Gonzalo Sanhueza, socio director Econsult:
“Banco Central debería subir la tasa de interés a 10% a mitad de año”
Durante una conferencia con socios de ASIMET, el economista afirmó que el actual escenario macro es de los más complejos de los últimos 30 años, lo que, sumado a la incertidumbre política económica, aumentan los riesgos de recesión en 2022
Durante una conferencia on line con empresarios de ASIMET, el socio director de Econsult, Gonzalo Sanhueza, afirmó que el Banco Central “va a seguir subiendo fuerte la tasa de interés, porque la inflación va a pasar por niveles del 10%. Nos queda todavía mucha inflación de energía que se demora más en traspasarse a precios. Las empresas no tienen márgenes tan grandes como para aguantar un aumento de precios de la energía de 45% y no pasarlo a precio”, sostuvo.
En este escenario, agregó que el alza de la TPM “debería ser rápida, tiene que ser a mitad de año, porque vamos a tener que generar una tasa de interés real positiva para realmente contrarrestar la expansión de la economía, y llevarla a que vaya mas cerca de su capacidad de producción”.
En su exposición, el economista revisó también las proyecciones para este año de la economía en Chile: “En 2022 hay un ajuste fiscal muy importante, más o menos equivalente a 8 puntos del PIB, lo que va a permitir generar alguna holgura fiscal los próximos años. Existe acuerdo en pensiones y otras materias relevantes, alzas graduales de impuestos y violencia social contenida, con ese escenario base estamos fijando el crecimiento del PIB en 1%, y una caída de la inversión del 6%. El consumo va a ser 0, porque estamos con un nivel de consumo muy alto, entonces vemos difícil crecer sobre eso´”, indicó. Respecto del tipo de cambio, la proyección del economista es que se va a mantener en un valor de $790.
Para2023, Sanhueza proyectó un escenario más positivo, “porque pensamos que este año el nivel de incertidumbre es mayor. Ahí podríamos estar con crecimiento de 1,5. Nuestra estimación es que el crecimiento de tendencia de la economía hoy es cerca de 1,8%. La TPM va a bajar a 8 puntos, con una inflación más contenida”, sostuvo.
“El sesgo este año es negativo, principalmente por la incertidumbre de la economía internacional. El escenario macro es de los más complejos de los últimos 30 años porque tenemos una inflación al alza, la economía está sobre expandida, estamos usando significativamente el ahorro externo. Todo esto en un escenario de mucha incertidumbre económica que aumenta los riesgos de recesión”, indicó.
Reindustrialización de Chile
Consultado sobre la viabilidad de que en este Gobierno se lleve a cabo un proceso de reindustrialización del país, Sanhueza señaló que en el actual equipo económico hay personas que piensan que esa iniciativa se debe desarrollar a partir de la inversión pública, de las empresas públicas. “Si el proceso de reindustrialización va a ser a partir del Estado para construir empresas públicas, yo creo que eso va a ser un fracaso. Si se logra convencer al Gobierno que lo que hay que construir es un proceso en que puede participar Estado, pero que tiene que ir de la mano del sector privado, eso puede ser exitoso, con un Estado como facilitador”, aseguró.
Por su parte, el presidente de ASIMET, Dante Arrigoni, señaló que el actual escenario que vive Chile es uno de los más desafiantes de las últimas décadas, tanto en el ámbito internacional como nacional: “Chile necesita hoy un ambiente de negocios que genere estabilidad y certezas para atraer inversiones. Como gremio, queremos hacer un llamado al Gobierno para que opte por iniciativas que permitan alejar la incertidumbre en el ámbito interno. Frente a un escenario internacional de mucha inestabilidad, Chile debería presentarse como un país confiable y atractivo para invertir. En estos escenarios es un contrasentido que se planteen propuestas refundacionales en la Convención Constituyente, o que no se condicen con el actual contexto productivo, como la de rebajar el horario laboral”, indicó.
Agregó que, como empresas que otorgan empleos de calidad, el gremio está de acuerdo en la necesidad de ajustar el sueldo mínimo en Chile. “De hecho, según nuestra última encuesta de remuneraciones, el salario base de un operario técnico en nuestro sector es de 797 mil pesos, lo que corresponde a 2,3 sueldos mínimos, no obstante, creemos que una decisión en este sentido debe contar con un necesario proceso de diálogo para aunar voluntades que permitan conjugar mejores sueldos con mayor productividad”.
Entre los desafíos que enfrenta el sector en el actual escenario, Arrigoni mencionó que la industria vuelva a tomar protagonismo en la economía nacional, como motor de la reactivación que tanto necesita Chile. “Tanto la pandemia como la guerra en Ucrania han puesto en evidencia la importancia de contar con una industria manufacturera potente, para así bajar la dependencia de otras economías. Como gremio, y como siempre lo hemos hecho, ofrecemos todo nuestro apoyo y experiencia a la nueva autoridad para el diseño de una Estrategia Industrial que marquen una hoja de ruta de largo plazo para su fomento”, concluyó.
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ASIMET, marzo 23 de 2022
Expertos analizaron cómo aplicar tanto la reducción de la jornada de trabajo como la idea de elevar el ingreso básico a $500 mil hacia el 2025, ambos ejes centrales del programa del Presidente Gabriel Boric.
A poco más de una semana desde el arribo oficial del nuevo Gobierno a La Moneda, dos son los proyectos que han protagonizado el debate en materia de empleo, tanto por las expectativas que generan en la ciudadanía, como por las dudas que surgen en torno a la aplicación de estos. Se trata de aquel que busca reducir, gradualmente, la jornada laboral en Chile de 45 a 40 horas y el reajuste del salario mínimo.
