A pesar de que la caída es menor al retroceso de 6% proyectado preliminarmente, se trata del peor dato desde 1982.
El Banco Central entregó este jueves el cierre definitivo de la evolución de la economía chilena en 2020, señalando que el PIB nacional se contrajo 5,8% el año pasado, y no 6% como se estimaba preliminarmente, debido al golpe de la pandemia de covid-19.
«Durante el año 2020, la actividad económica se redujo 5,8%, resultado explicado por la emergencia sanitaria asociada al covid-19, que afectó la movilidad de las personas y el normal funcionamiento de establecimientos productivos», sostuvo el ente rector.
Se trata del peor rendimiento económico de Chile desde 1982, cuando la economía se desplomó 11% en medio de una de las crisis económicas más duras que ha vivido el país.
Según el banco, el impacto de la crisis sanitaria en la actividad económica se evidenció principalmente en el segundo y tercer trimestre, con contracciones de 14,2 y 9%, respectivamente.
Las actividades mayormente afectadas fueron servicios y construcción, «destacando en los primeros las contribuciones a la baja de los servicios personales, transporte y restaurantes y hoteles», señaló el informe de Cuentas Nacionales.
Desde la perspectiva del gasto, los efectos se reflejaron, principalmente, en un menor consumo de los hogares e inversión. Además, la entidad apuntó que 2020 tuvo dos días hábiles más y un día adicional por año bisiesto respecto a 2019, «implicando un efecto calendario de 0,2 puntos porcentuales (pp.)» .
Por su parte, las cifras ajustadas estacionalmente y respecto del trimestre anterior, dieron cuenta de una caída de 13,1% del PIB en el segundo trimestre, seguida por incrementos en el tercer y cuarto trimestre de 5,1 y 6,8%, respectivamente.
«La recuperación estuvo en línea con el levantamiento gradual de las medidas de control sanitario, las medidas económicas de apoyo a los ingresos de los hogares y el retiro de una parte de los fondos previsionales. Lo anterior incidió principalmente en el resultado del comercio, desde la perspectiva del origen, y en un mayor consumo por parte de los hogares, desde la perspectiva del gasto», añadió.
Además, el año pasado las únicas actividades que crecieron fueron administración pública, minería, servicios financieros y comunicaciones y servicios de información. «El resto de las actividades retrocedió, en gran medida, como resultado del impacto de la crisis sanitaria», indicó el documento.
El consumo de los hogares disminuyó 7,5% en 2020 respecto al año anterior, explicado por el menor gasto en servicios, mientras que el consumo de bienes durables aumentó. La formación bruta de capital fijo (inversión) se redujo 11,5%, incidida por construcción y otras obras y, en menor medida, por maquinaria y equipos.
Respecto del comercio exterior de bienes y servicios, las importaciones se redujeron en mayor magnitud que las exportaciones. «Estas últimas estuvieron incididas por la caída de los servicios, efecto compensado por mayores exportaciones mineras e industriales. Por su parte, las importaciones retrocedieron reflejo de menores internaciones de maquinaria de uso industrial, camiones y automóviles y por menores servicios de turismo y transporte», expuso el Banco Central.
Por otro lado, el ingreso nacional bruto disponible retrocedió 4,7% en 2020, y el ahorro bruto total ascendió a 19,8% del PIB en términos nominales, compuesto por una tasa de ahorro nacional de 21,2% del PIB.
Correcciones a la baja para el PIB de 2018 y 2019
De acuerdo con la política de publicaciones y revisiones de Cuentas Nacionales, el Banco Central actualizó las cifras de crecimiento correspondientes a los años 2018 y 2019.
Respecto a 2018, «el PIB se revisó dos décimas a la baja, de 3,9 a 3,7%». Mientras que 2019, «se revisó una décima, de 1,1 a 0,9%», apuntó.
«Finalmente, el cierre preliminar del Imacec en el 2020 se corrigió dos décimas al alza, de -6,0 a -5,8%«, concluyó el Banco Central, agregando, en todo caso, que «las cifras publicadas en esta oportunidad podrían estar sujetas a revisiones mayores que las registradas históricamente», producto del impacto de la pandemia sobre la calidad de las estadísticas.
