La Encuesta de Expectativas Económicas también muestra una nueva revisión al alza en las perspectivas de inflación de este año, tras una nueva sorpresa en el IPC.
Los analistas del mercado se alinearon con los últimos pronósticos del Ministerio de Hacienda, en el sentido de mejorar las expectativas de crecimiento para este año, pero degradar las del próximo, incluso anticipando una caída de la economía en 2023.
Los resultados de la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE), elaborada por el Banco Central, muestran que la proyección de crecimiento para el Producto Interno Bruto (PIB) este año se revisó al alza en una décima a 1,9%. Sin embargo, el mayor ajuste fue para el 2023, ejercicio en el cual los economistas consultados prevén una caída de 0,4%, cuatro décimas menor a su apuesta del mes anterior.
De esta forma, el mercado ve una contracción de la economía mayor a la que anticipa Hacienda, que en su último Informe de Finanzas Públicas (IFP) calculó una caída de 0,1% para el Producto en 2023. El Banco Central, en tanto, en su Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio, apuntaba a una caída entre 1% y un nulo crecimiento en 2023.
Para el 2024, las perspectivas se mantuvieron en 2%, al igual que el sondeo anterior.
Los expertos sondeados por el instituto emisor consideran que la economía continuará su senda de ajuste, con un Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) que se expandirá un 1,8% en julio, versus el 3,7% que anotó durante junio.
Así, en el actual tercer trimestre el Producto anotaría una nula variación, dejando atrás el avance de 7,2% del primer cuarto y a la espera del dato efectivo del segundo trimestre del ejercicio.
Los analistas también recortaron sus proyecciones para la inversión, medida como formación bruta de capital fijo, para este año y el próximo, a -3,2% y -2,5%, lo que significan dos y cinco décimas de revisión a la baja, respectivamente.
En el caso del consumo de los hogares, el pronóstico mejoró para este año en dos décimas a 2%, pero se deterioró en seis décimas a -1,5% para el 2023.
Más inflación
Luego de la sorpresa al alza que anotó el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en julio, con una variación de 1,4% que llevó el acumulado en 12 meses a 13,1%, el mercado empieza a incorporar mayores presiones de precios.
Así, prevé que el IPC cierre el año con una variación de 12,3%, 1,3 puntos porcentuales mayor a lo esperado hace un mes. Para el próximo año, asimismo, el ajuste fue de cuatro décimas a 5,5%.
Para agosto y septiembre, los economistas consultados calculan una variación mensual del IPC de 1% en cada mes.
¿Cómo incide esto en la política monetaria? El consenso de los analistas anticipa un alza de 75 puntos en la Tasa de Política Monetaria (TPM) en la reunión del Banco Central agendada para septiembre, para llevarla a 10,5%. En la siguiente reunión el aumento sería de 25 puntos base a 10,75%.
Fuente: Diario Financiero, agosto 11 de 2022
Entre sus objetivos, está reducir en un 40% sus emisiones de CO2 por cada tonelada de acero crudo producido e incrementar a un 20% la chatarra comprada que provenga de recicladores de base o minoristas.
Aza, fabricante acero a partir a partir del reciclaje de chatarra ferrosa, cerró con Santander Chile financiamiento por $ 16 mil millones -unos US$ 17,7 millones- para implementar sustentabilidad en sus procesos y financiar metas vinculadas a criterios ESG -medio ambiente, social y gobernanza-, a través de un crédito a tres años plazo modalidad bullet.
Con el crédito «verde», la compañía se enfocará en tres indicadores con objetivos a 2025: reducir en un 40% sus emisiones de dióxido de carbono -CO2- por cada tonelada de acero crudo producido; incrementar a 20% la chatarra comprada proveniente de recicladores de base o minoristas; y mejorar en la eficiencia de materiales, aumentando la valorización de residuos al 100% para que se recuperen bajo un modelo de economía circular.
