La compañía apunta a reducir al máximo sus emisiones de CO2 para 2050, por lo que está considerando emplear esta y otras tecnologías en el ciclo de producción de acero.
La principal productora de acero verde del país, AZA, finalizó con éxito una serie de pruebas de transporte de carga al interior de sus plantas de Colina y Renca, con un tracto camión de 450 HP de potencia 100% eléctrico.
Esta y otras iniciativas nacen luego de que AZA se adhiriera al compromiso liderado por The Science Based Target, para reducir en un 50% sus emisiones de C02 al 2030 y ser una empresa carbono neutral en 2050, convirtiéndose además en la primera siderúrgica en Chile y la segunda en América Latina en asumir tal responsabilidad.
Sin embargo, la compañía venía trabajando gran parte de sus directrices estratégicas medio ambientales con anterioridad, en una Hoja de Ruta Hacia la Carbono Neutralidad que orienta sus esfuerzos en una agenda destinada a mejorar la eficiencia energética en sus procesos, introducir la electromovilidad e incorporar energías renovables no convencionales.
“Luego de haber conseguido nuestro primer gran logro al anticipar en 10 años la meta de reducción de emisiones de C02, manifestado en la reciente certificación I-REC recibida por nuestra compañía, ahora estamos desarrollando este nuevo proyecto como parte importante de una estrategia medio ambiental para los siguientes años. Hoy es el momento de actuar con acciones concretas, ya que no solo estamos haciendo frente a los desafíos del futuro, sino a los del presente”, afirmó el gerente general de Aceros AZA, Hermann von Mühlenbrock.
Además de estar presente en la fase de coordinación, la operación del vehículo estuvo a cargo del operador logístico Transporte L.Mora Ltda, quienes durante décadas han trabajado con la principal productora de acero verde del país, por lo que también están evaluando este tipo de opciones de electromovilidad en el futuro próximo.
“La realidad es que hoy el planeta necesita que tomemos cartas en el asunto, por lo que aprovechando el conocimiento que tenemos de ésta y otras industrias, es que decidimos acompañar a AZA en este programa piloto”, comentó su gerente comercial, Esteban Mora Ruiz-Tagle.
Durante la semana de pruebas, el camión -que cuenta con una autonomía de 200 km- realizó diferentes traslados de movimiento de carga interna y de producto semiterminado de hasta 30 toneladas, en las plantas de la siderúrgica ubicadas en Renca y Colina, con el objetivo de someterse a condiciones reales de operación, evaluar su comportamiento, desempeño, nivel de carga de baterías, conducción y performance en carretera.
“Vemos con muy buenos ojos esta primera fase de prueba de transporte de carga pesada con tecnología 100% eléctrica, ya que, al ser implementada en un futuro, no solo nosotros estaremos disminuyendo nuestra huella de carbono, sino que seremos capaces de poner a disposición un producto aún más verde y repercutir en toda la cadena de valor aguas abajo”, aseguró el encargado del proyecto y consultor senior en Desarrollo Energético de Aceros AZA, Rodrigo Sepúlveda.
“Al tratarse de un insumo para grandes obras y construcciones, las empresas que lo usen disminuyen su propia huella de carbono, contribuyendo a los objetivos globales de reducción de gases de efecto invernadero”, añadió.
Durante 11 años consecutivos, AZA ha cuantificado su huella de carbono, demostrando que su compromiso con reducir su impacto sobre el cambio climático está internalizado en toda su gestión y abarca una serie de acciones que continuarán desarrollando en los siguientes años. Asimismo, que el 100% de su acero sea verde, reciclado y solo use energía renovable, permite traspasar esa baja huella a todas las obras donde este producto es incorporado.
Fuente: Bio Bío Chile, marzo 29 de 2022
Una fuerte desaceleración desde el repunte alcanzado en 2021 es lo que proyectan los gremios empresariales para sus respectivos sectores este año. Cuando el primer trimestre está por concluir, y ad portas de que el Banco Central presente mañana un nuevo Informe de Política Monetaria (IPoM) -que ahora prevé un alza del PIB entre 1,5% y 2,5% este año- los departamentos de estudio prevén un crecimiento más o menos similar que a comienzos de año, pero suman luces de alerta para tener en cuenta: el conflicto entre Rusia y Ucrania y una inflación que no cede, entre otros factores.
Minería prevé mayor
producción de cobre en 2022
Luego de una caída de 0,6% de la actividad minera en 2021 -explicada principalmente por la menor extracción de cobre-, este año el sector experimentaría un alza de entre 2% y 3%, según las proyecciones de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami). Esta cifra iría en línea con el 2% que la entidad anticipa para la economía nacional en el mismo período.
El gerente de Estudios del gremio, Álvaro Merino, explica que la producción del metal rojo llegaría a más o menos 5,8 millones de toneladas este ejercicio, superando por cerca de 150.000 toneladas lo obtenido en 2021.
Además, la entidad contempla un aumento de la producción de los elementos no metálicos, sobre todo del litio, y considerando las actuales condiciones del mercado, el precio del cobre oscilaría en un rango entre US$ 4,1 y US$ 4,3 la libra, explica el gerente de Estudios.
El representante de Sonami anticipa que hay factores de riesgo que pueden hacer variar estas proyecciones, como la persistencia de la inflación, la mantención y profundización de los problemas que ha generado la cadena de suministros, o la propagación de nuevos brotes de Covid-19, a lo que se suman aspectos geopolíticos, particularmente la invasión rusa a Ucrania. Todos estos elementos podrían, según Merino, repercutir sobre el mercado del cobre.
