Cuando Chile enfrenta una compleja crisis económica, con proyecciones del FMI y de la OCDE que lo ubican como el país de América Latina que tendrá el peor desempeño en 2023, la planta industrial de los Astilleros y Maestranzas de la Armada (Asmar) nos entregó hace pocos días una noticia esperanzadora, y que nos “alumbra el camino” respecto de la senda que debemos tomar como nación para avanzar de manera decidida y concreta hacia nuestro tan anhelado desarrollo.
Es así que, en las instalaciones de Asmar, en Talcahuano, se lanzó al agua el nuevo buque rompehielos “Almirante Viel”, que con sus 10 mil 500 toneladas es el más grande construido en Sudamérica. Se trata de un megaproyecto que involucró a más de 800 colaboradores y una inversión de 210 millones de dólares. La nave significará un aporte para la investigación científica nacional e internacional en el continente blanco, y está equipada con una ecosonda multihaz de alta y media profundidad, sonar de rebusca omnidireccional, winches oceanográficos y laboratorios químico, de microbiología y macrobiología. Todo lo anterior, hecho en Chile, con capacidades y talento nacionales.
Cuando la productividad, que tiene un efecto directo en el crecimiento económico de los países, nos muestra una caída de 4,7% en el tercer trimestre de este año, su más bajo desempeño desde el peor momento de la pandemia, como ASIMET reiteramos la urgencia de impulsar políticas de desarrollo productivo para fomentar la actividad manufacturera nacional, que es la llamada a tener un rol protagónico en la recuperación de la economía.
La manufactura representa un sector de alta innovación y de mayor crecimiento de productividad que los demás rubros, genera empleos de mayor calidad, con una menor informalidad y rotación laboral que el promedio nacional, y tiene un rol clave en la disminución de las desigualdades de género en términos de brechas salariales, participación laboral, incorporación de mujeres en actividades de I+D, entre otras.
La construcción del “Almirante Viel” fue un hito de Asmar que nos demostró que la industria nacional está viva, y que Chile cuenta con las herramientas para ser líder mundial en este rubro. Sólo falta atrevernos a dar el salto, y un apoyo decidido por parte de la autoridad para hacerlo.
Dante Arrigoni C.
Presidente ASIMET