El préstamo estará directamente relacionado con los objetivos, ya que está estructurado de modo que la tasa de interés del financiamiento vaya variando, dependiendo del cumplimiento de las metas autoimpuestas por la empresa, y donde la entidad bancaria actuó como agente sustentable, evaluando la relevancia y ambición de los indicadores propuestos.
El gerente de finanzas de Aza, Domingo Corvalán, señaló por escrito a DF que “hemos realizado esfuerzos relevantes en cuanto a la incorporación de nuevas tecnologías que aportan a nuestro correcto desempeño ambiental, buscando siempre armonizar el proceso de producción del acero respecto del entorno donde estamos insertos”.
Desde 2019, Banco Santander entrega financiamiento sustentable en Chile. Y a nivel mundial, Grupo Santander, ha movilizado 120.000 millones de euros de 2019 a 2025 y 220.000 millones de euros entre 2019 y 2030 en financiamiento verde para ayudar a abordar el cambio climático.
Al respecto, Soledad Ramírez, gerente de Asesoría Financiera de Santander Corporate & Investment Banking, comentó que hoy son “cada vez más los clientes que han optado por vincular sus financiamientos a variables ESG. Nuestro objetivo es apoyar a compañías que tengan la sostenibilidad en su ADN, como es el caso de Aza, contribuyendo a una economía circular y buscando formas de producción más limpias”.
Fuente: Diario Financiero, agosto 11 de 2022
Entre enero y junio de 2022 se anotaron US$10.645 millones.
Esta mañana, el Banco Central informó que el flujo de inversión extranjera directa (IED) enero y junio de 2022 en Chile alcanzó los US$ 10.645 millones, cifra que representa una caída de 14% en comparación al primer semestre del año pasado. Esto, considerando una alta base de comparación.
En los primeros seis meses del año pasado se registraron US$12.414 millones de IED en el país, motivado por un flujo «inusual» de US$5.823 millones ingresado en febrero de 2021, lo que tiene relación con operaciones específicas de adquisición.
Al comparar la cifra del primer semestre de 2022 con el promedio del último quinquenio (US$8.671 millones) esta sitúa un 23% por encima.
Específicamente en junio de 2022, el flujo alcanzó los US$ 1.041 millones, cifra que está dentro del promedio de los últimos doce meses, que alcanzó los US$ 1.123 millones.
El componente más importante del flujo de IED en el período fue la reinversión de utilidades, con un registro de US$ 4.301 millones. Las participaciones en el capital alcanzaron un monto US$3.436 millones y los instrumentos de deuda con US$2.907 millones.
El ministro de Economía, Nicolás Grau, destacó que las cifras muestran que la inversión extranjera en el país se mantiene dinámica.
«Considerando que la situación económica en el mundo es compleja, las compañías extranjeras siguen eligiendo a Chile dentro de Latinoamérica para establecer y hacer crecer sus proyectos en el mediano y largo plazo. Por eso, como Gobierno trabajamos en materia de inversión y coordinación público-privada con el fin de mantener la confianza que las empresas internacionales tienen en nuestro país», agregó.
Por su parte, la directora de InvestChile, Karla Flores, aseguró que «en la Agencia seguimos trabajando para atraer a inversionistas cuyos proyectos generen un impacto positivo en la población, con más y mejor empleo, mayor tecnología, oportunidades de perfeccionamiento profesional y que aporten a la sostenibilidad del país».
«En nuestro trabajo diario en la agencia vemos que las empresas extranjeras mantienen su interés por seguir invirtiendo en Chile y eso es una buena señal, sobre todo en el complejo escenario global que se observa actualmente», concluyó.
Fuente: Emol economía, agosto 08 de 2022
En medio de una economía que cae y una inflación de dos dígitos, advierte que para evitar un sobreajuste, el Banco Central debiera mantener la tasa en 9,5%. En suma, no ve necesidad de más alzas.
