Se trata del noveno mes consecutivo en que la economía chilena anota un crecimiento de dos dígitos.
La economía chilena logró su noveno mes consecutivo de crecimiento en dos dígitos en diciembre y anotó un alza de 10,1%. Con esto, el PIB nacional habría cerrado 2021 registrando una expansión anual de 12%, la mayor desde 1992 (12,3%).
Las cifras, informadas esta mañana por el Banco Central por medio del Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec), están en línea a lo que esperaba el mercado.
En tanto, el instituto emisor señaló que «la serie desestacionalizada cayó 0,4% respecto del mes precedente y aumentó 10,2% en doce meses». El mes registró un día hábil más que diciembre de 2020
Todos los componentes del Imacec crecieron respecto al mismo periodo del año anterior, destacando la contribución de las actividades de servicios y, en menor medida, del comercio.
Este resultado, añadió la entidad, se explicó, en parte, por la mayor apertura de la economía, las medidas de apoyo a los hogares y los retiros parciales de los fondos previsionales.
Por su parte, la caída del Imacec desestacionalizado fue explicada por el desempeño de la minería, efecto que fue parcialmente compensado por el aumento de los servicios.
Análisis del Imacec por actividad
En su análisis por actividad, el Banco Central señaló que la producción de bienes mostró un aumento de 3,3% en doce meses, «explicado por la agrupación resto de bienes, que creció 5,9%, asociado al desempeño de la construcción. La industria manufacturera y la minería también aportaron al resultado, con crecimientos de 4,3% y 1,5%, respectivamente».
En términos desestacionalizados, la producción de bienes cayó 1,8% respecto del mes anterior. «Este resultado fue determinado, principalmente, por la caída de la minería, efecto parcialmente compensado por el aumento del resto de bienes», añadió.
El comercio, por su parte, registró un crecimiento anual de 14,8% en diciembre, impulsado por todos sus componentes. Destacaron las ventas mayoristas de materias primas, alimentos, bebidas y tabaco, y maquinaria y equipo, y las ventas minoristas de vestuario, calzado y equipamiento doméstico. En tanto, cifras desestacionalizadas apuntaron una caída de 1,4% respecto del mes precedente.
Por último, los servicios crecieron 12,6% en el último mes de 2021, explicado principalmente por el desempeño de los servicios empresariales, seguidos por los personales, en particular de salud. En menor medida, el transporte y los restaurantes y hoteles también contribuyeron al resultado.
«Acorde con cifras ajustadas por estacionalidad, las actividades de servicios crecieron 1,4% respecto del mes anterior», finalizó.
Fuente: Emol economía, febrero 01 de 2022
Según informó el INE, se crearon 120 mil puestos de trabajo en el último mes del año y se ha recuperado el 77,5% de los empleos destruidos producto de la pandemia.
El desempleo en Chile sigue cayendo y en el trimestre móvil octubre-diciembre de 2021 bajó hasta 7,2%, cerrando así el año en su tasa más baja desde el último trimestre de 2019 cuando anotó 7,1%.
«Es la octava disminución anual consecutiva en la tasa de desocupación», destacó el subdirector técnico del INE, Leonardo González. La cifra informada por el este estadístico este lunes se encuentra en línea con lo esperado por el mercado.
El número significó un descenso de 3,1 puntos porcentuales (pp.) en doce meses, producto del alza de la fuerza de trabajo (4,5%), menor a la presentada por las personas ocupadas (8,1%).
Por su parte, las personas desocupadas disminuyeron 26,9% en doce meses, incididos por quienes se encontraban cesantes (-27,8%) y aquellos que buscan trabajo por primera vez (-18,3%).
Según sexo, la tasa de desocupación de mujeres se situó en 7,4%, y la de hombres en 7,1% decreciendo en doce meses 3,5 pp. y 2,7 pp., respectivamente.
Además, en dicho trimestre móvil, se crearon 119.930 empleos respecto al trimestre anterior. Con ajuste estacional, precisó González, la cifra de puestos de trabajo recuperados trimestralmente es de 49.625.
Por otra parte, desde el peor momento de la pandemia, se han recuperado 1 millón 436 mil empleos, equivalente al 77,5% de los trabajos destruidos. La recuperación es del 81,8% para hombres y de 73,1% para mujeres.
Mientras que la recuperación de las ocupaciones formales es del 80,1%, mientras que la cifra de trabajos informales recuperados asciende a 94,5%.