Fuente: Emol economía, marzo 18 de 2021
Tenemos el agrado de invitar a participar de nuestra próxima Conferencia online, oportunidad en la cual contaremos con la presencia de Gonzalo Sanhueza D., Socio Director de Econsult. quien realizará una exposición acerca de «¿Cómo saldrá Chile de la peor crisis económica en 40 años?».
Lo esperamos el día jueves 18 de marzo de 2021, entre las 09:30 y 11:00 horas.
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Sin embargo, el presidente del Banco Central manifestó su preocupación por el «rezago» en la recuperación del mercado laboral.
El presidente del Banco Central, Mario Marcel, resaltó este miércoles que, a partir de junio del año pasado, la economía chilena ha logrado recuperar «parte importante» del terreno perdido producto del estallido social y la pandemia de covid-19, y aseguró que se ha reaccionado mejor en comparación a los que fue la crisis de los 80.
Esto, resaltó en un seminario organizado por Asimet, gracias a la «flexibilización de las restricciones sanitarias, a políticas económicas altamente expansivas, a un dinamismo importante del crédito, a la capacidad de adaptación de las empresas y de los comercios, y también a una mejora del entorno externo».
Así, si en el segundo trimestre de 2020 la economía nacional cayó entre 14% y 15%, «en los seis meses siguientes se recuperó más o menos, acumulativamente, un 12%», sostuvo, recalcando, en todo caso, que hay sectores que han sufrido más el shock que otros, como los servicios.
La actividad en 2020, explicó Marcel, tuvo una contracción de 6%, «mayor a otros periodos recesivos de las últimas décadas», aunque destacó que la economía nacional ha enfrentado mejor la crisis que otros países de la región, y ha tenido una mejor reacción en términos de recuperación respecto a la fuerte crisis que impactó al país entre 1982 y 1983.
«Comparado con la crisis del 82 y 83, es cierto, tuvimos un golpe inicial muy grande, pero también iniciamos pronto la recuperación. En esa crisis la contracción duró dos años, tuvimos dos años con cifras negativas de actividad. Entonces, en esa perspectiva, hemos logrado reaccionar algo mejor frente a un shock de gran envergadura».
Sin embargo, acotó que «el impacto sobre el mercado del trabajo ha sido muy importante, muy significativo, multidimensional, y la recuperación está actuando con rezago, afectado por las características de las restricciones sanitarias y la manera en que se ha ido ajustando la economía».
Fuente: Emol economía, marzo 10 de 2021
La medida ya se había tomado en agosto y septiembre de 2020, y busca, según el ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, «dar un impulso a la economía y cuidar el bolsillo de los chilenos».
Ya lo había hecho para los meses de agosto y septiembre de 2020, en medio de la crisis económica generada por la pandemia, y decidió repetir el beneficio.
Vía decreto supremo, el Ministerio de Energía definió suspender la medición de horario de punta y el recargo de energía adicional de invierno para abril, mayo, agosto y septiembre de este año, pero manteniendo aquello vigente para junio y julio.
Esto, explicó la cartera, con el fin de «fomentar la actividad económica, proteger el empleo y aportar al cuidado del presupuesto familia».
Según expuso a través de un comunicado el biministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet, «esta medida excepcional -que fue aplicada exitosamente el año pasado- es complementaria con otras que hemos adoptado como Gobierno para dar un impulso concreto a nuestra economía y cuidar el bolsillo de los chilenos».
«A nivel de las pymes, comercio e industrias, permite compatibilizar mejor los turnos de trabajo con las restricciones de las cuarentenas, toques de queda y resguardos sanitarios», acotó, agregando que, a nivel de los hogares, esta decisión permite evitar que el aumento del consumo generado en la pandemia sufra un recargo que impacte la cuenta eléctrico por ‘límite de invierno'».