“Desde el punto de vista económico estamos enfrentando dos años muy, muy complicados”, afirma el economista y expresidente del Banco Central, Roberto Zahler, al evaluar la coyuntura, marcada por una política fiscal y monetaria contractiva para frenar el sobrecalentamiento heredado de 2021, una inflación galopante y un déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos que en 2022 y 2023 superará el 5% del PIB, según proyecta.
El entorno internacional tampoco favorece con alzas de tasas de interés que encarecen el financiamiento externo, una menor demanda de nuestros productos por el menor crecimiento de nuestros principales socios comerciales, y caídas en los términos de intercambio.
“No hay responsabilidad en esta coyuntura ni del Banco Central ni del gobierno, al contrario, estamos corrigiendo los excesos del año pasado”.
“Un tipo de cambio sobre $ 1.000 es completamente injustificado para una economía como la chilena, más aún, sobre $ 900 también lo es”.
“Todo esto apunta a que este año vamos a terminar creciendo al 2%, que no es un mal crecimiento, pero el próximo año lo más probable es que tengamos una caída del Producto en el contexto de una inflación todavía muy alta”, comenta.
– Este segundo semestre ¿enfrentaremos un aterrizaje brusco?
– El crecimiento del tercer y cuarto trimestre en 12 meses será negativo y lo llamaría brusco si consideramos que en el primer semestre crecimos en torno al 6% y cerraremos el año en 2%. Además, con una inflación muy alta, de dos dígitos por lo menos hasta fin de año, independiente de lo que esté haciendo el Banco Central, por la propia inercia inflacionaria. Hacia fines del próximo año proyecto que la inflación estará en torno al 4%, pero a fines de este año se ubicará sobre 10%.
– ¿La recesión del próximo año es inevitable?
– Es bastante inevitable por un tema estadístico.
– ¿Será por un período acotado o extenso?
– Haber crecido más de 11% en 2021 fue una irresponsabilidad y requiere un ajuste, que el gasto se enfríe y eso se dará en los próximos 18 meses, más allá no es necesario. Hacia mediados de 2023 la economía entra en régimen, no necesitamos desde el punto de vista macroeconómico de un ajuste adicional. El próximo año tendremos una caída del Producto pequeña, una inflación más baja, y una situación fiscal bastante menos contractiva. Esperaría que el precio del cobre se mantenga sobre US$ 3 la libra. La sensación ambiente será mejor y el tipo de cambio no estará sobre $ 1.000.
Ya en 2024 estaremos en otro escenario, donde la brecha entre el Producto potencial y el efectivo se habrá cerrado y podemos crecer con baja inflación y un menor déficit en cuenta corriente. El crecimiento potencial estaría entre 2% y 2,5%.
– Usted apuntó al gobierno anterior por la compleja situación que enfrentamos hoy. ¿El gobierno actual tiene alguna responsabilidad?
– Desde el punto de vista macroeconómico, ninguna. Por el contrario, se están haciendo las cosas bien, en un entorno externo e interno muy complejo. La política fiscal es muy prudente. Los fondos soberanos, que el año pasado se usaron fuertemente para financiar parte del exceso de gasto del sector público, se recuperaron en forma importante (más de US$ 5.000 millones en el primer semestre de este año), hubo muy poco aumento de la deuda pública, lo que deja espacio para afrontar la coyuntura si se pone más compleja.
– ¿Y poner en discusión una reforma tributaria no genera ruido? ¿No se afecta al crecimiento?
– Siempre que se plantea una reforma tributaria se genera ruido. Sin embargo, considerando el consenso transversal, reflejado en el proyecto de nueva Constitución como en lo que la oposición ha dicho estaría dispuesta a modificar de la Constitución actual si gana el Rechazo, en términos de mejorar pensiones, salud y educación, lo serio es financiar dichos gastos permanentes con ingresos permanentes, lo que significa reducir la elusión y la evasión y aumentar la tributación. La alternativa sería incrementar fuertemente el endeudamiento público y/o generar mayor inflación, lo que afectaría en mayor medida el crecimiento.
Desanclaje y estanflación
– ¿Cómo evalúa al Banco Central en esta coyuntura?
