La realidad tiene maneras de imponer urgencias que ponen de manifiesto la lentitud —en algunos casos, la complacencia— con que se abordan muchas materias que requieren de tramitación legislativa. Está pasando ahora con el proyecto sobre teletrabajo que estudia el Congreso, para el cual el gobierno ha pedido una mayor celeridad, y que la doble crisis del estallido social y del Covid-19 obliga a considerar prioritario en el muy corto plazo.
Como a muchas empresas, los eventos del 18-O —con sus restricciones para el transporte público y sus riesgos para la seguridad— obligaron a este diario a ampliar las modalidades de trabajo a distancia que ya tenía y a implementar otras nuevas. Hoy, a la luz de los casos confirmados de coronavirus en Chile, todo apunta a que el teletrabajo adquiera una nueva relevancia para todas las organizaciones. De hecho, un estudio de Randstad calcula que 22% de las empresas ya ha activado protocolos de salubridad, entre los cuales el trabajo remoto juega un rol clave para hacer viable la continuidad de actividades. Lo mismo está haciendo un número creciente de firmas internacionales, según consignó DF, entre ellas HSBC, JP Morgan, Goldman Sachs, Barclays, BBVA, Twitter, Google y Amazon, por nombrar algunas de las más relevantes.
En contraste con lo anterior, un estudio de Adecco concluyó que sólo el 28% de los trabajadores chilenos tuvo la opción de trabajar desde su casa durante las semanas más álgidas del conflicto social de fines del año pasado. Ello podría deberse más que nada a la todavía baja penetración del teletrabajo en la cultural laboral chilena, pero no hay duda de que tiene razón el subsecretario del Trabajo cuando observa que “hay una norma peregrina en el Código del Trabajo que permite trabajar a distancia”, pero que resulta del todo inadecuada para el mundo del siglo XXI.
Está en el interés de las empresas, los trabajadores y sus familias que la experiencia reciente —y la prudencia sobre lo que puede estar por venir— muevan al Congreso a darle prioridad a esta materia.
Fuente: Diario Financiero, marzo 12 de 2020