El gremio metalúrgico metalmecánico advierte que hace un tiempo «las instituciones clave para el funcionamiento de la democracia representativa dejaron de cumplir sus obligaciones, arrogándose atribuciones que no les son propias».
Nadie ha quedado indiferente ante el complejo panorama político que ha enfrentado el Gobierno en las últimas semanas. Desde el sector empresarial, ya hay quienes advierten que la situación podría derivar en una crisis profunda para las instituciones nacionales.
Así alerta la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas de Chile (Asimet), que a través de un comunicado planteó este miércoles que el país está ante «una grave crisis institucional y una amenaza a la democracia».
Desde la perspectiva del gremio metalúrgico, la situación actual «no solamente se relaciona con los hechos vinculados al retiro de los fondos previsionales, sino porque desde hace ya un tiempo las instituciones clave para el funcionamiento de la democracia representativa dejaron de cumplir sus obligaciones, arrogándose atribuciones que no les son propias».
La declaración firmada por el presidente de la entidad, Dante Arrigoni, defiende que «una democracia moderna se sustenta en la división clara de poderes, y el respeto de la sociedad a ese orden», pero agrega que «lamentablemente hemos sido testigos que este ordenamiento no ha sido respetado por las instituciones, lo que ha resentido a nuestra democracia». Por lo mismo, el gremio alerta que «estamos frente al riesgo de un quiebre institucional».
En la declaración, Arrigoni sostiene que «cuando en un país las reglas no funcionan se corre el peligro de caer en sistemas basados en el populismo, con soluciones no democráticas y de corto plazo y promesas sin sustento, que solo conducen a mayor desigualdad para un futuro próximo».
Ante este panorama, el gremio insta de manera «urgente» a los poderes del Estado a «asumir con máxima responsabilidad sus atribuciones». «Esperamos que el Presidente de la República y el Congreso puedan llegar lo antes posible a un gran consenso, para avanzar hacia acuerdos de fondo que nos permitan sacar adelante los proyectos de ley que los chilenos, principalmente los más vulnerables, esperan hace tanto tiempo, principalmente el de la Reforma Previsional», se lee en la misiva.
Por último, los empresarios -que se autodefinen como «generadores de empleo de calidad para los chilenos»- afirman que «estamos dispuestos a colaborar con esta recuperación de la institucionalidad, porque estamos convencidos que solo a través de una democracia donde se respeten las reglas será posible avanzar hacia un país desarrollado y con mayor equidad, como es el que anhelan todos los chilenos».
Fuente: Diario Financiero, abril 28 de 2021
El Liceo Industrial Chileno Alemán, ligado a Asimet, logró que más del 90% de sus alumnos de formación dual tuviera un esquema presencial en las empresas.
Richard Ayacura, jefe de especialidad en el Liceo Industrial Bicentenario Chileno Alemán (Lichan), se enfrentó en noviembre del año pasado al complejo escenario que dejó la pandemia en la educación técnico profesional dual: las empresas que habitualmente tomaban alumnos para las horas prácticas formativas no estaban dispuestas a hacerlo en 2021.
“Veíamos bien negro el panorama”, reconoce.
Antes, las compañías tomaban entre ocho y diez alumnos en prácticas y a fines de año todos sus alumnos ya estaban inscritos en las vacantes disponibles. En noviembre de 2020, había una solicitud con un solo cupo.
Los argumentos iban desde las aprensiones de los empresarios por la juventud y las capacidades de los estudiantes para adaptarse a los protocolos para operar en pandemia, hasta que la marcha de la actividad productiva es mínima o, incluso, que debieron bajar la cortina.
El primer paso
En Chile, según estimaciones de la Fundación Dual Chile, alrededor de 13% de los 160.422 estudiantes de liceos técnicos es parte del sistema que combina horas de estudios en los establecimientos educacionales con enseñanza en las empresas.
Durante 2020 algunos casos aislados accedieron a horas de capacitación entregadas desde las firmas con talleres online. Uno de ellos fue el Lichan, ligado a la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas (Asimet).
Con la reapertura de la economía, a medida que la severidad de las cuarentenas se fue relajando, tomaron la decisión de retomar las prácticas desde enero, adecuando las horas necesarias para validarlas ante el Ministerio de Educación.
Para ello, diseñaron un plan de más mil horas de trabajo en el interior de las empresas, replicando -como en años anteriores- la división de horas que les permite asegurar la práctica profesional al inicio del año escolar y no al final, como habitualmente ocurre en los establecimientos de formación técnica.