Ambas propuestas figuran como ejes centrales de la agenda del Presidente Gabriel Boric, sobre todo el segundo, puesto que el actual monto del ingreso básico expira el 1 de mayo, por lo que se espera que la iniciativa con el nuevo guarismo comience a ser analizada y discutida en el Parlamento durante el mes de abril.
Y si bien el objetivo es llegar a $500 mil al final de la administración –es decir, hacia 2025-, para el primer año el nuevo Ejecutivo fijó un primer escalón de subir el sueldo mínimo a $400 mil, lo que se traduce en un incremento del orden de 40%.
Así, además de enfatizar en la relevancia de sacar adelante ambas medidas, este lunes la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, comentó en Chilevisión que «la combinación de ambos proyectos hay que buscarla debidamente».
«Lo que tenemos que hacer desde el Gobierno, en conjunto con los parlamentarios, el mundo empresarial y con las y los trabajadores, es buscar cuál es esa combinación que nos permita avanzar y cuáles son esas gradualidades. Pero, sin duda, temerle a los cambios, resistir los cambios, la verdad que creo que es parte de lo que le ha hecho mal a nuestro sociedad», acotó.
Coincidente lo anterior, el ministro de Economía, Nicolás Grau, señaló la semana pasada que el avance del salario mínimo debe ir «en armonía con el desarrollo y el dinamismo de la economía, y en particular de las empresas más pequeñas».
Y es que estos debates se instalan no solamente en un contexto con bajas proyecciones de crecimiento –en torno a 2%- sino que también en un escenario en el cual la productividad ha ido retrocediendo.
Pese a que la sexta versión del Informe Anual de Productividad de la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad (CNEP) reveló que, de la mano con la reactivación impulsada por los apoyos sociales para enfrentar la pandemia, sumado a los retiros previsionales y la flexibilización de las condiciones sanitarias, el país logró aumentar su productividad en 2021 –con un alza entre 7,4 y 8,7%-, dejando atrás dos periodos contractivos consecutivos, las cifras del año pasado fueron impulsadas por «una economía sobrecalentada».
Al respecto, Paulo Cox, economista de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Talca, indicó que «el número de horas y el salario mínimo son discusiones pertinentes. La evidencia empírica no es conclusiva respecto al efecto del salario mínimo sobre el empleo, y tampoco lo es respecto a la reducción de la jornada laboral sobre la capacidad de producción de la economía».
«Ello depende, en este último caso, de las horas efectivas de producción en la actualidad, y del efecto que tendrían las horas adicionales de ocio sobre la calidad de vida de los trabajadores, y a causa de ello, sobre una mayor productividad», agregó.
No obstante lo anterior, a su juicio, «no es el momento para discutir estas reformas, y tampoco debiesen abordarse ambas conjuntamente, menos cuando no contamos con datos que sustenten que no tendrán efecto en la economía chilena. Por encima de eso, se puede entrar a un escenario de riesgo si es que la discusión de estas reformas tiene efectos sobre la incertidumbre general, lo que puede traducirse en un freno para la inversión».
Desde la otra vereda, el presidente de la CNEP, Raphael Bergoeing, comentó a Emol que «si bien en medio de una pandemia como esta hacer grandes reformas que pueden incrementar el costo del proceso productivo pueden significar que los que se ven perjudicados se vean perjudicados, también es cierto que estas son reformas que tienen que hacerse pensando en los desafíos estructurales de la economía, y no solamente en el día a día».
«Más que cerrar la puerta a la discusión, o simplemente decidir ex ante que no hay ninguna posibilidad de avanzar en esta dirección, lo que yo diría que primero hay que aprender de la experiencia internacional, y darse cuenta de que estos procesos como tienen ganadores y perdedores en el corto plazo, tienen que tratar de implementarse primero haciendo varias políticas al mismo tiempo para que se hagan cargo de mitigar los costos», subrayó.
Gradualidad y mitigación
Consultado por mecanismos para conjugar ambas iniciativas con la productividad, el director del Observatorio del Contexto Económico (Ocec) de la Universidad Diego Portales, Juan Bravo, resaltó que, como se está proponiendo un alza de 14% del ingreso básico en un periodo de cuatro meses, considerando que el monto actual de $350 mil empezó a regir a partir del 1 de enero de este año, «según la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) del Central, en ese periodo de tiempo la inflación acumulada andaría en 2,8%, entonces, si a ese 14,5% le restas el 2,8%, te da un incremento en términos reales del salario de 11,5%. Es muy difícil, por no decir imposible, que la productividad laboral crezca el 11,5%».
Es más, acusó que en «en periodos tan breves de tiempo, lo más probable es que la productividad laboral no crezca casi nada, o crezca muy poco. Entonces por eso lo que se espera, y por eso es que se ha alertado bastante, es que esto generaría un daño sobre la creación de empleo asalariado formal en el sector privado, particularmente en los sectores de jóvenes y las personas con menores niveles educacionales».
Así las cosas, el economista puntualizó en, al menos en el corto plazo, «resolver el problema social que genera el salario mínimo, tiene que ver con, a mí juicio, reajustar el salario mínimo en base a inflación más crecimiento de la productividad laboral, y eso complementarlo con una mejora radical al subsidio del Ingreso Mínimo Garantizado, que corrija por cargas familiares y que el monto del subsidio sea tal que la fórmula de cálculo permita siempre asegurar que se supere la línea de la pobreza».
Asimismo, remarcó «hay que empezar desde ya a implementar ese tipo de reformas estructurales, eso es clave, porque eso mismo daría buenas señales de que hay una intención de mejorar los problemas estructurales y que las promesas de campaña se realicen de una manera tal que minimicen los impactos negativos que esto pueda tener en el empleo».