«Las variaciones trimestrales que estamos observando son las más altas del último año, si seguimos a este ritmo estimamos que prontamente podamos recuperar todas las ocupaciones que se perdieron en el peor momento de la pandemia», subrayó González.
Eso sí, acotó que «todavía falta que se recupere tanto tasa de participación como de ocupación. Hemos venido observando sistemáticamente un aumento de estas tasas, pero aún no observamos los niveles de periodos previos a la pandemia». La tasa de ocupación terminó 2021 en 54,3%, mientras que la de participación en la fuerza de trabajo culminó en 58,5%.
En 12 meses, las personas ocupadas tuvieron un aumento de 8,1%, incidida tanto por las mujeres (11,7%) como por los hombres (5,7%). Por su parte, los ocupados ausentes, que representaron el 5,8% del total de la población ocupada, decrecieron 22,4%, equivalente a 144.398 personas.
La expansión de los ocupados fue influida por construcción (22,2%), comercio (8,5%) y alojamiento y servicio de comidas (30,9%), en tanto, por categoría ocupacional, el alza fue liderada por personas asalariadas formales (6,3%), trabajadoras por cuenta propia (16,7%) y personas empleadoras (20,5%).
La tasa de ocupación informal se situó en 28,3% con un incremento de 1,3 pp. en doce meses. Asimismo, las personas ocupadas informales aumentaron 13,3%, incididos tanto por las mujeres (21,9%) como por los hombres (7,4%) y por personas trabajadoras por cuenta propia (23,5%) y personal de servicio doméstico (39,5%).
Fuente: Diario Financiero, enero 31 de 2021
La magnitud del ajuste fue mayor a la que anticipaba el mercado, que preveía 125 puntos de incremento.
En su primera Reunión de Política Monetaria (RPM) sin Mario Marcel a la cabeza -quien asumirá en marzo como ministro de Hacienda-, el Consejo del Banco Central sorprendió y aplicó una nueva alza histórica de la tasa de interés en su primera junta del año.
Así, la entidad aumentó la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 150 puntos base para llevarla a 5,5%, ubicándose por sobre las expectativas del mercado, que apuntaban a un nuevo ajuste de 125 unidades, como en octubre y diciembre.
De esta manera, el emisor aplica el mayor aumento de tasa en una sola reunión desde que guía la política monetaria con un esquema de tasa de interés nominal, desde el 2001.
La decisión fue adoptada por la unanimidad de los cuatro consejeros que participaron: Joaquín Vial, vicepresidente, y los consejeros Rosanna Costa, Pablo García y Alberto Naudon.
El movimiento se da en un escenario en que la inflación ha superado las expectativas de los analistas y acumuló un 7,2% entre enero y diciembre del año pasado.El diagnóstico del instituto emisor es que no será fácil que dicho número retorne al rango meta entre 3% y 4%.
«Los riesgos para la evolución de la inflación siguen siendo significativos y su eventual concreción se torna especialmente relevante en un contexto en que tanto la variación anual del IPC como sus perspectivas ya son elevadas», señalaron los consejeros.
A esto sumaron que el desempeño de la economía chilena y el encarecimiento del costo de la vida han sido superiores a lo estimado en el último Informe de Política Monetaria (IPoM) y a que las presiones de inflación desde el exterior «han aumentado».
«La decisión del Consejo es coherente con una trayectoria de política monetaria que, en el corto plazo, se ubicaría en torno al borde superior del corredor de tasa considerado en el IPoM pasado. Una nueva evaluación de este se realizará en el próximo IPoM», agregaron.
Economía sobrecalentada
Como ha sido la tónica en los últimos comunicados del banco, la entidad puso de manifiesto el alto nivel de dinamismo que muestra la economía chilena, lo que ha alimentado perspectivas alcistas para la inflación.
Según los consejeros, los indicadores de actividad y demanda son «coherentes» con la parte alta del rango de proyección para el 2021 considerado en el IPoM de diciembre. O sea, en torno al 12%.Así, enfatizaron que las perspectivas continúan apostando a un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en torno al 2% este año y el próximo, dando cuenta de una importante desaceleración respecto al 2021.
«El mercado laboral continúa registrando una recuperación paulatina, con una oferta que se mantiene contenida de parte de los hogares y altos niveles de demanda por trabajo de las empresas. El crédito bancario, en general, conserva un dinamismo acotado, primando factores de demanda. Las tasas de interés muestran un alza para todo tipo de créditos, aunque más marcada en los de consumo», destacaron.
