Hoy la industria chilena de bolas de molienda vive una situación de emergencia. Es que la inundación de dicho producto proveniente del principal productor que es China, y la consiguiente venta a bajos precios, los tiene en alerta.
Uno de los mayores afectados por este fenómeno es CAP. Esto, porque Moly-Cop, que es el principal productor de bolas forjadas en Chile, compra a esa compañía el 90% del acero requerido para su operación.
Por si fuera poco, parte importante de las barras de acero que CAP produce en Huachipato se destinan a Moly-Cop. De hecho, dichos productos representan más del 40% de las ventas de CAP.
“Si cierra la industria de bolas local, la existencia de la división siderúrgica de CAP se haría insostenible. Además, en el norte se están despidiendo 25 personas por empresa. Y acá en la región les están dando vacaciones a los trabajadores de Moly-Cop, porque la producción ha disminuido y necesitan menos mano de obra”, explica Héctor Medina, presidente del Sindicato de CAP en Talcahuano.
En tanto, la Comisión Nacional encargada de investigar la existencia de distorsiones en el precio de las mercaderías importadas (CNPD) se encuentra actualmente analizando la existencia de dumping en el precio de las bolas de acero forjadas para molienda de diámetro inferior a cuatro pulgadas importadas desde China. Dicho proceso fue iniciado de oficio por la comisión con fecha 8 de junio y la base del alegato es que los precios de exportación a Chile son menores que los de exportación a Perú.
Como antecedente se agregó que “los precios de importación no permiten cubrir todos los costos de producción, si se compara con el costo de las barras de acero para fabricación de bolas”.
Los componentes en que se basa la acusación es el daño y la amenaza de perjuicio a la rama de la producción nacional; la pérdida de cuotas de mercado por parte de la rama de producción doméstica; aumento absoluto y relativo de las importaciones; disminución de precio y caída en el margen operacional.
“La CNDP no ha hecho su trabajo, porque ya debería haber tenido resultados. Los tiempos oscilan entre los tres a cinco meses, como máximo. Ya se comprobó que en los productos de acero hay dumping de parte de los mexicanos y los chinos, pero no se ha tomado la resolución de aplicar las sobretasas que corresponden”, advierte Medina.
En noviembre de 2017 se estableció una protección arancelaria sobre las barras de hormigón, con las que se fabrican las bolas de molienda; esta sobretasa fue del 22,9%.
Sin embargo, las bolas chinas siguen entrando a precios predatorios. Así, los productores de bolas de molienda han quedado en una complejísima situación: tienen que comprar barras a precios ajustados, pero compiten con bolas chinas subsidiadas que, además, tienen acceso a las mismas barras que los productores chilenos no pueden acceder por ser sujetas de la protección arancelaria.
Fuente: La Tercera-Pulso, octubre 14 de 2018