Las “horas punta” son aquellas en las que el sistema eléctrico presenta sus mayores niveles de consumo. Históricamente, estas han correspondido al período comprendido entre las 18.00 a las 22.00 horas, entre abril y septiembre.
El control de demanda en horas de punta entrega una señal de precio en períodos de mayor exigencia del sistema, con el fin de que los clientes racionalicen su consumo eléctrico.
Fuente: Emol economía, marzo 09 de 2021
Según informó el Banco Central, el resultado se explica por la caída de las actividades de servicios y la producción de bienes.
La economía chilena volvió a caer en enero de 2021. Según lo informado esta mañana por el Banco Central, el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) correspondiente al primer mes del año retrocedió 3,1% respecto al mismo periodo de 2020.
El dato se encuentra por debajo a lo proyectado por el mercado, que esperaba que la actividad cayera entre 1,4% y 2,7%.
En tanto, el ente emisor señaló que la serie desestacionalizada aumentó 1,3% respecto del mes precedente y disminuyó 0,8% en doce meses. El mes registró dos días hábiles menos que enero de 2020.
El resultado del Imacec, agregó, se explica por «la caída de las actividades de servicios y la producción de bienes, efecto que fue parcialmente compensado por el dinamismo del comercio«.
«Por su parte, el crecimiento del Imacec desestacionalizado fue impulsado por el desempeño de los servicios y la minería, compensado en parte por el resto de bienes», añadió.
Análisis por actividad
De acuerdo con el entre rector, la producción de bienes cayó 2,9% en doce meses, debido al «desempeño del resto de bienes, que registró una disminución de 3,4%, asociada principalmente a la caída de la construcción. En menor medida, también influyó la disminución de 1,5% y 1,8% de la minería e industria manufacturera, respectivamente».
«Acorde con cifras ajustadas por estacionalidad, la producción de bienes anotó un alza de 0,8% respecto del mes anterior. La mayor producción minera explicó este resultado, compensado parcialmente por la disminución del resto de bienes», acotó.
En cuanto al comercio, este ítem anotó un alza de 8,8%, impulsado por las minoristas y mayoristas. En tanto, el comercio automotor disminuyó. Además, mostró un aumento de 2,8% respecto del mes precedente, acorde a cifras desestacionalizadas.
Mientras que los servicios bajaron 6,3%, «resultado explicado principalmente por el transporte, restaurantes y hoteles, las actividades culturales y de esparcimiento, y los servicios empresariales, las que se vieron impactadas por los efectos de la emergencia sanitaria asociada al covid-19, que influyó en la movilidad de las personas y el normal funcionamiento de establecimientos productivos», dijo el Banco Central.
En contraste, «cifras desestacionalizadas muestran un aumento de 1,7% respecto al mes anterior», cerró.
Fuente: Emol economía, marzo 01 de 2021
El Informe de Percepciones de Negocios publicado esta mañana por el Banco Central destaca que «el desempeño de gran parte de los negocios volvió a retroceder».
El Banco Central publicó este jueves su Informe de Percepciones de Negocios (IPN) correspondiente a febrero de 2021, en el que se destaca que «el desempeño de gran parte de los negocios volvió a retroceder en lo más reciente».
Esto, afirmó, «tras un repunte importante entre fines del tercer y comienzos del cuarto trimestre del 2020», añadiendo que la situación más compleja se vive en la macrozona sur del país debido a «la cantidad de comunas en las fases más restrictivas del plan paso a paso».
En tanto, los servicios y actividades que requieren «más interacción social» continúan entre los rubros más alicaídos, subrayó el Central, mientras que los sectores ligados al mercado externo, como la minería, el rubro salmonero y el forestal mantienen «una actividad dinámica. Por su parte, el comercio y parte de la industria «se sigue beneficiando del impacto del retiro de los ahorros previsionales en el consumo».
Con todo, el ente rector recalcó que «en especial por la evolución de la situación sanitaria y su efecto en los ingresos de las empresas, las decisiones de inversión y los planes de contratación de personas».