La división que se hizo fue 180 horas de práctica profesional entre enero y febrero y dejar 912 como jornadas formativas al interior de las empresa. Estas, partieron en marzo y se realizarán durante el año académico destinando tres días a la semana para asistir a la compañía, mientras en los dos restantes van a clases en el liceo.
Con este esquema ya definido, se embarcaron en dar solución a la escasez de demanda por alumnos duales.
¿Cómo se logró?
Por una parte hubo una acción focalizada con las empresas socias de Asimet, mientras que por otra los equipos de profesores de las cuatro especialidades que forma el establecimiento -Electricidad, Electrónica, Mecánica Industrial y Construcción Metálica- desempolvaron bases de datos e iniciaron los contactos uno a uno.
“Buscamos bases de datos que tenía del año de la pera, que ya ni siquiera se trabajan. Creamos un correo tipo, empezamos a enviarlos y, de esa manera, sacamos adelante la colocación de sus alumnos”, comenta Ayacura.
En paralelo, se coordinó una campaña con el gremio industrial que comenzó en octubre y se intensificó en diciembre con correos electrónicos directos a los gerentes generales, detalla el gerente de educación del gremio, Alejandro Weinstein.
Otro elemento crucial en el plan, según Ayacura, es que se aumentó el número de empresas participantes y se diversificó la empleabilidad de los alumnos. Es así como en su especialidad tiene repartidos a sus 62 alumnos en 32 empresas, lo que implicó elevar un 77% la cartera habitual con el propósito de no concentrar los alumnos en pocas compañías.
En el cuadro general, según estima Weinstein, la proporción de empresas asociadas al gremio que hoy brinda cupos para los estudiantes del liceo pasó a representar un 70%. Antes, no superaba el 30%.
A su vez, se dio la paradoja de que en algunos rubros hay lista de espera ante una mayor demanda laboral, como ocurre con los alumnos de mecánica, mientras que en el área eléctrica quedaron cupos por llenar.
“Las empresas en su gran mayoría están muy satisfechas con el trabajo desempeñado por los alumnos. Y, de hecho, hay empresas en lista de espera”, dice Ayacura.
Otro elemento que favoreció el ingreso de estos jóvenes a las firmas es “que está costando mucho conseguir trabajadores en algunos sectores y nuestros alumnos han podido cerrar una brecha ya que al ser dual están en una condición intermedia de apoyo”, explica Weinstein.
Hasta la fecha, el balance del plan es que de los 218 alumnos de cuarto medio (año en que este establecimiento combina la enseñanza con el modelo dual), 200 lograron estar en el esquema de practicas presenciales con todos los protocolos correspondientes por la pandemia.
Con la cuarentena
Ahora, con toda la Región Metropolitana en cuarentena, los alumnos no pueden dar continuidad al trabajo presencial. A ello se suma que el convenio con las empresas es de aprendiz, por lo que no es factible incluirlos dentro de la nómina de una empresa que opere como esencial.
“Muchas de las firmas me hicieron la misma pregunta sobre si los alumnos podrían ir en cuarentenas”, comenta Ayacura, pero por las condiciones que dispone la autoridad les aclaró que esto no es viable, aún cuando ellas operen como esencial e incluso comprometan el traslado de puerta a puerta, al igual que lo hacen con sus trabajadores.
Ante este contexto, en el Lichan por ahora se replicarán las capacitaciones con certificaciones impartidas desde las mismas empresas.
El entusiasmo de los alumnos
Benjamín Jorquera, alumno de cuarto medio del Liceo Bicentenario Chileno Alemán, comenta por teléfono desde su casa en San Miguel, que está “con todas las ganas y esperando que todo esto se normalice un poco más para poder volver”.
Con clases online y cursos de capacitación, Benjamín se adaptó -al igual que lo hizo en el primer año de pandemia- a las restricciones sanitarias. “Partí en enero con todas las ansias, emocionado por entrar” y aunque sabe lo difícil que fue darle continuidad a las horas formativas en las compañías él “hasta el momento” no pierde el entusiasmo.
“La práctica ha sido un gran incentivo para seguir estudiando. El estar con mis manos ahí, me ha brindado mucho aporte tanto en lo emocional como en el aprendizaje”, dice.
Tres veces a la semana se trasladaba en metro hasta Quilicura a una empresa que se dedica a hacer alambrado de cobre que luego exporta.
