,6%, respectivamente.
En tanto, el comercio presentó una disminución de 5,9%, resultado explicado por las ventas minoristas y mayoristas. Destacaron las caídas de supermercados y grandes tiendas en las primeras, y las de alimentos, bebidas y materiales de la construcción en las segundas. Por otro lado, las ventas automotrices aumentaron.
Las cifras desestacionalizadas muestran una variación de 0,1% respecto del mes precedente, resultado explicado por el desempeño del comercio automotor.
Por último, los servicios crecieron un 9,0%, resultado explicado principalmente por el desempeño de los servicios personales, en particular de educación. También destacó el aporte del transporte y los servicios empresariales.
Acorde con cifras ajustadas por estacionalidad, las actividades de servicios presentaron una caída de 0,4% respecto del mes anterior.
Fuente: Emol economía, agosto 01 de 2022