El nuevo presidente del gremio metalúrgico y metalmecánico, Dante Arrigoni, asegura que en los últimos 22 años la manufactura ha perdido 33% de contribución al PIB, por lo que piden un plan para el sector 4.0.
El sector metalúrgico y metalmecánico del país exhibió una fuerte caída, tras un retroceso de 11% en doce meses que mostró en julio. Según la Asociación de Industriales Metalúrgicos y Metalmecánicos (Asimet), esto es producto de los primeros “efectos preocupantes” del cierre de empresas que ha afectado a esa industria durante este año, el caso más emblemático es el de la empresa Maersk en San Antonio.
Por lo mismo, el nuevo presidente del gremio metalúrgico, Dante Arrigoni (quien asumió a fines de julio) dijo que Asimet se encontraba en “Estado de Alerta”, dado las preocupantes cifras para el sector.
En este contexto, desde el gremio analizaron qué políticas existen actualmente en el país para potenciar el sector, pero se encontraron con una triste conclusión: Chile, y Sudamérica, están en el mismo nivel que África en esta materia, sin estrategias de políticas públicas para la industria.
“Los países de la OCDE, China y los países asiáticos están invirtiendo grandes cantidades de dinero e incentivos fiscales para modernizar su industria para transformarla con las nuevas tecnología. Por lo mismo en la industria estamos siendo cada día más competitivo”, dijo Arrigoni.
En el análisis realizado por Asimet se señala que Chile tuvo un desarrollo industrial importante, pero en la actualidad la mayoría de los socios comerciales tienen ventajas sobre el sector nacional.
De acuerdo a las estadísticas de Asimet, la industria metalúrgica ha perdido un 33% de participación del PIB en los últimos 22 años. De hecho entre 1996 y 2017 la manufactura pasó de 15% del PIB a 10% del PIB.
Por lo mismo Arrigoni dice que es necesario generar un plan para la industria 4.0 que pueda generar mayor inversión en el sector.
“Lo que tiene que hacer el Estado, y sacando el ejemplo de los países de la OCDE, es un plan de política de la industria con fuertes incentivos fiscales, y eso en qué se traduce, en que las empresas vuelven a invertir. Y cuando hablamos de fuertes incentivos fiscales, estamos hablando por ejemplo de reducir el impuesto corporativo a 25% desde los 27% actuales”.
Entre las metas que se ha planteado Asimet y la nueva directiva es que en los próximos 20 años el sector pueda crecer un 2% por sobre la actividad económica del país y que la manufactura alcance el 15% del PIB en el 2040. Con ello, dicen, se podrían generar 12.500 nuevos puestos de trabajo directos por año.
Empleos. Otros de los factores de análisis fueron la encuesta Casen 2017 y la creación de empleos.
En este escenario, desde el gremio industrial aseguran que los avances en la baja de la pobreza medida por ingresos (8,6% en 2017), pero con una desaceleración en el ritmo de reducción, además del estancamiento de la pobreza multidimensional principalmente por graves debilidades en la creación de empleos, tienen que ver con los problemas en la industria manufacturera.
De hecho, desde el gremio sostienen que en los últimos 10 años han perdido alrededor de 250.000 empleos.
“Todas estas falencias están relacionadas con la problemática que está viviendo la manufactura nacional, que repercute directamente en la baja de los trabajos de calidad y, consecuentemente, en el aumento en la desigualdad de ingresos”, indicó Arrigoni, por lo que insiste en la necesidad de un plan para la industria 4.0.
Además el presidente de Asimet explicó que en los países desarrollados existe consenso que el sector que más aporta a la clase media para avanzar y resolver estos temas es la manufactura. Es así que los empleos que otorga la industria en los países de la OCDE son más altos, como también son mejores los salarios. En España, por ejemplo, estos son un 24% mayor que los que dan los sectores de servicios y la construcción.
Fuente: La Tercera – Pulso, septiembre 19 de 2018