Realizar mejoras al rendimiento del equipo productivo, así como la reposición de equipos antiguos por nuevos de mejor rendimiento, son algunas de las inversiones que las empresas del sector metalúrgico metalmecánico tienen contemplado realizar en el próximo trienio. Así lo dio a conocer el presidente de ASIMET, Dante Arrigoni, durante una conferencia a la que fue invitado a exponer el gerente general de la Corporación de Bienes de Capital, Orlando Castillo.
Según informó el dirigente gremial, un 70% de las empresas del sector tiene contemplado realizar algún tipo de inversión durante ese periodo, no obstante, un 43,2% de los consultados confirmó que este año su inversión será inferior a la realizada en 2022. De acuerdo a la muestra, un 32,4% señaló que este año la inversión será superior que el periodo anterior, mientras que un 16,2% afirmó que se mantendrá igual.
Respecto de las principales razones que ponen en duda la decisión de inversión para los próximos años, un 67,6% de las empresas señaló la incertidumbre en torno a la economía nacional; un 44,1% mencionó la escasez de medidas que impulsen a la industria manufacturera; un 41,2% expuso como trabas las incertezas políticas y económicas en el mundo, y un 29,4% indicó como factor anti-inversión la falta de políticas de seguridad para el control del orden público.
En relación a las expectativas económicas de las empresas para 2023, un 51,4% las calificó de “regular”, un 32,4% dijo tener “buenas” expectativas, y un 13,5% señaló que para este año son “malas”.
Al comentar la encuesta realizada a los socios de ASIMET, Arrigoni destacó la importancia de incentivar la inversión en nuevas tecnologías para que la industria no pierda competitividad: “Como ASIMET hemos insistido en la importancia de que la nueva propuesta de reforma tributaria en la que está trabajando el Gobierno incluya incentivos a la inversión y el ahorro, principalmente porque es la forma más eficiente de generar empleos formales y de calidad para los chilenos. Especial llamado hacemos al ministro de Hacienda para que se pongan los incentivos en medidas que tengan impacto en inversiones para la nueva industria 4.0”, sostuvo.
Más adelante, el timonel de ASIMET destacó la importancia de que los países fomenten entornos favorables para incentivar la inversión, señalando que debemos reflexionar respecto de si Chile presenta hoy las mejores condiciones para que ello ocurra. “La reducción de la jornada laboral a 40 horas, la reforma a las pensiones y ahora subir el sueldo mínimo el próximo año a 500 mil pesos, sin duda que van en el camino para mejorar la calidad de vida de los chilenos… pero, ¿existe una contraparte de medidas ideadas para que las empresas que compiten con productos importados puedan hacer frente a los mayores costos que implicarán esas iniciativas legales?”, se preguntó.
En relación al tema de la seguridad, Arrigoni también alertó sobre las consecuencias de no tomar medidas a tiempo, señalando que en una economía donde se respetan las leyes y el estado de derecho las empresas tienen más confianza para invertir y desarrollarse, ya que se garantiza la seguridad jurídica, la protección de los derechos de propiedad y el control del orden público. “Esto contribuye a aumentar la productividad ya que se incentiva la toma de decisiones de inversión de largo plazo, como también la de innovar y de mejorar la calidad de los productos”, aseguró.
La industrialización del litio: una buena noticia para la manufactura
Al referirse a la Estrategia Nacional del Litio, el presidente de ASIMET señaló que el alto precio del mineral es una situación extraordinaria, y que, por lo tanto, hay que actuar rápido, y explotar la riqueza al mayor valor posible. “No hay nada más estratégico para Chile que incrementar su riqueza a través de la activa participación del sector privado, el que, al aumentar su actividad económica, genera significativos aportes al fisco. En el caso del litio, el mayor valor para el Estado de Chile está en recaudar, por medio de impuestos y royalty a la explotación, a través de un modelo de colaboración publico privada que ha funcionado con éxito. Tratar de innovar en este modelo puede atrasar procesos que son vitales para el desarrollo del país”, indicó.
Agregó que la buena noticia para la industria nacional es que se haya considerado como uno de los ejes centrales de esta estrategia el promover la producción de productos con valor agregado, con el fin de convertir la materia prima en nuevos productos de alto valor tecnológico. “El litio debe ser la piedra angular para la generación de encadenamientos productivos que incorporen a las empresas chilenas, en una industria paralela a la extracción, con conocimiento y tecnología nacionales que otorguen empleos de calidad a los chilenos. Estos productos ¡se pueden hacer en Chile! Pero para ello necesitamos otra estrategia: una Estrategia Industrial que impulse al sector manufacturero, entregándole las herramientas y condiciones para poder desarrollar todo su potencial para competir así con las economías más avanzadas del mundo”, concluyó.
Fuente Diario Estrategia, abril 25 de 2023
Se trata de una iniciativa que busca que las empresas, ante este tipo de situaciones, activen un diálogo con sus organizaciones sindicales para diseñar planes de reconversión laboral.
La semana pasada, la comisión de Trabajo del Senado inició el análisis de un proyecto que busca proteger el empleo ante despidos masivos.