En esa línea, el banco expuso que una fracción de los empresarios entrevistados para el informe indicó que de producirse un retroceso a la Fase 1 (cuarentena) en la zona en que operan, «el impacto en su actividad sería menor que en el 2020, pues ya han adaptado sus operaciones a las restricciones sanitarias». Sin embargo, entre las firmas más ligadas a los servicios se señaló que, en caso de materializarse este retroceso, «se podría comprometer la supervivencia del negocio».
Por otro lado, «la mitad de los consultados invertirá en 2021 y una fracción mayor lo hará en 2022», sostuvo el Banco Central, y agregó que «los proyectos siguen enfocados principalmente en renovar infraestructura existente y automatizar procesos». Asimismo, «la posibilidad de adquirir nuevos créditos se ve limitada por la mayor carga financiera que presentan las empresas, lo que se complica especialmente en los rubros más afectados por el distanciamiento social», apuntó.
«Dos tercios de quienes responden la encuesta indica tener un crédito bancario y cerca de la mitad de ellos manifiesta que ha sido difícil pagar sus obligaciones, debiendo hacer recortes en otros gastos para enfrentar a esta situación. En todo caso, las condiciones para acceder al crédito siguen, en general, favorables y las necesidades de financiamiento se encuentran cubiertas para una fracción mayor de empresas», acotó.
Mercado laboral y escasez de mano de obra
Sobre el mercado laboral, el informe indicó que «sigue primando la estabilidad, aunque algunos informan de nuevas desvinculaciones y se menciona una menor disponibilidad de mano de obra de menor calificación».
En ese sentido, el Banco Central detalló que cerca del 30% de quienes responden la encuesta han efectuado despidos en los últimos tres meses. «Los entrevistados que han efectuado este tipo de ajuste indican que se ha debido al retroceso en el plan paso a paso o por la debilidad en el flujo de caja», expuso.
En todo caso, para 2021 «prevalece la visión de mantener la dotación actual, con una fracción menor que anticipa leves aumentos. Y la escasez de mano de obra, originada por diversos motivos, añadió el texto, «se relata especialmente en rubros como la construcción y la agricultura, lo que, en algunos casos, ha provocado alzas de sueldos en esos sectores».
Por último, cerca del 60% de los encuestados advirtió una menor disponibilidad de materias primas o insumos comparado con un año normal, «en lo que impactan temas logísticos, problemas en la producción o el agotamiento de stocks».
«No se advierte una tendencia clara respecto de la evolución de los precios, equiparándose los consultados que indican aumentos con aquellos que han tenido disminuciones e identificándose ambos grupos con sectores específicos. A tres meses, sin embargo, las respuestas se inclinan hacia un incremento», concluyó.
Fuente: Emol economía, febrero 04 de 2021
Transformación Digital
Datos de Chile obtenidos en el estudio Techvision de Accenture muestran que el 58% de las firmas locales que facturan más de US$ 500 millones al año está pilotando o adoptando tecnologías de inteligencia artificial en alguna unidad de su negocio, por debajo del promedio de Latinoamérica (80%) y del resto del mundo (88%).
El sondeo, en el que participaron 6.000 ejecutivos de variadas industrias en 25 países -90 de Chile-, también reveló que a nivel local la mayoría de los ejecutivos (74%) cree que las organizaciones necesitan realizar una «reingeniería» de las experiencias
persona-tecnología; y un 67% afirma afirma que las innovaciones tecnológicas y científicas generarán disrupción en sus industrias este año.
«Para las empresas, el hecho de no cambiar con el mundo siempre significó quedarse atrás. Pero ahora el cambio es más rápido que nunca y deben avanzar hacia la transformación digital de sus negocios», dice Nicolás Goldstein, Presidente Ejecutivo de Accenture Chile.
Fuente: Diario Financiero, febrero 03 de 2021
Descenso de la actividad de 0,4% en diciembre llevó al PIB a una contracción de 6%, según datos preliminares del Banco Central publicados ayer.
Tras caer 0,4% en diciembre, comparado con igual mes de 2019, el Índice Mensual de la Actividad Económica (Imacec) cerró 2020 con una contracción de 6%, siendo el peor desempeño desde la crisis que vivió el país a principios de la década del 80.