¿Lo positivo? Disminuye la incertidumbre local
El Consejo también dedicó palabras al desempeño de los mercados financieros locales, asegurando que han seguido el ritmo de eventos tanto externos como locales, aunque continúan predominando estos últimos, lo que está «posiblemente asociado a una disminución de la incertidumbre interna».
Así, las autoridades pusieron énfasis en que desde la reunión de diciembre, el peso se apreció cerca de 5% frente al dólar, la bolsa subió en torno a 5%, las tasas de interés de largo plazo, «aunque con vaivenes», se ubican en niveles similares y el riesgo país (CDS) retrocedió cerca de 10 puntos base (pb).
«Por otro lado, las tasas de interés de corto plazo subieron, en respuesta a la mayor inflación efectiva y a expectativas de tasa de política monetaria más elevadas. De todas formas, los niveles de incertidumbre siguen siendo elevados en comparación histórica y las tasas de interés de largo plazo mantienen un diferencial relevante respecto de sus pares externos», señalaron Vial, Costa, García y Naudon.
Fuente: Diario Financiero, enero 26 de 2022
Según Deloitte-Cadem, un 58% prevé que habrá rubros que crecerán de manera importante y otros que caerán, mientras que un 26% anticipa un desempeño en forma de “W”.
La economía chilena volverá a crecer este año, pero a un ritmo considerablemente menor en comparación a 2021. Las expectativas del mercado apuntan a una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) en torno a 2%, mientras que el año pasado la actividad creció cerca de un 12%.
Y dicha expansión se espera que sea muy heterogénea entre los distintos sectores económicos, con rubros anotando crecimiento y otros contrayéndose. Lo que se conoce en jerga económica como una recuperación en “K”.
Aquello se ratifica en los resultados del último Índice de Expectativas de Recuperación, elaborado por Deloitte y Cadem, ya que un 58% de los empresarios consultados prevé que la recuperación económica una vez superada la pandemia será en forma de “K”, lo que de todas maneras implica una merma de siete puntos porcentuales en relación a la consulta de noviembre.
En cambio, suben diez puntos quienes contemplan un repunte que se asemejará a una letra “W” -o sea, con alta volatilidad y caídas de actividad seguidas de rápidos repuntes-, para llegar a 26%. En último lugar y estable respecto al mes previo se ubican quienes apuestan a un crecimiento en forma de “V” (o sea, una caída fuerte seguida de una rápida recuperación), con un 16%.
El CEO y managing partner de Deloitte, Ricardo Briggs, señala que la recuperación “en forma de K” tiene implícito que los distintos sectores económicos se recuperarán de manera heterogénea, ya sea en signo (expansión/contracción), magnitud (más/menos) y/o timming (en distintos momentos del tiempo).
“Hay una creciente percepción de la dinámica tipo “W”, que es congruente con las nuevas cifras de casos confirmados, ya que independiente del sector, se entiende que toda la economía se enfrentaría a una nueva fase donde hay más incertidumbre sobre la fortaleza de la recuperación que previmos en mediciones anteriores”, agrega.
Visiones dispares a futuro
A nivel de la opinión pública, quienes califican la situación económica actual del país como “muy buena/buena” cayeron cinco puntos porcentuales a un 46%, mientras que en el otro extremo aumentaron en tres unidades, a 44%, quienes la valoran como “mala/muy mala”.
Eso sí, se produce una disociación cuando dicha respuesta engloba a la situación económica personal y familiar, ya que un 65% la califica como “buena/muy buena” -mismo nivel que en noviembre- y un 25% la define como “mala/muy mala”, cinco puntos mayor que el sondeo previo.
Ahora, en la visión a seis meses plazo, se mantiene un nivel de optimismo también tanto sobre la situación de la economía del país como la personal y familiar, con un 57% y 73% que cree que mejorará a mitad de año, respectivamente, mientras que un 41% y 24% opina que empeorará en el mismo lapso, respectivamente.
Dichas percepciones son más bien opuestas si se compara con las del sector empresarial. Así, un 47% de los empresarios califica como “regular” la actual situación económica del país, mientras que un 37% la define como “muy buena/buena”, lo que representa una mejora de 19 puntos respecto a noviembre. A nivel de la empresa o actividad donde se desempeña, un 63% define el panorama actual como “muy bueno/bueno” (siete puntos porcentuales de caída) y un 32% como “regular”, nueve unidades superior a noviembre.