– La política monetaria ha estado bien planteada, Chile fue uno de los primeros países en subir las tasas de interés, los niveles a los que ha llegado eran necesarios. No hay responsabilidad en esta coyuntura ni del Banco Central ni del gobierno, al contrario, estamos corrigiendo los excesos del año pasado.
– ¿Hay riesgo de desanclaje de expectativas?
– Lo estamos viendo. Si se miran los indicadores de precios de mercado, forwards, swaps, tasa de interés nominales y las tasas de interés en UF de los bonos de la Tesorería a distintos plazos, vemos que quizás por primera vez, las expectativas de inflación a 5 y 10 años están sobre el 5%. Eso es complicado y, por lo mismo, es probable que el Central siga subiendo la tasa un poco, aunque yo no lo creo necesario.
– ¿Por qué? ¿Hay riesgo de sobreajuste?
– Hoy la TPM está en 9,75%. Para evitar un sobreajuste, me parece que el BC debiera mantenerla en ese nivel y empezar a bajarla cuando las expectativas de inflación vuelvan a estar en el rango meta del BC, más que seguir subiendo la TPM y bajarla muy pronto. Esto, por el rezago con que opera la política monetaria y por el efecto de la intervención cambiaria. Y, en ese punto, creo que el Central actuó correctamente, aunque tarde.
– ¿Por qué?
– Porque había bastante evidencia para haber intervenido antes. Actuó un poco tarde, pero ya es historia y se vio favorecido por el alza del precio del cobre y la caída del dólar en el mercado internacional, lo que permitió una baja importante del tipo de cambio, de más de $ 100. Un tipo de cambio sobre $ 1.000 es completamente injustificado para una economía como la chilena, más aún, sobre $ 900 también lo es.
– Otro concepto que ha rondado es el de la estanflación, aunque Rosanna Costa dijo que ella no llama así a este período de inflación alta y bajo crecimiento.
– Es la combinación de estancamiento e inflación y estamos básicamente en ese proceso si consideramos que llevamos poco más de un trimestre con crecimiento cayendo mes a mes -eso es estancamiento-, y con la inflación en dos dígitos. Estamos en estanflación, aunque suene terrible.
– Las proyecciones de este año y 2023 sugieren una caída en la inversión. ¿Cuánto de eso responde al proceso constitucional?
– En el primer semestre de este año las importaciones de bienes de capital en dólares han superado mes a mes a las del año pasado, las de 2020 y 2019, lo que es sorprendente e importante. Las cifras de la construcción, que es el otro componente de la FBCF, no fueron muy buenas y uno esperaría que mejoren. Ahora, el segundo semestre de este año tendrá una base de comparación muy alta y las proyecciones del IPOM y Hacienda son negativas para la inversión, pero también lo son para el consumo. El Índice de Confianza Empresarial también refleja que podríamos tener a futuro una caída de la inversión. Otro punto es que hay un rezago en la inversión del sector público. Es probable que la incertidumbre que hay respecto al tema constitucional y al tema político que hay en Chile pueda afectar la inversión.
Fuente: Diario Financiero, agosto 08 de 2022
El presidente del gremio, Dante Arrigoni, sostuvo una reunión con el titular de Energía, quien le aseguró que para concretar esta iniciativa se privilegiará a la industria nacional.
Similar respuesta le entregó el ministro de Economía, el que se comprometió a formar una mesa de trabajo para que en futuros proyectos se fomente el desarrollo de la ciencia y la industria nacional y el encadenamiento productivo.
Sendas reuniones con los ministros de Economía y Energía, Nicolás Grau y Claudio Huepe, respectivamente, sostuvo el presidente de ASIMET, Dante Arrigoni, con el fin de plantearle a la autoridad que en el proyecto Gas de Chile, y en otros similares, sea considerada la manufactura nacional. Al respecto, el dirigente gremial señaló que el ministro Huepe le aclaró que no es efectivo que ENAP vaya a importar cilindros para crear una marca propia de distribución de gas, y que para concretar este plan se privilegiará a la industria nacional.