La experiencia de su compañero, Benjamín Apablaza también ha sido satisfactoria. En una entidad que desarrolla diferentes proyectos con impacto social, en enero estuvo en la fabricación de ventiladores mecánicos y luego en marzo partió en otro de carros forestales.
“Se pasa súper bien, uno aprende mucho, conoce gente (…) es bueno sentir que eres parte de un proyecto, que trabajaste bien, que cumpliste tu meta”, manifiesta.
Con el antecedente que en 2020 no se hicieron horas formativas durante el año, reconoce que al principio estaba nervioso con la posibilidad de que las prácticas “comenzarán y se cancelaran altiro”. Hoy, a la espera de que se levanten las cuarentenas, reconoce desde su casa en Macul que está ansioso por “estar ahí para hacer mi trabajo”.
Fuente: Diario Financiero, abril 22 de 2021
En las actuales circunstancias, el gremio considera un error restringir por edad la asistencia a vacunatorios, y llama al Gobierno a aumentar la tasa de inoculación a un promedio superior a las 300 mil dosis diarias.
Durante la última reunión de Directorio de la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas (ASIMET), los participantes se mostraron en alerta por la escasa eficiencia que están mostrando las cuarentenas prolongadas y la ralentización del proceso de vacunación que se ha registrado en las últimas semanas. Lo anterior se tradujo en una baja en las estimaciones de crecimiento para ese sector para el primer semestre, que se ajustó de un 4,5 % a un 2,3 %.
“En febrero expresamos nuestra confianza en recuperar pronto nuestro ritmo de actividad normal debido a que el proceso de vacunación avanzaba velozmente. Hoy, sin embargo, nuestras expectativas han cambiado, y vemos con preocupación una baja evidente en el número de personas inoculadas. Para superar la pandemia, se debe mantener una velocidad de vacunación que supere las 300 mil dosis diarias”, sostuvo el presidente del gremio, Dante Arrigoni.
A su juicio, en los últimos días se ha limitado en exceso la posibilidad de asistir a los vacunatorios, “con una restricción por edad que ha resultado errónea”, admitió. En este sentido, sugirió la cooperación de los gremios, y la de ASIMET en particular, para apoyar y facilitar este proceso.
Finalmente, Arrigoni agregó que está siendo evidente que las cuarentenas prolongadas no están dando el resultado esperado, “al contrario, están causando más problemas que beneficios, por lo que, a la luz de estas evidencias, se hace urgente que el Gobierno ajuste las medidas de control de la pandemia con medidas de protección focalizadas”.
El Banco Central publicó este jueves el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) correspondiente al segundo mes del año.
La economía chilena se contrajo en febrero de 2021 y encadenó tres meses consecutivo de caídas. Según informó esta mañana el Banco Central, el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) retrocedió 2,2% en el segundo mes del año respecto al mismo periodo de 2020.
La baja fue más profunda a lo que proyectado por el mercado. De acuerdo con un sondeo realizado por Bloomberg, se esperaba que el Imacec de febrero cayera 1,6%.
Se trata, además, del peor febrero desde 2009, cuando la economía en ese mes retrocedió 4,5%.
En tanto, el ente emisor señaló en un comunicado que la serie desestacionalizada aumentó 0,9% respecto del mes precedente y avanzó 0,2% en doce meses. El mes registró un día menos que febrero 2020, año que fue bisiesto.
El resultado, indicó el Central, fue explicado por la caída de las actividades de servicios y la producción de bienes, efecto que fue parcialmente compensado por el dinamismo del comercio.
«Por su parte, el crecimiento del Imacec desestacionalizado fue impulsado por el desempeño de los servicios», apuntó.
Análisis por actividad
Según el documento, la producción de bienes cayó 2,8% en febrero, debido al desempeño de la minería, que disminuyó 4,9%, y, en menor medida, por la caída de 1,9% del resto de bienes.
«Compensó parcialmente el resultado anterior, el crecimiento de la industria manufacturera, que anotó un aumento de 1,8%», expuso, y añadió que «acorde con cifras ajustadas por estacionalidad, la producción de bienes no registró variación respecto del mes anterior. Este resultado se explicó por el aumento de la industria manufacturera, efecto que fue compensado por una menor producción minera».
En cuanto al comercio, este creció 8% en febrero, impulsado principalmente por las ventas mayoristas y minoristas. En menor medida, el comercio automotor también contribuyó al resultado anterior.
