No han sido buenos los últimos años para el sector metalúrgico y metalmecánico de nuestro país. En 2018 creció solo 1,6% en comparación al 4% que lo hizo el país, situación que es preocupante, ya que, al igual que la manufactura, han decrecido en los últimos 22 años 33%, es decir, pasaron de aportar el 15% del PIB, a solo el 10%. Y quizás uno de los aspectos más preocupantes es que el rubro perdió 36 mil puestos de trabajos durante el año pasado.
«Un año más que se verifica una disminución de nuestro sector. Nuestras empresas han perdido competitividad y productividad frente a industrias de los países con los que tenemos tratados de libre comercio, las que se están modernizando y yendo a la Industria 4.0, con grandes incentivos y políticas públicas, y nosotros acá, en Chile, no estamos haciendo lo suficiente», dice Dante Arrigoni Cammas, presidente de la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas A.G. (Asimet).
Para este 2019, asegura, la situación tampoco se ve mejor. «Si queremos que Chile sea desarrollado, tiene que haber un acuerdo país y crecer en manufactura, que es lo que están haciendo las naciones de la OCDE, como Estados Unidos, Alemania, Australia, Canadá, entre otras, las que están en un proceso de reindustrialización. Necesitamos que exista incentivo a la inversión, que las empresas se modernicen, que compren tecnología y que hagan innovación y desarrollo».
-¿Cómo han afectado al sector temas como la discusión de la reforma tributaria, la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la inestabilidad de la economía a nivel mundial, entre otros?
«La reforma tributaria es, sin duda, el primer paso porque necesitamos incentivos para que haya una mayor inversión, inversión significa poder modernizar nuestras empresas al ritmo que lo están haciendo los países que nos compiten. La manufactura en Chile ha disminuido porque ha sido reemplazada por productos que vienen de afuera y este proceso que en Chile se ve como natural, no es natural porque las naciones desarrolladas van hacia un reindustrialización, y es que detrás de la manufactura está también el tema de los puestos de trabajo. Tenemos el gran desafío de aumentar los puestos de trabajo, no solo en cantidad sino que también en calidad. Por ejemplo, la manufactura paga un 25% más que los servicios y la construcción. Otra ventaja que tiene nuestra industria es que siempre los trabajadores cuando ingresan a ella tienen un proceso de aprendizaje y capacitación, lo que los beneficia, ya que al obtener más conocimientos pueden obviamente tener mejores oportunidades de trabajo.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China nos preocupa porque afecta al comercio internacional y cuando el mundo tiene expectativas de crecimiento menor, también obviamente nos complica. Ahora, el precio del cobre alto sin duda nos favorece, ya que permite mayor inversión y, a la vez, más consumo de productos metalúrgicos y metalmecánicos, que es lo que a nosotros nos interesa».
-¿Ustedes han conversado con el gobierno, la oposición, los partidos políticos y otras asociaciones gremiales?
«El gobierno tiene iniciativas, como la reforma tributaria y la flexibilización del trabajo, que son temas que nos preocupan, pero la verdad es que hoy estamos un poco solos, ya que no existe esa convicción de país que necesita apostar por la manufactura. Actualmente, el 78% del comercio mundial son productos manufacturados y nosotros siempre hemos dicho que no podemos depender de las materias primas, pero para que las cosas cambien necesitamos políticas públicas que incentiven la inversión, la modernización de las empresas, la flexibilidad laboral, la capacitación de los trabajadores, la innovación y el desarrollo, entre otros temas, pero en el fondo lo que estamos pidiendo es que se haga lo mismo que están haciendo los países desarrollados».
-Asimet ha señalado que va a entregar al gobierno el Plan Industria 4.0, ¿en qué consiste esta iniciativa?
«Vamos a proponer en mayo próximo un paquete de políticas públicas para ir hacia la Industria 4.0, con la urgencia y necesidad que nosotros tenemos, porque los países con los cuales competimos ya nos llevan bastante ventaja y si no hacemos un cambio disruptivo no los vamos a poder alcanzar nunca.
La iniciativa contempla un marco conceptual, de por qué Chile necesita ir a la reindustrialización; después las propuestas públicas, que no son más que lo que están haciendo los países desarrollados. En el fondo, plantear las medidas, ver cuáles se pueden aplicar en nuestro país y dar nuestra recomendación».
-¿Cómo se está preparando el gremio para la irrupción de las nuevas tecnologías y la automatización?
«Nuestro rubro está avanzando, pero no a la velocidad que se necesita. Cuando hablamos de Industria 4.0 hablamos de digitalización, conectividad y emplear todas las tecnologías que están detrás, como la robótica, inversión 3D, Big Data, Cloud Computing, etc. Asimet va a sacar este año el Índice de Digitalización, es decir, vamos hacer una medición gratuita a todas las empresas del sector para que se puedan evaluar y comparar con las otras compañías en Chile y el mundo, vamos a tener parámetros europeos y asiáticos. Además, con Asimet Asesorías, vamos a ofrecer a las empresas una asesoría para que vayan avanzando en el tema de la digitalización, conectividad y la Industria 4.0.
Nos estamos preparando y haciendo las cosas, pero estamos un poco solos, porque lo que ocurre en otros países es que existe un proyecto país, apoyado por todos los poderes del Estado, para compatibilizar el crecimiento con la calidad de vida de las personas, y para ello hay que pensar dónde van a trabajar y cuáles serán las oportunidades laborales que van a tener. La reindustrialización es la solución que han encontrado los países desarrollados, Alemania, por ejemplo, con mucha inmigración, sigue teniendo una cesantía muy baja porque el aumento de su manufactura genera empleo. Y eso es lo que hace falta a Chile».
Fuente: Ediciones Especiales El Mercurio