Construcción profundiza
caída estimada para la inversión
A fines del año pasado, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) proyectaba que este 2022 la inversión en el sector se contraería hasta 2%, en la comparación a 2021.
Pero ahora, dado el «alto nivel de incertidumbre política y económica que existe en el país y la postergación sobre todo de proyectos mineros, lo más probable es que finalmente la caída de la inversión sectorial sea aún más profunda», alerta el presidente del gremio, Antonio Errázuriz.
El empresario señala que la mayoría de los indicadores de actividad sectorial han mostrado signos de deterioro respecto de lo que se estaba contemplando a comienzos de este año. A modo de ejemplo, plantea que «si ya el aumento del precio de los materiales e insumos de construcción era un tema crítico, ahora con la invasión de Rusia a Ucrania se ha vuelto todavía más incierto y preocupante por el impacto que puede tener en la cadena logística».
Al mirar el panorama general del país, la CChC prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) nacional logrará crecer en un rango entre 0,5% y 1,5%.
El pasado 2021 el sector de la construcción alcanzó un crecimiento de 13,6% en la comparación con el año de la irrupción de la pandemia, según las cuentas nacionales publicadas a mediados de mes por el Banco Central.
Industria alerta heterogéneo
crecimiento entre subsectores
Un crecimiento de la industria manufacturera entre 1,5% y 2,5% es lo que prevé para este año la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa). Su director de Políticas Públicas, Rodrigo Mujica, recalca que la estimación evidencia una «significativa desaceleración» respecto de 2021 -cuando el alza fue de 8,3%-, lo que responde principalmente a la menor actividad económica agregada, a una caída de la inversión en respuesta a la «elevada incertidumbre» y a las mayores tasas de interés.
El experto detalla que esperan que la expansión de la industria sea heterogéneo para los diferentes subsectores. El impulso llegaría desde los rubros más ligados a la inversión pública y al consumo de bienes no durables, que contrastarían con otros sectores más ligados a la inversión y el consumo durable.
«Un rol importante en este escenario de menor actividad lo jugará el contexto económico internacional y un potencial menor dinamismo de la demanda externa por nuestros productos de exportación», apunta Mujica.
El representante de la Sofofa indica que para los próximos meses se suma una nueva fuente de incertidumbre proveniente de la invasión rusa a Ucrania y sus posibles impactos en la economía global, y plantea que para la economía nacional en su conjunto contemplan un alza del PIB entre 0,5% y 1,5%, sin descartar variaciones negativas.
Agro se mantiene en alerta
por situación climática y lluvias
Sin cambios mantiene la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) su panorama para el sector este año, el cual podría crecer entre 3% y 4%, según el gremio. El jefe del Departamento de Estudios de la entidad, Francisco Gana, detalla que este cuadro dependerá «en gran parte de la situación climática», con particular énfasis en lo que ocurra con el régimen de lluvias, ya sea porque estas últimas sean extemporáneas o por escasez.
El analista anticipa que el subsector frutícola crecería sobre 3% este 2022, con la mayor incidencia en el PIB del agro. Para la horticultura la SNA proyecta un alza entre el 2% y el 3% -con un grado de mayor incertidumbre por los efectos de la sequía-, y para el mundo pecuario contempla una expansión menor a 1%.
Los cultivos subirían en torno al 2%, y los demás subsectores estarían en línea con el panorama general del agro. Gana advierte que el sector «deberá enfrentar aumentos de costos y un financiamiento más caro, que no siempre se pueden transferir a los precios».
El año pasado la actividad agropecuario-silvícola aumentó un 1,9% anual, liderada por la fruticultura, y en menor medida, por la silvicultura. La agricultura y ganadería, en tanto, prácticamente no registraron variación durante 2021.
Para la economía nacional, la SNA anticipa un crecimiento de solo 2%, detalla el jefe de Estudios.
Banca mira atentamente
el curso de la inflación
Una actividad crediticia creciendo en torno a 1,3% es lo que estima para este año la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF), algo que «está en línea con una economía que seguirá su proceso de ajustes y se desacelerará especialmente durante la segunda mitad del año, con una inflación más persistente y una política monetaria contractiva», detalla el gerente de Estudios de la entidad Matías Bernier.
El experto plantea que el panorama «ha cambiado bastante» desde comienzos de enero. Explica que 2021 cerró con una actividad mayor a la prevista anteriormente, lo que junto a la aprobación de la Pensión Garantizada Universal (PGU) «hacía proyectar un 2022 más dinámico».
En este escenario, el representante de la ABIF plantea que también la inflación se ha tornado «más persistente», a lo que se suma el escenario internacional totalmente centrado en el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. «El balance de riesgos se ha vuelto decididamente más negativo, con mayor inflación, aunque con un crecimiento similar al proyectado previamente», dice Bernier. En enero, el escenario base de la Asociación era una baja en el PIB sectorial de 2,6% para este 2022.
Para la economía nacional, el pronóstico del gremio es de un alza en torno a 2% en el año en curso, en línea con el consenso de mercado, dice el gerente.
Comercio difiere sobre la
profundidad de la ralentización
Luego de un año de crecimiento histórico del comercio minorista -impulsado por el levantamiento de las cuarentenas, apertura del comercio presencial, retiros desde las AFP y ayudas fiscales- la Cámara Nacional de Comercio (CNC) estima que el consumo irá «de más a menos» este año.