«En tanto, el comercio mostró una caída de 0,4% respecto del mes precedente, acorde a cifras desestacionalizadas», agregó el Banco.
Mientras los servicios cayeron 5,2%, «resultado explicado principalmente por el desempeño de restaurantes y hoteles, transporte, las actividades culturales y de esparcimiento, y los servicios empresariales, las que se vieron impactadas por los efectos de la emergencia sanitaria asociada al covid-19, que influyó en la movilidad de las personas y el normal funcionamiento de establecimientos productivos», dijo.
Respecto a las cifras desestacionalizadas para los servicios, «muestran un aumento de 1,5% respecto al mes anterior».
Fuente: Emol economía, abril 01 de 2021
Sr. Director,
Entre el 1 y el 12 de abril se realizarán las votaciones para elegir un nuevo Consejo General de la Sofofa. Se renovarán 30 de los 60 consejeros que lo integran, y el proceso de presentación de candidaturas se ha caracterizado por un entusiasmo no visto en otras oportunidades, lo cual a todas luces es positivo y un avance en materia de inclusión de las diversas miradas que requiere la conformación de la principal asociación gremial industrial del país -de la cual somos parte- en el actual momento histórico que vive Chile.
El desafiante contexto que representa 2021, y los próximos años, requiere contar con un gremio industrial que asuma un rol de absoluto liderazgo respecto del país que queremos construir. Y para ello se necesitan líderes empresariales que conozcan, se informen y tengan una visión clara respecto de los variados frentes que deberán enfrentar: proceso constitucional, modernización del modelo económico, estrategias de reactivación, reforma de pensiones y los muchos cambios que generará en la sociedad esta pandemia, principalmente en el ámbito laboral, entre otros.
El nuevo Consejo deberá resolver un paradigma estratégico: jugar el próximo partido a la defensiva, atajando supuestos goles, o utilizar una táctica ofensiva, más proactiva, con propuestas innovadoras, para avanzar influyendo y siendo parte de los triunfos. No menos importante es que deberá evaluar qué percepción quiere dejar del gremio industrial al final de este proceso: ¿desearán que los recuerden como que fueron parte del statu quo o como promotores de un país más moderno, equitativo y sostenible?
Todo indica que, si quieren ganar el partido, por momentos deberán estar a la defensiva, y el resto del tiempo orientados a ser promotores de los cambios y mejoras estructurales que la sociedad espera. Lo importante es que logren ser un plantel con convicción, determinación y valentía para jugar en las grandes ligas.
Dante Arrigoni C.
Presidente ASIMET
La cifra, informada esta mañana por el INE, se ubicó en línea con estimaciones del mercado.
La tasa de desempleo a nivel nacional se ubicó en 10,3% en el trimestre móvil diciembre-febrero, según informó esta mañana el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
La cifra, una décima superior al registro del periodo inmediatamente interior (10,2%), se ubicó en línea con una estimación de Bloomberg y mostró un quiebre de tendencia, tras seis caídas mensuales consecutivas, desde su peak de julio (13,1%).
Según la directora del INE, Sandra Quijada, «el motivo del aumento en el desempleo se debe a que más personas entraron a la fuerza de trabajo y superan a los ocupados. Los ocupados potenciales generan una presión en el mercado laboral, lo que genera este aumento de 0,1% respecto a trimestre móvil anterior».
Asimismo, el indicador implicó un incremento de 2,5 puntos porcentuales (pp.) en doce meses, producto de la reducción de la fuerza de trabajo (-7,4%) menor a la disminución presentada por los ocupados (-9,9%), y el incremento de 22,2% en los desocupados, incididos únicamente por los cesantes (26,6%).
Con todo, en el periodo diciembre-febrero se crearon solo 46.200 puestos de trabajo, frente a los casi 100 mil empleos en el trimestre móvil anterior.
Según sexo, la tasa de desocupación de mujeres se situó en 11,0% y la de los hombres en 9,8% aumentando en 2,2 pp. y en 2,7 pp., respectivamente, en doce meses.
«El motivo del aumento en el desempleo se debe a que más personas entraron a la Fuerza de trabajo y superan a los ocupados. Los ocupados potenciales generan una presión en el mercado laboral, lo que genera este aumento de 0.1% respecto a trimestre móvil anterior»
Sandra Quijada, directora del INE
Los ocupados tuvieron una disminución de 9,9% incididos más por las mujeres (-13,1%) que por los hombres (-7,5%). Por su parte, el segmento de ocupados ausentes (que representó el 13,2% del total de ocupados), creció 10,6% equivalente a 103.523 personas.
