En noviembre próximo la Compañía Siderúrgica Huachipato (CSH) de CAP Acero cumplirá 69 años. Su existencia está estrechamente vinculada a la historia industrial de la Región y es que bajo su alero vino todo un desarrollo de nuevos sectores productivos. Hoy a pesar de las dificultades es una empresa que mira al futuro con nuevos bríos de la mano de la innovación y el desarrollo de nuevos productos.
No ha sido fácil. Estos últimos años la siderúrgica logró despegar de los balances en rojo que anotó prácticamente del 2000 hasta 2017, debido a la estrepitosa caída de los precios internacionales del acero, entre otros factores.
Todo partió en 2013 cuando la compañía decide focalizar su producción solo en productos largos y operar en forma permanente con un solo alto horno, columna vertebral de todo el proceso siderúrgico. Entonces, se inició una revisión muy exhaustiva de sus operaciones y ya a partir de 2016 se abocaron al objetivo de hacer aceros especiales o de alta gama y abordar otros mercados que tradicionalmente no veían.
Fue así que el Alto Horno (AH) Nº 2 se detuvo en 2015 y durante todo 2016 y 2017 se realizaron acuciosas inspecciones y estudios para determinar el alcance y presupuesto de los trabajos que se requerirían para retomar su funcionamiento, que hasta entonces solo dependía de mantenimientos menores, según detalla Rodrigo Briceño, gerente general de la CAP Acero.
En noviembre de 2017 que se formó un equipo de trabajo con dedicación exclusiva al proyecto y el 24 de abril de 2018, el directorio autorizó la inversión de los US$23,9 millones necesarios para su ejecución. La usina solo operó en este periodo con el AH 1 de menor capacidad.
MISMA TECNOLOGÍA
Briceño explica que «en el mundo el 75% de la producción de acero se realiza con Altos Hornos, es decir, la misma tecnología que usa Huachipato y, en la última década, más del 80% de los aumentos de capacidad que se han hecho en el mundo también se han hecho con Alto Horno. Por lo tanto, si bien la tecnología es de la década de los 50 sigue siendo la más vigente y económica para producir acero y si bien tiene algunos bemoles, tiene ventajas importantes, como que permite producir aceros de alta calidad lo que a su vez, posibilita abordar algunos mercados bastante particulares».
Hasta entonces (2016) la acerera no exportaba. El 100% de su producción se orientaba al mercado interno.
«El 2017 fue entonces un año de trabajo muy intenso en el área Pacífico en Latinoamérica y el año 2018 terminó con sobre un 20% en nuestros productos en mercados de exportación, donde Perú es casi un mercado local e incluso a México que es un mercado altamente competitivo en términos de acero».
DESARROLLO DE PRODUCTOS
Aprovechando el conocimiento adquirido en medios de molienda que son aceros con alta especificación, se desarrollaron en paralelo aceros para tornillería, para refuerzos estructurales de alta resistencia, para túneles mineros y otros aceros especiales como los que se hicieron para el puente Chacao y que se despacharán dentro de poco al consorcio coreano que lo construye, precisó el ejecutivo.
«En la práctica hemos ido reinventándonos bajo el alero de la creación de esta gerencia de Innovación y Desarrollo que busca convertir la innovación en una disciplina permanente. No queremos que la inercia nos paralice. La forma de salir de las crisis es buscando nuevos mercados y desarrollando nuevos productos. Y así han salido cosas muy interesantes en mismo Perú o en Colombia», señaló.
OPERACIONES DETENIDAS
Consultado sobre las dificultades que ha presentado la puesta en marcha del AH 2 y que ha tenido a la usina sin producción por unas dos semanas, lo que de paso tendrá un impacto en los resultados de la compañía en este primer cuatrimestre, Briceño, reconoció que este proceso estaba previsto para comienzos de abril, aunque originalmente estaba para junio.
«La idea era operar con ambos altos hornos en paralelo una semana, pero hubo que detener el 1 por algunos problemas operativos. De esta manera, los esfuerzos se focalizaron en el AH 2 que a la segunda semana estaba produciendo arrabio (acero líquido). Admitió no obstante, que han tenido «algunos problemas como toda puesta en marcha de un proceso que es complejo y hubo que detener las operaciones».
Hoy, puntualizó, la instalación está en fase de puesta en marcha de nuevo y normalizando la operación. «Ha sido un proceso un poco más lento de lo esperado, porque nos habíamos puesto desafíos muy ambiciosos y estábamos esperanzados en poder levantar más producción para todos los desafíos de mercados que tenemos, aunque en términos generales fue un proyecto bastante exitoso y pese a las demoras, no implicó inyectar más recursos, y se terminó con el presupuesto asignado».
Con todo, aseguró que el plan es estar operando en forma normal en semana y media como máximo. Aunque agrega que en régimen, es decir al 100%, debería estar operando de aquí a fin de mes «El ritmo de operación que tiene ahora es de estabilización».
Admitió que para todos es muy complejo el tema, porque están con mucha presión para «echarlo arriba, pero tampoco es un problema mayor», aseguró.
El Alto Horno 1 llegó a producir sobre 2 mil toneladas/día. Históricamente operaba a unas 1.800 ton/día;un ritmo muy alto. «El AH 2 nuevo permitirá entre un 10% a un 15% más de producción, o bien al mismo ritmo, pero a un menor costo dependiendo de cómo vayamos abordando los mercados, señala el gerente general y destacó que en estos últimos dos años se han logrado las metas más altas e históricas de productividad de la compañía, aun cuando la planta es más pequeña y debiéramos seguir superando esas metas», concluyó Rodrigo B.
Fuente: Diario El Sur