Esta desaceleración estaría influida por la desaparición de dichas variables transitorias, así como por un mercado laboral todavía en recuperación, y por las altas bases de comparación desde el próximo trimestre, explica Bernardita Silva, gerenta de Estudios de la CNC.
El gremio prevé que el PIB del sector se contraiga entre 2% y 8% este año, un rango amplio ya que «el escenario de incertidumbre tanto externo como interno es alto», detalla Silva.
Su par de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), George Lever, estima que este año el crecimiento de las ventas del comercio será cercano a cero, explicado por la caída en los ingresos de las personas luego de dos años de alta liquidez en los hogares, y en medio de una mayor inflación y tasas de interés del Banco Central que «desincentivan el gasto».
Agrega que la mayor movilidad «desviará parte del gasto de consumo hacia servicios presenciales -como turismo o recreación, etc- afectando la demanda por bienes», y suma el conflicto geopolítico en Europa del Este como factor de riesgo.
Fuente: Diario Financiero, marzo 29 de 2022
A partir de junio, importadores, fabricantes y constructoras deberán cumplir con nuevos requisitos sobre uso de perfiles laminados en frío.
En un país sísmico como Chile, la normativa vigente respecto de los materiales de construcción resulta fundamental para garantizar la seguridad del consumidor final, y en los últimos años desde el sector han prestado especial atención a la actualización y cumplimiento de éstas a través de un proceso de certificación. Tal es el caso de la norma NCh427/2, aprobada en 2019 por el Ministerio de Vivienda y publicada en el Diario Oficial en diciembre pasado, referida al diseño de miembros estructurales de acero conformados en frío a partir de planchas, pletinas y barras de acero.
A diferencia de su última versión de 2016, estas nuevas disposiciones actualizan y hacen ineludibles los requisitos de composición de los perfiles que forman parte fundamental del diseño de las edificaciones.
A partir del 14 de junio próximo, estas disposiciones establecerán la obligatoriedad de ciertos estándares y requisitos técnicos para el desarrollo de las obras que utilicen este tipo de material de manera de “elevar los niveles de confianza”, según comentan desde el Instituto Chileno del Acero (ICHA), impulsor de la iniciativa.
De acuerdo a lo indicado en el texto de 179 páginas, la normativa determina características como el ancho efectivo, la resistencia a la flexión, espesor y resistencia al corte de diseño con las que deben contar estos perfiles de acero laminados en frío en determinados casos.
En el detalle técnico, se establece que en el caso de los aceros conformados en frío con una elongación mínima igual o superior al 10%, estos podrán ser utilizados “sin restricción” siempre y cuando la razón entre la tensión de rotura a la tracción (tensión máxima que un material es capaz de sostener), y la resistencia a la deformación inelástica (tensión de fluencia) sea mayor o igual que 1,08. A su vez, en el caso de aquellos materiales con una elongación menor a 3%, la norma determina que pueden ser utilizados únicamente “para configuraciones de alma múltiple como planchas de techo, de muro y de piso”, siempre que éstos se ajusten a los parámetros.
Pese a que desde el sector aseguran que el carácter obligatorio de la norma no significará un cambio abrupto para importadores y fabricantes, al mismo tiempo no descartan un leve aumento de costos para las empresas dedicadas a la construcción. Esto, en un escenario en el cual aún existen dificultades para acceder a los materiales que requiere la industria a causa de los problemas de abastecimiento y de aumento generalizado de los precios que ha provocado la crisis logística desatada con ocasión de la pandemia.
Evasión de las reglas
Según datos del ICHA, en 2021 el consumo aparente de acero anotó su máximo histórico con cerca de 3 millones 287 mil toneladas, con un aumento de 38,8% en comparación con el año anterior. Además, el consumo aparente de aceros largos (barras y perfiles) creció en un 23,3% respecto de 2020, por lo que desde el instituto ya proyectan un crecimiento definitivo de este índice en hasta un 4,8%.
En este marco de alta demanda, que desde el sector valoran el avance de la normativa, que al reemplazar la última versión que data de 2016, la moderniza como “una regulación más completa, profunda y clara que aumenta la seguridad estructural de las edificaciones de todo tipo”, señala Sergio Contreras, expresidente del ICHA y vicepresidente del Colegio de Ingenieros hasta 2020.
En esta línea, agrega que “es un gran aporte porque es la guía que tenemos los diseñadores estructurales para hacer nuestros diseños de forma segura”. Respecto de este último punto, Contreras indica que el texto marca un antes y un después en cuanto a “la evasión”, pues “hay gente que no toma la norma porque al no ser obligatoria, dicen ‘yo lo hago a mí manera’”.
Además destaca “el compromiso legal’’ con el consumidor final, ya que “alguien puede demandar tanto civil como penalmente por no cumplir con esa norma”.
Impacto económico
Todo cambio de este tipo implica algún impacto en los costos de las empresas detrás de un proyecto de construcción. Y si bien la mayoría de las empresas del rubro cumplen con las normas exigidas, aún existen algunas firmas que no adoptan las reglas por la falta de obligatoriedad pero que dentro de unos meses deberán cumplir al pie de la letra el nuevo marco para mantenerse en la industria, advierte Contreras.
En esta línea, Rodrigo Campos, gerente comercial de VH Manufactura de Tubos de Acero, sostiene que “a los distribuidores del país o comercializadores ya no les puede dar lo mismo cuál es el origen de los perfiles que comercializan”.
Si bien no descarta eventuales variaciones en el valor de los materiales, asegura que desde la empresa están “haciendo todos los esfuerzos para pagar estos aumentos de costo -que sí requieren inversiones iniciales muy potentes-, pero que esto no se transfiera al precio público”.