La contracción de los ocupados fue influida por comercio (-9,9%), alojamiento y servicio de comidas (-30,7%) y hogares como empleadores (-32,5%). En tanto, por categoría ocupacional, los principales descensos se observaron en asalariados formales (-5,4%) y asalariados informales (-19,5%).
La tasa de ocupación informal se situó en 26,5% disminuyendo 2,3 pp. Asimismo, los ocupados informales se redujeron 17,3%, incididos en mayor medida por las mujeres (-22,5%) respecto a la variación de los hombres (-13,0%), y por asalariados privados (-21,1%).
En tanto, la población fuera de la fuerza de trabajo aumentó 17,3% influida por los inactivos habituales (22,3%) y los iniciadores (15,3%).
Fuente: Emol economía, marzo 31 de 2021
Rodrigo Briceño, gerente general de la CSH dijo que esto significa para la usina de Talcahuano un proceso ya más de transformación y no solo de mejora continua como han venido trabajando.
La Compañía Siderúrgica Huachipato (CSH) trazó su ruta al futuro y decidió hacerlo a través de tres vías; mejoras en su huella económica, social y ambiental.
Así, en el contexto de su estrategia de sostenibilidad hace unos días suscribieron un contrato con Paul Wurth/SMS, empresa alemana con 150 años de historia en el desarrollo de tecnologías en el mundo siderúrgico, con el objetivo de avanzar a procesos de producción con baja huella de carbono o aceros verdes; aunque la compañía ha estado avanzando ya desde hace un par de años en materias comerciales, de inversiones y logística entre otros.
“Empezamos a trabajar en temas de siderúrgica de bajo carbono ya desde el año pasado, y con algunas consultorías a involucrarnos en temas de hidrógeno. Mientras en el camino vamos buscando alternativas que permitan avanzar con inversiones acotadas o adecuadas para los desafíos que se tienen”, detalló Rodrigo Briceño, gerente general de la compañía.
En esa línea, la compañía firmó también el año pasado un contrato de suministro de energía 100% renovable con Engie, que comenzó a regir este año y estará plenamente operativo hacia 2022, lo que permite también ir desarrollando otras tecnologías.
ESTUDIOS Y CONCEPTUALIZACIÓN
El gerente general precisa que una vez que estén los estudios y la conceptualización con Paul Wurth/SMS se podrá pasar a la ingeniería. “Luego habrá que ver cómo lo hacemos; si lo hacemos dentro del mismo grupo CAP o con un partner por ejemplo europeo interesado en comprar aceros verdes. Esa es una etapa que viene después. Ellos (Paul Wurth/SMS) pensaban justamente en hacer aceros para la exportación principalmente a Europa, porque son otros clientes que valoran mucho más lo verde”.
Paul Wurth tiene hoy dos grandes estudios en desarrollo; uno en Canadá, con hierro verde donde trabajan con Río Tinto usando hidrógeno producido con energía eléctrica hidráulica y otro que están haciendo en Francia para hacer acero con hidrógeno ya más de especialidad, de varios millones de toneladas.
Esto significa para la siderúrgica de Talcahuano un proceso ya más de transformación y no solo de mejora continua como han venido trabajando. “Ellos lo que quieren es desarrollar este plan para ojalá buscar un mercado que pueda pagarlo. Ese puede perfectamente ser Chile en sectores como la minería o la construcción que tenga otra mirada de huella de carbono”.
–Al llegar a producir con esta nueva tecnología basada en hidrógeno el acero de Huachipato va a adquirir un mayor valor, obviamente.
Exactamente. Esta es una primera etapa de tres meses de estudios bien intensivos. Ellos pusieron un grupo grande ingenieros entre Europa y Brasil y nosotros tenemos a nuestro propio equipo de ingeniería y estrategia trabajando también el tema y auscultando aquí también los mercados de biomasa, de energía y otras cosas e ir fijando las medidas adecuadas para el desarrollo. Ello lo que harán es probar luego la tecnología en el desarrollo de una siderúrgica de “pequeña”, escala y pensando en Chile que es lo más cercano a lo que ellos tienen en Europa dentro de Latinoamérica. Ellos tienen tecnologías desarrolladas en Brasil con biomasa y recién con hidrógeno. La idea es conversar sobre alguna estrategia que combine estas cosas con los recursos naturales que posee el país y la zona.
