La Dirección del Trabajo desestimó el plan de algunas empresas de alargar el horario de colación o subdividir la reducción en minutos diarios, para cumplir con la rebaja de la jornada laboral a 44 horas que comenzará a regir la próxima semana.
Un fuerte debate se encendió luego del dictamen que difundió ayer la Dirección del Trabajo (DT) rayando la cancha respecto a la forma en que se debe aplicar la reducción gradual de la jornada laboral que entra en vigencia la próxima semana, en el marco de la ley de las «40 horas». y que alertó a varios abogados laboristas y gremios del comercio.
A partir del próximo viernes 26 de abril, la jornada laboral se reducirá de las actuales 45 a 44 horas semanales.
Previo a ello, algunas organizaciones denunciaron que ciertas empresas planeaban reducir el horario de trabajo semanal en 12 minutos diarios, o subiendo la misma cantidad de tiempo la colación para cumplir con la obligación de reducir en una hora la jornada en la semana.
Sin embargo, ayer la DT en su dictamen aclaró la fórmula específica que debe utilizar el empleador para realizar la adecuación de la jornada diaria para obtener su reducción semanal en caso de no existir acuerdo con los trabajadores o los sindicatos. En el pronunciamiento, se desestima la idea de alargar el horario de colación o subdividir la reducción en minutos diarios para cumplir con la normativa, señalando que el inicio de la rebaja deberá ser en esta primera etapa restando una hora en un día de la semana.
A su vez, si se trata de una jornada de lunes a sábado, se especifica que el empleador deberá reducir el término al menos 50 minutos en un día de la jornada semanal y la fracción de 10 minutos en otro de la misma semana.
Un dictamen que levantó las alarmas entre los gremios empresariales y abogados laboristas.
La molestia del sector privado
La ministra del Trabajo, Jeannette Jara, defendió la interpretación y remarcó que «la ley habla de una hora al día menos de jornada laboral. Aquellos que están pensando unilateralmente en disminuir esto en minutos van a tener que buscar una solución de acuerdo a la ley y a lo que el dictamen establece».
«La ley habla de una hora al día menos de jornada laboral. Aquellos que están pensando unilateralmente en disminuir esto en minutos van a tener que buscar una solución de acuerdo a la ley y a lo que el dictamen establece»
Jeannette Jara, ministra del Trabajo
Sin embargo, desde el mundo privado hubo reparos. Por ejemplo, la presidenta de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), María Teresa Vial, criticó el dictamen.
«La DT interpreta de manera restrictiva la reducción de la jornada máxima semanal, limitándola a una disminución total de 1 hora, cuyo principal objetivo es la adecuación de la estructura empresarial a esta modificación legal, en 1 día a la semana, considerando que la propia Ley no establece esa distinción», señaló Vial.
«Podría incluso considerarse contraria a la gradualidad con que se pretende implementar la ley», agregó.
Asimismo, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), José Pakomio, sostuvo que «a una semana de la entrada en vigencia de varias de las disposiciones de ley de 40 horas, vemos que nuevamente la autoridad administrativa impone un criterio que va más allá de la ley».
«A una semana de la entrada en vigencia de varias de las disposiciones de ley de 40 horas, vemos que nuevamente la autoridad administrativa impone un criterio que va más allá de la ley»
José Pakomio, presidente de la CNC
«Creemos que atenta contra la autonomía de las partes – las que mejor conocen la dinámica empresaria particular – para alcanzar acuerdos entre ellas definiendo la mejor manera de implementar la rebaja horaria. Esta forma de interpretar la ley por parte de la DT no considera la realidad interna de las empresas ni los complejos ajustes que deben realizar para adecuarse a las nuevas exigencias legales de tal manera de no generar un impacto negativo para estas y sus trabajadores», complementó.
Por su parte, el presidente de la Asociación Chilena de Gastronomía (Achiga), Máximo Picallo, consideró esto como una «imposición inapropiada y fuera de norma», considerando que «las empresas ya han tomado sus decisiones internas para hacer este ajuste en virtud de las necesidades y regímenes internos de cada organización, adaptándose a sus propias realidades y a lo que exige la ley, «por lo que sacar este conejo del sombrero a última hora, nos parece del todo inadecuado e improcedente, ya que contraviene la propia normativa».
Mientras que el ex director del Trabajo, Marcelo Albornoz, sostuvo a El Mercurio que el documento de la DT «contradice el texto expreso de la ley específicamente de su artículo 3 transitorio, el cual establece que cuando hay desacuerdo en la fórmula de reducir la jornada, la fórmula legal es que el empleador disminuya al término de la jornada el tiempo proporcional a la jornada de todos los días de la semana, minutos diarios y no una hora en un día». Y enfatizó en que «la hora en un día es solo cuando existe acuerdo, pero no cuando no lo hay».
Rocío García de la Pastora, socia en Guerrero Olivos, expresó esto a Zenteno. «Señor director, no se puede legislar a través de los dictámenes, la ley es clara y a falta de acuerdo la reducción por mandato legal es proporcional entre los días trabajados. Legislar le corresponde al Congreso».
En tanto, Juan Andrés Perry, socio de Consultoría en Personas de EY, advirtió que el texto de la DT «podría afectar a empresas que ya habían intentado acordar modalidades de ajuste con sus trabajadores u organizaciones, y que a falta de este acuerdo ya habían decidido una forma de rebaja proporcional».
Fuente: Emol economía, abril 19 de 2024