Ahora, a seis meses plazo, el diagnóstico es diametralmente opuesto a la opinión pública: un 88% cree que la situación económica del país “empeorará” en el período, mientras que un 67% piensa lo mismo para el desempeño de la empresa o actividad donde se desempeña para el mismo lapso. Esto último, eso sí, implica una reducción de 23 puntos respecto a la encuesta de noviembre.
La medición de Deloitte-Cadem se realiza entre 40 representantes de rubros como educación, salud, banca, energía, industria, minería, agricultura y retail, entre otros, entre los cuales 19 respondieron el último sondeo. Mientras que respecto a la opinión pública la encuesta se aplicó a 705 casos a través de una encuesta telefónica. Se realizaron 6.401 llamados, lo que arroja una tasa de éxito del 11%.
Diario Financiero, enero 24 de 2022
Con optimismo recibió la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas, ASIMET, los nombres de Mario Marcel y Nicolás Grau como futuros ministros de Hacienda y Economía, respectivamente, lo que permitirá generar confianzas en los mercados, que son imprescindibles en las actuales circunstancias.
Según señaló el presidente del gremio, Dante Arrigoni, el equipo económico del próximo Gobierno “tiene una visión sobre la forma en que el país debe plantear su crecimiento que es positiva para Chile, y que propone la necesidad de proyectar estratégicamente nuestro crecimiento para que sea de largo plazo, para que de aquí a diez años sea una economía basada en la innovación, más diversificada y sostenible. Tenemos que ponernos metas y objetivos de mediano y largo plazo”, sostuvo.
Fomento de empresas medianas
Agregó que como ASIMET “confiamos en que este equipo ministerial impulsará políticas de desarrollo productivo que fomenten a la industria nacional, para lo cual es fundamental contar con un Ministerio de la Industria que articule y gestione una estrategia al respecto”. En ese contexto, recalcó la necesidad de que Chile siga el ejemplo de los países desarrollados que han tomado la decisión de crear Estrategias Industriales para retomar el camino del crecimiento. “Esa es la manera más efectiva de crear puestos de trabajo estables y de calidad, que es una de las prioridades que tiene Chile en este momento”, señaló Arrigoni.
Como desafío para el próximo Gobierno, el dirigente gremial indicó que “Chile debe desarrollar empresas medianas, crear una gran masa de empresas de ese tamaño, que estén tecnológica y digitalmente a la vanguardia, y eso requiere proyección. Debemos también alcanzar grandes acuerdos para fijarnos objetivos país que den señales claras a los inversionistas, tanto nacionales como extranjeros”, concluyó.
ASIMET, enero 21 de 2022
Encuentro entre socios de Asimet y FAMAE
Este 13 de enero cerca de 35 socios participaron en nuestra primera visita técnica de este año, invitados por FAMAE a sus instalaciones.
El objetivo fundamental de esta invitación, es el interés por parte de FAMAE de conocer socios de ASIMET para la búsqueda de proveedores nacionales para la fabricación de distintas piezas que necesita la institución, en la cual los participantes pudieron conocer y ver de primera fuente, los requerimientos de la empresa, sus características y su nivel de calidad
Este encuentro se realizó cumpliendo con todos los protocolos de seguridad.
En diciembre el monto total llegó a US$ 78.284 millones, según la Oficina de Gestión de Proyectos Sustentables (GPS). Energía explicó parte importante del avance en el período.
El 2021 finaliza con un aumento en el monto de la inversión a cinco años que monitorea el Gobierno. De acuerdo con el reporte de la Oficina de Gestión de Proyectos Sustentables (GPS), en diciembre se registraron iniciativas por US$ 78.284 millones, lo que significó un alza de 8,8% en doce meses, sumando 18 proyectos al terminar el año para llegar a 252.
En ello, el ministro de Economía, Lucas Palacios, destaca la labor de GPS al apoyar la tramitación que deben realizar los inversionistas. Explica que a través de la implementación de 39 medidas -que tienen un 95% de habilitación y cumplimiento- se logra una disminución de los tiempos de tramitación de los proyectos y cuando estén por completo en funcionamiento lograrán reducirlo en promedio un 35%. Esto, menciona, “será clave” para atraer nueva inversión.