-¿Esto situaría a la siderúrgica local en un nivel claramente superior desde el punto de vista de la sustentabilidad en el corto plazo. Entonces, ¿ya que los estudios tomarán tres meses y luego ya se podrá tener más claro cómo se abordará esta transformación?
Hay que verlo. Yo prefiero hasta terminar los tres meses revisar bien los alcances, las inversiones y cuáles son los pasos a seguir, pero tenemos mucha confianza en esta empresa, que tiene tecnologías muy probadas. Hemos trabajado con ellas en el pasado, son potentísimos en la industria del acero, así es que el poder sentarnos juntos a mirar el futuro, con quienes miran siempre al futuro es algo muy alentador.
-¿Durante este primer semestre debería estar clara la decisión de avanzar con Paul Wurth/SMS?
Exactamente, al término del semestre, hacia fines de junio ya deberíamos saber cuáles son los pasos a seguir.
– ¿También estaban trabajando con una firma austríaca?
Si. Con ellos estamos viendo cosas de mejora continua así es que estamos con agendas paralelas. Hay que trabajar para el corto plazo con medidas de mejoras continuas, para el mediano plazo con algunos proyectos transformacionales y mirar hacia el largo plazo como está mirando Chile con el hidrógeno verde y tecnologías que son ya definitivamente revolucionarias en cuanto al desarrollo de la industria siderúrgica. Hay que tener una mirada bien abierta a las nuevas tecnologías y a las tendencias. A lo mejor hoy día no hacemos nada, pero estamos preparando las bases para cuando estas tecnologías estén maduras y económicas estar ya en ello. En ese sentido, la innovación y el desarrollo tienen que estar permanente en las organizaciones porque las tecnologías van evolucionando día a día.
-¿Es muy prematuro aún para hacer un balance respecto del contrato de suministro de energía firmado con Engie el año pasado?
En términos de precios fue un ahorro importante, ya estamos viendo los beneficios, aunque todavía no entra 100% el contrato a operar. En la planta está operando al 70%, porque nos quedan dos contratos vigentes suscritos en años anteriores con proveedores distintos, uno de ellos venció y ese ya se reemplazó full con energías renovables que provee Engie y el otro termina este año, por lo tanto, a contar del 2022 ya estamos con energía 100% renovable.
-¿Cómo ha sido el comportamiento de la demanda de acero en estos últimos meses en los mercados externos?
Este ha sido un año súper demandante. Hay escasez de acero a nivel global como de muchos materiales y materias primas en general. Pero estamos full producción focalizando nuestras ventas en el mercado interno. Tenemos algunos compromisos con clientes en el exterior, pero nuestro foco es el mercado interno y si bien los precios de estos productos han subido mucho incluido el acero, por lo tanto, tuvimos un buen inicio de año y estamos muy focalizados hoy día en el mercado y nuestros clientes principalmente para asegurarles el abastecimiento que se requiere. Y a pesar de la pandemia y tomando todas las medidas de resguardo hemos podido mantener una operación estable que habría sido imposible sin el compromiso de la gente y eso ha permitido tener una operación acorde a los desafíos que el mercado nos exige y que son muy grandes. Nos están llegando cotizaciones de Corea, de Europa, de Argentina. Hay mucha escasez de acero y aquí el que logre operar bien va a capturar posiciones de mercado importantes.
-¿Esto implica un aumento en la capacidad de producción este año?
Estamos full. No tenemos cómo producir un kilo más.
-¿A full significa sobre 800 mil toneladas/año?
Estamos en torno a las 850 mil toneladas año en el ritmo actual. El año pasado terminamos vendiendo 750 mil toneladas/año, es decir, poco más de 100 mil toneladas anuales. Esa es la demanda que tenemos y que se va a afirmar.
-¿Esta mejor situación de la industria, diluye un poco esta necesidad de que el Estado imponga salvaguardas al acero chino?
Hoy vivimos una coyuntura mejor, sin embargo, creemos que los problemas estructurales de China en cuanto a subsidios se mantienen y esa pelea la vamos a seguir dando en forma permanente.
Fuente: Trade Digital News, marzo 22 de 2021
A pesar de que la caída es menor al retroceso de 6% proyectado preliminarmente, se trata del peor dato desde 1982.
El Banco Central entregó este jueves el cierre definitivo de la evolución de la economía chilena en 2020, señalando que el PIB nacional se contrajo 5,8% el año pasado, y no 6% como se estimaba preliminarmente, debido al golpe de la pandemia de covid-19.