Arrigoni valoró la decisión del titular de Energía, señalando que el sector metalúrgico metalmecánico nacional no solo cuenta con la capacidad para aportar en este proyecto, sino que en muchos otros donde se requiere mayor complejidad.
Según informó el timonel de ASIMET, el ministro de Economía también se comprometió con el gremio a que en futuros proyectos se promueva el desarrollo de la ciencia y la industria nacional, fomentando el encadenamiento productivo, para lo cual tiene considerado la formación de una mesa de trabajo para avanzar en ese objetivo.
“Desde el inicio de este Gobierno hemos estado en conversaciones con el Ministerio de Economía y Corfo para, precisamente, impulsar una política de desarrollo industrial para fomentar la producción nacional, a través de alianzas público-privadas que permitan avanzar de manera concreta en ese objetivo, y así recuperar la manufactura que hemos perdido en los últimos 30 años”, sostuvo.
Finalmente, Arrigoni recordó que, en los últimos años, la industria nacional ha sido testigo de decisiones en que el Estado ha favorecido a la manufactura extranjera, como la construcción del puente sobre el Canal de Chacao o proyectos de energía que requieren torres eólicas. “Hubiera sido lamentable que con este proyecto de ENAP sucediera lo mismo, porque es una oportunidad para demostrar que hay un cambio de visión y una mirada de futuro, al concretar acuerdos y alianzas que permitan la recuperación del sector industrial chileno, con todos los beneficios que ello trae aparejado”, concluyó.
Nueve caídas interanuales consecutivas lleva el índice real, que mide las remuneraciones ajustadas por inflación y que sirve para cuantificar la verdadera capacidad de compra de los salarios, dejándolo en junio prácticamente en el mismo nivel que en el mes de la crisis social. Esto, a pesar de que en términos nominales registró un salto en 12 meses de 10%, el mayor de la actual serie (que parte en 2016).
La inflación sigue golpeando con fuerza el bolsillo de los trabajadores, que ven cómo sus ingresos laborales tienen cada vez menos capacidad de compra.
Eso es justamente lo que mostró esta mañana el Índice de Remuneraciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), donde las alzas nominales de salarios nuevamente no lograron compensar lo perdido por el aumento del Índice de Precios al Consumidor (IPC). El Índice Nominal de remuneraciones anotó un alza de 10% en 12 meses, la más alta de la actual serie, que comenzó en 2016.
Sin embargo, si se le descuenta la inflación, que es lo que hace el Índice Real de Remuneraciones, se evidencia una caída de 2,2%. Esta es la novena caída consecutiva del indicador y deja al índice en 94,91 puntos, su menor nivel desde octubre de 2019, cuando comenzó la crisis social. En otras palabras, ajustados por el alza del IPC, los salarios están al mismo nivel que entonces, hace casi 3 años.
La inflación, impulsada por factores internos, como la mayor demanda debido al explosivo aumento de la liquidez producto de los retiros de los fondos de pensiones y el IFE universal durante el año pasado; y por elementos externos, como el aumento de los precios de los alimentos y combustibles a nivel internacional en los meses previos (aunque en lo más reciente ya están bajando) hizo que todos los sectores aumentaran en promedio sus remuneraciones por debajo del alza del IPC.
El que menos se vio perjudicado es el sector minero, cuyas remuneraciones nominales fueron las que más crecieron en los últimos 12 meses, con un incremento de 11,9%. Esto, en términos reales es una disminución de la capacidad de compra de esa remuneración de 0,6%. Le sigue la industria manufacturera, con un alza de 11,8% nominal (caída de 0,7% real); y servicios de alojamiento y comida, con un aumento de 11,6% nominal (-0,9% real). Este sector había sido uno de los más perjudicados durante los peores momentos de la pandemia, debido a las cuarentenas y las restricciones de apertura.