Eso sí, en comparación con el informe de noviembre, la inversión a cinco años registró una merma de 0,5%, lo que se explica por cinco iniciativas que entraron en operación, lo que es “precisamente el objetivo último: que los proyectos se ejecuten y se hagan realidad”, comenta el secretario de Estado.
No obstante, aquello, señala que “hace algunos meses, se ha observa cierto nivel de incertidumbre política y económica, lo cual está repercutiendo en la percepción de riesgo de los inversionistas y podría implicar ajustes en la tasa de retorno exigida de los proyectos”.
Esto lo asocia a una de las razones por las que “quizás” el Banco Central proyecta una caída de 2,2% para la inversión de este año.
En la distribución del monto por año, comparada con la de noviembre, el informe exhibe mermas en cuatro de los cinco períodos. Solo en 2025 crece 0,2% con US$ 6.709 millones. Esta representa el 8,6% del total de la cartera.
Si bien el balance es “favorable”, Palacios reconoce no se logró llegar a la meta de US$ 90.000 millones que “teníamos como un objetivo ambicioso” en 2021.
“Pienso que la expectativa de alzas de impuestos y otras medidas que podrían encarecer el desarrollo de nuevos proyectos, así como las alzas de tasas de interés e inestabilidad en los términos de intercambio, están generando una postergación de decisiones de inversión que ya se está comenzando a notar”, manifiesta.
El desafío, según el economista es “evitar sumar incertidumbres” ya sea en el ámbito normativo o en “política económica que encarezcan nuevas inversiones o sumen riesgo a las mismas”.
Lo que ocurrió en regiones
Por regiones, en comparación con la foto de 2020, Arica y Magallanes son las que más crecen en monto de inversión. En la primera se duplicó de la mano de la planta solar fotovoltaica de Engie. Esta logró cambiar el panorama ya que hace un año el sector de energía era cero mientras que los de infraestructura representaban el 100%. Ahora los US$ 210 millones ligados al rubro energético equivalen al 55% de toda la inversión de esa zona. En el ámbito laboral se sumaron trabajos: los 1.705 que se registran en la fase de construcción implicó un aumento de 41,5%, mientras que los 194 en operaciones lo hicieron un 4,3%.
En la distribución por año, los principales montos se ejecutarán entre el 2023 y 2024. Se contemplan US$ 138 millones y US$ 115 millones.
En Magallanes -donde en doce meses el monto total a cinco años creció 65%-, el motor fue la nueva planta de Cervecería Austral en Punta Arenas. Los US$ 100 millones equivalen al 60% del total regional que está completamente ligado al sector de infraestructura. En la fase de construcción las ocupaciones casi se triplicaron al sumar 440, mientras que los empleos directos estimados pasaron de 500 a 600 en un año. Aquí el grueso de la inversión -que equivale al 43,6% del total- se ejecutará este año.
En el sentido inverso La Araucanía, Ñuble y Atacama disminuyeron 99,1%, 23,6% y 18,9%, respectivamente. Le siguieron Tarapacá y Biobío con caídas de 4,9% y 2,6%, respectivamente.
Desafíos para el nuevo Gobierno
Si bien aún no se ha reunido con representantes del Gobierno entrante de Gabriel Boric, Palacios tiene la intención de hacerlo “apenas se nombre a quien me suceda en el cargo”.
“El ministerio y sus servicios están muy ordenados y ya hemos trabajado en el traspaso”, asevera.
Para apuntalar a la inversión, sugiere que “las próximas autoridades definan cuanto antes una hoja de ruta” que dé certezas. Los temas claves a su juicio son: impuestos, marco de legislación laboral, exigencias ambientales y fortalecimiento de la Oficina GPS. Agrega el seguir “profundizando una estrategia de internacionalización comercial” respetando los tratados vigentes e incorporar otros, como la firma del TPP-11.
En otros ámbitos que trabajan desde el ministerio menciona que le “preocupa” que se continúe con el apoyo a las Pymes (en especial con los que buscan hacerlas más competitivas), respaldo a las industrias a través de Sercotec y la digitalización, entre otros.
En la agenda legislativa, identifica como prioridad que se sigan empujando los proyectos de INE autónomo, el de Insolvencia y Reemprendimiento, la nueva Ley de Pesca, la de datos personales, y la de Fintech, entre otros.