“En definitiva, aunque el precio subiese, el aumento en costo va a ser menor que el impacto positivo que (el documento) va a tener en la sociedad como un todo”, indica.
Contreras agrega que “el impacto económico no debiese ser tan grande” porque el nivel de ingeniería en Chile “es bastante bueno, y no es el caso de que hayamos hecho 0 y hoy tenemos que hacer todo”.
Diario Financiero, marzo 28 de 2022
Gonzalo Sanhueza, socio director Econsult:
“Banco Central debería subir la tasa de interés a 10% a mitad de año”
Durante una conferencia con socios de ASIMET, el economista afirmó que el actual escenario macro es de los más complejos de los últimos 30 años, lo que, sumado a la incertidumbre política económica, aumentan los riesgos de recesión en 2022
Durante una conferencia on line con empresarios de ASIMET, el socio director de Econsult, Gonzalo Sanhueza, afirmó que el Banco Central “va a seguir subiendo fuerte la tasa de interés, porque la inflación va a pasar por niveles del 10%. Nos queda todavía mucha inflación de energía que se demora más en traspasarse a precios. Las empresas no tienen márgenes tan grandes como para aguantar un aumento de precios de la energía de 45% y no pasarlo a precio”, sostuvo.
En este escenario, agregó que el alza de la TPM “debería ser rápida, tiene que ser a mitad de año, porque vamos a tener que generar una tasa de interés real positiva para realmente contrarrestar la expansión de la economía, y llevarla a que vaya mas cerca de su capacidad de producción”.
En su exposición, el economista revisó también las proyecciones para este año de la economía en Chile: “En 2022 hay un ajuste fiscal muy importante, más o menos equivalente a 8 puntos del PIB, lo que va a permitir generar alguna holgura fiscal los próximos años. Existe acuerdo en pensiones y otras materias relevantes, alzas graduales de impuestos y violencia social contenida, con ese escenario base estamos fijando el crecimiento del PIB en 1%, y una caída de la inversión del 6%. El consumo va a ser 0, porque estamos con un nivel de consumo muy alto, entonces vemos difícil crecer sobre eso´”, indicó. Respecto del tipo de cambio, la proyección del economista es que se va a mantener en un valor de $790.
Para2023, Sanhueza proyectó un escenario más positivo, “porque pensamos que este año el nivel de incertidumbre es mayor. Ahí podríamos estar con crecimiento de 1,5. Nuestra estimación es que el crecimiento de tendencia de la economía hoy es cerca de 1,8%. La TPM va a bajar a 8 puntos, con una inflación más contenida”, sostuvo.
“El sesgo este año es negativo, principalmente por la incertidumbre de la economía internacional. El escenario macro es de los más complejos de los últimos 30 años porque tenemos una inflación al alza, la economía está sobre expandida, estamos usando significativamente el ahorro externo. Todo esto en un escenario de mucha incertidumbre económica que aumenta los riesgos de recesión”, indicó.
Reindustrialización de Chile
Consultado sobre la viabilidad de que en este Gobierno se lleve a cabo un proceso de reindustrialización del país, Sanhueza señaló que en el actual equipo económico hay personas que piensan que esa iniciativa se debe desarrollar a partir de la inversión pública, de las empresas públicas. “Si el proceso de reindustrialización va a ser a partir del Estado para construir empresas públicas, yo creo que eso va a ser un fracaso. Si se logra convencer al Gobierno que lo que hay que construir es un proceso en que puede participar Estado, pero que tiene que ir de la mano del sector privado, eso puede ser exitoso, con un Estado como facilitador”, aseguró.
Por su parte, el presidente de ASIMET, Dante Arrigoni, señaló que el actual escenario que vive Chile es uno de los más desafiantes de las últimas décadas, tanto en el ámbito internacional como nacional: “Chile necesita hoy un ambiente de negocios que genere estabilidad y certezas para atraer inversiones. Como gremio, queremos hacer un llamado al Gobierno para que opte por iniciativas que permitan alejar la incertidumbre en el ámbito interno. Frente a un escenario internacional de mucha inestabilidad, Chile debería presentarse como un país confiable y atractivo para invertir. En estos escenarios es un contrasentido que se planteen propuestas refundacionales en la Convención Constituyente, o que no se condicen con el actual contexto productivo, como la de rebajar el horario laboral”, indicó.
Agregó que, como empresas que otorgan empleos de calidad, el gremio está de acuerdo en la necesidad de ajustar el sueldo mínimo en Chile. “De hecho, según nuestra última encuesta de remuneraciones, el salario base de un operario técnico en nuestro sector es de 797 mil pesos, lo que corresponde a 2,3 sueldos mínimos, no obstante, creemos que una decisión en este sentido debe contar con un necesario proceso de diálogo para aunar voluntades que permitan conjugar mejores sueldos con mayor productividad”.
Entre los desafíos que enfrenta el sector en el actual escenario, Arrigoni mencionó que la industria vuelva a tomar protagonismo en la economía nacional, como motor de la reactivación que tanto necesita Chile. “Tanto la pandemia como la guerra en Ucrania han puesto en evidencia la importancia de contar con una industria manufacturera potente, para así bajar la dependencia de otras economías. Como gremio, y como siempre lo hemos hecho, ofrecemos todo nuestro apoyo y experiencia a la nueva autoridad para el diseño de una Estrategia Industrial que marquen una hoja de ruta de largo plazo para su fomento”, concluyó.
