El presidente de la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas, ASIMET, Dante Arrigoni, valoró la decisión de la Comisión Mixta del Congreso que no aprobó la propuesta del Gobierno que apuntaba a modificar la operación de la salmonicultura en áreas reservadas, por lo que no formará parte del proyecto de ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP).
Durante la semana, el gremio había mostrado su preocupación frente a la eventual aprobación de la iniciativa por las repercusiones que podría generar en la industria del salmón, de la cual son proveedores. Cabe señalar que el 90% de las empresas del sector metalúrgico metalmecánico en la región austral son proveedoras de la actividad acuícola.
Para Arrigoni, la decisión de los legisladores permitirá discutir el futuro de la industria salmonera en la nueva Ley de Acuicultura, con el debido tiempo e información científica, y con la participación de todos los involucrados, especialmente de los actores de las regiones donde se desarrolla la actividad.
“En ASIMET estamos convencidos que sí es posible generar una legislación que permita el desarrollo y crecimiento de la industria del salmón junto con la conservación del medio ambiente. No son conceptos incompatibles. En otras áreas productivas se ha comprobado que sí es posible trabajar de manera eficiente un desarrollo económico con un adecuado equilibrio social y ambiental. A todos nos interesa que las actividades productivas sean sustentables, que es la única forma posible de ser aceptado en los mercados y progresar”, sostuvo el dirigente gremial.
Por su parte, el presidente del Comité Regional ASIMET Los Lagos, Jorge Cassigoli, también valoró que finalmente no se haya aprobado la iniciativa que apuntaba a producir cambios a la Ley de Pesca, que hoy permite que la salmonicultura se desarrolle. “Esta actividad exportó US$6.606 millones en 2022, y genera decenas de miles de puestos de trabajo directos e indirectos en empresas de alimentos; procesadoras de peces; productoras de gases; en las industrias del acero, farmacéutica y tecnológica; en empresas de redes para jaulas, maquinarias y gran cantidad de servicios en instalación, mantenimiento, vacunación, limpieza de centros productores, y en muchas otras actividades difíciles de enumerar”, sostuvo.
Agregó que de haberse aprobado las prohibiciones de operar en áreas de protección en que hoy día se permite esta actividad, muchas concesiones habrían dejado de operar gradualmente, por no poder renovar los permisos o no poder relocalizarse. “Noruega está apostando a producir 2 millones de toneladas de salmón en pocos años más y 5 millones de toneladas al 2050. La acuicultura no es extractiva, es sustentable y cada vez se invierte más en dietas con insumos vegetales, vacunas y tecnologías para ser más eficientes. Esta actividad tiene una fuerte influencia económica en una amplia extensión de nuestro país, desde La Araucanía a Magallanes, e irradia a otras regiones”, concluyó.
ASIMET, mayo 30 de 2023