De acuerdo con el informe entregado ayer por el Banco Central, las mermas registradas en el último mes del año en los servicios (-2,1%) y la minería (- 9,2%) arrastraron al indicador, aún cuando el comercio creció 10,8%.
Con este duro golpe del coronavirus -que dejó saldo negativo en todos los segmentos de la actividad, excepto en la minería (ver infografía)-, la pérdida por el menor crecimiento del año pasado se estima que fue de US$ 16.964 millones, según el economista de LyD, Felipe Berger y de unos US$ 16.800 millones para el economista jefe de BICE, Marco Correa, en base a precios y tipo de cambio actuales.
Para el gerente de Macroeconomía de Inversiones Security, César Guzmán, y el economista jefe de Itaú Miguel Ricaurte, el costo ascendería a los US$ 30.000 millones.
Un lento inicio de año
Según el reporte, al mirar la serie desestacionalizada, la actividad productiva registró un incremento de 3,5% frente a noviembre, con lo que retomó los crecimientos mensuales que evidenció desde junio y que fueron interrumpidos en octubre cuando retrocedió 0,5%.
Desde esta perspectiva, destacó el repunte de 7% en los servicios, aunque ello no logró disipar el lento andar que se asume para el primer trimestre del año.
“Vemos que la debilidad de la economía se mantendrá durante la primera parte de este año, y bases de comparación más exigentes llevarían al Imacec nuevamente a terreno negativo”, asevera el economista senior de BCI Estudios, Felipe Moncado, quien asume una caída anual de 0,1% para el primer trimestre.
En la misma dirección apunta Correa, con una baja de 1%; la economista de Euroamérica, Martina Ogaz, que espera un retroceso de 2,4% y el subgerente de Estudios de Econsult, Mauricio Carrasco, quien es más pesimista con una contracción de 4%.
¿La razón? “La implementación de nuevas medidas sanitarias y retroceso de fases de varias comunas” se reflejarán en un menor dinamismo a inicios de 2021, explica Carrasco.
Ante esto, el economista jefe de BTG Pactual Chile, Pablo Cruz -que mantiene en revisión la proyección de este primer cuarto- advierte que si bien el registro del último mes de 2020 fue menos malo (la Encuesta de Expectativas Económicas se esperaba una merma de 1%) las restricciones desde principios de diciembre que mantuvieron a “muchos servicios” sin operar durante los fines de semana” tanto en la Región Metropolitana como en otras regiones lo insta a ponderar el dato con “cautela”.
El alza del comercio por sobre 10% en diciembre no bastó para contrarrestar las mermas en los servicios (-2,1%) y la minería (-9,2%).
Con este cuadro para 2021 las apuestas de recuperación están en un rango de crecimiento desde 3,5% hasta 6,5%. En la parte baja de la tabla está Berger, quien asume un débil desempeño para la primera mitad del año ya que “en enero se han visto la mayor cantidad de casos de contagio lo que obligará a las autoridades a tomar medidas restrictivas, hasta que no haya un alto porcentaje de población vacunada”.
En la parte media están los economistas jefe de STF Capital y de JP Morgan para el Cono Sur, Sergio Godoy y Diego Pereira. Ambos ponen el acento en que la expansión del virus sigue siendo la mayor fuente de incertidumbre al compás de espera de lo que suceda con el proceso de vacunación.
Mientras el primero pone el foco en el daño que ocasionan las restricciones sanitarias al segmento de los servicios, dado que es una parte importante de la economía que no funciona sin la presencialidad; el segundo menciona lo que ocurre en Europa, que es “la viva imagen de las dificultades que podemos enfrentar en los meses que vienen”.
Más optimista está Ricaurte, quien a raíz del dato de diciembre fue de los pocos que ajustó al alza sus estimaciones para el primer cuarto: “Sustentan nuestra visión de que Chile crecería un 6% en 2021”.
A él se suman los expertos para Latinoamérica de Capital Economics, Nikhil Sanghani; y de Goldman Sachs, Paulo Mateus.