«Durante el año 2020, la actividad económica se redujo 5,8%, resultado explicado por la emergencia sanitaria asociada al covid-19, que afectó la movilidad de las personas y el normal funcionamiento de establecimientos productivos», sostuvo el ente rector.
Se trata del peor rendimiento económico de Chile desde 1982, cuando la economía se desplomó 11% en medio de una de las crisis económicas más duras que ha vivido el país.
Según el banco, el impacto de la crisis sanitaria en la actividad económica se evidenció principalmente en el segundo y tercer trimestre, con contracciones de 14,2 y 9%, respectivamente.
Las actividades mayormente afectadas fueron servicios y construcción, «destacando en los primeros las contribuciones a la baja de los servicios personales, transporte y restaurantes y hoteles», señaló el informe de Cuentas Nacionales.
Desde la perspectiva del gasto, los efectos se reflejaron, principalmente, en un menor consumo de los hogares e inversión. Además, la entidad apuntó que 2020 tuvo dos días hábiles más y un día adicional por año bisiesto respecto a 2019, «implicando un efecto calendario de 0,2 puntos porcentuales (pp.)» .
Por su parte, las cifras ajustadas estacionalmente y respecto del trimestre anterior, dieron cuenta de una caída de 13,1% del PIB en el segundo trimestre, seguida por incrementos en el tercer y cuarto trimestre de 5,1 y 6,8%, respectivamente.
«La recuperación estuvo en línea con el levantamiento gradual de las medidas de control sanitario, las medidas económicas de apoyo a los ingresos de los hogares y el retiro de una parte de los fondos previsionales. Lo anterior incidió principalmente en el resultado del comercio, desde la perspectiva del origen, y en un mayor consumo por parte de los hogares, desde la perspectiva del gasto», añadió.
Además, el año pasado las únicas actividades que crecieron fueron administración pública, minería, servicios financieros y comunicaciones y servicios de información. «El resto de las actividades retrocedió, en gran medida, como resultado del impacto de la crisis sanitaria», indicó el documento.
El consumo de los hogares disminuyó 7,5% en 2020 respecto al año anterior, explicado por el menor gasto en servicios, mientras que el consumo de bienes durables aumentó. La formación bruta de capital fijo (inversión) se redujo 11,5%, incidida por construcción y otras obras y, en menor medida, por maquinaria y equipos.
Respecto del comercio exterior de bienes y servicios, las importaciones se redujeron en mayor magnitud que las exportaciones. «Estas últimas estuvieron incididas por la caída de los servicios, efecto compensado por mayores exportaciones mineras e industriales. Por su parte, las importaciones retrocedieron reflejo de menores internaciones de maquinaria de uso industrial, camiones y automóviles y por menores servicios de turismo y transporte», expuso el Banco Central.
Por otro lado, el ingreso nacional bruto disponible retrocedió 4,7% en 2020, y el ahorro bruto total ascendió a 19,8% del PIB en términos nominales, compuesto por una tasa de ahorro nacional de 21,2% del PIB.
Correcciones a la baja para el PIB de 2018 y 2019
De acuerdo con la política de publicaciones y revisiones de Cuentas Nacionales, el Banco Central actualizó las cifras de crecimiento correspondientes a los años 2018 y 2019.
Respecto a 2018, «el PIB se revisó dos décimas a la baja, de 3,9 a 3,7%». Mientras que 2019, «se revisó una décima, de 1,1 a 0,9%», apuntó.
«Finalmente, el cierre preliminar del Imacec en el 2020 se corrigió dos décimas al alza, de -6,0 a -5,8%«, concluyó el Banco Central, agregando, en todo caso, que «las cifras publicadas en esta oportunidad podrían estar sujetas a revisiones mayores que las registradas históricamente», producto del impacto de la pandemia sobre la calidad de las estadísticas.
Fuente: Emol economía, marzo 18 de 2021
Se ha informado recientemente que, en plena pandemia y en medio de la mayor crisis económica en casi un siglo, Chile logró exportar más de US$71 mil millones durante 2020, un buen resultado que sin duda se debe a los tratados de libre comercio que mantiene nuestro país alrededor del mundo. Más de un tercio de nuestros envíos se dirigieron a China, lo que genera preocupación en algunos expertos que alertan sobre una alta concentración de los destinos y en la necesidad de buscar nuevos mercados.
