A pesar de que la caída es menor al retroceso de 6% proyectado preliminarmente, se trata del peor dato desde 1982.
El Banco Central entregó este jueves el cierre definitivo de la evolución de la economía chilena en 2020, señalando que el PIB nacional se contrajo 5,8% el año pasado, y no 6% como se estimaba preliminarmente, debido al golpe de la pandemia de covid-19.
«Durante el año 2020, la actividad económica se redujo 5,8%, resultado explicado por la emergencia sanitaria asociada al covid-19, que afectó la movilidad de las personas y el normal funcionamiento de establecimientos productivos», sostuvo el ente rector.
Se trata del peor rendimiento económico de Chile desde 1982, cuando la economía se desplomó 11% en medio de una de las crisis económicas más duras que ha vivido el país.
Según el banco, el impacto de la crisis sanitaria en la actividad económica se evidenció principalmente en el segundo y tercer trimestre, con contracciones de 14,2 y 9%, respectivamente.
Las actividades mayormente afectadas fueron servicios y construcción, «destacando en los primeros las contribuciones a la baja de los servicios personales, transporte y restaurantes y hoteles», señaló el informe de Cuentas Nacionales.
Desde la perspectiva del gasto, los efectos se reflejaron, principalmente, en un menor consumo de los hogares e inversión. Además, la entidad apuntó que 2020 tuvo dos días hábiles más y un día adicional por año bisiesto respecto a 2019, «implicando un efecto calendario de 0,2 puntos porcentuales (pp.)» .
Por su parte, las cifras ajustadas estacionalmente y respecto del trimestre anterior, dieron cuenta de una caída de 13,1% del PIB en el segundo trimestre, seguida por incrementos en el tercer y cuarto trimestre de 5,1 y 6,8%, respectivamente.
«La recuperación estuvo en línea con el levantamiento gradual de las medidas de control sanitario, las medidas económicas de apoyo a los ingresos de los hogares y el retiro de una parte de los fondos previsionales. Lo anterior incidió principalmente en el resultado del comercio, desde la perspectiva del origen, y en un mayor consumo por parte de los hogares, desde la perspectiva del gasto», añadió.
Además, el año pasado las únicas actividades que crecieron fueron administración pública, minería, servicios financieros y comunicaciones y servicios de información. «El resto de las actividades retrocedió, en gran medida, como resultado del impacto de la crisis sanitaria», indicó el documento.
El consumo de los hogares disminuyó 7,5% en 2020 respecto al año anterior, explicado por el menor gasto en servicios, mientras que el consumo de bienes durables aumentó. La formación bruta de capital fijo (inversión) se redujo 11,5%, incidida por construcción y otras obras y, en menor medida, por maquinaria y equipos.
Respecto del comercio exterior de bienes y servicios, las importaciones se redujeron en mayor magnitud que las exportaciones. «Estas últimas estuvieron incididas por la caída de los servicios, efecto compensado por mayores exportaciones mineras e industriales. Por su parte, las importaciones retrocedieron reflejo de menores internaciones de maquinaria de uso industrial, camiones y automóviles y por menores servicios de turismo y transporte», expuso el Banco Central.
Por otro lado, el ingreso nacional bruto disponible retrocedió 4,7% en 2020, y el ahorro bruto total ascendió a 19,8% del PIB en términos nominales, compuesto por una tasa de ahorro nacional de 21,2% del PIB.
Correcciones a la baja para el PIB de 2018 y 2019
De acuerdo con la política de publicaciones y revisiones de Cuentas Nacionales, el Banco Central actualizó las cifras de crecimiento correspondientes a los años 2018 y 2019.
Respecto a 2018, «el PIB se revisó dos décimas a la baja, de 3,9 a 3,7%». Mientras que 2019, «se revisó una décima, de 1,1 a 0,9%», apuntó.
«Finalmente, el cierre preliminar del Imacec en el 2020 se corrigió dos décimas al alza, de -6,0 a -5,8%«, concluyó el Banco Central, agregando, en todo caso, que «las cifras publicadas en esta oportunidad podrían estar sujetas a revisiones mayores que las registradas históricamente», producto del impacto de la pandemia sobre la calidad de las estadísticas.
Fuente: Emol economía, marzo 18 de 2021