La propuesta, impulsada por los senadores socialistas Isabel Allende, José Miguel Insulza, Gastón Saavedra, la PPD Loreto Carvajal, y la representante de la Federación Regionalista Verde Social, Alejandra Sepúlveda, busca regular las desvinculaciones que, en la gran y mediana empresa, involucren al 10% o más del total de la planilla o afecten a más de 1.000 trabajadores de un mismo empleador, en un período de 90 días corridos.
“Permitiría establecer un diálogo entre los trabajadores y la empresa para así, en conjunto, buscar la posibilidad de mantener los empleos, en la medida que ello sea factible”.
Giorgio boccardo, subsecretario del Trabajo.
Dicha regulación, dice el proyecto, será aplicable a la gran y mediana empresa.
El objetivo de la iniciativa es que los empleadores deban iniciar un proceso de consulta con las organizaciones sindicales previo a la implementación de los despidos, así como el deber de comunicar el inicio de este a la Dirección del Trabajo.
Como parte de esa dinámica, que será previa y obligatoria, se deberá abordar con los trabajadores las necesidades que determinan la decisión de los despidos masivos, y las medidas para evitarlos, reducirlos o atenuar sus consecuencias, a través de acciones de apoyo destinadas a la reconversión o readaptación de las personas afectadas.
La consulta deberá tener una duración no inferior a 45 días hábiles, que serán prorrogables por igual término, y el empleador no podrá proceder con los despidos hasta finalizado dicho proceso.
En los primeros cinco días, dice la propuesta, el empleador deberá comunicar a los trabajadores los motivos de la decisión de despidos; el número y los cargos de los trabajadores que serán despedidos; el período en que se realizarán las desvinculaciones; los criterios que se utilizarán para definir a las personas que serán afectadas; las condiciones de salida que se ofrecerán a las personas; y toda la información que sirva de sustento a la medida.
También se propone que exista una fiscalización especial destinada a evaluar la pertinencia y calidad de la capacitación, en el caso que los empleadores hayan utilizado franquicia tributaria con la finalidad de facilitar su reconversión o readaptación laboral de su personal.
Las observaciones del Gobierno
La semana pasada, el subsecretario del Trabajo, Giorgio Boccardo, expuso ante la comisión las primeras observaciones del Ejecutivo respecto a la propuesta legislativa.
“La preocupación del Ejecutivo, tanto por los despidos masivos en algunos sectores productivos, como la necesidad de contar con herramientas de capacitación ante eventuales transformaciones tecnológicas productivas, es compartida”, comenzó señalando.
Desde su perspectiva, se requiere de herramientas para enfrentar estas situaciones, algo que se ha confirmado en encuentros que han sostenido con diversos dirigentes sindicales.
De hecho, la autoridad laboral comentó que la regulación del despido masivo o colectivo es “una valiosa herramienta utilizada en distintos ordenamientos jurídicos y que existió en algunas ocasiones en nuestro país”.
Así, ejemplificó que la ley n° 7.747 de 1943, modificó el artículo 86 del Código del Trabajo del año 1931, incorporando un procedimiento ante la ocurrencia de despidos colectivos, el cual incluía diálogo con los actores y entidades públicas. No fue la única vez, en 1978 se crearon normas transitorias para actuar ante este tipo de desvinculaciones.
Si bien Boccardo recalcó que actualmente no existen mecanismos de este tipo en la actual legislación laboral, señaló que de igual modo se activan medidas similares al interior del Ministerio del Trabajo ante este tipo de situaciones.
“No contamos con una legislación, pero cuando los conflictos involucran a una cantidad importante de trabajadores, el Ministerio del Trabajo de facto interviene. No es algo ajeno a la realidad cotidiana que debemos enfrentar desde el ministerio”, comentó Boccardo, ejemplificando el diálogo y medidas que se activaron ante el cierre de termoeléctricas.
En la presentación que entregó la autoridad a los senadores de la comisión, se señala que el contar con este tipo de procesos “permitiría establecer un diálogo entre los trabajadores y la empresa, para así en conjunto buscar la posibilidad de mantener los empleos, en la medida que ello sea factible, propiciando relaciones laborales armoniosas y, con ello, la consecuente disminución del conflicto laboral”.
A modo de cierre ante la comisión, Boccardo planteó a los senadores la necesidad de escuchar la opinión de los diversos actores sobre este tema para construir una normativa que recoja los planteamientos de los involucrados.
Consultado hoy por el tema, el subsecretario recalcó que ven con buenos ojos la iniciativa.
«Nosotros como Ejecutivo valoramos que se comiencen a discutir este tipo de iniciativas, no solamente por la coyuntura económica que enfrentamos, sino que, porque nos parece importante dotar al Estado, en este caso al ministerio del Trabajo, de herramientas que tienen que ver con la consulta, que tienen que ver con preparar a las empresas cuando se van a producir este tipo de cambios que son tan disruptivos, sobre todo porque como ministerio tenemos una experiencia práctica», comentó.