Si bien lo anterior es relevante, pienso que la pregunta de fondo que debemos hacernos es: ¿Qué estamos exportando? La respuesta es la misma desde hace décadas: cobre, pescados, frutas. El bajísimo valor agregado que posee nuestro portafolio de exportaciones, cuyo dinamismo depende cada vez más de factores como restricciones ambientales o climáticos, nos obligan como país a enfrentar de una buena vez el desafío de avanzar hacia una economía basada en el conocimiento, que agregue valor a su producción y, en particular, a sus envíos por la vía de la innovación de procesos y productos, así como la incorporación de capital humano y conocimientos de vanguardia a su matriz productiva.
Dado que Chile exporta con ventaja comparativa solamente productos poco complejos, todos los productos de mayor complejidad, y también aquellos que se asocian a un mayor valor de oportunidad estratégica, se encuentran relativamente lejos de las actuales capacidades productivas chilenas.
Los países desarrollados, con los que tanto nos gusta compararnos, han logrado mejorar los beneficios de sus colaboradores mediante la complejización de su economía, a través de una industria con creciente valor agregado.
¿De dónde vendrán entonces los impulsos para un renovado esfuerzo exportador chileno y qué políticas pueden servir para fomentarlo? Poco o nada hemos escuchado de ello en los últimos años, y debido a las urgencias actuales producto de la pandemia no es aventurado pensar que tendremos que seguir esperando por una estrategia productiva nacional que vaya por ese camino.
Lamentablemente, en Chile nos hemos acostumbrado a no mirar más allá de un par de años para planificar nuestro horizonte de crecimiento, pero para que el país pueda alcanzar el desarrollo, y por cierto superar la actual crisis, debemos generar hoy una Estrategia Industrial de largo plazo que nos conduzca a paso firme hacia esa meta.
Como ASIMET fuimos los primeros en advertir hace ya varios años sobre la necesidad de subirnos al tren de la Industria 4.0. Es prioridad invertir en tecnología productiva de alto alcance, así lo entendió el mundo desarrollado que apoya con políticas públicas este tipo de inversión. En Italia, por ejemplo, existen hoy subsidios de entre el 40% y el 60% para invertir en maquinaria y tecnología productiva.
En un tiempo en que Chile debe tomar importantes decisiones que marcarán nuestro futuro próximo y también el de largo plazo, ¿qué candidatos están dispuestos a tomar la bandera de la Industria 4.0 para que el país pueda avanzar hacia mayores niveles de complejidad en su estructura productiva y de exportación?
Dante Arrigoni C.
Presidente ASIMET
Sin embargo, el presidente del Banco Central manifestó su preocupación por el «rezago» en la recuperación del mercado laboral.
El presidente del Banco Central, Mario Marcel, resaltó este miércoles que, a partir de junio del año pasado, la economía chilena ha logrado recuperar «parte importante» del terreno perdido producto del estallido social y la pandemia de covid-19, y aseguró que se ha reaccionado mejor en comparación a los que fue la crisis de los 80.
Esto, resaltó en un seminario organizado por Asimet, gracias a la «flexibilización de las restricciones sanitarias, a políticas económicas altamente expansivas, a un dinamismo importante del crédito, a la capacidad de adaptación de las empresas y de los comercios, y también a una mejora del entorno externo».
Así, si en el segundo trimestre de 2020 la economía nacional cayó entre 14% y 15%, «en los seis meses siguientes se recuperó más o menos, acumulativamente, un 12%», sostuvo, recalcando, en todo caso, que hay sectores que han sufrido más el shock que otros, como los servicios.
La actividad en 2020, explicó Marcel, tuvo una contracción de 6%, «mayor a otros periodos recesivos de las últimas décadas», aunque destacó que la economía nacional ha enfrentado mejor la crisis que otros países de la región, y ha tenido una mejor reacción en términos de recuperación respecto a la fuerte crisis que impactó al país entre 1982 y 1983.
«Comparado con la crisis del 82 y 83, es cierto, tuvimos un golpe inicial muy grande, pero también iniciamos pronto la recuperación. En esa crisis la contracción duró dos años, tuvimos dos años con cifras negativas de actividad. Entonces, en esa perspectiva, hemos logrado reaccionar algo mejor frente a un shock de gran envergadura».
Sin embargo, acotó que «el impacto sobre el mercado del trabajo ha sido muy importante, muy significativo, multidimensional, y la recuperación está actuando con rezago, afectado por las características de las restricciones sanitarias y la manera en que se ha ido ajustando la economía».
Fuente: Emol economía, marzo 10 de 2021