Fuente: Diario Estrategia, enero 17 de 2022
El gremio manufacturero inscribió la iniciativa en la Plataforma Digital de Participación Popular para que sea considerada por la Convención Constituyente. “La industria hizo grande a Chile y ahora tenemos la oportunidad de recuperar esa grandeza, con una estrategia que genere empleos de calidad y bien remunerados”, señaló el presidente de la Asociación, Dante Arrigoni.
Un llamado a los chilenos, y en especial a la “familia industrial”, a apoyar la propuesta de ASIMET para que la nueva Constitución incluya el deber del Estado de promover una Política de Desarrollo Industrial hizo hoy el presidente del gremio, Dante Arrigoni. La Asociación inscribió esta iniciativa en la Plataforma de Participación Popular (mecanismo mediante el cual la ciudadanía puede incorporar un texto para que sea incluido en la Carta Fundamental), y necesita el respaldo de 15 mil firmas para que sea considerada por la Convención Constituyente.
“Chile no tiene una estrategia industrial, lo que nos priva de contar con empresas que den empleos de calidad, estables en el tiempo y bien remunerados. Como ASIMET proponemos que en la Nueva Constitución quede establecido que el Estado debe promover la existencia de una estrategia de desarrollo de la industria productiva, con énfasis inclusivo, sustentable y regional, que a partir de la colaboración pública y privada aúne los esfuerzos orientados al fortalecimiento de la competitividad de las empresas constituidas en nuestro país”, sostuvo el dirigente gremial.
Agregó que Chile tiene un enorme potencial de crecimiento económico y del empleo, “que no estamos aprovechando por la ausencia de una política que defina las áreas donde existen ventajas comparativas, y enfoque los esfuerzos públicos y privados en esa línea”, señaló. En ese sentido, consideró la redacción de una nueva Constitución como una oportunidad de desarrollar este potencial y asegurar el crecimiento y bienestar de las futuras generaciones.
“La industria hizo grande a Chile y ahora tenemos la oportunidad de recuperar esa grandeza a través del apoyo de la ciudadanía a esta propuesta, que marcaría el inicio del camino a nuestro tan anhelado desarrollo”, indicó Arrigoni.
Para firmar la propuesta de ASIMET se debe acceder al siguiente link: https://iniciativas.chileconvencion.cl/m/iniciativa_popular/o/45798#apoyar
ASIMET, enero 14 de 2022
PROMOCIÓN DE UNA POLÍTICA DE DESARROLLO INDUSTRIAL PARA EL PAÍS
Iniciativa Nº 45.798
Tema: Modelo económico
Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas – ASIMET AG
REPRESENTADA POR:
Marcelo Fuster R.
Ingrese aquí para apoyar esta iniciativa |
PROBLEMA A SOLUCIONAR:
Chile no cuenta con una política de desarrollo industrial que, de un modo indicativo, aúne los esfuerzos de los distintos sectores productivos de bienes y servicios para favorecer una industria que agregue valor y pueda competir con éxito en los mercados internacionales.
La carencia de esta política es una de las causas fundamentales de la caída de la participación de la producción industrial en el producto interno bruto, lo que priva al país de contar con muchas empresas que den empleos de calidad, estables en el tiempo y bien remunerados.
SITUACIÓN IDEAL:
El Estado debe plantear una política de desarrollo industrial de largo plazo, construida con la participación de los sectores productivos actuales y potenciales, que les permita articular esfuerzos para competir con éxito en los mercados internacionales a través de bienes y servicios con alto valor agregado.
Esta política debe además orientar la acción de las agencias estatales, de manera de capitalizar los apoyos que se entregan en materia de capacitación, investigación y ciencia aplicada, sustentabilidad y gestión ambiental, entre otras.
QUÉ DEBE CONTEMPLAR LA NUEVA CONSTITUCIÓN:
La obligación del estado de promover una estrategia nacional de desarrollo, que oriente al sector privado y dirija las acciones del estado en este ámbito.
¿CON QUÉ ARGUMENTOS TÚ O TU ORGANIZACIÓN RESPALDAN ESTA PROPUESTA?
1) Chile tiene un enorme potencial de crecimiento económico y del empleo que no se aprovecha por la ausencia de una estrategia de desarrollo que defina las áreas donde existen ventajas comparativas y enfoque los esfuerzos públicos y privados en esa línea.