Mientras, el sector que más ha retrocedido en términos reales es de la administración pública, con un alza de 5,5% nominal, lo que implica una caída de 7% en su remuneración tras el ajuste por inflación.
Fuente: La Tercera, agosto 05 de 2022
Por sector económico, Comercio, Industria Manufacturera y Construcción consignaron las mayores incidencias anuales positivas tanto en las remuneraciones como en el costo de la mano de obra, informó el INE.
El impacto de la inflación, que en junio alcanzó máximos desde 1994 al ubicarse en 12,5%, sigue destruyendo el poder adquisitivo de los salarios de los chilenos.
Así lo informó esta mañana el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), ya que el Índice Nominal de Remuneraciones anotó un avance de 10% durante el sexto mes del año respecto al mismo lapso del año previo, mientras que el Índice de Costo de Mano de Obra registró un incremento de 9,9% en el mismo lapso.
Ahora, descontando la inflación, las remuneraciones reales cayeron un 2,2% en el período, hilvanando un noveno mes de caídas, las cuales comenzaron en octubre del año pasado. Asimismo, la caída se acelera si se compara con la merma de 1,8% anotada en mayo.
La remuneración media por hora ordinaria fue de $ 5.842 en junio, anotando un alza interanual de 9,1%. Este valor se ubicó en $ 5.557 para las mujeres, lo que significó una variación anual de 9,1%, mientras que para los hombres se situó en $ 6.089, registrando un aumento de 9,0% en el mismo período.
El costo medio de la mano de obra por hora total fue $ 6.699, consignando un crecimiento de 9% en doce meses. Este valor se ubicó en $ 6.359 para las mujeres, lo que implicó un incremento interanual de 9,3%, y de $ 6.997 para los hombres, registrando un alza de 8,8% en el mismo período.
La brecha de género de la remuneración media por hora ordinaria fue -8,7%, mientras que la del costo medio de la mano de obra por hora total fue -9,1%, ambas en desmedro de la mujer.
Acorde al ente estadístico, por sector económico el Comercio, la Industria Manufacturera y la Construcción consignaron las mayores incidencias anuales positivas, tanto en el caso de las remuneraciones como el costo de mano de obra.
Fuente: Diario Financiero, agosto 05 de 2022
Según un informe de la Corporación de Bienes de Capital (CBC), el stock a ejecutar este año caerá 7,5%, mientras que en 2023 la merma se acentuará a 51,1%.
El Banco Central ha anticipado dos años negativos para la inversión en Chile, con caídas en 2022 y 2023 de la mano de la exigente base de comparación del 2021, la mayor inflación y la incertidumbre tanto por el escenario externo como el local.
Y los distintos sectores económicos comienzan a ajustarse a esa nueva realidad. Uno de ellos es el industrial.
Según un informe elaborado por la Corporación de Bienes de Capital (CBC), la inversión proyectada en el rubro tanto para este año como para el próximo registrará números rojos, con una merma de 7,5% para 2022 y una contracción de mayor magnitud, de 51,1%, el 2023.
¿La razón? El término de la fase de obras de varias iniciativas y el no ingreso de nuevos proyectos que compensen el menor gasto que se realizará, debido a una menor reposición.
A esto se le agrega un cierre para el 2021 mejor a lo esperado, con un aumento de 25,5% del stock respecto al mismo lapso del 2020, gracias al ingreso de nuevos proyectos en el ejercicio pasado.
Acorde a la corporación, para el quinquenio 2022-2026 el stock de proyectos de inversión con cronogramas definidos asciende a US$ 1.332 millones, un 2,5% del total de las iniciativas tanto públicas como privadas a nivel nacional, considerando otros rubros como comercio, energía, y minería, por ejemplo. Esto implica 54 proyectos para el rubro.
En la distribución anual, US$ 823 millones se materializarán durante este año, para bajar a US$ 402 millones en 2023 y US$ 80 millones un año más tarde. Para el 2025 y 2026 los montos apenas se ubicarán en US$ 16 millones y US$ 11 millones, respectivamente.
