En su primer Informe de Política Monetaria del año, el instituto emisor prevé una inflación de 2,6% para fin de año, por debajo del 2,9% estimado con anterioridad.
En su primer Informe de Política Monetaria (IPoM) del año, el Banco Central corrigió a la baja su rango de proyección de crecimiento para 2019, en línea con las expectativas del mercado.
Así, según los datos, la expansión para este año se ubicará entre un 3% y un 4%, por debajo del rango de 3,25%-4,25% estimado con anterioridad y que «se explica por un desempeño del sector minero menor al esperado», según la entidad.
Por su parte, para 2020 el Central elevó su proyección de 2,75%-3,75% a 3%-4%; mientras que para 2021 la entidad bancaria estimó que el PIB crecerá entre 2,75% y 3,75%.
Frente a los datos, el informe consigna que «en línea con lo previsto, la actividad económica interna recuperó su ritmo de crecimiento tras la pausa del tercer trimestre del 2018, liderada por la inversión».
«En lo externo, el crecimiento en las principales economías ha mostrado una desaceleración por sobre la anticipada, lo que ha llevado a sus autoridades a implementar mayores estímulos económicos».
Así, agrega, «el impulso que recibirá la economía chilena en los próximos dos años continuará siendo positivo, pero menor al de los dos años previos, combinando la corrección a la baja del crecimiento mundial (3,3% en 2019 y 3,2% en 2020) y condiciones financieras algo más favorables que las previstas en diciembre».
«Internamente, la evolución reciente de la demanda y las perspectivas para el consumo y la inversión siguen indicando que la economía continuará reduciendo las holguras de capacidad en los trimestres venideros.
US$2,9 precio promedio estimado para la libra de cobre en 2019
No obstante, «es importante notar que el menor nivel efectivo de la inflación apunta a que el tamaño actual de las holguras de capacidad es mayor al estimado previamente, lo que es coherente con el impacto del fuerte flujo inmigratorio sobre la fuerza laboral».
Inversión al alza para 2019 y 2020
«Sigue destacando el mayor dinamismo de la inversión», destacó el Central en el IPoM y corrigió con una fuerte alza sus proyecciones para 2019 y 2020.
Así, el instituto emisor subió su estimación para este año de 6,0% a 6,2% y para el próximo de 3,9% a 4,3%. Respecto a 2021, proyectó una expansión de 3,9%.
Inflación menor a la anticipada
En cuanto a la inflación de 2019, «dado su menor nivel actual y la estimación de mayores holguras de capacidad, su convergencia a 3% se retrasa respecto de los previsto en diciembre pasado«, indica el informe.
De este modo, «el IPC terminará el 2019 con un incremento anual de 2,6% -por debajo del 2,9% proyectado con anterioridad-, volviendo a 3% en la primera mitad del próximo año. Desde ahí en adelante, fluctuará alrededor de ese valor hasta el fin del horizonte de política, el primer trimestre de 2021″.
Respecto a la Tasa de Política Monetaria (TPM) -que actualmente se ubica en 3%- «el Consejo estimó que la evolución de las condiciones macroeconómicas hace necesario reducir el estímulo monetario en el horizonte de política».
«Para efectos de las proyecciones, en el corto plazo, se utiliza como supuesto de trabajo la trayectoria de la TPM que muestra la Encuesta de Expectativas Económicas de marzo, la que no contempla cambios en la tasa al menos durante los próximos dos trimestres«.
Los riesgos del escenario externo
«Desde el último IPoM, las perspectivas del escenario internacional han mostrado cambios relevantes», señala el informe del IPoM de marzo y destaca que «el principal riesgo sigue siendo una reversión abrupta de las condiciones financieras para las economías emergentes«.
«Hacia fines de 2018 el crecimiento de las principales economías tuvo una desaceleración más allá de lo previsto (…) En el escenario base, las proyecciones de crecimiento mundial se han revisado a la baja respecto de diciembre y siguen considerando que en el período 2019-2020 la economía mundial tendrá un desempeño inferior al del bienio anterior»
IPoM de enero
«Si bien en un escenario de este tipo los principales bancos centrales probablemente aumentarían la expansividad de sus políticas monetarias, también podría observarse un menor apetito por riesgo y descensos en los precios de las materias primas», explica el Central.
Además, enfatiza que «las dudas sobre el grado de desaceleración de la actividad global se han dado en un contexto en que se han mantenido focos de tensión importantes en otros ámbitos, como las interrogantes sobre los desequilibrios en algunos mercados en China, un conflicto comercial entre esta última y EE.UU. que sigue sin ser resuelto y las dudas en torno al proceso del Brexit».
Fuente: Emol economía, abril 01 de 2019