Datos liberados por el servicio sobre la Operación Renta 2023 (año comercial 2022) muestran un alza de la participación de las grandes firmas en todos los indicadores de actividad. El comercio lideró entre los rubros inscritos.
El año 2022 fue un período de normalización para la economía chilena, que dejó atrás dos años previos marcados por números extremos.
Así, luego de caer un 6,1% en 2020, el primer año de la pandemia del Covid-19, y rebotar con una histórica expansión de un 11,7% en 2021 -de la mano de las masivas inyecciones de liquidez en los bolsillos de las personas-, en 2022 el Producto Interno Bruto (PIB) mejoró 2,4%, ubicándose en línea con la tendencia de largo plazo.
Esa normalización en el nivel de actividad también se reflejó en los indicadores que reportaron los contribuyentes al Servicio de Impuestos Internos (SII) en el marco de la Operación Renta 2023 que tiene como base la información comercial del 2022.
Se informaron 36.293 millones de Unidades de Fomento (UF) en ventas facturadas el año pasado, lo que se traduce en más de cuatro veces el PIB total del país, que ronda los US$ 300 mil millones.
Según antecedentes del organismo, el año pasado la cantidad de empresas en el país superó por primera vez el 1,5 millón, lo que se traduce en un incremento de 4,3% respecto a 2021.
Si bien este dato es superior a la expansión del Producto total, implica una ralentización si se compara con el 8,5% de avance que anotó en el histórico 2021, siendo aquel el crecimiento más alto de las últimas dos décadas.
Donde también se reflejó el regreso de la actividad hacia cifras más habituales fue en las ventas declaradas por los contribuyentes en los formularios de impuestos. Así, se informaron 36.293 millones de Unidades de Fomento (UF) facturados el año pasado, lo que se traduce en US$ 1.410.563 millones, más de cuatro veces el PIB total del país, que ronda los US$ 300 mil millones.
Las ventas reportadas se expandieron un 14,7% el año pasado, muy lejos de la variación de 29,3% en el conjunto del ejercicio 2021.
Un tercer indicador relevante de actividad es el nivel de ocupación que informan las empresas de distinto tamaño. En 2022, se superó por primera vez los 10 millones de trabajadores dependientes, un incremento de 3,5%, que -otra vez- fue menor que el 8,7% anotado en el histórico 2021.
Las grandes dominan
Se suele decir que las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipyme) son el motor de la economía, al tener un rol protagónico en las ventas y el empleo total. Aquello es desmitificado por los datos del SII.
Según lo informado en la Operación Renta, las Mipyme representaron un 77,4% del total de las compañías en el país durante el año pasado, aumentando su participación desde el 76,8% del año previo. Sin embargo, explican apenas un 11,7% de las ventas facturadas en el país, perdiendo 1,1 punto porcentual de peso relativo en un año.
¿Y en empleo? Un 43,3% de los trabajadores se desempeña en una Mipyme, nueve décimas por debajo del año previo.
Esto significa que siendo apenas un 1,2% de las sociedades inscritas, las grandes empresas explican el 88,2% de las ventas en todo el país, o sea, 1,1 punto porcentual de alza anual; y el 49,5% del empleo total, ocho décimas de mayor participación que hace un año.
Situación por rubros económicos
Al igual que en años previos, el comercio al por mayor y al por menor, reparación de vehículos automotores y motocicletas, fue la actividad económica donde se concentraron los contribuyentes, con 467.302 inscritos.
También destacaron en el conteo de los antecedentes los rubros de transporte y almacenamiento; industria manufacturera; construcción; agricultura, ganadería, silvicultura y pesca; y actividades de alojamiento y servicios de comidas.
Fuente: Diario Financiero, octubre 24 de 2023