En ese sentido, Bergoeing sostuvo que, bajo el contexto actual, «es particularmente importante la gradualidad y el complemento de políticas en un momento de bajo crecimiento como el que está enfrenando el mundo y Chile en particular».
«Es particularmente importante la gradualidad y el complemento de políticas en un momento de bajo crecimiento como el que está enfrenando el mundo y Chile en particular»
Raphael Bergoeing, presidente de la CENP
Y ejemplificó «tú podrías hacer una reducción no de las 5 horas, pero de menor cuantía en un primer momento, esperar y luego al año evaluar qué impacto tuvo, en qué tipo de trabajadores, y en qué tipo de sectores, para ir calibrando la necesidad de tener otras herramientas que vayan suavizando los efectos negativos, y permitan que el sector productivo se vaya adaptando a esta nueva realidad».
Pero, ¿cómo mejorar la productividad? Según el titular de la CNEP, considerando las habilidades laborales y los niveles de educación técnico-profesional en el país, lo fundamental es «mejorar la capacidad de ser más productivo y adaptarse para aprovechar las tecnologías a favor del trabajo, y no para ser sustituido, sino que para complementar a las personas con las máquinas es la capacitación, y la capacitación es un tema que tiene que ser permanente».
De hecho, Cox mencionó que, dado que esta se explica por la acumulación del capital humano y la innovación tecnológica, en el corto plazo se podría impulsar «importando nuevas tecnologías y formas de uso del capital físico y humano. Para ello es clave el esfuerzo que se hace desde la inversión».
Fuente: Emol economía, marzo 22 de 2022
Jeannette Jara comentó que está trabajando junto con el titular de Economía, Nicolás Grau, para ayudar a las pequeñas empresas a que puedan implementar la reducción de la jornada laboral sin que implique una rebaja de salarios.
La ministra del Trabajo, Jeannette Jara, habló esta mañana sobre un tema que es prioritario para los primeros meses de su gestión: sacar adelante el proyecto que reduce, de forma gradual, la jornada laboral en Chile de 45 a 40 horas semanales.
Para la secretaria de Estado, impulsar estar iniciativa, junto con «otras mejoras productivas», mejora la calidad de vida de las personas y «también esto se convierte en un motor para la economía».
En Chile tenemos una paradoja, tenemos más horas laborales que en el sistema de la OCDE y un menor nivel de productividad. Entonces, hay que hacer una combinación de varios elementos, que tiene que ver con jornada laboral, capacidades instaladas de las empresas, encadenamiento productivo, tecnologías, que nos permitan potenciar el crecimiento del país», dijo a Chilevisión.
Pero también es cierto que «tenemos que hacernos cargo de todas las realidades del mundo empresarial», subrayó. «En particular para las pymes, estamos viendo la gradualidad con que un proyecto como este se debe llevar adelante», añadió.
En ese sentido, recalcó que un tema relevante en torno a las «40 horas» es encontrar los mejores mecanismos de apoyo para que las pymes puedan implementar aquello sin que implique una reducción de salarios.
«Estamos estudiándolo junto al ministro Nicolás Grau de Economía, estamos estudiando el tema de apoyo a las pymes, porque sabemos que generan muchos puestos de trabajo para el país», comentó Jara.
Y así como es «necesario», según la ministra, reducir la jornada laboral en el país, también los es alcanzar un salario mínimo de $500 mil, un monto al que el Gobierno se comprometió llegar al final de su mandato.
«La combinación de ambos proyectos hay que buscarla debidamente», dijo. «Entonces, lo que tenemos que hacer desde el Gobierno, en conjunto con los parlamentarios, el mundo empresarial y con las y los trabajadores, es buscar cuál es esa combinación que nos permita avanzar y cuáles son esas gradualidades. Pero, sin duda, temerle a los cambios, resistir los cambios, la verdad que creo que es parte de lo que le ha hecho mal a nuestro sociedad», acotó.
Por último, sostuvo que el primer proyecto de reajuste del salario mínimo «va a ser prontamente presentado, así que muy luego vamos a tener noticias, porque el nuevo salario mínimo, reajustado, empieza a regir el 1 de mayo».
Fuente: Emol Economía, marzo 21 de 2022
Desde este mes, los empleadores podrán realizar procesos de certificación del perfil requerido en dos centros acreditados. En noviembre, máximo, debe estar operativo.
Comenzó la cuenta regresiva. Desde noviembre próximo, las empresas deberán contar con un experto en temas de inclusión laboral en sus departamentos de recursos humanos.
Esta nueva exigencia es parte de las obligatoriedades que exige la Ley de Inclusión Laboral, la cual establece que las empresas y entidades públicas con más de 100 trabajadores deben reservar el 1% de sus puestos para contratar a personas con discapacidad.
Para cumplir con esta directriz, desde este mes las organizaciones ya pueden realizar los procesos de evaluación y certificación del perfil requerido, en dos centros acreditados por ChileValora: Bureau Veritas y Ecerlab.
Estas entidades han desarrollado una metodología que permite certificar las competencias, conocimientos y habilidades con que deben contar quienes desempeñen ese rol en las compañías.
“Se avanza en el paso final para la habilitación del proceso de certificación de Gestor de Inclusión Laboral que exige la ley 21.275 y que permitirá que las empresas cumplan con el plazo impuesto por la normativa”, destaca Francisco Silva, secretario ejecutivo de ChileValora.
El gestor de inclusión, que deberá desenvolverse en las áreas de recursos humanos, tendrá las funciones de coordinar un diagnóstico de inclusión laboral de personas con discapacidad en la organización; además de gestionar la implementación del plan para avanzar en la materia y de impulsar acciones de capacitación sobre el tema, de acuerdo a un enfoque de derechos y normativas vigentes.