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ASIMET, marzo 23 de 2022
Expertos analizaron cómo aplicar tanto la reducción de la jornada de trabajo como la idea de elevar el ingreso básico a $500 mil hacia el 2025, ambos ejes centrales del programa del Presidente Gabriel Boric.
A poco más de una semana desde el arribo oficial del nuevo Gobierno a La Moneda, dos son los proyectos que han protagonizado el debate en materia de empleo, tanto por las expectativas que generan en la ciudadanía, como por las dudas que surgen en torno a la aplicación de estos. Se trata de aquel que busca reducir, gradualmente, la jornada laboral en Chile de 45 a 40 horas y el reajuste del salario mínimo.
Ambas propuestas figuran como ejes centrales de la agenda del Presidente Gabriel Boric, sobre todo el segundo, puesto que el actual monto del ingreso básico expira el 1 de mayo, por lo que se espera que la iniciativa con el nuevo guarismo comience a ser analizada y discutida en el Parlamento durante el mes de abril.
Y si bien el objetivo es llegar a $500 mil al final de la administración –es decir, hacia 2025-, para el primer año el nuevo Ejecutivo fijó un primer escalón de subir el sueldo mínimo a $400 mil, lo que se traduce en un incremento del orden de 40%.
Así, además de enfatizar en la relevancia de sacar adelante ambas medidas, este lunes la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, comentó en Chilevisión que «la combinación de ambos proyectos hay que buscarla debidamente».
«Lo que tenemos que hacer desde el Gobierno, en conjunto con los parlamentarios, el mundo empresarial y con las y los trabajadores, es buscar cuál es esa combinación que nos permita avanzar y cuáles son esas gradualidades. Pero, sin duda, temerle a los cambios, resistir los cambios, la verdad que creo que es parte de lo que le ha hecho mal a nuestro sociedad», acotó.
Coincidente lo anterior, el ministro de Economía, Nicolás Grau, señaló la semana pasada que el avance del salario mínimo debe ir «en armonía con el desarrollo y el dinamismo de la economía, y en particular de las empresas más pequeñas».
Y es que estos debates se instalan no solamente en un contexto con bajas proyecciones de crecimiento –en torno a 2%- sino que también en un escenario en el cual la productividad ha ido retrocediendo.
Pese a que la sexta versión del Informe Anual de Productividad de la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad (CNEP) reveló que, de la mano con la reactivación impulsada por los apoyos sociales para enfrentar la pandemia, sumado a los retiros previsionales y la flexibilización de las condiciones sanitarias, el país logró aumentar su productividad en 2021 –con un alza entre 7,4 y 8,7%-, dejando atrás dos periodos contractivos consecutivos, las cifras del año pasado fueron impulsadas por «una economía sobrecalentada».
Al respecto, Paulo Cox, economista de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Talca, indicó que «el número de horas y el salario mínimo son discusiones pertinentes. La evidencia empírica no es conclusiva respecto al efecto del salario mínimo sobre el empleo, y tampoco lo es respecto a la reducción de la jornada laboral sobre la capacidad de producción de la economía».
«Ello depende, en este último caso, de las horas efectivas de producción en la actualidad, y del efecto que tendrían las horas adicionales de ocio sobre la calidad de vida de los trabajadores, y a causa de ello, sobre una mayor productividad», agregó.
No obstante lo anterior, a su juicio, «no es el momento para discutir estas reformas, y tampoco debiesen abordarse ambas conjuntamente, menos cuando no contamos con datos que sustenten que no tendrán efecto en la economía chilena. Por encima de eso, se puede entrar a un escenario de riesgo si es que la discusión de estas reformas tiene efectos sobre la incertidumbre general, lo que puede traducirse en un freno para la inversión».
Desde la otra vereda, el presidente de la CNEP, Raphael Bergoeing, comentó a Emol que «si bien en medio de una pandemia como esta hacer grandes reformas que pueden incrementar el costo del proceso productivo pueden significar que los que se ven perjudicados se vean perjudicados, también es cierto que estas son reformas que tienen que hacerse pensando en los desafíos estructurales de la economía, y no solamente en el día a día».
«Más que cerrar la puerta a la discusión, o simplemente decidir ex ante que no hay ninguna posibilidad de avanzar en esta dirección, lo que yo diría que primero hay que aprender de la experiencia internacional, y darse cuenta de que estos procesos como tienen ganadores y perdedores en el corto plazo, tienen que tratar de implementarse primero haciendo varias políticas al mismo tiempo para que se hagan cargo de mitigar los costos», subrayó.
Gradualidad y mitigación
Consultado por mecanismos para conjugar ambas iniciativas con la productividad, el director del Observatorio del Contexto Económico (Ocec) de la Universidad Diego Portales, Juan Bravo, resaltó que, como se está proponiendo un alza de 14% del ingreso básico en un periodo de cuatro meses, considerando que el monto actual de $350 mil empezó a regir a partir del 1 de enero de este año, «según la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) del Central, en ese periodo de tiempo la inflación acumulada andaría en 2,8%, entonces, si a ese 14,5% le restas el 2,8%, te da un incremento en términos reales del salario de 11,5%. Es muy difícil, por no decir imposible, que la productividad laboral crezca el 11,5%».
Es más, acusó que en «en periodos tan breves de tiempo, lo más probable es que la productividad laboral no crezca casi nada, o crezca muy poco. Entonces por eso lo que se espera, y por eso es que se ha alertado bastante, es que esto generaría un daño sobre la creación de empleo asalariado formal en el sector privado, particularmente en los sectores de jóvenes y las personas con menores niveles educacionales».
