Luego de más de tres años de preparación, el grupo creó Arrigoni Ambiental, área de negocios destinada en su primera etapa al reciclaje de caucho y la valorización de sus residuos a partir de un activo programa de innovación vía alianzas como la concretada con la Universidad de Concepción.
Un nuevo enfoque está dando la tercera generación de Arrigoni al holding, de la mano de los primos Gianfranco y Sofía. Esto, luego de que tras tres años convenciendo a las generaciones más antiguas, lograran la aprobación de una nueva área de negocios ligada a la economía circular.
Arrigoni Ambiental debutó el 1 de mayo del año pasado y, pese a que partió con el almacenamiento de sustancias y residuos peligrosos, hoy busca expandirse a nuevos nichos.
Sofía Arrigoni (de profesión abogada), explica que tomaron la decisión de partir con el almacenamiento de sustancias peligrosas, dado que era la forma más atractiva para “enganchar” a la segunda generación de la familia, toda vez que implica el uso de estructuras que en el rubro metalmecánico se remontan los orígenes de la compañía.
El foco ahora está puesto en lograr el tratamiento de neumáticos a través del proceso de la pirólisis -descomposición química causada por el calentamiento a altas temperaturas en ausencia de oxígeno-, donde se buscará obtener subproductos como el pyro oil, carbon black y acero.
Los dos primeros se utilizan como combustibles en industrias como la pesca y la minería, por lo que Arrigoni está en conversaciones con empresas de esos rubros a fin de asegurarlos como clientes finales.
“A raíz de dos nuevos decretos supremos, el 43 y 148, que hablan del almacenamiento de sustancias y residuos peligrosos, vimos una oportunidad de negocio”, dice la abogada.
Agrega que “el objetivo de la Ley REP es la disminución de los residuos y lo que queremos nosotros es que cada vez se usen menos materias vírgenes”.
Para concretar esto están buscando un terreno donde levantar la planta (en un radio no mayor a los 200 kilómetros de Santiago), que costará del orden de US$ 5 millones e implicará la contratación directa de 30 colaboradores.
Además, esta planta tendrá una capacidad de 30 toneladas/día, lo que equivale a la descomposición de mil neumáticos diarios, y estiman que estará operativa a más tardar el primer semestre de 2020.
“Sabemos que ahora se recicla un 17% y nosotros vamos a aportar un 7%. Esta es una primera etapa y después queremos ir poniendo más plantas a lo largo del país para poder aportar en esta materia”, dice Gianfranco Arrigoni.
Valorización de residuos
La ley de fomento al reciclaje (REP) permite que una empresa sin fines de lucro se dedique a la recolección de este tipo de residuos, sin embargo, Arrigoni Ambiental no forma parte de ese proceso, ya que su foco está en la recepción y valorización de los subproductos derivados de la descomposición de neumáticos, los que podrían llegar a su stock mediante dos formas.
La primera es cerrar acuerdos con compañías para un envío mensual de neumáticos a la planta, y la segunda es tener tratos con empresas particulares para enfardar los neumáticos en sus propias plantas, a fin de ahorrar espacio de acopio, dado que el enfardado elimina el oxígeno de las llantas (y al estar comprimidas ocupan menos espacio).
Para esta primera etapa se concentrarán en llantas no mineras (con un diámetro de menos de 57 pulgadas), dado que las mineras implican un proceso previo, que es que hay que cortarlas antes de enfardarse, dado que miden más de tres metros de diámetro. Eso sí, estas llantas tienen la ventaja de que están hechas 100% de caucho, versus el 30% que puede contener una rueda común.
Si bien los primos Arrigoni aclaran que como el proceso se hace sin oxígeno no existe un peligro de incendio como se ha observado en otros centros de acopio en Chile, de todas formas la idea es tener el menor número (backlog) de neumáticos en la planta, por lo que ésta funcionará las 24 horas. Además, contarán con varias medidas de seguridad, como cortafuegos.
“Habrá mucha gente interesada en que cuando comience a operar la Ley REP -y con ella, las metas de regularización y valorización-, desaparezcan esos centros de acopio”, dice Gianfranco Arrigoni.
I+D
Un punto clave en todo este proceso ha sido la inversión en investigación que ha hecho Arrigoni Ambiental.
Así, desde el día uno que se embarcaron en este proyecto, sellaron dos importantes asociaciones.
La primera, con Arturo Rock y Miguel Parra, quienes fueron los primeros en levantar una planta de pirólisis en el país, por lo que cuentan con la experiencia necesaria para hacer un trabajo de este tipo, y segundo, con la Universidad de Concepción, con miras a buscar nuevos usos de los subproductos, como es el caso del carbon black, así como mejorar la calidad del pyro oil.
Actualmente se encuentran postulando a más de un fondo para generar recursos necesarios que les permitan avanzar en investigación, no sólo de este, sino que también de otros residuos.
“La idea de nosotros es participar en el negocio de economía circular en general, y no solamente apuntando al tema de los neumáticos, que es el puntapie inicial y lo que vamos a partir haciendo ahora. Nuestra idea también es poder sumarnos a los otros productos prioritarios que vienen en la cadena”, señala Sofía Arrigoni.
Agrega que “hay mucho interés del sector industrial y también de las autoridades de que esto funcione, porque en el fondo, si no se cumplen las metas de valorización del primer producto prioritario, que son los neumáticos, también para el gobierno sería super complejo, porque ellos tienen que buscar que privados como nosotros quieran participar de la Ley REP para que sea efectiva”.
Fuente: Diario Financiero, septiembre 10 de 2019