En rigor, se trata de un naciente rol que puede ejercer toda persona -sin título específico- que haya desarrollado habilidades para los fines requeridos.
Habrá un proceso de evaluación
Los centros acreditados, informaron desde ChileValora, evaluarán a la o el trabajador en su puesto para observar que cumplan con los requerimientos en cuanto a habilidades y conocimientos.
Este proceso puede realizarse en una y/o dos jornadas, que podrían extenderse hasta por un par de horas, para posteriormente elaborar los informes respectivos que son presentados a ChileValora, quien se encarga de validar estos procesos, en un plazo que puede durar entre 30 a 45 días.
Para personas que no necesariamente cuenten con trabajo y quieran certificarse para tener mayores posibilidades de empleo, la evaluación se realiza en los mismos centros a través de un proceso simulado.
Para las empresas que lo requieran, también se realizarán cursos de capacitación en esta área.
Superando barreras para minorías
Varias fundaciones participaron activamente en alianza y en mesas técnicas con ChileValora y otros actores para la creación del perfil de gestor inclusivo, entre ellas fundación Ronda y Best Buddies Chile.
María José Escudero, directora de incidencia y desarrollo de la primera, sostuvo que es clave unir fuerzas a favor de la inclusión de comunidades que históricamente han contado con diversas barreras de acceso al mercado laboral, como lo son las personas con discapacidad.
“Esta Ley 21.275 es una maravillosa oportunidad para que empresas y profesionales de nuestro país amplíen sus competencias y expertise para que puedan aprender a gestionar el talento diverso”, dice Escudero.
La experta agrega que este paso no sólo beneficiará a la organización, sino que también “será un tremendo plus en el currículum del profesional, como también impactará directamente en los procesos de inclusión de personas con discapacidad”.
Una impresión similar tiene Luis Jiménez Murillo, gerente general de Ecerlab, quien subraya que el ser certificado como gestor de inclusión “va más allá de reconocer formalmente las destrezas de las personas, independientemente de la forma en que hayan sido adquiridas, que es lo que comúnmente hacemos, ya que le entregará a las personas y a las empresas una cuota de humanidad fundamental para desarrollarse en estos tiempos”.
Para utilizar las medidas alternativas,
las empresas deben justificar sus razones
Desde abril de 2020, es «legalmente obligatorio» que la utilización de medidas alternativas para el cumplimiento de la Ley de Inclusión Laboral por parte de las empresas deba ser fundamentada.
Esto significa, en la práctica, que las firmas que opten por celebrar contratos de prestación de servicios con empresas que tengan contratadas personas con discapacidad o efectuar donaciones en dinero a proyectos o programas de asociaciones, deberán demostrar por qué adoptaron esta decisión, ya que la prioridad para la normativa es la contratación directa.
¿Qué tipo de justificaciones acepta la norma? Que la naturaleza de las funciones que desarrolla la empresa no lo permita; o falta de personas interesadas en las ofertas de trabajo que se hayan formulado.
Fuente: Diario Financiero, marzo 21 de 2022
Con todo, el instituto emisor revisó a la baja el dato, dado que en febrero había informado un crecimiento preliminar del PIB de 12% el año pasado
El Banco Central entregó este viernes el crecimiento oficial del Producto Interno Bruto (PIB) chileno en 2021, confirmando un histórica alza, aunque ajustando levemente a la baja el dato preliminar que exponía una expansión económica de 12% el año pasado.
Según el Informe de Cuentas Nacionales del cuarto trimestre de 2021 dado a conocer esta mañana, la economía chilena anotó un crecimiento anual de 11,7%, manteniéndose como la mayor alza en casi 30 años, desde 1992 cuando registró una expansión de 12,3%.
«Este crecimiento fue reflejo de la apertura gradual de la economía y de una mayor adaptación de los hogares y empresas al contexto sanitario y su evolución durante el año», apuntó el informe. «Adicionalmente, se observó un aumento en la demanda interna explicado en parte por las medidas económicas de apoyo a los hogares y empresas y a los retiros parciales de los fondos previsionales», agregó.
En 2021 se registró un día hábil menos que en 2020 y el efecto calendario fue de -0,1 puntos porcentuales.
Por su parte, las cifras ajustadas estacionalmente respecto del trimestre anterior, mostraron tasas positivas durante todo el año, siendo el primer y tercer trimestre los más dinámicos (3,4 y 4,5%, respectivamente).
En tanto, el último cuarto registró un crecimiento de 1,8%.
«Desde la perspectiva del origen, todas las actividades exhibieron cifras positivas con la excepción de minería. Las actividades de mayor incidencia al crecimiento del PIB fueron el comercio y los servicios personales, sectores particularmente favorecidos por la mayor apertura de la economía y el aumento de la demanda. Asimismo, destacaron por su crecimiento las actividades de restaurantes y hoteles, construcción y transporte», añadió el texto.
Mientras que, desde la perspectiva del gasto, «la demanda interna se mantuvo dinámica durante todo el año impulsada por el desempeño del consumo de hogares; la inversión también contribuyó al resultado, exhibiendo una recuperación el 2021», señaló el instituto emisor.
Además, la entidad presidida por Rosanna Costa expuso que el crecimiento del consumo fue en gran parte explicado por un «mayor gasto en servicios -restaurantes y hoteles y salud- y en bienes no durables -vestuario y alimentos-«.
Con relación al comercio exterior, «las importaciones aumentaron y las exportaciones retrocedieron, teniendo como resultado un deterioro de las exportaciones netas», indicó, agregando que «el ingreso nacional bruto disponible real (INBDR) creció 15,9%, aumento mayor a lo observado en el PIB, explicado por una mejora en los términos de intercambio».
