Según la CBC, el resultado se explica porque hay varias iniciativas en fase final de obras o terminadas, así como una menor reposición. Industria, minería, energía e inmobiliario incidieron en la merma.
La economía chilena cerró el 2022 e inició el 2023 en una franca curva descendente, acumulando dos trimestres consecutivos de contracción anualizada del Producto Interno Bruto (PIB).
En línea con lo anterior, los distintos componentes del gasto interno en el país se han resentido, siendo uno de los principales la inversión, medida como formación bruta de capital fijo (FBCF).
Esta tendencia también permeó en el gasto realizado en grandes proyectos de inversión, tanto públicos como privados, que son seguidos trimestralmente por la Corporación de Bienes de Capital (CBC).
Acorde al organismo, en el cuarto trimestre del año pasado -dato más reciente- la intensidad de la inversión registró una caída de 6,3% respecto al mismo lapso del 2021, para totalizar US$ 4.840 millones. Respecto al tercer trimestre de 2022, la baja fue de 3,4%.
Por intensidad de la inversión la CBC se refiere a la estimación de inversión ejecutada trimestralmente en el país, según su catastro, en proyectos privados y estatales que se encuentran en la etapa de construcción. Se contempla el gasto en construcción propiamente tal (insumos, mano de obra), como en equipamiento y en otros.
Acorde al reporte trimestral, el resultado se explica por proyectos «relevantes» que se encuentran en su etapa final de inversión, tanto en obras como ya terminados, así como a una menor reposición de iniciativas de forma transversal en rubros como la industria, la minería, la energía y el inmobiliario. Solo la tecnología y las obras públicas compensaron en algo el desempeño de sus pares sectoriales.
«En ambos casos, hubo iniciativas relevantes con inicio de obras reciente y en fase de gasto creciente, que elevaron el registro», detalló la corporación.
Los sectores que explican la baja
El descenso más relevante se produjo en el sector industrial, con una contracción del gasto de un 55,8%, debido a iniciativas terminadas o en fase final de obras, como la culminación del proyecto MAPA de Celulosa Arauco en el segmento forestal.
La baja de 8,6% en la minería se debió a una mayor proporción de proyectos concluidos o en fase final de obras en relación a los nuevos ingresados al catastro.
Un 24,5% se redujo la inversión ejecutada en el sector energía, ante la menor reposición de proyectos registrado en los últimos meses.
En el sector inmobiliario hubo dos tendencias que se contraponen. En el resultado trimestral se anotó una caída de 4,9% en la intensidad de la inversión, mientras que respecto al mismo trimestre del año previo se produjo un aumento de 8,9% gracias al ingreso de nuevas inversiones al sistema.
La expansión de 2,1% en obras públicas se apoyó en el inicio de algunos proyectos, como Ampliación Planta Desaladora Norte, Construcción Nuevo Puente Ferroviario Biobío, Construcción Hospital Provincia Cordillera Puente Alto, y Reposición Complejo Asistencial Dr. Sótero del Río, entre otros. Esto fue compensado a la baja por algunas obras que concluyeron o que entraron en fase final de obras en el período, como Construcción Extensión Línea 3 de Metro, Reposición con Relocalización del Hospital de Melipilla, Proyecto Aconcagua, Segunda Concesión Túnel El Melón, y Construcción Parque Mapocho Río-Cerro Navia y Quinta Normal, por citar algunas.
Mientras que en tecnología el incremento de 73% en su inversión se debió al avance del proyecto red 5G, cuya inversión ha sido creciente en los últimos meses, consignó la corporación.
Fuente: Diario Financiero, mayo 04 de 2023