En el análisis, lo que prima, a juicio de Mateus, es que a pesar de que en los próximos meses se registren nuevas caídas, en el cuadro general se ve que la recuperación va “por buen camino”, ya que“el sector no minero, que es un mejor indicador de la recuperación general de la actividad económica, en realidad se expandió un 0,6% en relación con diciembre de 2019, el mejor resultado desde el brote de Covid”.
Rodrigo Cerda Ministro de Hacienda.
Ministro Cerda: «Lamentablemente, el primer trimestre no va a ser tan rápido como esperamos que lo haga más entrado el año»
Como una cifra menos mala de lo esperada calificó el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, la reducción de 0,4% que acusó el Imacec en diciembre comparada con igual mes de 2019. «Con esto cerramos un año 2020 seguramente con una caída de 6% en el Producto, lo que nos muestra lo complejo del año pasado y la urgencia de poder recuperarnos en el corto plazo y para eso estamos trabajando», sostuvo.
Sobre la urgencia de crear empleos, indicó que una de las primeras tareas que le tocó al llegar al ministerio fue revisar lo que pasa con las inversiones públicas y que estén disponibles los fondos para echarlas andar lo antes posible. «Eso es lo que hemos hecho y revisado en el consejo de gabinete», dijo en radio Cooperativa.
Cerda planteó que seguirá monitoreando no sólo el tema económico, sino que también las ayudas sociales «y si es necesario tener algo más intenso».
A su juicio, hay dos tiempos: «uno, que tiene que ver con el cortísimo plazo, seguir con las ayudas a las familias, eso es relevante, porque sabemos que lamentablemente el primer trimestre no va a ser tan rápido como esperamos que lo haga más entrado el año. En la segunda parte del año veremos más creación de empleo, pero entremedio tenemos que seguir ocupando la red de protección social».
Fuente: Diario Financiero, febrero 02 de 2021
Hace años ya que se viene hablando del reemplazo masivo de las funciones que llevan a cabo seres humanos, por máquinas o tecnología, en los distintos quehaceres de la economía. Se dice que éstas hacen el trabajo mucho mejor y con menores costos económicos, no generan conflictos, no se accidentan e incluso tienen la capacidad de aprendizaje, con una especie de inteligencia, que se denomina artificial, es decir, que imita las funciones cognitivas de la inteligencia humana, tales como aprender, razonar o resolver problemas.
En países como España se ha llegado a discutir la cotización previsional de las máquinas o tecnología, en el escenario de un reemplazo tecnológico masivo, para que el sistema de seguridad social no colapse al tener una baja tasa de cotizantes personas. Existen adeptos y detractores de la iniciativa, sin embargo, más allá de la postura que se adopte, el asunto da cuenta de una realidad que comienza poco a poco a ser más relevante y alarmante.
Es bueno recordar el valor que aporta el ser humano y que difícilmente será reemplazado por las máquinas o tecnología. Este ejercicio es sumamente importante para no deshumanizar el trabajo, y servirse de la tecnología como lo que es. En otras palabras, la relevancia de las máquinas no nos puede hacer caer en el error de que el trabajo pierda la variable humana tan necesaria, sobre todo hoy; la empatía e implicación con el otro, la comunicación, la iniciativa, la creatividad, el trabajo en equipo, la adaptabilidad, la contención y el aporte social, son elementos importantes para la búsqueda de la felicidad en el trabajo.
La tecnología al servicio del trabajo humano es vital, y nadie sensato podría pensar que, por ejemplo, el rápido procesamiento de información o la notable ayuda en la toma de decisiones que aporta la tecnología no sea un enorme avance y ayuda para el ser humano y su industria. Sin embargo, la focalización en el recurso tecnológico sí nos lleva a creer, de algún modo, que el ideal del trabajo humano es como el que hace una máquina.