A su vez, el ahorro bruto total ascendió a 25,3% del PIB en términos nominales, «compuesto por un ahorro nacional de 18,8% del PIB y un ahorro externo de 6,6% del PIB, correspondiente al déficit en cuenta corriente de la Balanza de Pagos».
Por último, el informe precisó que también se reestimaron las cifras de crecimiento de 2019 y 2020. Así, el PIB se revisó dos décimas a la baja en ambos años, ubicándose en 0,8% en 2019 y -6,0% en 2020. Y en 2021, «el PIB se revisó tres décimas a la baja con relación al cierre preliminar del Imacec (de 12% a 11,7%)», finalizó.
Fuente: Emol economía, marzo 18 de 2022
Bci Estudios estima «alta probabilidad» de que Chile caiga en recesión en últimos trimestres de 2022
En un informe, anticipó también que el Consejo del Banco Central de Chile podría subir la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 200 puntos básicos este mes para llevarla a 7,5%.
Bci Estudios estimó el martes una «alta probabilidad» que hacia los últimos trimestres del año la economía chilena se encuentre en recesión y anote en 2022 un crecimiento de 1,8%, mientras que la visión hacia 2023 continúa siendo débil, con un crecimiento de tan sólo 0,5%.
«Chile enfrenta una coyuntura compleja, marcada por la incertidumbre a propósito del proceso constituyente y la instalación del nuevo gobierno, a lo que se suma la guerra Ucrania-Rusia, que reconoce un nuevo orden geopolítico global, con impactos relevantes en el crecimiento y riesgos globales», indicó en el último informe trimestral Claves Económicas. «Todavía están por verse los alcances e impactos que en definitiva marcará el nuevo escenario que se dibuja».
Bci Estudios indicó que en materia de crecimiento, la economía chilena da cuenta de una desaceleración, alineado con el ajuste requerido para contener las presiones sobre precios del lado de la demanda interna, dado el evidente sobrecalentamiento que da cuenta la economía. La pérdida de impulso en la economía se verá remarcado por los efectos de la guerra en la actividad mundial.
«El consumo privado se encuentra en torno a 20% por sobre los niveles pre-pandemia, lo que no es sostenible. Ya se ha retirado el estímulo monetario, al tiempo que para este año se prevé una caída en torno a 20% en el gasto público», señaló.
Aumento récord en tasa clave
En el documento, anticipó también que en su reunión de fines de este mes el Consejo del Banco Central de Chile podría subir la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 200 puntos básicos para llevarla a 7,5%, para luego realizar un último aumento de 100 pb en la reunión de principios de mayo a 8,5%, nivel que mantendrá por algunos meses, estimó el martes Bci Estudios.
«El Banco Central se encuentra en un contexto bastante complicado», sostuvo en el análisis. «Si bien durante 2022, las presiones inflacionarias serán mayormente desde el lado de la oferta, el desanclaje de expectativas llevará al Banco Central a continuar con su ciclo contractivo, el cual será uno de los más agresivos desde la puesta en del esquema de metas de inflación a principios de los 2000».
El escenario base de Bci Estudios considera que la presiones sobre los precios se mantendrán todo el año, aunque comenzarían a ceder tímidamente en la segunda parte. Así, la inflación cerraría 2022 en torno a 7,5%. «Para 2023, dado el escenario de crecimiento y mayores niveles de TPM, vemos que la inflación cederá, a penas ubicándose dentro del rango meta del Banco Central», señaló.
Menores riesgos en tipo de cambio
Bci Estudios afirmó que los riesgos para el tipo de cambio se han disipando en el ámbito local, de la mano de positivas señales por el lado fiscal y un manejo económico responsable en las cuentas macroeconómicas. Anuncios consistentes con la estabilización de la deuda externa, junto con menores presiones sobre el déficit de cuenta corriente, anticipa un mejor escenario para la moneda local, sujeto a que se vayan confirmando estas directrices, dijo.
El escenario base de Bci Estudios contempla un tipo de cambio en torno a 790 $/USD a fines 2022, reconociendo un cambio significativo frente a las proyecciones de unos meses atrás.
«Si se agudizan los argumentos a favor del peso, un escenario alternativo incorpora un tipo de cambio en 750 $/USD. Con menor probabilidad de ocurrencia, mantenemos la posibilidad de un escenario adverso para la moneda local que sea consistente con una paridad cercana a 900 $/USD, si los fundamentos sobre la economía chilena y el manejo fiscal vuelven a tensionarse», añadió el informe.
Fuente: Diario Financiero, marzo 15 de 2022
Un crecimiento de un 7,3% registró durante 2021 el sector metalúrgico metalmecánico que permitió revertir la caída del ejercicio anterior que había sido de -3,9%, aunque este crecimiento fue menor al del país que alcanzó un rango del orden del 12% en igual período.
Así lo señala ASIMET en su balance anual del 2021, en el cual el presidente del gremio, Dante Arrigoni, destacó que si bien este crecimiento revierte la caída de 2020 que fue de un -3,9%, las proyecciones para el 2022 son menos optimistas. Afirmó que la expansión de la industria metalúrgica metalmecánica superó al de la industria manufacturera en su conjunto, que logró un crecimiento de 5,2%.
Dante Arrigoni precisó que en diciembre pasado el sector registró un aumento de 6,9%, y que de los 9 subsectores que componen la industria metalúrgica metalmecánica, siete alcanzaron cifras positivas y solo dos subsectores tuvieron un desempeño negativo en el 2021.