En esa línea, la autoridad laboral señaló que se trata de una iniciativa a la que van a darle seguimiento en su discusión, y que incluso se evaluará la posibilidad de ingresarle indicaciones.
«Contar con herramientas que puedan anticipar la preparación de este proceso o bien que Sence pueda comenzar a preparar con antelación a las personas para la reconversión laboral nos parece que es el camino. Nosotros vamos hacer el seguimiento, por supuesto evaluar si se le pueden hacer algún tipo de indicaciones por parte del Ejecutivo, pero en este momento nos encontramos evaluando el proyecto», dijo el subsecretario Boccardo.
Fuente: Diario Financiero, abril 13 de 2023
Multifuncionalidad, que permite que el trabajador o trabajadora sea más productivo, destaca Dante Arrigoni; y la formalización del empleo, subraya Richard von Appen. «Acá no hay milagros», dice este último.
Tras la aprobación del proyecto de ley que reduce la jornada laboral de 45 horas semanales a 40 horas, varios gremios han reaccionado a lo que implicaría su aplicación y han propuesto acciones para acompañarla.
Entre ellos está la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas (Asimet), quienes, si bien valoraron la legislación, advirtieron que, de no ser acompañada por otras medidas, podría significar un “duro golpe” para la industria.
Dante Arrigoni, presidente del gremio, explica que el costo que podría tener la reducción de la jornada llegaría a ser del 10%, una vez se cumpla con la gradualidad y en cinco años se llegue a las 40 horas de trabajo semanales. Sumado al 6% adicional que contempla el proyecto de pensiones, podría significar un 16% de los costos relacionados a la mano de obra.
“El costo es lineal, al igual que la dirección de las 45 a las 40 horas, son cinco años, será un aumento de un 2% por año”, dice.
El impacto, cuenta, sería muy grande para el sector, que en los últimos 25 años han perdido la mitad de la manufactura. Explica que en aquel periodo la producción era cerca del 22% del Producto Interno Bruto (PIB), pero que hoy es el 10%.
“La mitad de los productos que se hacían ya no se hacen y con este proyecto de las 40 horas va a seguir disminuyendo, lamentablemente lo que eso acarrea es la pérdida de puestos de trabajo”, indica.
Agrega que la industria nacional compite con los productos importados de “economías que tienen mucho más de 40 horas de trabajo”, por lo que el sector compite en desigualdad de condiciones.
“La disminución de las 45 a las 40 horas es aumentar la diferencia y seguir aumentando la brecha de desigualdad en la cual nuestra industria compite. Es un duro golpe”, señala.
Medidas para la industria
De acuerdo a Arrigoni, la reducción de la jornada laboral debe ir de la mano con el aumento de la productividad, como se ha hecho en economías de la OCDE.
“Ellos lo que han hecho es que han desarrollado políticas o puesto en marcha políticas de desarrollo productivo, de tal manera que la empresa aumente la productividad y, una vez que la industria aumentó su productividad, disminuir la jornada de trabajo”, explica.
Desde su perspectiva, se deberían tomar medidas para contrarrestar, como incorporar al proyecto la multifuncionalidad, es decir, que los trabajadores puedan desarrollar diferentes funciones. “Eso permite que el trabajador o trabajadora sea más productivo y también pueda acceder a una mayor remuneración”, señala.
Además, se debe enfatizar a la productividad con la modernización de la industria a través de una estrategia de desarrollo productivo que contemple políticas, inversión en nuevas tecnologías y maquinarias, automatización y digitalización.
“Le hemos dicho al Gobierno que se necesita aumentar el tema de la inversión de la industria 4.0, cambiar el umbral de la definición de las PYME y pequeñas empresas”, señala.
Desde la Sofofa también consideran “fundamental” acompañar la aprobación e implementación de la ley con “medidas concretas para incrementar la productividad y reducir la informalidad laboral”.
“Porque acá no hay milagros. Sin estas políticas complementarias, la reducción de la jornada laboral tendrá un impacto negativo en la competitividad de las empresas, en el empleo, salarios y en la formalidad”, señala una carta publicada por el presidente del gremio, Richard von Appen, en la edición de El Mercurio de este jueves.
Lo anterior, en el entendido que la reducción de jornada apunta a la legítima la aspiración de mejorar en el tiempo el balance de vida laboral y personal y, con ello, la calidad de vida de las personas.
Von Appen también reconoce que durante el trámite del proyecto se acordó en forma transversal la incorporación de medidas de adaptabilidad y flexibilidad.
Fuente: Diario Financiero, abril 13 de 2023
En marzo se contabilizaron US$ 9.762 millones FOB en exportaciones, lo que significa un alza de 13,1% respecto con el mismo periodo de 2022 y un aumento de US$ 1.423 millones FOB frente al mes anterior.
Los datos del comercio exterior siguen mejorando. La balanza comercial alcanzó un superávit de US$ 2.906 millones en marzo de 2023 -el más alto desde los US$3.019 millones en abril de 2007-, frente al saldo positivo por US$ 341 millones en el mismo mes del año pasado.