El paso inmediato en esto es comenzar a relacionarnos en el trabajo, con nuestros pares, como lo hace una máquina. Es aquí donde debemos esforzarnos en aportar lo verdaderamente humano y el valor que ello tiene en el trabajo. En este sentido, Bill Gates ha dicho que con la revolución tecnológica las personas dejarán de hacer tareas tediosas y se dedicarán a lo propiamente humano, como la empatía y comprensión como fuente de resolución de problemas en las empresas, con clientes y proveedores.
La relación entre personas y el aporte que ello deja al trabajo es la fuente de más perfecta felicidad para los trabajadores. ¡Pensemos en tareas en las que pasamos largas horas con nuestros compañeros, colaboradores o equipo! Pues bien, es esto lo que no se debe descuidar, sin quitarle el mérito ni dejar de valorar el aporte que la tecnología tiene en muchas áreas específicas de la realidad laboral. El trato entre personas es finalmente insustituible, y fuente de la más perfecta realización personal.
Ninguna interrelación es capaz de perfeccionar tanto a un trabajador como un compañero de trabajo, y no solamente por lo que puede aprender de él en conocimiento duro (lo cual también es posible con una herramienta tecnológica), sino que fundamentalmente por el trato humano.
Fuente: Diario Financiero, febrero 02 de 2021
El Banco Central apuntó que el retroceso del Imacec correspondiente al último mes de 2020 se explicó por la baja en servicios y la minería.
La economía chilena retomó las caídas en diciembre de 2020, y es que, de acuerdo con lo informado esta mañana por el Banco Central, el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) correspondiente al último mes del año retrocedió 0,4% en comparación al mismo periodo del año pasado.
De todas formas, la cifra se ubicó muy por debajo a lo esperado por el mercado. El promedio de 13 economistas encuestados por Bloomberg indicaba que la actividad económica en Chile se contraería 2,3% en el doceavo mes del año.
-6% habría caído la economía chilena en 2020, siendo su peor desplome desde la crisis de los años 80.
En cuanto a la serie desestacionalizada, esta aumentó 3,5% respecto del mes precedente y disminuyó 0,3% en doce meses. El mes registró la misma cantidad de días hábiles que diciembre de 2019.
«El resultado del Imacec fue explicado por la caída de las actividades de servicios y la minería, efecto que no logró ser compensado por el dinamismo del comercio», señaló el Centroal. Por su parte, «el crecimiento del Imacec desestacionalizado fue impulsado por el desempeño de los servicios, compensado en parte por la minería», añadió.
Análisis del Imacec por actividad
El Banco Central entregó además un análisis del rendimiento de la economía nacional en diciembre según actividad. Así, en cuanto a la producción de bienes, indicó que esta retrocedió 2,4%, explicada por «el desempeño de la minería que registró una disminución de 9,2%».
«En menor medida, también influyó la caída de 1,4% de la agrupación resto de bienes. En tanto, la industria manufacturera registró un alza de 2,0%», sostuvo, añadiendo que «acorde con cifras ajustadas por estacionalidad, la producción de bienes exhibió una caída de 0,1% respecto del mes anterior. La menor producción minera explicó este resultado, compensado parcialmente por el aumento de resto de bienes».
Sobre el comercio, el ente rector apuntó un crecimiento de 10,8%, «impulsado por las ventas minoristas y, en menor medida, por las mayoristas. En tanto, el comercio automotor disminuyó.
Y, según cifras desestacionalizadas, el comercio mostró un aumento de 0,3% respecto del mes precedente.
Respecto a los servicios, el Central señaló que cayeron 2,1% en diciembre, principalmente debido al «transporte, las actividades culturales y de esparcimiento, y restaurantes y hoteles, las que se vieron impactadas por los efectos de la emergencia sanitaria asociada al covid-19, que influyó en la movilidad de las personas y el normal funcionamiento de establecimientos productivos. En contraste, cifras desestacionalizadas dan cuenta de un aumento de 7,0% respecto al mes anterior».
Por último el banco informó que la estimación del PIB chileno en 20202020, así como las revisiones al primer, segundo y tercer trimestre, serán difundidas el próximo 18 de marzo.
Fuente: Emol economía, febrero 01 de 2021