El dirigente empresarial agregó que en la actual situación del país se debe proyectar un crecimiento más moderado para el 2022 en torno al 2% o 3%, que se sustenta en los proyectos que actualmente se encuentran en ejecución, y a la espera de conocer las nuevas políticas que impulsará el gobierno que asumirá en marzo próximo, en lo que se refiere a inversión pública e infraestructura.
El presidente de ASIMET alertó sobre la necesidad de que desde el Gobierno se impulse una estrategia industrial que, a través de alianzas público-privadas, logre impactar positivamente la actividad en el sector manufacturero. “Como directorio de ASIMET tuvimos oportunidad de reunirnos con el designado ministro de Economía, Nicolás Grau, a quien le entregamos un estudio sobre la reindustrialización, avanzar en la economía verde y la sustentabilidad”, dijo Arrigoni.
Actividad por subsectores
El informe de ASIMET analiza la actividad por subsectores. La fabricación de otros productos elaborados de meta y las actividades de servicios de trabajo de metales fue el que mostró el mejor desempeño durante el 2021, al registrar un crecimiento acumulado de 7,5%, aportando 1,9 puntos porcentuales de crecimiento al sector, que se explica principalmente por la ejecución de nuevos proyectos de mayor tamaño en empresas del rubro.
Como contrapartida los subsectores de fabricación de productos metálicos para uso estructural, tanques, depósitos, recipientes de metal y generadores de vapor y fabricación de maquinaria de uso especial, fueron los dos únicos que tuvieron un retroceso restando 0,6 y 0,2 pp de crecimiento al sector.
Exportaciones e importaciones M/M
En cuanto a exportaciones de productos de la industria metalúrgica metalmecánica los principales mercados de destino fueron Perú, Brasil, Estados Unidos y Argentina. Estos cuatro países concentraron el 57,8% de las ventas del rubro en el mercado internacional, el mercado americano representó el 80,7% de las ventas al exterior.
Las exportaciones del sector durante el año 2021 totalizaron los US$ FOB 2.317,9 millones, lo que representó un aumento de 18,2% respecto del año anterior. Los principales productos con valor agregado exportados durante el año pasado fueron alambre de cobre, barras y perfiles de aceros aleados, barras huecas para perforación y cajas de cambio para vehículos.
En tanto que las importaciones alcanzaron durante 2021 una cifra récord ascendiendo a los US$ CIF 34.641,3 millones, este es el valor más alto desde que se tenga registro. Lo anterior significó un aumento de 55,3% en comparación a lo registrado el 2020.
China es el principal país de origen de las importaciones, con un registro de US$ CIF 14.125,1 millones, lo que representa el 40,8% del total; le siguen Estados Unidos con US$ CIF 3.897,9 millones y Brasil con US$ CIF 2.272,5 millones con una participación de 11,3% y 6,6% respectivamente.
ASIMET, febrero 04 de 2022
Ante esta situación, algunas de las firmas encuestadas por el Banco Central señalaron que han ido mejorando su eficiencia y automatizado sus procesos para «desarrollar sus actividades con una menor dotación de forma permanente».
Su primer Informe de Percepciones de Negocios de 2022, fue el que entregó esta mañana el Banco Central, en el que las empresas consultadas -alrededor de 70- no reportaron sorpresas significativas para sus negocios durante el último trimestre.
Así, la mayoría de las firmas opinó que la demanda interna se mantiene robusta, aunque ha dejado de aumentar con la misma fuera que en trimestres anteriores. Eso sí, un caso aparte es el rubro inmobiliario, cuyas ventas se han desacelerado en los últimos meses, lo que asocian a las mayores restricciones financieras que se han visto a partir de la segunda mitad del año pasado.
Por otra parte, las empresas siguen resaltando la relevancia de las presiones de costos que están enfrentando, e indican que este es uno de los principales factores tras el aumento de sus precios.
Según el informe, los entrevistadores señalaron que «los problemas de abastecimiento y disponibilidad de insumos permanecen, aunque algunos informan que se aprecia una leve mejora en la disponibilidad de insumos. En las entrevistas se recoge que gran parte de las empresas ha traspasado a precios parte de los mayores costos».
Y si bien se anticipa que los costos continuarán al alzas -principalmente porque la pandemia seguirá generando dificultades-, «las empresas estiman que su velocidad de aumento será menor durante los próximos tres meses». Por ello, los entrevistados esperan seguir traspasando el alza de sus costos a precios de venta, aunque dicen que lo harán con menor fuerza hacia adelante.
Asimismo, la mayoría de los encuestados cree que la inflación se mantendrá elevada en el 2022, debido a que los costos no cederán este año. Sin embargo, también estiman que hacia el 2023 se observaría una reducción de la inflación. Con todo, aseguraron que el aumento de la inflación -que terminó 2021 con una potente alza acumulada de 7,2%-«no ha provocado mayores cambios en el comportamiento de los negocios, aunque destacan un adelantamiento del alza de los precios de venta y un retraso en las contrataciones y reajustes salariales en el año 2022″.
Continúa la escasez de mano de obra
En cuanto a la mano de obra, las compañías continúan reportando dificultad para llenar vacantes disponibles, «pues la cantidad de personas que busca trabajo sigue siendo baja», principalmente para las firmas ligadas a la agricultura, construcción y turismo.
Para combatir aquello, las empresas han tomado diversas decisiones, siendo la principal el aumento de sueldos. «Más de la mitad de las empresas encuestadas señala que ha tomado esta decisión, seguido de la ampliación a más fuentes de búsqueda para los procesos de selección», apuntó el informe, mientras que solo «una parte menor indica que simplemente ha decidido no contratar».