De acuerdo a los datos publicados por el Banco Central, en marzo se contabilizaron US$ 9.762 millones FOB en exportaciones, lo que significa un alza de 13,1% respecto con el mismo periodo de 2022 y un aumento de US$ 1.423 millones FOB frente al mes anterior.
El incremento de los envíos hacia el exterior viene de la mano de la minería, que representó más de la mitad de los bienes que se vendieron afuera, traducidos en US$ 5.883 millones FOB. Esto también significa un crecimiento del 21,9% del sector, comparado con su mismo mes del año pasado.
Y es que el avance del sector minero se debe a la buena noticia de que el cobre volvió a crecer tras un año de caídas: en marzo el principal producto de exportación nacional alcanzó una expansión del 9,9% interanual –o una venta de US$ 4.585 millones FOB. En el incremento de la exportación del mineral, se explica por el crecimiento de 26,8% año a año de los concentrados, quienes registraron su segundo mes consecutivo en cifras positivas.
Mientras que el hierro y el oro registraron bajas, fue el carbonato de litio y el concentrado de molibdeno los productos mineros que también estuvieron detrás del alza del comercio exterior, registrando aumentos de 174,3% y 400%, respectivamente.
Al contrario, el sector agropecuario-silvícola y pesquero tuvo una caída de 0,4% frente al mismo mes del año anterior. La baja estaría explicada por las frutas, si bien se registraron alzas en uvas y manzanas, la exportación de arándanos tuvo un retroceso de 57,7% y las paltas anotaron una baja de 61,8%.
De la misma forma, las exportaciones industriales también registraron una desaceleración en su venta en el exterior, con un incremento interanual de 2,4%. Los alimentos tuvieron un alza de 0,3%, destacados por harina y aceite de pescado, en tanto cayeron a doce meses productos como salmón, trucha, carne de ave y fruta congelada.
Importaciones siguen en caída
El Banco Central también informó que en marzo las importaciones fueron de un total de US$ 6.855 millones FOB y marcaron una caída de 17,3% respecto al mismo periodo de 2022, siendo el sexto mes consecutivo que va a la baja.
La compra de bienes de consumo cayó 40,7%, de la mano de una baja de 48,5% de los durables, que tuvieron mermas en sus cinco componentes: automóviles, computadores, celulares, televisores y electrodomésticos.
En tanto, los semidurables también anotaron una caída de 50,6%, con descensos en vestuario (-46,2%) y calzado (57,4%).
Por su parte, la categoría de otros bienes de consumo tuvo una contracción a doce meses de 25,4%, con bajas en la compra de carne, bebidas y alcoholes, gasolina y otros alimentos.
Los bienes intermedios moderaron su descenso y cayeron 7% interanual, una caída menos pronunciada que en los meses de febrero y enero, y debido a un alza de 52,7% en petróleo y productos energéticos.
La compra de bienes de capital profundizó su caída a 19,3%, producto de bajas en camiones y vehículos de carga, buses, maquinaria para la minería y la construcción y motores y turbinas. Contrastados por alzas en motores, generadores y transformadores eléctricos y otros vehículos de transporte.
Fuente: Diario Financiero, abril 10 de 2023
La entidad mejoró el rango para el Producto Interno Bruto (PIB) de este año desde -1,75% y -0,75% a -0,5 y +0,5% , mientras que la variación de los precios sería en diciembre de 4,6%, un punto más que lo previsto en diciembre.
El Banco Central se hizo eco este miércoles de los cambios observados por la marcha de la economía nacional desde diciembre. En el Informe de Política Monetaria (IPoM) de marzo, que en en la próxima media hora a presentará ante los senadores en el Congreso, la entidad mejoró el rango para el Producto Interno Bruto (PIB) de este año desde -1,75% y -0,75% a -0,5 y +0,5% .
Esto responde principalmente a la menor velocidad de ajuste del consumo a fines de 2022 y las sorpresas al alza de inicios de 2023.
En contraste, señala el IPoM, la inversión muestra un débil desempeño desde hace varios trimestres, aunque la baja de este año se asume como menor que en diciembre: -5,0% frente a -2,9%.
La revisión de las Cuentas Nacionales muestra que, descontada la estacionalidad, el nivel de la formación bruta de capital fijo se mantiene estancado desde mediados de 2021.
Esto es coherente con un escenario en que el costo del crédito aumentó; las expectativas de los empresarios se deterioraron; y la incertidumbre político-económica local fue elevada.
Hacia 2024 las perspectivas para el crecimiento se redujeron en una magnitud equivalente de lo que mejoraron para el presente ejercicio, de 2%-3% en diciembre a 1% y 2%. Para 2025, se proyecta que la economía se expandirá entre 2% y 3%.
En el escenario central, entonces, la actividad acumulará un crecimiento del orden de 1,5% entre 2023 y 2024, cifra similar a la prevista en el IPoM anterior.