Otro indicador de actividad es el de intensidad trimestral, que mide la inversión ejecutada durante el primer trimestre de este año, con aumentos en industria y forestal, principalmente por el inicio de obras en el laboratorio de vacunas Sinovac Santiago y el mejoramiento tecnológico en planta Pemuco Orafti.
Según subsector, la industria desalinizadora se lleva el mayor monto para todo el período, con US$ 447 millones, seguido de la industria química con US$ 304 millones y US$ 197 millones para el rubro de alimentos y bebidas. Más atrás se ubican las actividades de edificio industriales de distribución (US$ 137 millones), la industria acuícola (US$ 100 millones), la gasífera (US$ 65 millones), la mineral no metálica (US$ 43 millones), la sanitaria (US$ 34 millones), la agropecuaria (US$ 4 millones) y papel y madera (US$ 1 millón).
Proyectos por región
A nivel de regiones, según la CBC sobresalen Atacama, Metropolitana, y Biobío, con las mayores sumas en el stock para el quinquenio 2022-2026, con US$ 512 millones, US$ 411 millones y US$ 151 millones, respectivamente.
En el otro extremo, se ubican Coquimbo (US$ 8 millones), Maule y Aysén, ambos con US$ 5 millones cada uno.
Las iniciativas incorporadas al catastro suman una inversión total de US$ 220 millones, entre las que destacan segunda reducción voluntaria de emisiones de So2 (óxido de azufre) mediante Moder y robustecimiento de las Instalaciones de limpieza de gases y tostación en Molymetnos, etapa I; la planta productiva de Pinturas Ceresita Quilicura; parque logístico Los Alerces; y mejoramiento tecnológico en planta Pemuco Orafti.
En el otro extremo, los proyectos excluidos del catastro en relación al anterior sumaban US$ 209 millones en total, como el Centro Logístico Lo Aguirre en sus primeras etapas.
“Para efectos de un mejor registro, la iniciativa se separa en dos folios. Las primeras etapas, que se ejecutaron entre enero de 2017 y abril de 2020, con una inversión estimada de US$ 80 millones, quedan bajo este folio. Las siguientes fases, aún sin construir, serán monitoreadas aparte. Para éstas últimas, la empresa ha presentado un EIA a evaluación ambiental el 21 de enero de 2022, que se encuentra en calificación. Las primeras partes, por haberse desarrollado antes de 2021, quedan fuera del actual catastro”, explica la CBC en el informe.
La cifra quinquenal total es explicada, principalmente, por iniciativas que actualmente se encuentran en construcción, con una participación de 53,7% (US$ 716 millones) en cinco años. Por su parte, aquellas iniciativas en ingeniería de detalle representan el 44,7% restante (US$ 595 millones).
Fuente: Diario Financiero, agosto 04 de 2002
Según el Instituto Nacional de Estadísticas, las personas ocupadas informales anotaron un alza de 14,8% en dicho periodo, incidida especialmente por quienes trabajan en el comercio.
Por sector económico, el aumento de las personas ocupadas informales fue incidido en especial por quienes trabajan en el comercio (16,2%).
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó que la tasa de ocupación informal se ubicó en 27,1% durante el trimestre abril-junio de 2022, tras aumentar 1,1 puntos porcentuales en comparación con igual periodo del año anterior.
Según el último Boletín de Informalidad Laboral que elabora el órgano estadístico, las personas ocupadas informales totalizaron 2.395.933, lo que representa un alza de 14,8% en ese mismo período, es decir, hubo 308.133 personas más en esa situación que en abril-junio de 2021.
Las personas ocupadas informales crecieron tanto entre las mujeres (20,0%) como en los hombres (11,0%) y, según grupos de edad, lo hicieron principalmente en los tramos 45-54 años (26,0%) y 65 años y más (29,7%).
Las tasas de ocupación informal más altas del trimestre se evidenciaron en los tramos 65 años y más (52,1%) y 15-24 años (32,4%), lo que implica que la ocupación informal prevalece en los tramos etarios extremos, afectando a las personas mayores y jóvenes.