«Los entrevistados mencionan alzas relevantes de los salarios en la segunda mitad del año pasado«, agregó. Asimismo, ante la persistente dificultad para contratar nuevos trabajadores, varios entrevistados señalan que «han ido mejorado la eficiencia y/o automatizando sus procesos, lo que les permitirá desarrollar sus actividades con una menor dotación de forma permanente».
«Otro grupo de entrevistados estima que la escasez de mano de obra podría ceder en adelante, cuando se extinga la liquidez remanente de las medidas de apoyo a los hogares. Otros opinan que la evolución de la oferta de trabajo dependerá de las políticas que adopte el nuevo gobierno en este tema. De todos modos, algunos entrevistados no esperan grandes cambios en la disponibilidad de mano de obra en el mediano plazo, aduciendo un cambio estructural en la economía», añadió.
La incertidumbre ha bajado
Por otro lado, los consultados por el Banco Central perciben que el nivel de incertidumbre sigue siendo importante, «pero se ha reducido algo respecto de fines del 2021″.
En el Informe de noviembre, recordó el instituto emisor, varios entrevistados destacaron que percibían un escenario de alta incertidumbre y tenían expectativas de una caída significativa de su actividad en el 2022. «Las entrevistas realizadas en este informe apuntan a un escenario relativamente más estable», aunque para algunos » la evolución de la pandemia ha vuelto a ser un tema de preocupación en las últimas semanas».
No obstante, no anticipan que el alza de los contagios vuelva a afectar los negocios en la misma magnitud que lo hizo durante los momentos más álgidos. «En este contexto, la percepción de las empresas sobre su desempeño futuro apunta hacia una relativa estabilidad respecto de sus niveles promedio e incluso una mejoría respecto de su situación actual», acotó el documento.
Con todo, las empresas indicaron que los proyectos de inversión se mantuvieron o recortaron para el mediano plazo, pues, si bien la incertidumbre ha ido cediendo, se está a la espera de definiciones más concretas en el plano político-legislativo para emprender proyectos más grandes.
«Los consultados señalan que el 2022 se anticipa con pocas iniciativas nuevas y los proyectos actuales están destinados mayormente a la automatización, al cumplimiento de la normativa ambiental y al reemplazo de maquinaria. Algunos entrevistados dan cuenta que suspendieron sus proyectos de más mediano plazo, privilegiando inversiones fuera del país», concluyó.
Fuente: Emol economía, febrero 03 de 2022
Según el Informe de Percepciones de Negocios (IPN) del Banco Central, si bien la incertidumbre ha ido cediendo con el inicio de año, aún están a la espera de definiciones políticas y legislativas más concretas.
Con una leve mejora en las perspectivas que se refleja en que la incertidumbre entre los empresarios “se ha reducido algo respecto de fines del 2021”, el Informe de Percepciones de Negocios que publicó hoy jueves el Banco Central constata que las inversiones se mantendrán congeladas.
¿La razón? están a la espera de definiciones políticas y legislativas más concretas. Las entrevistas realizadas entre el 6 y el 25 de enero -alrededor de 70- apuntan a un escenario relativamente más estable en comparación con el informe anterior.
Así, si bien una parte ve con preocupación el aumento de contagios y hay quienes esperan que el impulso de la economía decaiga hacia el segundo semestre, ellos no anticipan que el desarrollo de la pandemia vuelva a afectar los negocios en la misma magnitud que lo hizo durante los momentos más álgidos de la pandemia.
En este contexto, destaca el reporte, la percepción de las empresas sobre su desempeño futuro apunta hacia una relativa estabilidad respecto de sus niveles promedio e incluso una mejoría respecto de su situación actual.
Para el mediano plazo los proyectos de inversión se mantuvieron o recortaron. El motivo, según el análisis del Banco Central, es que aun cuando la incertidumbre ha ido cediendo, los empresarios están a a la espera de definiciones más concretas en el plano político-legislativo para emprender proyectos más grandes.
Con esto para 2022 se espera que habrá “pocas iniciativas nuevas y los proyectos actuales están destinados mayormente a la automatización, al cumplimiento de la normativa ambiental y al reemplazo de maquinaria”. De hecho, “algunos entrevistados dan cuenta que suspendieron sus proyectos de más mediano plazo, privilegiando inversiones fuera del país», señala el informe.
La inflación y el aumento de los costos
Una inflación «muy por sobre lo normal”, es lo que prevén la mayoría de las compañías para este año (57,8%), lo que en su análisis creen que irá disminuyendo en 2023 en la medida que las señales de enfriamiento de la economía hagan disminuir la velocidad de aumento de precios.
En lo inmediato continuará la presión sobre los costos, aunque su velocidad de aumento será menor durante los próximos tres meses. Esto ya ha dañado los márgenes de ganancias de las ventas, por lo que aumentarán los precios finales hacia los consumidores.
“Pese a la estabilización de los costos, el deterioro acumulado de los márgenes hace que las empresas prevean nuevos aumentos de sus precios de venta para compensarlos”, señala el informe.
Impacto en el empleo
El aumento de la inflación no ha provocado mayores cambios en el comportamiento de los negocios, según exhibe el informe, aunque destaca que los entrevistados consideran un adelantamiento del alza de los precios de venta, un retraso en las contrataciones y en los reajustes salariales en el año 2022.
De acuerdo con la encuesta realizada en modalidad online entre el 17 y el 31 de enero (se recibiendo 707 respuestas válidas) las empresas informan que continúan teniendo problemas para llenar las vacantes disponibles (88,14%).
Las compañías que han registrado mayores problemas son las que están vinculadas a la agricultura, construcción y turismo. En cuanto al tipo de puestos de trabajo, “buena parte de los entrevistados indican una mayor dificultad para contratar personal de menor calificación, lo que se ha hecho más presente debido a la mayor demanda laboral durante el período estival”, señala el análisis.