La presión del mayor consumo
Este cuadro se condice con mayores presiones inflacionarias. De esta forma, si bien el banco anticipa que los variación de los precios internos seguirá reduciéndose en los trimestres venideros y convergerá a la meta de 3% en la última parte de 2024, finalizará 2023 en 4,6% anual, cifra superior en un punto a la prevista en el IPoM anterior, que siempre fue considerada optimista por el mercado.
La corrección se origina en los mayores niveles de inflación de los últimos meses —particularmente su componente subyacente—, la menor velocidad de ajuste del consumo y una brecha de actividad que se cierra más tarde que lo previsto.
El IPoM advirtió que un factor relevante tras la alta inflación ha sido la lenta corrección de los elevados niveles de consumo privado, cuya proyección de caída para el año se redujo de 5,9% a 3,8%. La revisión de las Cuentas Nacionales entre 2020 y 2022 arrojó que el consumo de los hogares fue cerca de US$ 4.300 millones mayor a lo previamente estimado.
De hecho, precisa que las cifras de ahorro nacional se revisaron a la baja y el déficit de la cuenta corriente aumentó, dando cuenta de que los desequilibrios macroeconómicos eran mayores.
Y junto con una velocidad de reducción del consumo privado menos intensa que la prevista, el empleo ha repuntado y la incertidumbre político-económica local que se ha reducido.
Descontada la estacionalidad, el banco indicó que en los últimos meses se ha observado un aumento del empleo, especialmente asalariado, que ha ayudado a un leve repunte de la masa salarial.
«Los indicadores de incertidumbre interna han descendido de forma relevante, hasta niveles comparables a los que se observaban previo a octubre de 2019. El menor ajuste del consumo también coincide con un aumento de los flujos de crédito de consumo rotativo, que corresponde a líneas y tarjetas de crédito», señaló el comunicado del Central sobre el reporte.
Relevantes riesgos
El IPoM señala que los riesgos que enfrenta la economía chilena siguen siendo muy relevantes. Por un lado, la evolución del escenario externo requiere de un monitoreo constante. Añade que, en un escenario de disrupción significativa de las condiciones financieras globales, es de esperar un deterioro importante de la economía mundial y local.
Menciona que esto conllevaría una convergencia más rápida de la inflación y sería coherente con reducciones de la TPM más abruptas que las señaladas por el borde inferior del corredor de la TPM.
Por otro lado, el reporte resalta que el proceso de convergencia de la inflación no se ha consolidado, tal cual lo anticipó tras mantener la tasa la tarde del martes en 11,25%.
El diagnóstico es claro: “La inflación sigue siendo muy elevada, con un componente subyacente que no ha mostrado descensos en los últimos meses. El ajuste del gasto privado se ha dado a una velocidad menor que la esperada. Algunas medidas de expectativas de inflación permanecen por sobre 3% a dos años plazo”.
Y la advertencia: “Un escenario donde el consumo privado retome tasas de crecimiento más significativas comprometería la convergencia de la inflación a la meta y requeriría de una reacción significativa de la política monetaria para asegurar el cumplimiento de la meta”.
Tasas altas por más tiempo
En este contexto, el IPoM señala que el Consejo del ente emisor considera que será necesario mantener la TPM en 11,25% hasta que el estado de la macroeconomía indique que el proceso de convergencia de la inflación a la meta de 3% se ha consolidado.
De acuerdo con el escenario central de este informe, esto tomará más tiempo que lo previsto en diciembre.
Para la consolidación de la convergencia inflacionaria, entre otros factores, se debe considerar la resolución de los desbalances que han afectado a la economía en los últimos años, incluyendo una desaceleración relevante del consumo, una brecha de actividad que transite hacia valores negativos y una inflación subyacente que muestre una clara tendencia a la baja.
Fuente: Diario Financiero, abril 05 de 2023
Se trata de un dato que estuvo en línea con las estimaciones de analistas, que pronosticaban desde un incremento en torno a 0,5% hasta un retroceso de 0,8%.
Una caída de 0,5% anotó en febrero de 2023 la economía chilena, al comparar con igual mes del año pasado, según informó el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) publicado esta mañana por el Banco Central.
Se trata de un dato que se ubicó entre las dispares estimaciones de analistas, que pronosticaban desde un incremento en torno a 0,5% hasta un retroceso de 0,8%. Además, con esto el índice dejó atrás el resultado positivo anotado en el mes previo -cuando creció 0,4%-.
De acuerdo al ente rector, el resultado del Imacec fue explicado por la caída del comercio y el resto de bienes, que fueron parcialmente compensados por el crecimiento de los servicios.
Por su parte, la serie desestacionalizada disminuyó 0,3% respecto del mes precedente y cayó 0,6% en doce meses . El mes registró la misma cantidad de días hábiles que febrero de 2022.
«La disminución del Imacec en términos desestacionalizados estuvo determinada por el desempeño de la minería», señaló en su informe la entidad presidida por Rosanna Costa.
En tanto, el Imacec no minero presentó una disminución de 0,5% en doce meses, mientras que en términos desestacionalizados creció 0,1% respecto del mes anterior.