2) La complejidad de la economía actual y la escala en que se definen los países que lideran cada área hacen inviable lograr éxitos para la industria nacional sin un alto nivel de cooperación entre las distintas áreas productivas. Sólo de esa forma se podrán generar productos y servicios de mayor valor agregado y en condiciones de competir eficientemente con los competidores extranjeros, tanto en el mercado local como internacional.
3) El encadenamiento productivo es una palanca clave para aprovechar las fortalezas de cada sector e introducir avances tecnológicos de relevancia que haga más eficiente y sinérgica a la industria nacional.
PROPUESTA DE ARTICULADO
El Estado promoverá la existencia de una estrategia de desarrollo de la industria productiva, con énfasis inclusivo, sustentable y regional, que a partir de la colaboración pública y privada aúne los esfuerzos orientados al fortalecimiento de la competitividad de las empresas constituidas en Chile.
BREVE RESEÑA SOBRE QUIÉN O QUIÉNES PROPONEN Y LA HISTORIA DE LA ELABORACIÓN DE LA INICIATIVA
La Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas, ASIMET, tiene por misión impulsar el desarrollo del sector en Chile y representar sus intereses frente a las entidades públicas y privadas, a nivel nacional e internacional.
Su misión es mantener una red gremial empresarial cohesionada que permita transmitir información actualizada y así lograr un intercambio enriquecedor sobre los distintos avances y mejoras en las diversas especialidades de la industria. En el ámbito de la responsabilidad social, promueve el cumplimiento de buenas prácticas empresariales.
Su meta es que el sector metalúrgico y metalmecánico de Chile opere en forma permanente con los más altos niveles de calidad y excelencia que nos permitan ser competitivos a nivel global y satisfacer plenamente las necesidades del mercado.
Según la medición anual de la Comisión Nacional de Productividad, el alza estuvo impulsada por las ayudas fiscales y los retiros previsionales.
De la mano con la reactivación impulsada por los apoyos sociales para enfrentar la pandemia, sumado a los retiros previsionales y la flexibilización de las condiciones sanitarias, el país logró aumentar su productividad en 2021, dejando atrás los negativos datos anotados en 2019 y 2020.
Esta fue una de las principales conclusiones de la sexta versión del Informe Anual de Productividad de la Comisión Nacional de Productividad (CNP), según el cual, el año pasado se registró un alza estimada de entre 7,4% y 8,7% para la economía agregada, mientras que para la economía sin minería el crecimiento habría sido entre 8,1% y 9,5%.
Se trata de una recuperación importante al contrastar con los datos de 2020, puesto que en dicho periodo la economía agregada anotó bajas de entre -0,1% y -2,1%; en tanto que la economía no minera retrocedió entre –1,9% y -4,0%.
Para contextualizar, la consejera de la CNP, Verónica Mies recalcó que la crisis sanitaria experimentada a nivel mundial durante los años 2020 y 2021, «ha generado mayores niveles de incertidumbre, por lo que estimación de la productividad ha sido especialmente compleja, dado el atípico comportamiento de las variables relevantes para medirla».
Por ello, explicó que la entidad complementó sus cálculos tradicionales para medir esta variable con una serie de ejercicios y mediciones adicionales que permitieron sensibilizar el comportamiento de la productividad, a modo de mostrar su evolución durante estos dos años de pandemia.
Así, Mies sostuvo que «los resultados sugieren que la productividad calculada para el presente año y, en general, para los dos años de pandemia ha aumentado. Sin embargo, hay que considerar que el PIB estaría fuertemente impactado por el enorme impulso fiscal para apoyar familias y empresas, por la mayor liquidez y por los efectos de los retiros de fondos previsionales».
Asimismo, advirtió que las cifras del año recién pasado «están fuertemente impulsadas por una economía sobrecalentada, la cual registra un crecimiento agregado del PIB de 11,8% y de 13,1% para la economía no minera».
En cuanto a la dinámica del empleo, puntualizó que este ámbito sigue influenciado de manera significativa por las cuarentanas y otras restricciones asociadas al covid-19, «afectando las mediciones de empleo y los ajustes que lo usan para medir la utilización de capital. Por esta razón, se realizan ejercicios de sensibilidad para la Productividad Total de Factores (PTF) ajustando el empleo por distintos factores».
Por ejemplo, dijo que «se excluyen los trabajadores cuyos contratos fueron suspendidos bajo la Ley de Protección del Empleo, se trunca la fuerza de trabajo a los niveles previos a la pandemia y se utiliza la tasa de empleo como ajuste al uso del capital».