Además, varias empresas también advierten algunas dificultades para reclutar colaboradores de mayor calificación, en especial en cargos esenciales para el funcionamiento de las empresas. De acuerdo con varios entrevistados, la falta de mano de obra ha llevado a una menor oferta de servicios —como en el turismo— o una menor actividad —como en la construcción y la industria.
En todo caso, gran parte de las empresas indica que su dotación no ha sufrido mayores cambios respecto de un año atrás o de tres meses atrás.
De las acciones que han adoptado las firmas para adecuarse a esta situación destaca que el 54,7% ha ofrecido mayores sueldos y el 42.5% ha mejorado la búsqueda.
En el escenario financiero el reporte destaca que la mayoría de las empresas indica que no ha solicitado créditos en los últimos meses: “Algunos entrevistados indican que esta falta de necesidad de financiamiento responde a la alta liquidez con que cuentan, por las buenas ventas logradas en el 2021”.
Fuente: Diario Financiero, febrero 03 de 2022
Empresas reducen exigencias de años de experiencia y buscan mejorar sueldos para atraer trabajadores
Según mostró el informe SABE, en diciembre de 2021 sólo hubo un 48% de los interesados en un empleo que había en marzo de 2020, antes de la pandemia.
La cantidad de postulantes online a nuevos empleos ha caído en forma notoria y las empresas están tomando medidas para revertir dicha situación. De acuerdo al último informe del Sistema de Análisis de Bolsas de Empleo (SABE), en diciembre hubo 323.071 interesados activos en encontrar trabajo, los cuales realizaron 705.606 postulaciones.
Estas cifras son levemente menores a las registradas en noviembre, con caídas de 2,7% y 0,01%, respectivamente. Pero comparado con marzo de 2020, se observan descensos aún mayores. De hecho, los postulantes son un 48% de lo que existía en marzo de 2020 y las postulaciones un 46%.
Según el informe, que se elabora al alero del Observatorio Laboral del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence) y con el apoyo de investigadores de la Universidad de Chile y la UDP-, a nivel general se constata que las empresas están realizando menores requerimientos de experiencia que hace doce meses para atraer nuevos trabajadores.
A modo de ejemplo, en el grupo de profesionales de nivel alto se ha reducido la exigencia promedio en alrededor de 0,9 años, mientras que en el de los técnicos de nivel medio, trabajadores de oficina, servicios y ventas, y trabajadores no calificados lo han hecho en 0,1 años.
Solamente el grupo de operadores y montadores aumentó la trayectoria requerida promedio en 0,1 años.
La experiencia requerida para un determinado puesto no es la única medida que han implementado las empresas para atraer postulantes. Las ofertas también han mejorado las remuneraciones.
Así, es posible destacar el crecimiento de salarios de los trabajadores no calificados (17%), los profesionales de nivel medio (14,1%) y los oficinistas, operarios y otros (12,4%).
En el caso de los vendedores y asistentes de venta en tiendas, almacenes y puestos de mercado, la mediana de salarios pasó de $ 350.00 a $ 420.000, es decir, un alza de 20%. De acuerdo al informe, para casi todas las ocupaciones observadas el crecimiento observado de las remuneraciones suele ser mayor al 8,3%.
¿Y los avisos?
Respecto a los avisos y vacantes, el informe indicó que en diciembre se publicaron 88.789 avisos laborales, correspondientes a 250.365 vacantes.
Si bien las cifras son altas, de acuerdo al documento la demanda de empleo es menor a la de noviembre, en el cual hubo 121.282 avisos (disminución del 26,8%) y 301.810 vacantes (caída del 17%). El 59% de esta demanda se sitúa en la región Metropolitana.
Con todo, la cantidad de avisos es 2,4 veces lo que era en el primer mes de la pandemia en Chile (36.711 en marzo de 2020) y la de vacantes es 2,5 veces (118.883).
El reporte, además, revela que hay un aumento transversal en la demanda de trabajadores en todos los grandes grupos ocupacionales, especialmente en los trabajadores de oficina y directivos y administrativos.
Entre las ocupaciones más frecuentes también hay un gran crecimiento: empleados de centros de llamada (aumento de 254% de vacantes en 12 meses), encargados de abastecimiento e inventarios (152%), entre otras.
¿Qué está pasando?
La baja cantidad de postulantes para el director de SABE, Benjamín Villena, se relaciona a que hoy las personas tienen otras expectativas en torno a un puesto de trabajo.
«Personas que antes trabajaban decidieron quedarse en la casa y hacer otras cosas, también muchos se cuestionan los tiempos de traslado. La verdad es que es bien complejo saber cómo va a evolucionar esto en el futuro», dice.
A su juicio, lo relevante es «que por el lado de los avisos y vacantes éstas tienen que ajustarse más en términos de ofrecer elementos más atractivos dentro de los avisos, no solo mejores salarios, sino también mejores condiciones, teletrabajo, etc».
Para el director nacional del Sence, Ricardo Ruiz De Viñaspre, la caída de postulantes obedece, principalmente, a dos factores: en primer lugar, el IFE Universal seguía vigente durante diciembre de 2021, como fuente de ingresos alternativa a las rentas laborales; y, segundo lugar, en diciembre finaliza el período escolar y preescolar, una dificultad a la hora de compatibilizar las labores de cuidado de los hijos con el trabajo, especialmente en contexto de pandemia, en que la red de asistencia (ya sea formales o informales) se ha vuelto más precaria e inestable.
Fuente: Diario Financiero, febrero 03 de 2022