Así las cosas, el economista puntualizó en, al menos en el corto plazo, «resolver el problema social que genera el salario mínimo, tiene que ver con, a mí juicio, reajustar el salario mínimo en base a inflación más crecimiento de la productividad laboral, y eso complementarlo con una mejora radical al subsidio del Ingreso Mínimo Garantizado, que corrija por cargas familiares y que el monto del subsidio sea tal que la fórmula de cálculo permita siempre asegurar que se supere la línea de la pobreza».
Asimismo, remarcó «hay que empezar desde ya a implementar ese tipo de reformas estructurales, eso es clave, porque eso mismo daría buenas señales de que hay una intención de mejorar los problemas estructurales y que las promesas de campaña se realicen de una manera tal que minimicen los impactos negativos que esto pueda tener en el empleo».
En ese sentido, Bergoeing sostuvo que, bajo el contexto actual, «es particularmente importante la gradualidad y el complemento de políticas en un momento de bajo crecimiento como el que está enfrenando el mundo y Chile en particular».
«Es particularmente importante la gradualidad y el complemento de políticas en un momento de bajo crecimiento como el que está enfrenando el mundo y Chile en particular»
Raphael Bergoeing, presidente de la CENP
Y ejemplificó «tú podrías hacer una reducción no de las 5 horas, pero de menor cuantía en un primer momento, esperar y luego al año evaluar qué impacto tuvo, en qué tipo de trabajadores, y en qué tipo de sectores, para ir calibrando la necesidad de tener otras herramientas que vayan suavizando los efectos negativos, y permitan que el sector productivo se vaya adaptando a esta nueva realidad».
Pero, ¿cómo mejorar la productividad? Según el titular de la CNEP, considerando las habilidades laborales y los niveles de educación técnico-profesional en el país, lo fundamental es «mejorar la capacidad de ser más productivo y adaptarse para aprovechar las tecnologías a favor del trabajo, y no para ser sustituido, sino que para complementar a las personas con las máquinas es la capacitación, y la capacitación es un tema que tiene que ser permanente».
De hecho, Cox mencionó que, dado que esta se explica por la acumulación del capital humano y la innovación tecnológica, en el corto plazo se podría impulsar «importando nuevas tecnologías y formas de uso del capital físico y humano. Para ello es clave el esfuerzo que se hace desde la inversión».
Fuente: Emol economía, marzo 22 de 2022
Jeannette Jara comentó que está trabajando junto con el titular de Economía, Nicolás Grau, para ayudar a las pequeñas empresas a que puedan implementar la reducción de la jornada laboral sin que implique una rebaja de salarios.
La ministra del Trabajo, Jeannette Jara, habló esta mañana sobre un tema que es prioritario para los primeros meses de su gestión: sacar adelante el proyecto que reduce, de forma gradual, la jornada laboral en Chile de 45 a 40 horas semanales.
Para la secretaria de Estado, impulsar estar iniciativa, junto con «otras mejoras productivas», mejora la calidad de vida de las personas y «también esto se convierte en un motor para la economía».
En Chile tenemos una paradoja, tenemos más horas laborales que en el sistema de la OCDE y un menor nivel de productividad. Entonces, hay que hacer una combinación de varios elementos, que tiene que ver con jornada laboral, capacidades instaladas de las empresas, encadenamiento productivo, tecnologías, que nos permitan potenciar el crecimiento del país», dijo a Chilevisión.
Pero también es cierto que «tenemos que hacernos cargo de todas las realidades del mundo empresarial», subrayó. «En particular para las pymes, estamos viendo la gradualidad con que un proyecto como este se debe llevar adelante», añadió.
En ese sentido, recalcó que un tema relevante en torno a las «40 horas» es encontrar los mejores mecanismos de apoyo para que las pymes puedan implementar aquello sin que implique una reducción de salarios.
«Estamos estudiándolo junto al ministro Nicolás Grau de Economía, estamos estudiando el tema de apoyo a las pymes, porque sabemos que generan muchos puestos de trabajo para el país», comentó Jara.
Y así como es «necesario», según la ministra, reducir la jornada laboral en el país, también los es alcanzar un salario mínimo de $500 mil, un monto al que el Gobierno se comprometió llegar al final de su mandato.
«La combinación de ambos proyectos hay que buscarla debidamente», dijo. «Entonces, lo que tenemos que hacer desde el Gobierno, en conjunto con los parlamentarios, el mundo empresarial y con las y los trabajadores, es buscar cuál es esa combinación que nos permita avanzar y cuáles son esas gradualidades. Pero, sin duda, temerle a los cambios, resistir los cambios, la verdad que creo que es parte de lo que le ha hecho mal a nuestro sociedad», acotó.
Por último, sostuvo que el primer proyecto de reajuste del salario mínimo «va a ser prontamente presentado, así que muy luego vamos a tener noticias, porque el nuevo salario mínimo, reajustado, empieza a regir el 1 de mayo».
Fuente: Emol Economía, marzo 21 de 2022
Desde este mes, los empleadores podrán realizar procesos de certificación del perfil requerido en dos centros acreditados. En noviembre, máximo, debe estar operativo.
Comenzó la cuenta regresiva. Desde noviembre próximo, las empresas deberán contar con un experto en temas de inclusión laboral en sus departamentos de recursos humanos.
Esta nueva exigencia es parte de las obligatoriedades que exige la Ley de Inclusión Laboral, la cual establece que las empresas y entidades públicas con más de 100 trabajadores deben reservar el 1% de sus puestos para contratar a personas con discapacidad.
