La cifra contrasta con la caída de un 2,4% de puestos de trabajo que exhibió el país a nivel nacional en el mismo periodo, razón por la que el presidente del gremio, Dante Arrigoni, urgió a implementar cuanto antes una Estrategia Industrial, “porque este sector es el más eficiente para reactivar una economía estancada y crear empleos de calidad”.
Entre febrero de 2020 y agosto de 2022 la industria manufacturera creó 4.150 nuevos empleos, lo que representa un incremento de 0,5%, en tanto que, a nivel nacional, para ese periodo se registró una pérdida de 220 mil puestos de trabajo, lo que significa una caída de 2,4%. Así lo dio a conocer el presidente de ASIMET, Dante Arrigoni, al destacar el desempeño de esta industria en materia laboral durante la crisis: “Si bien la pandemia significó una caída significativa del empleo del sector, este se ha recuperado, tanto comparado al nivel pre- pandemia como al nivel proyectado”, sostuvo.
El dirigente gremial encabezó esta mañana una conferencia desayuno con los socios de la asociación, a la que fue invitado a exponer el exsenador y experto en temas de desarrollo, Sergio Bitar, quién se refirió a los pasos que debe seguir Chile para avanzar hacia una estrategia industrial para los próximos diez años.
En la oportunidad, Arrigoni informó sobre los avances de la Mesa de la Manufactura, entidad público-privada que encabeza el Ministerio de Economía, y en la que participan diversos gremios del sector, que se encuentra trabajando en la implementación de una estrategia de desarrollo industrial. La instancia proyecta presentar una primera propuesta en marzo de 2023.
Según indicó el presidente de ASIMET, algunos datos relevantes que han surgido de esta mesa son, por ejemplo, que las empresas manufactureras a nivel mundial han sido más resilientes a los efectos negativos de la pandemia, tanto en términos de ventas como de empleo, y que tienen un rol protagónico como demandantes y oferentes en el desarrollo de energías limpias, que son necesarias para alcanzar los objetivos de descarbonización. Que es un sector de alta innovación y de mayor crecimiento de productividad que los otros rubros, por lo que su desarrollo permitiría a la economía chilena escapar de la trampa de ingresos medios en la cual se encuentra.
“Otras conclusiones de la mesa indican que la industria manufacturera genera empleos de mayor calidad, con una menor informalidad y rotación laboral que el promedio nacional, y que tiene un rol clave en la disminución de las desigualdades de género en términos de brechas salariales, participación laboral, e incorporación de mujeres en actividades de I+D”, sostuvo.
En relación a las exportaciones, Arrigoni indicó que se ha comprobado que el tamaño de la industria manufacturera se relaciona positivamente con el nivel tecnológico de los envíos al exterior. “En esta materia, Chile se encuentra en los últimos puestos, tanto en el tamaño de su industria manufacturera, como del nivel tecnológico de sus exportaciones”.
Más adelante, el presidente de ASIMET recordó que, en los últimos 20 años, la producción del sector manufacturero en Chile ha crecido a una tasa de 2,1% anual, menor al crecimiento promedio del PIB, de un 3,7% anual. Señaló que desde 1996 a 2021, la participación de las manufacturas en el PIB ha caído en un 43% (del 15,2% al 8,7%) y que el mayor retroceso se registró durante el periodo 2001- 2008, en donde se pasó de 15,9% al 10%, es decir, una disminución de 37%.
“Pero, a pesar de lo anterior, desde 2013 a 2019, vemos que las manufacturas han aumentado su participación en la Formación Bruta de Capital Fijo, es decir la inversión, de 6,6% a 8,8%. Es por ello que el trabajo de esta Mesa de la Manufactura es fundamental para implementar cuanto antes una Estrategia Industrial, porque este sector es el más eficiente para reactivar una economía estancada y crear empleos de calidad”, indicó.
Finalmente, Arrigoni señaló que esta mesa tiene dos grandes objetivos: “En primer lugar lograr una mayor productividad y mejores empleos para el sector; oportunidades de encadenamiento, innovación y mejoras productivas; fortalecer la colaboración público-privada y una transición socio- ecológica con mayores oportunidades, con especial atención al rol de las empresas de menor tamaño. Y, además, fomentar la participación de mujeres en la industria, tanto en el ámbito del trabajo como en la dirección de empresas”, concluyó.
ASIMET, noviembre 30 de 2022