Análisis por actividad
La producción de bienes cayó 0,7%, resultado explicado por el desempeño del resto de bienes, que presentó una disminución de 0,6%. Por su parte, la industria manufacturera y la minería presentaron variaciones de 0,7% y 0,1%, respectivamente.
En términos desestacionalizados, la producción de bienes presentó una contracción de 1,2% respecto del mes precedente, desempeño explicado principalmente por la minería, la cual presentó una desaceleración de 3,1%.
La actividad comercial presentó una disminución de 4,1%, este resultado fue explicado en mayor medida por el comercio minorista, donde destacaron las menores ventas en supermercados, grandes tiendas y establecimientos especializados de alimentos y bebidas.
En tanto, el comercio mayorista registró una caída explicada por las ventas de productos agropecuarios y enseres domésticos, las que fueron compensadas en parte por las mayores ventas de maquinaria y equipo.
Por su parte, las cifras desestacionalizadas mostraron un crecimiento de 0,3% respecto del mes anterior.
Los servicios aumentaron un 1,5%, siendo los servicios personales los de mayor contribución. En tanto, las cifras ajustadas por estacionalidad presentaron una disminución de 0,2% respecto del mes precedente.
Fuente: Emol economía, abril 03 de 2023
El comercio, por su parte, siguió moderando sus bajas en el segundo mes del año.
Tras cortar en enero su negativa racha, la producción industrial en el país retomó las caídas. Según informó hoy el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la producción cayó 1,1% en febrero, comparado con el mismo mes de 2022.
Lo anterior, debido a la incidencia negativa de uno de los tres sectores que lo componen. En concreto, la producción manufacturera determinó el resultado al decrecer 3,6%, producto de la baja interanual en fabricación de sustancias y productos químicos.
Por otra parte, la producción minera escaló 1,7% en el segundo mes del año, a raíz de la mayor actividad registrada en los tres tipos de minería que componen el indicador, destacando la minería metálica, que presentó un incremento en la extracción y procesamiento de cobre.
A su vez, la producción de electricidad, gas y agua creció 0,1% en doce meses, debido al alza que anotó la electricidad.
Comercio
¿En tanto, el comercio volvió a mostrar cifras negativas en febrero, pero también un aumento en la moderación de su descenso.
Las ventas minoristas cayeron 9,2% interanual, luego de consecutivas caídas sobre 10% durante los tres meses previos. Incluso, en noviembre pasado, se desplomó 15,4%.
Alimentos, productos electrónicos, para el equipamiento del hogar y tecnológicos, y materiales para la construcción, fueron las líneas de producción que más golpearon la disminución de las ventas del comercio.
Fuente: Emol economía, marzo 31 de 2023
Este resultado derivó de un alza de la fuerza de trabajo de mayor cuantía (4%) frente a la generación de ocupaciones en el país (3%).
A 8,4% alcanzó la tasa de desocupación nacional en el trimestre móvil diciembre-febrero, lo que representa un aumento de 0,9 punto porcentual en doce meses, según informó este jueves el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Este resultado derivó de un alza de la fuerza de trabajo de mayor cuantía (4%) frente a la generación de ocupaciones en el país (3%).
En este escenario, las personas desocupadas subieron 16%, incididas por quienes se encontraban cesantes (16,8%) y aquellas que buscan trabajo por primera vez (9,8%).
El subdirector técnico del INE, Leonardo González, explicó que la variación de la tasa de desocupación es el cuarto aumento después de continuas disminuciones observadas desde el trimestre febrero-abril 2021, a pesar de que no registró cambios respecto al trimestre anterior.
“Es un aumento estadísticamente significativo y lo que estamos observando es que junto con aumentar la desocupación aumenta también la ocupación y eso significa que las personas que estaban en la inactividad están volviendo al mercado del trabajo y ese retorno al mercado del trabajo genera una presión”, señaló.
También apuntó a un menor dinamismo en el crecimiento de los ocupados, recordando que en el periodo de pandemia la ocupación tuvo importantes aumentos en 12 meses en la ocupación, “lo que estamos observando es que esos aumentos se están ralentizando y dado que sigue retornando gente al mercado, también eso presiona al mercado del trabajo aumentando la desocupación”.
Según sexo, la tasa de desocupación de las mujeres se situó en 9%, muy por encima de la que presentan los hombres, de 7,9%.
Según sector económico, la expansión de la población ocupada fue influida por alojamiento y servicio de comidas (12,6%), actividades de salud (7,6%) y agricultura y pesca (6,0%), en tanto que, por categoría ocupacional, el avance se observó en personas asalariadas formales (3,1%) y trabajadoras por cuenta propia (2,6%).
La tasa de ocupación informal alcanzó 27,3%, decreciendo 0,5 pp. en doce meses. Las personas ocupadas informales aumentaron 1,1%, incididas por las mujeres (7,7%) y por las personas asalariadas privadas (1,9%).
Horas de trabajo
En doce meses, el volumen de trabajo, medido a través del número total de horas efectivas trabajadas por las personas ocupadas, subió 3,5%. El promedio de horas trabajadas creció 0,5%, llegando a 36,7 horas.