Para cumplir con esta directriz, desde este mes las organizaciones ya pueden realizar los procesos de evaluación y certificación del perfil requerido, en dos centros acreditados por ChileValora: Bureau Veritas y Ecerlab.
Estas entidades han desarrollado una metodología que permite certificar las competencias, conocimientos y habilidades con que deben contar quienes desempeñen ese rol en las compañías.
“Se avanza en el paso final para la habilitación del proceso de certificación de Gestor de Inclusión Laboral que exige la ley 21.275 y que permitirá que las empresas cumplan con el plazo impuesto por la normativa”, destaca Francisco Silva, secretario ejecutivo de ChileValora.
El gestor de inclusión, que deberá desenvolverse en las áreas de recursos humanos, tendrá las funciones de coordinar un diagnóstico de inclusión laboral de personas con discapacidad en la organización; además de gestionar la implementación del plan para avanzar en la materia y de impulsar acciones de capacitación sobre el tema, de acuerdo a un enfoque de derechos y normativas vigentes.
En rigor, se trata de un naciente rol que puede ejercer toda persona -sin título específico- que haya desarrollado habilidades para los fines requeridos.
Habrá un proceso de evaluación
Los centros acreditados, informaron desde ChileValora, evaluarán a la o el trabajador en su puesto para observar que cumplan con los requerimientos en cuanto a habilidades y conocimientos.
Este proceso puede realizarse en una y/o dos jornadas, que podrían extenderse hasta por un par de horas, para posteriormente elaborar los informes respectivos que son presentados a ChileValora, quien se encarga de validar estos procesos, en un plazo que puede durar entre 30 a 45 días.
Para personas que no necesariamente cuenten con trabajo y quieran certificarse para tener mayores posibilidades de empleo, la evaluación se realiza en los mismos centros a través de un proceso simulado.
Para las empresas que lo requieran, también se realizarán cursos de capacitación en esta área.
Superando barreras para minorías
Varias fundaciones participaron activamente en alianza y en mesas técnicas con ChileValora y otros actores para la creación del perfil de gestor inclusivo, entre ellas fundación Ronda y Best Buddies Chile.
María José Escudero, directora de incidencia y desarrollo de la primera, sostuvo que es clave unir fuerzas a favor de la inclusión de comunidades que históricamente han contado con diversas barreras de acceso al mercado laboral, como lo son las personas con discapacidad.
“Esta Ley 21.275 es una maravillosa oportunidad para que empresas y profesionales de nuestro país amplíen sus competencias y expertise para que puedan aprender a gestionar el talento diverso”, dice Escudero.
La experta agrega que este paso no sólo beneficiará a la organización, sino que también “será un tremendo plus en el currículum del profesional, como también impactará directamente en los procesos de inclusión de personas con discapacidad”.
Una impresión similar tiene Luis Jiménez Murillo, gerente general de Ecerlab, quien subraya que el ser certificado como gestor de inclusión “va más allá de reconocer formalmente las destrezas de las personas, independientemente de la forma en que hayan sido adquiridas, que es lo que comúnmente hacemos, ya que le entregará a las personas y a las empresas una cuota de humanidad fundamental para desarrollarse en estos tiempos”.
Para utilizar las medidas alternativas,
las empresas deben justificar sus razones
Desde abril de 2020, es «legalmente obligatorio» que la utilización de medidas alternativas para el cumplimiento de la Ley de Inclusión Laboral por parte de las empresas deba ser fundamentada.
Esto significa, en la práctica, que las firmas que opten por celebrar contratos de prestación de servicios con empresas que tengan contratadas personas con discapacidad o efectuar donaciones en dinero a proyectos o programas de asociaciones, deberán demostrar por qué adoptaron esta decisión, ya que la prioridad para la normativa es la contratación directa.
¿Qué tipo de justificaciones acepta la norma? Que la naturaleza de las funciones que desarrolla la empresa no lo permita; o falta de personas interesadas en las ofertas de trabajo que se hayan formulado.
Fuente: Diario Financiero, marzo 21 de 2022
Con todo, el instituto emisor revisó a la baja el dato, dado que en febrero había informado un crecimiento preliminar del PIB de 12% el año pasado
El Banco Central entregó este viernes el crecimiento oficial del Producto Interno Bruto (PIB) chileno en 2021, confirmando un histórica alza, aunque ajustando levemente a la baja el dato preliminar que exponía una expansión económica de 12% el año pasado.
Según el Informe de Cuentas Nacionales del cuarto trimestre de 2021 dado a conocer esta mañana, la economía chilena anotó un crecimiento anual de 11,7%, manteniéndose como la mayor alza en casi 30 años, desde 1992 cuando registró una expansión de 12,3%.
«Este crecimiento fue reflejo de la apertura gradual de la economía y de una mayor adaptación de los hogares y empresas al contexto sanitario y su evolución durante el año», apuntó el informe. «Adicionalmente, se observó un aumento en la demanda interna explicado en parte por las medidas económicas de apoyo a los hogares y empresas y a los retiros parciales de los fondos previsionales», agregó.
En 2021 se registró un día hábil menos que en 2020 y el efecto calendario fue de -0,1 puntos porcentuales.
Por su parte, las cifras ajustadas estacionalmente respecto del trimestre anterior, mostraron tasas positivas durante todo el año, siendo el primer y tercer trimestre los más dinámicos (3,4 y 4,5%, respectivamente).
