Sostenibilidad
La siderurgia es responsable de cerca del 8% de las emisiones del sector energético y, en la actualidad, producir una tonelada de acero supone casi dos toneladas de emisiones de CO2.
Descarbonizar el acero será difícil y costoso, y si se hace a una escala significativa rehará una de las mayores industrias del mundo.
La semana pasada se produjeron dos importantes hitos en el esfuerzo mundial por conseguir que la producción de acero sea menos perjudicial para el clima.
Boston Metal consiguió US$ 262 millones de financiamiento de riesgo para su tecnología de fabricación de acero y metal basada en la electricidad, mientras que la sueca H2 Green Steel reunió 1.500 millones de euros en capital para construir su primera planta que utilizará hidrógeno para crear acero.
Descarbonizar el acero será difícil y costoso, y si se hace a una escala significativa reconfigurará una de las mayores industrias del mundo.
La siderurgia es responsable de cerca del 8% de las emisiones del sector energético y, en la actualidad, producir una tonelada de acero supone casi dos toneladas de emisiones de CO2.
Escalas numéricas
Una forma de entender este reto crítico es verlo a través de escalas numéricas, de menor a mayor.
Empecemos por miles, o en realidad, sólo mil. Global Energy Monitor cuenta con 1.016 plantas siderúrgicas en 89 países, con una capacidad anual combinada de 3.000 millones de toneladas. Esto supone apenas un 7% del número de plantas siderúrgicas que hay en el mundo, y está muy lejos de los más de 1.000 millones de automóviles que circulan hoy por las carreteras. Cuantificar las emisiones de este grupo es factible, y el mercado al que pueden dirigirse las tecnologías de descarbonización del acero está claramente definido.
La segunda escala es la de los millones. La ronda de serie C de Boston Metal no se destinará a construir una serie de plantas de producción a gran escala, ni siquiera una: En lugar de ello, la empresa lo gastará en ampliar su equipo y demostrar su tecnología comercialmente. Cientos de millones de dólares, en el sector del acero, son un punto de partida para alcanzar escala, no un punto final.
Ahora vienen los miles de millones. La colocación privada de H2 Green Steel entre al menos 15 inversores se destinará a una planta de producción a gran escala. Pero ese capital en acciones no es todo lo que se necesitará; la empresa también ha obtenido compromisos por más de 3.500 millones de euros en financiación de deuda.
Aunque los planes de producción de H2 Green son ambiciosos, no tienen la misma escala: Su objetivo es producir 5 millones de toneladas de acero en 2030, lo que supondría una pequeña parte de la producción de todo el sector. En 2021, los fabricantes mundiales de acero produjeron 1.950 millones de toneladas, el doble que apenas dos décadas antes y más de 10 veces la cantidad global fabricada en 1950. El objetivo de producción de H2 Green no la situaría entre los 50 mayores productores de acero por volumen en 2021.
Enorme magnitud
Estas cifras indican la magnitud del capital necesario para transformar la siderurgia actual en una industria con menos emisiones de carbono. El despliegue de cualquier nueva tecnología lo suficientemente amplio como para hacer mella en las emisiones de la siderurgia requerirá miles de millones de dólares de inversión. Y eso es sólo la financiación necesaria para los gastos de capital.
En esta fase todavía temprana de H2 Green Steel y Boston Metal, el compromiso de capital es evidente. Algunos de los mayores inversores de capital riesgo e infraestructuras del mundo participan en ambas operaciones, al igual que algunos de los mayores productores de mineral de hierro, combustibles y acero.
Aumentar ese compromiso hasta los miles de millones exigirá mucho más, no sólo por parte de la industria, sino de todos los demás. Los responsables políticos deben incentivar la inversión a largo plazo y tender un puente entre las innovaciones de hoy y las normas de mañana. Los gestores de activos tendrán que asignar capital a empresas que tengan el objetivo expreso de descarbonizar un sector esencial. Los consumidores industriales necesitan tener apetito por productos de acero que rindan igual, pero que se fabriquen de forma diferente.
Los consumidores de a pie también tendrán que apoyar la innovación. Afortunadamente, hay miles de millones de personas que compran acero o productos fabricados con él, y todos nos beneficiaremos de su descarbonización.
Fuente: Diario Estrategia, septiembre 14 de 2023