La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial (que mide el número de personas desocupadas más personas iniciadoras disponibles e inactivos potencialmente activos) alcanzó 16,5%, con un alza de 0,7 pp. en el período.
En los hombres se situó en 14,4% y en las mujeres, en 19,2%. La brecha de género fue 4,8 pp.
Horas de trabajo
En doce meses, el volumen de trabajo, medido a través del número total de horas efectivas trabajadas por las personas ocupadas, subió 3,5%. El promedio de horas trabajadas creció 0,5%, llegando a 36,7 horas.
La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial (que mide el número de personas desocupadas más personas iniciadoras disponibles e inactivos potencialmente activos) alcanzó 16,5%, con un alza de 0,7 pp. en el período.
En los hombres se situó en 14,4% y en las mujeres, en 19,2%. La brecha de género fue 4,8 pp.
Regiones bajo presión
En diez regiones el desempleo experimentó un incremento. En la Metropolitana alcanzó a 9,7%, lo que representa un salto de 1,2 puntos porcentuales en el último año, dado que el alza de la fuerza de trabajo (4,2%) fue mayor al incremento de las personas ocupadas (2,8%).
Las personas desocupadas crecieron 18,7%, incididas principalmente por quienes se encontraban cesantes.
Fuente: Diario Financiero, marzo 30 de 2023
En encuentro con la subsecretaria de Economía, el gremio señaló que la medida permitiría alentar la rápida adopción de actividades innovadoras en empresas de la industria.
En el convencimiento de que una reforma tributaria no solo debe recaudar sino también incentivar la actividad productiva, el presidente de ASIMET, Dante Arrigoni, planteó hoy a la subsecretaria de Economía, Javiera Petersen, que la reforma tributaria incluya la depreciación de 150% sobre modernización de maquinaria manufacturera y productos tecnológicos asociados a la Industria 4.0. “Ello permitiría alentar la rápida adopción de actividades innovadoras y productivas en empresas manufactureras nacionales que requieren con urgencia renovarse para alcanzar el nivel de competitividad que tienen hoy las industrias extranjeras con las cuales competimos”, indicó Arrigoni.
El gremio de las empresas metalúrgicas y metalmecánicas sostuvo hoy un encuentro con la subsecretaria de Economía, quien dictó la conferencia “Hacia un Desarrollo Productivo Sostenible”. En este contexto, el presidente de ASIMET le señaló a la autoridad de Gobierno que las grandes reformas que se plantean hoy para Chile necesitan contar con los más amplios consensos. “En el caso del proyecto de reforma tributaria, que fue rechazado por la Cámara de Diputados, desde el comienzo observamos que no era una buena iniciativa, porque no incentivaba el ahorro, la inversión y la generación de empleo, que es justamente lo que hoy necesita Chile”, indicó.
Agregó que como gremio esperan que el rechazo al proyecto sea una oportunidad para que como país reflexionemos respecto de la mejor manera de proyectar el futuro del país: “Sin duda que debemos avanzar en la modernización de nuestro modelo de desarrollo, para hacerlo más sustentable, sostenible e inclusivo y para que converse de mejor forma con los desafíos que enfrenta Chile hoy, pero eso no significa que debamos perder eficiencia y competitividad, con el riesgo de convertirnos, en el largo plazo, en un país más pobre”, sostuvo.
Duplicar límites de ventas de las pymes
Como segunda medida para incluir en la reforma tributaria para incentivar la productividad de la industria manufacturera, Arrigoni propuso al Gobierno redefinir el límite de categorización de tamaño de las pymes, duplicando los actuales límites de ventas anuales.
“Los umbrales de ventas de las pymes en Chile son muy inferiores a los de los países con los cuales competimos. Así, por ejemplo, si en nuestro país una empresa es considerada mediana si alcanza las 100 mil UF de ventas al año, en Europa este límite es 14 veces superior”, explicó el dirigente gremial.
Arrigoni agregó que con esta propuesta, una empresa en Chile sería considerada mediana si alcanza hasta las 200 mil UF de ventas anuales, con lo cual un mayor número de estas entidades podrían acceder a programas e instrumentos de apoyo, y optar a beneficios permanentes, como garantías FOGAPE o Corfo, y Régimen de Tributación Simplificada.
Finalmente, el timonel de ASIMET le señaló a la subsecretaria Petersen que “como gremio estamos seguros que estas dos medidas apuntan directamente al aumento de la productividad y de la inversión, y a la generación de empleos de calidad para los chilenos”.
Cabe señalar que el Ministerio de Economía, ASIMET y otros gremios manufactureros se encuentran trabajando desde hace 6 meses en una Mesa de Colaboración de la Industria Manufacturera para diseñar una Estrategia Industrial para Chile, cuyos objetivos son, entre otros, generar oportunidades de encadenamiento productivo, fortalecer la colaboración público-privada, y lograr una transición socio ecológica justa, con especial atención al rol de las empresas de menor tamaño.