En tanto, el último cuarto registró un crecimiento de 1,8%.
«Desde la perspectiva del origen, todas las actividades exhibieron cifras positivas con la excepción de minería. Las actividades de mayor incidencia al crecimiento del PIB fueron el comercio y los servicios personales, sectores particularmente favorecidos por la mayor apertura de la economía y el aumento de la demanda. Asimismo, destacaron por su crecimiento las actividades de restaurantes y hoteles, construcción y transporte», añadió el texto.
Mientras que, desde la perspectiva del gasto, «la demanda interna se mantuvo dinámica durante todo el año impulsada por el desempeño del consumo de hogares; la inversión también contribuyó al resultado, exhibiendo una recuperación el 2021», señaló el instituto emisor.
Además, la entidad presidida por Rosanna Costa expuso que el crecimiento del consumo fue en gran parte explicado por un «mayor gasto en servicios -restaurantes y hoteles y salud- y en bienes no durables -vestuario y alimentos-«.
Con relación al comercio exterior, «las importaciones aumentaron y las exportaciones retrocedieron, teniendo como resultado un deterioro de las exportaciones netas», indicó, agregando que «el ingreso nacional bruto disponible real (INBDR) creció 15,9%, aumento mayor a lo observado en el PIB, explicado por una mejora en los términos de intercambio».
A su vez, el ahorro bruto total ascendió a 25,3% del PIB en términos nominales, «compuesto por un ahorro nacional de 18,8% del PIB y un ahorro externo de 6,6% del PIB, correspondiente al déficit en cuenta corriente de la Balanza de Pagos».
Por último, el informe precisó que también se reestimaron las cifras de crecimiento de 2019 y 2020. Así, el PIB se revisó dos décimas a la baja en ambos años, ubicándose en 0,8% en 2019 y -6,0% en 2020. Y en 2021, «el PIB se revisó tres décimas a la baja con relación al cierre preliminar del Imacec (de 12% a 11,7%)», finalizó.
Fuente: Emol economía, marzo 18 de 2022
Como Comité Regional de la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas, ASIMET Biobío, condenamos enérgicamente la agresión de la que fue víctima ayer el gobernador regional, Sr. Rodrigo Díaz Worner, y le expresamos nuestra solidaridad frente a este inaceptable hecho de violencia.
A ello se sumó hoy el grave amedrantamiento con ataque de disparos que sufrió un equipo de ministros, encabezado por la titular de Interior, Izquia Siches, durante una visita a la macrozona sur, cuyo objetivo es, precisamente, abrir caminos de diálogo para erradicar la violencia en esa región del país.
En este contexto, podemos constatar con preocupación que este tipo de acciones se están haciendo usuales en Chile, y si se normalizan se terminarán transformando en costumbre en cuanto a lo que se considere aceptable en la forma de relacionarse con la autoridad. Como sociedad, no podemos permitir que la violencia se imponga en los espacios de diálogo, que en este momento son fundamentales para avanzar en los enormes desafíos que tenemos tanto en nuestra región como a nivel nacional.
Chile atraviesa por un momento histórico desde el punto de vista económico y político, con retos desafiantes para un país que requiere con urgencia inversión para desarrollarse, crear empleos de calidad, mayor inclusividad, incorporar nuevas tecnologías, fomentar la reindustrialización y la economía verde. Alcanzar estas metas hacen necesario un compromiso serio y responsable de parte de todos los chilenos para llegar a acuerdos mediante el diálogo pacífico y constructivo para avanzar en esa dirección.
Como Asociación Gremial, que promueve el fomento de la industria como motor del desarrollo nacional, reiteramos nuestra convicción de que para avanzar hacia los desafíos antes planteados es fundamental que todos los sectores condenen la violencia y promuevan el diálogo y la sana convivencia como único método para transitar hacia el país desarrollado que todos los chilenos anhelan.
Gustavo Alcázar M.
Presidente Comité Regional ASIMET Biobío
Dentro de los lineamientos de ASIMET para este 2022, un elemento muy importante es retomar y recuperar el contacto con nuestros socios que no han sido visitados durante estos dos años producto de la pandemia. Es por ello que iniciamos este ciclo de visitas a nuestros asociados con la presencia de nuestro gerente general, Marcelo Fuster, en la empresa RELIPER un nuevo socio que se incorporó al gremio en el 2021.
RELIPER es una empresa que se dedica a la fabricación y desarrollo de elementos metálicos a través de los procesos de forja, estampado y mecanizado, siendo especialistas en la producción de pernos y piezas especiales que se utilizan en diversos ámbitos de la industria nacional e internacional (pernos hexagonales, pernos molino, espárragos, tuercas, etc.)
Sus desarrollos tienen como mercados objetivos principalmente, compañías mineras, fabricantes de equipos y componentes, empresas de ingeniería y construcción, desarrolladores de proyectos, industria energética (electricidad, solar, eólica). “Los desafíos de atender a estos mercados nos obligan a mantener altos estándares de calidad y seguridad en nuestros productos como en nuestros procesos”, comenta Iván Araya López, C.E.O de RELIPER.
Hoy la empresa cuenta con 250 colaboradores y una propuesta de valor muy amplia y entregando siempre las mejores soluciones para sus clientes.
“Queremos seguir evolucionando como empresa, pretendemos potenciar la exportación de nuestros productos y estar en las grandes ligas; y para ello debemos estar en Asimet, lugar en donde se encuentran las empresas más importantes de Chile en el rubro de la metalúrgica y metalmecánica”, expresó Iván Araya López.