Al comparar la medición de productividad, y promediando los distintos ajustes propuestos, se encuentra que para el bienio 2020-2021 la PTF de la economía agregada habría aumentado 3,8% anual, mientras que en el caso de la economía no minera el aumento fue un 3,5% anual.
«Se espera que una vez concluida la pandemia se pueda estimar la evolución de la productividad en una perspectiva de mediano plazo para aislar adecuadamente los efectos del ciclo económico», precisó Mies.
Por su parte, el secretario ejecutivo de la CNP, Rodrigo Krell, subrayó que un elemento positivo de este período de pandemia «ha sido la irrupción masiva del uso de tecnologías de la información. Si bien es claro que al finalizar este período parte de este uso se retrotraerá mientras aumenta la presencialidad, también lo es que sus beneficios pueden motivar a que muchas empresas implementen sistemas mixtos en el futuro».
«Estos beneficios, sin embargo, también están acompañados de desafíos para la política pública, como la compatibilidad entre trabajo y vida familiar», señaló.
Otras áreas de estudio
Por su parte, el presidente de la CNP, Raphael Bergoeing, anunció que en esta oportunidad el informe incorpora dos nuevos estudios «Dinamismo, atractividad y productividad en las áreas metropolitanas chilenas»; y «Demanda y desempeño de las empresas: evidencia de las relaciones comerciales entre empresas».
Explicó que el primero contiene información relativa a la productividad en áreas urbanas, aportando miradas y perspectivas conducentes a la potencialización de los beneficios de la vida urbana, mitigando sus costos y analizando las proyecciones para su desarrollo.
El estudio da cuenta que que para el período 2012-2017 la tasa migratoria o atractividad poblacional es mayor en aquellas metrópolis con un crecimiento económico significativo, que presentan mejores oportunidades laborales y que ofrecen una buena calidad de vida urbana.
«Los resultados sugieren que la productividad calculada para el presente año y, en general, para los dos años de pandemia ha aumentado. Sin embargo, hay que considerar que el PIB estaría fuertemente impactado por el enorme impulso fiscal para apoyar familias y empresas, por la mayor liquidez y por los efectos de los retiros de fondos previsionales»
Verónica Mies, consejera de la CNP
Pero, a su vez, el crecimiento y expansión de todas las áreas metropolitanas presentan importantes dificultades que afectan su capacidad para recibir mayor población y sus consecuencias y riesgos pueden afectar significativamente sus ventajas comparativas. Entre estas dificultades están, por ejemplo, los elevados precios de vivienda y un déficit habitacional creciente, una sostenida expansión urbana e insuficiente accesibilidad a bienes públicos urbanos.
Agregó que el segundo documento denominado «Demanda y desempeño de las empresas: evidencia de las relaciones comerciales entre empresas», analiza hasta qué punto las diferencias en la demanda que enfrentan las empresas llevan a diferentes resultados productivos.
Para ello, se considera información administrativa del universo de empresas chilenas formales durante 2015-2019 y se utiliza los episodios de alto crecimiento de los clientes de las empresas como shock de demanda para estimar los cambios en la estructura productiva de los proveedores.
El estudio advierte que los episodios de alto crecimiento de los clientes producen cambios significativos en la estructura productiva de los proveedores. Estos absorben la mayor demanda aumentando sus compras de insumos y contratando más trabajadores en el corto plazo.
Adicionalmente, aumentan su inversión en activos fijos para incrementar su capacidad productiva en el mediano plazo. En último término, los proveedores mejoran su productividad total de factores (basada en ventas) hasta en 9 puntos porcentuales (pp.) tres años después que comienza el episodio de alto crecimiento de sus clientes.
El trabajo muestra que precisamente el incremento en la capacidad productiva y en la productividad de los proveedores son claves para mantener la relación comercial entre proveedor y vendedor.
Como un todo, estos resultados sugieren que cambios en la demanda que enfrentan las empresas generan ajustes relevantes en la estructura productiva de las empresas. Pero además, pone de manifiesto que las unidades productivas que más se benefician de demanda son aquellas con altas capacidades productivas (medidas en términos de productividad total de los factores) y que cuentan con alta capacidad para expandir su producción en respuesta a la mayor demanda.
Fuente: Emol economía, enero 12 de 2022