Por sector económico, el aumento de las personas ocupadas informales fue incidido en especial por quienes trabajan en el comercio (16,2%) y en actividades de los hogares como empleadores (62,0%). Mientras que por grupo ocupacional, la variación fue impulsada por las personas trabajadoras de ocupaciones elementales (26,2%) y trabajadoras de los servicios y comercio (18,1%).
En tanto, las categorías ocupacionales que más influyeron en el alza de la población ocupada informal fueron trabajadores por cuenta propia (14,5%) y asalariadas privadas (15,4%).
Ambas categorías representaron el 85,2% del total de la población ocupada informal, con 1.271.545 y 769.010 personas, respectivamente.
Por su parte, las mayores tasas de ocupación informal se consignaron en las personas trabajadoras por cuenta propia (69,0%) y personal de servicio doméstico (51,1%).
Las personas ocupadas informales son quienes trabajan de forma dependiente, pero sin acceso a seguridad social (salud y AFP) por su vínculo laboral. También lo son aquellas que trabajan de manera independiente en una empresa, negocio o actividad que pertenece al sector informal. Los familiares no remunerados del hogar también se consideran personas ocupadas informales
Fuente: Emol economía, agosto 03 de 2022
La expansión económica del sexto mes del año se ubicó entre las estimaciones de analistas, que apostaban por un incremento de entre 3 y 4%.
Una expansión de 3,7% anotó en junio de 2022 la economía chilena, al comparar con igual mes del año pasado, según informó el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) publicado esta mañana por el Banco Central.
Se trata de un dato se ubicó entre las estimaciones de analistas, que pronosticaban un crecimiento de entre 3 y 4%, y también del registro más bajo desde inicios de 2021.
Además, la expansión económica en el sexto mes del año fue mucho menor a la registrada en marzo (6,4%), abril (6,9%) y mayo (6,4%).
Con esto, de manera preliminar, la economía chilena habría crecido un 6,46% en el primer semestre del año.
De acuerdo a la entidad presidida por Rosanna Costa el aumento del Imacec en junio estuvo incidido principalmente por las actividades de servicios. En tanto, el comercio y la producción de bienes cayeron.
Por su parte, la serie desestacionalizada cayó 0,2% respecto del mes precedente y aumentó 3,8% en doce meses. El mes registró la misma cantidad de días hábiles que junio de 202, según informó el ente rector.
La caída del Imacec desestacionalizado se explicó por «el desempeño de la minería y los servicios, resultado que fue compensado en parte por el aumento de resto de bienes y la industria».
Análisis por actividad
La producción de bienes cayó 0,7%, debido al desempeño de la minería y la industria, que presentaron variaciones de -2,8% y -2,6%, respectivamente. En contraste, el resto de bienes(6) presentó un crecimiento de 1,4%.
En términos desestacionalizados, la producción de bienes cayó 0,3% respecto del mes anterior. Este resultado fue determinado por la minería, que disminuyó 1,7%. En contraste, el resto de bienes y la industria presentaron crecimientos de 0,8% y 0,6%, respectivamente.
En tanto, el comercio presentó una disminución de 5,9%, resultado explicado por las ventas minoristas y mayoristas. Destacaron las caídas de supermercados y grandes tiendas en las primeras, y las de alimentos, bebidas y materiales de la construcción en las segundas. Por otro lado, las ventas automotrices aumentaron.
Las cifras desestacionalizadas muestran una variación de 0,1% respecto del mes precedente, resultado explicado por el desempeño del comercio automotor.
Por último, los servicios crecieron un 9,0%, resultado explicado principalmente por el desempeño de los servicios personales, en particular de educación. También destacó el aporte del transporte y los servicios empresariales.
Acorde con cifras ajustadas por estacionalidad, las actividades de servicios presentaron una caída de 0,4% respecto del mes anterior.
Fuente: Emol economía, agosto 01 de 2022