ASIMET, marzo 29 de 2023
Se trata de un cobro asociado a la estabilización de las cuentas de la luz de clientes regulados:
Desde la industria advierten del impacto que está teniendo el alza en los cobros para distintos sectores productivos, y advierten que estos ya están llegando a niveles que se asimilan a los vistos hace más de una década.
La creación del mecanismo que vino a estabilizar las tarifas de la luz para los clientes regulados requirió una modificación del cargo por servicio al que están afectos todos los clientes, pero de manera escalonada. Esto significó que el alza impactó a aquellos usuarios que tienen mayor consumo y que son, prácticamente en su totalidad, grandes empresas. Según determinó la ley, los cargos comienzan para los clientes con un consumo mensual mayor que 350 kWh y menor o igual a 500 kWh, con hasta 0,8 pesos por kWh, y llegan hasta el segmento de usuarios que registren un consumo mensual superior a 5.000 kWh, con hasta 2,8 pesos por kWh.
Acenor -gremio que reúne a los clientes de alto consumo como las mineras, el Metro o la acerera AZA- realizó una preocupante estimación. Indicó que, tomando en cuenta que este nuevo cargo entró en operación en el mes de diciembre, en solo tres meses ha significado costos extras para este grupo de clientes por más $34 mil millones, que se proyectan por sobre los $144 mil millones para todo este ejercicio.
El director ejecutivo de Acenor, Javier Bustos, explica que, además, este cargo se extenderá hasta 2032, con el respectivo ajuste por IPC, y advierte que hoy, si se toman en cuenta todos los cargos extras que se han creado, más el precio medio de mercado de la energía, el indicador está en niveles de costos totales de suministro superiores a los que existían al momento de la interconexión SIC-SING.
«Aquí no hay espacio para un nuevo mecanismo de estabilización de precios (un PEC 3) que eleve los cargos para los sectores productivos, porque los costos ya están en niveles históricos, y lo otro es empezar a focalizarnos dentro de las distintas iniciativas de cómo podemos hacer todos los costos más eficientes. Evidentemente, uno puede decir que el costo de la energía bajó, pero si todos los costos suben, finalmente toda la cuenta no termina siendo eficiente», lamenta Bustos.
En esta línea, el líder gremial advierte que, si sigue creciendo el total de la boleta mensual de las grandes empresas, puede poner en riesgo a muchos sectores productivos, lo que implicará traslado a precio a clientes finales de distintas mercancías.
«Hay un llamado de atención de que no estamos viendo el costo eléctrico como una variable tan relevante, porque pensamos que todo lo que se ganó de caída de costos los hizo dejar de mirarlo, y tiene que volver a ser un foco importante en la toma de decisiones del sector, porque afecta a todo el país», dice Bustos.
Esta realidad está siendo seguida desde la industria, sobre todo la minería, responsable de un tercio del consumo eléctrico del país, y en la que uno de los principales costos es precisamente la energía. El presidente ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino, explica que, cuando se discutió el proyecto de ley de estabilización de tarifas eléctricas el año pasado, «fuimos muy críticos, porque se estaba creando un impuesto eléctrico para los clientes libres, destinado a resolver un problema de las generadoras con sus clientes regulados. Pese a lo anterior, el proyecto se convirtió en ley y a los clientes libres ya les están traspasando el cobro de $2,8 /kWh. En el contexto que la minería chilena ya tenía el costo de la energía más alto entre los países productores de cobre, la creación de este impuesto eléctrico no hace más que agravar nuestra desventaja competitiva».
Del mismo modo, desde la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas (Asimet) añaden que según una encuesta realizada a sus empresas socias, un 33% de ellas respondió que se verán severamente afectadas por el alza de tarifas, mientras que un 40% indicó que se verán medianamente afectadas.
«Los costos de suministro eléctrico para el sector industrial están en niveles récord si comparamos los últimos 5 años. Esto es el resultado de una serie de distintos cargos que, equivocadamente, la regulación ha traspasado a la industria. Hoy en día vemos cómo cualquier costo adicional de la generación eléctrica se traspasa sin más a los clientes, sin que podamos hacer nada, y no vemos que exista una mirada desde la autoridad para hacer más eficientes todos los cargos que se traspasan al cliente final», asegura el presidente de Asimet, Dante Arrigoni.
«Respecto al PEC, este es un subsidio cruzado que no tiene un aporte significativo del Estado y que la industria está pagando debido a una deuda de los clientes residenciales con las generadoras».
DANTE ARRIGONI, PRESIDENTE DE ASIMET
«Arriesgamos volver a tener niveles de costos que teníamos en las peores épocas, porque nos hemos olvidado, pero hace 10 años se hablaba de que Chile tenía los precios de la electricidad más caros a nivel internacional».
JAVIER BUSTOS, DIRECTOR EJECUTIVO DE ACENOR
«Fuimos muy críticos, porque se estaba creando un impuesto eléctrico para los clientes libres, destinado a resolver un problema de las generadoras con sus clientes regulados».
JOAQUÍN VILLARINO, PRESIDENTE EJECUTIVO DEL CONSEJO MINERO
Fuente: El Mercurio, marzo 25 de 2023